martes, 19 de enero de 2016

JONATHAN STRANGE y EL SR. NORRELL - Susanna Clarke











Fabulosa novela en el más amplio sentido de la palabra. Imaginación portentosa y presentación de un universo fantástico completo y verosímil donde se conjuga la historia oficial de Europa a principios del siglo XIX, con una historia alternativa donde la presencia de la magia y los magos están plenamente normalizados; hasta el punto de que el Almirantazgo, en su guerra contra Napoleón, tiene entre sus asesores al mago Jonathan Strange.

Toda la obra bascula sobre el enfrentamiento entre los dos mejores magos de la época. Uno, el Sr. Norrell, el primero que se ha atrevido a cruzar la línea de los estudios teóricos y pasar a la acción. Otro, Jonathan Strange, en principio discípulo de Norrell y finalmente enemigo, dado el empeño de este último en desacreditar la historia de la magia y en acaparar todo conocimiento para evitar su divulgación.
A estos dos ángulos de la trama, se unen otros dos más quiméricos para formar un rombo fantástico y cautivador. Por un lado el Rey Cuervo, el mago más grande de la historia, una suerte de monarca medieval considerado el padre de la magia inglesa y protagonista de una época tan remota como mítica, la de los magos aureates y argentinos
"Mientras gobernaba Inglaterra del Norte, el Rey Cuervo también regía un país de duendes. Tenga en cuenta que nunca hubo otro monarca que reinara sobre dos razas tan distintas. Tenga en cuenta que era tan gran rey como mago, circunstancia que casi todos los historiadores tienden a pasar por alto."
Su poderosa presencia se cierne sobre toda la obra y su perdido libro de conjuros, uno de los leit motiv que recorre subterráneamente la historia. Por otro lado está "el caballero con el cabello como el vilano de cardo", un perverso y aristocrático duende que pondrá en jaque a nuestros dos protagonistas. Un malvado cínico y arrogante. Todo un personaje.

El libro está ambientado en el siglo XIX, con las guerras napoleónicas como telón de fondo. Los personajes de ficción interactúan con los históricos (el Duque de Wellington, Lord Byron o el rey Jorge III). El universo fantástico que ha imaginado Susana Clarke es convincente y nos ofrece realismo y verosimilitud, mezclando prodigiosamente fantasía e Historia.
Después de que el señor Norrell se diera a conocer con un hechizo en la catedral de York, se traslada a Londres para poner sus artes al servicio del gobierno. Allí conoce al joven Jonathan Strange y lo acoge como discípulo. Ambos se proponen recuperar la magia verdadera, perdida entre charlatanería y leyendas de tiempos remotos. Ayudarán a Lord Wellington en sus batallas contra Napoleón, intervendrán en la curación del rey loco (Jorge III) y llevarán a cabo innumerables encantamientos desde rescatar barcos encallados hasta proteger a las ciudades de tormentas o preparar la mejor venganza para amantes despechados.

La ambientación histórica y social es un aspecto fundamental y de los más conseguidos de la obra. La vida social entre lores, caballeros y ministros, añadido a la idiosincrasia y el carácter tan british de sus personajes, le da a la obra una dimensión lujuriosamente literaria. 
“-¿Puede un mago matar a un hombre por arte de magia? -le preguntó Lord Wellington.
Strange frunció el entrecejo. Pareció que no le gustaba la pregunta.
-Supongo que un mago podría -admitió-; pero un caballero, jamás.
Wellington asintió, como si eso fuera justo lo que esperaba oír.”
Los personajes principales nos recuerdan los de las novelas de Jane Austen; los secundarios a Dickens. Sobre todo los dos buscavidas que se pegan a Mr. Norrell, pero también el parlanchín mago Vinculus o su borrachín padre. El propio Strange, mientras prepara su libro, visita a Lord Byron en Ginebra durante una famosa noche, porque escribe al editor de ambos: "la gente tiene unas ideas muy raras de los magos. Querían que les hablara de vampiros."

Ilustración de la novela
Otro aspecto muy seductor es que los libros refulgen en el corazón de este libro. Mr. Norrell ha acaparado durante años todos los libros sobre magia que hay en Inglaterra, Los personajes se inquieren e informan sobre una bibliografía clásica (ficticia) que acabas manejando como un erudito (sean las obras de Martin Pale, las de Belasis o de Segundus).
Susanna Clarke ha planteado su propia obra como un libro de consulta. Abundan las notas a pie de página que profundizan sobre algún libro, personaje o acontecimiento citado. El efecto metaliterario es formidable. Tan importantes son los libros que hasta un hombre es condenado a morir en la horca por destruir uno ("asesinar" un libro, leemos).

Ambos aspectos se reflejan en una peculiar anécdota. Cuando le encargan a Norrell que envíe pesadillas a Buonaparte, sus hechizos no logran asustarle. Los ministros se plantean entonces pedir mejores pesadillas a Radcliffe, Lewis o Beckford; pero el lord del Almirantazgo se niega aduciendo: una cosa es utilizar magos y otra novelistas, eso es rebajarse.

Para mí, la obra también tiene un debe. Quizás peca de prolija. Aunque nunca aburre y siempre es interesante; la realidad de esta historia alternativa está contada al detalle. Sin ningún tipo de prisa, la autora nos hace oler las calles y tabernas, nos hace presentes en todo tipo de conversaciones, desmenuza la historia hasta la anécdota. Y sobre todo, no se producen picos dramáticos. La invención formidable discurre como un tren a velocidad sostenida. La BBC ha adaptado recientemente la novela en una miniserie de 7 capítulos y aporta, además de una ambientación ejemplar (por supuesto), un punto de intensidad dramática que muchas páginas no tienen.
También encuentro que hay personajes muy bien definidos pero un tanto desaprovechados. Tal es el caso de Childermass, el ayundante de Norrell o del propio Vinculus, cuya historia personal es tan trascendente para la trama y que, sin embargo, desaparece durante un gran tramo. 
"-Yo me llamo Vinculus -declaró. Teniendo en cuenta que había pasado la noche debajo de un seto, su voz era sorprendetemente firme y clara-. Hace diez días que camino hacia el oeste en busca de un hombre que está destinado a ser un gran mago. Hace diez días me fue mostrada la efigie de ese hombre, y ahora ciertas señales misteriosas me dicen que tú eres el hombre.
Todos volvieron la cabeza para ver a quién se refería.
El hombre de la zamarra de pastor y las bufandas de punto se acercó a Strange y le tiró de la chaqueta.
-Es usted, señor -dijo.
-¿Yo?
Vinculus se acercó a Strange y recitó:

Dos magos aparecerán en Inglaterra.
El primero me temerá; el segundo deseará contemplarme; el primero estará gobernado por ladrones y asesinos; el segundo conspirará para su propia destrucción; el primero enterrará su corazón en un oscuro bosque, bajo la nieve, y aún así sentirá dolor;  el segundo verá su posesión más preciada en manos de su enemigo.

-Entiendo -cortó Strange-. ¿Y cuál de los dos soy yo, el primero o el segundo?"

Realmente el nudo de la aventura comienza cuando Mr. Norrel resucita a la joven Lady Pole. Para lograrlo convoca al duende de "cabello como el vilano de cardo". La presencia de éste se convertirá en una amenaza constante, hasta obligar a los magos a olvidar sus rencillas para lograr vencerlo.

De monumental invención, la novela nos regala pasajes verdaderamente memorables; como todos los que ocurren en Desesperanza, la hacienda quimérica del duende caballero, las batallas de Lord Wellington en Portugal y España ayudado por los hechizos de Strange o la nube negra que rodea y persigue a éste en el tramo final.

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