Cuando digo en el comentario anterior de este libro de Rubem Fonseca que está lleno de historias y es suculento y memorable, me refiero a cosas como éstas:
-La cantidad de reflexiones sobre el proceso de escribir: "Tolstoi declaró que para escribir Guerra y Paz tuvo que repetir 20.000 veces el gesto de lleva la mano al tintero...."
-La propia historia de la mujer rica que aparece muerta.
-La historia de la relación del autor con su amante que hace de hilo conductor.
-La historia de la hacienda donde hacen retiro y la historia del solitario que vive aun más allá de la solitaria hacienda.
-La historia del violín Jezen que algunos estiman superior al Stradivarius.
-La receta y el desarrollo sabrosón que hace de un plato de bacalao.
-Todo el procedimiento que describe para redactar, corregir, borrar o archivar texto en su ordenador TRX-80: hoy en día está pasado de moda por supuesto, pero me parece un detalle más del acercamiento estrictamente mecánico al acto de escribir.
-El relativismo o cinismo que impregna todo el texto, donde las opiniones de muchos autores citados o del propio personaje son admitidas para a continación razonar que quizá sean una opinión equivocada y continuar.
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