Me declaro fan absoluto de Hugo Blick, de sus paseos por el lado oscuro. Después de la extraordinaria The Shadow Line, ahora se lanza a bucear en los secretos de la brillante empresaria Nessa Stein (Maggie Gylenhaal), recién nombrada Baronesa del Imperio Británico.
El contexto histórico elegido es peliagudo: un conflicto inveterado como el palestino-israelí que parece imposible de desenredar. La propia Nessa lo ilustra con una ocurrencia en uno de sus filantrópicos actos:
"Unos extraterrestres deciden invadir la Tierra y, para demostrar que van en serio, lo primero que hacen es destruir Londres y Nueva York. Luego aterrizan justo en la Línea Verde, entre Israel y Cisjordania; y deciden convocar una reunión entre la autoridad palestina y el gobierno israelí. Su mensaje es simple: "¡La resistencia es inútil! ¡Deponed vuestras armas!". No puedo contarles con detalle lo que pasó después pero, básicamente, al final sentirían lástima por los extraterrestres."
En este ámbito tan enrarecido se desarrollará la acción. Nessa de niña estuvo presente en el asesinato de su padre. Ahora ella dirige las empresas familiares y preside una Fundación educativa y cultural que pretende crear una atmósfera de reconciliación entre israelíes y palestinos. Se trata de ofrecer las mismas oportunidades a unos y otros sin importar su ascendencia. Pero los intereses creados juegan fuerte y Nessa aparece como un corderito rodeada por una manada de lobos.
Cada capítulo se inicia con una reflexión en off que modula la protagonista."¿En quien confías?. ¿Cómo lo sabes?. ¿Por su apariencia?; ¿O por lo que saben?. ¿Por lo que hacen?. Todos tenemos secretos, pero a veces, algo puede pasar que te deje sin opciones, excepto revelarlo. Pero sobretodo mentimos, escondemos nuestros secretos los unos a los otros, a nosotros mismos. Así que cuando piensas así, es un milagro que confiemos en alguien."
Nessa es judía pero su más íntima confidente es una intérprete palestina, Attika. Cuando secuestran al hijo de esta última en pleno centro de Londres da comienzo la pesadilla. Pronto descubriremos que esta perturbación tuvo su epicentro muchos años atrás y que desvelar o no aquel secreto calibrará la previsible tragedia.
Los tres primeros capítulos son magistrales. El asesinato del padre de Nessa en un restaurante de lujo, el secuestro del hijo de Attika, el asesinato de un empresario palestino relacionado con Nessa, su nombramiento como Baronesa, los flashbacks de un secuestro que sufrió en la franja de Gaza.... Las cartas se van depositando sobre la mesa de forma tan elegante como misteriosa.
El relato completo de los trazos que asaltan la memoria de Nessa se produce en el capítulo cuatro. Ocho años atrás, Nessa y Attika fueron secuestradas durante 11 meses en un lugar desconocido de Gaza. En ese azotado territorio habrá que buscar las claves.
Tanto The Shadow Line como The Honourable Woman trazan historias retorcidas con una puesta en escena suntuosa. Su tempo es contenido, casi embriagador, y los diálogos están preñados de intención. Hugo Blick sabe insuflar a las imágenes un profundo misterio, y mientras hace avanzar la narración nos deja vislumbrar los pozos y secretos que la sustentan. El ambiente de la serie es de una intriga apasionante.
Uno de los proyectos estrella del grupo Stein es la financiación de una red de telecomunicaciones que cubra toda la zona en conflicto con la esperanza de que el avance tecnológico ayude a superar los odios. Otro de sus proyectos son los colegios y universidades que ofrecen convivencia y oportunidades tanto a palestinos como a israelíes. Pero estos altruistas deseos pueden convertirse en una terrible trampa. Los oponentes en el tablero de juego son temibles: empresarios de ambos bandos, la más rastrera política y también los servicios secretos israelíes, ingleses y norteamericanos. Nadie espera a la suerte para conseguir una baza ganadora.
La interpretación de Maggie Gyllenhaal es magnífica. Posee la sofisticación, convicción y vulnerabilidad que el personaje demanda. Tambien Stephen Rea, que compone otro de sus tortuosos personajes llenos de ironía y dobleces. Su investigación como jefe del servicio secreto británico para Oriente Medio nos sirve de timón en estas procelosas aguas. Y la compañera en la sombra, Attika (Lubna Azabal), bordando un papel casi tan atormentado como el que compuso en la maravillosa Incendies.
La serie nos regala secuencias de gran impacto visual. La protagonista se refugia cada noche en una inmaculadamente blanca habitación del pánico, en su mansión londinense. Asimismo recibe periódicamente una llamada que formula una simple pregunta: "¿Está tu secreto a salvo?". Según sea la respuesta, positiva o negativa, puede morir alguien. La secuencia en que se descubre a una agente encubierta del FBI en el capítulo dos es una maravilla de suspense y precisión. La trampa en la que cae el jefe de seguridad de Nessa se nos relata de forma tan despojada como impactante.
El capítulo 5 es abiertamente de espías. La directora del MI6 multiplica sus contactos con los servicios secretos israelíes y norteamericanos. Se juega con fruición el juego de los espías; pero desconocen al verdadero malabarista que mueve los hilos en la sombra.
Las circunstancias del nacimiento de Kassim, el hijo secuestrado de Attika, se convertirá en un nudo gordiano que acabará asfixiando a muchos de los protagonistas.
Alta y baja política, negocios mezclados con banderas, espionaje y asesinatos. Todo ello en ocho capítulos de una intensidad formidable.
Alta y baja política, negocios mezclados con banderas, espionaje y asesinatos. Todo ello en ocho capítulos de una intensidad formidable.
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