lunes, 13 de enero de 2025

NO DIGAS NADA - creada por Joshu Zetumer


Esta serie nos relata en toda su crudeza los años conocidos como The Troubles, los 20 años -desde finales de los 60 hasta los 90- que el Ejército Republicano de Irlanda (IRA) sembró de bombas, atentados y desapariciones. Compuesta por 9 episodios el hilo conductor es la peripecia vital de las hermanas Price, Dolores y Marian; dos jóvenes católicas que ante las humillaciones y segregación a la que les sometían los protestantes probritánicos decidieron enrolarse en la banda terrorista. Inicialmente Dolores rechazaba la violencia como solución al conflicto irlandés; pero tras ser agredida con furia al participar en una manifestación pacífica en defensa de los derechos civiles, cambió de opinión y se sumó a la lucha armada por una Irlanda unida. 

No digas nada se centra en la vida y hechos de estas dos hermanas en el IRA (El momento cumbre de su carrera es el atentado con bomba en Old Bailey en marzo de 1973, en el que más de 200 personas resultaron heridas); pero tiene dos subtramas que la recorren por debajo hasta convertirse en el centro de la historia durante los dos últimos capítulos, el secuestro y asesinato de Jean McConville y la figura de Gerry Adams, líder del Sinn Feinn, cuya figura sale malparada. McConville era una viuda de 38 años, católica y madre de diez hijos, que no se quiso involucrar con los terroristas pero que, por humanidad, asistió a un soldado británico herido en su portal. Pocos indicios más bastaron para que los republicanos la raptasen y ejecutasen bajo la acusación de ser una traidora informante. Su secuestro marca el punto de partida de la serie y la investigación sobre su desaparición y hallazgo del cadáver supone el punto final. Entremedias se desarrolla una exploración compleja y altamente dramática de esa época terrible. 




La ejecución de McConville por el IRA fue una de las más controvertidas de entre los más de 3.000 asesinatos que la violencia sectaria produjo durante tres décadas en Irlanda de Norte. De hecho el IRA ejecutó a varios de sus miembros y a civiles por meras sospechas de traición o colaboracionismo, con la intención de mantener el control interno en su territorio. La serie refleja notoriamente ese miedo a represalias por hablar o actuar, revelando la atmósfera asfixiante que se vivía a diario y los dilemas morales que afrontaban quienes se encontraron atrapados en ese fuego cruzado. 

El otro asunto que permea todos los capítulos es el papel que jugó Gerry Adams, tanto en los atentados terroristas como en el proceso de paz que le llevó a la Casa Blanca en 1994. Él nunca admitió haber pertenecido al IRA y mucho menos haber ordenado secuestro a atentado alguno -así reza a la conclusión de cada capítulo de esta serie que narra con verosimilitud sucesos históricos-; pero los hechos narrados por Dolores Price lo desmienten y le retratan como un personaje melifluo y escurridizo; siempre atento a flotar sobre la mierda que imponía a los demás y pendiente solo de pulir su figura pública. De ahí que la serie conjugue no sólo el interés dramático (alto) de personas concretas como las hermanas Price o los hijos de McConville, sino también el interés histórico de lo que supusieron aquellos años de plomo, la intrahistoria del conflicto y cómo al final los republicanos se sintieron estafados por su líder.

Esto lo expresa muy gráficamente su lugarteniente, Brendan ´Dark´ Hughes (Anthony Boyle), cuando ya fuera de la cárcel ve triunfar al diputado Gerry Adams tras renegar de su pasado, mientras él tiene que bregar con sus traumas, su conciencia y una precaria situación económica. Al encontrarse con Dolores y ser preguntado por ésta le responde: "Lo veo como el tipo que convence a cien personas para que empujen un barco que está encallado y finalmente cuando el barco surca el mar él se sube y deja a los demás en tierra. Así me siento".














El título de la serie esconde una ironía amarga. Primero representa el silencio que el IRA imponía en sus barrios y reductos a todo aquel que allí vivía; pero luego ese silencio también lo impuso Gerry Adams a los propios miembros del IRA, cuando el proceso de paz estaba en marcha y temía que le torpedearan su carrera política. El autor del libro en que se basa la serie ha reflexionado: "Muchos en Irlanda del Norte creen que el precio de la paz es el silencio".

La miniserie es un ejemplo de periodismo objetivo mostrando la barbarie de ambos bandos. Queda patente la deshumanización de los protagonistas de aquellos hechos y el fanatismo con que se siegan vidas cuando está en juego una causa. Llama la atención el interés del comandante británico en que no se denomine "guerra" al conflicto, cuando la ocupación militar, las detenciones y la tortura hacia los católicos eran tan patentes como las tanquetas y los controles en las calles. Los británicos impusieron una sociedad segregada en Belfast, donde los católicos estaban arrinconados y sin posibilidades de promoción económica y social. 
 


Pero lo que queda finalmente en la retina es el coste psicológico de la violencia política. Ya adulta, y tras pasar por la cárcel, Dolores se confiesa a su hermana Marian (Hazel Dope): "Últimamente me estoy haciendo preguntas importantes". Ella tiene pesadillas con los compañeros católicos a los que condujo a la ejecución y solo puede dormir a base de pastillas y alcohol. Tanto los lugartenientes de Adams como las hermanas Price entregaron su vida a la causa y cuando acabó aquel período se encontraron vacíos, atormentados y en territorio de nadie. La narración no los presenta ni como héroes ni como villanos; sino como personas comunes que defienden románticamente su ideal de patria y comunidad; sin dejar de pensar en todo momento que están haciendo lo correcto. 

La serie es la adaptación del libro homónimo de Patrick Radden Keefe, bostoniano de ascendencia irlandesa que en 2013 quedó fascinado por la figura de Dolores Price tras leer una noticia sobre ella. Tras cuatro años de investigación y recogida de testimonios publicó su libro en 2018. La serie se beneficia de este texto ambicioso, pormenorizado y muy bien documentado que se lee como un thriller. Logra poner en contexto tanto a los hechos históricos como a los personajes. Representar hechos históricos no impide que la serie sea dinámica a la vez que profundamente emotiva. Hay que tener en cuenta que la herida irlandesa está todavía abierta y que el libro de Radden Keefe informa sobre desaparecidos que aún son llorados por sus familiares, así como sobre actos de figuras públicas que aún están vivas. Sin ir más lejos uno de los hijos de Jean McConville, Michael, declaró al Belfast Telegraph que "Utilizar lo que le pasó a nuestra madre para entretener es repugnante". Asimismo la exmiembro del IRA Marian Price ha demandado a Disney tras ser representada como la ejecutora de un crimen central en la trama.

Hay que reconocer que el relato es éticamente inapelable y la foto que nos ofrece de esa época sangrienta es creíble. Impresionan esas "desapariciones" de ciudadanos en las que Dolores participó como chófer, del mismo modo que nos sobrecoge la fuerza moral con que las hermanas Price afrontan una larguísima huelga de hambre en la cárcel.





El testimonio de Dolores Price (interpretada por Lola Pettigrew de joven y Maxine Peake de adulta) es la base de la crónica. Su testimonio, registrado antes de su muerte, nos ofrece una visión íntima de la lucha armada y de los dilemas morales que afrontaron quienes se involucraron en ella. Sus remordimientos le llevaron al alcohol y posteriormente al reconocimiento de los hechos ante un investigador universitario que se dedicó a recoger la historia oral de aquellos años por testigos de la época. 

Por supuesto la serie me recuerda a la desgarradora Patria, sobre el terrorismo de ETA; aunque yo creo que el espectro de esta es más amplio. Patria se centra en el drama de dos familias y unos retazos de la vivencia de la sociedad (como aquella perturbadora secuencia en que la "cuadrilla" ciclista del Tato le hace el vacío cuando es señalado por ETA). En No digas nada al drama personal se añade la visión política de aquellos hechos que culminaron en los acuerdos de Viernes Santo

viernes, 10 de enero de 2025

TRUE DETECTIVE. NOCHE POLAR - creada por Issa López

2024


Cualquier comparación con la perturbadora primera temporada de True Detective hará palidecer al producto comparado. Dicho esto y dejando de lado todas las chorradas escritas sobre la presente temporada en cuanto al feminismo y lo woke (que sólo hablan de los prejuicios de quien escribe y no de la serie); esta cuarta temporada es valiosa y merece reconocimiento. Destacaría el hallazgo de un territorio espeso y mítico como el elemento crucial que la conecta con aquella legendaria primera entrega. 

La atmósfera ominosa de una noche polar, que se alarga durante dos meses en Alaska, y la amenaza de un ente vengativo con tintes sobrenaturales logra atraparnos desde su raíz atávica.

La historia se inicia cuando todos los científicos presentes en la Estación de Investigación Ártica Tsalal desaparecen abruptamente. El encargado de suministrar semanalmente los víveres se encuentra la Estación totalmente desierta justo el último día antes de que comience la larga noche polar. La investigación se la encargan a la veterana detective Liz Danvers (Jodie Foster), destinada en el cercano pueblo de Ennis, que contará con el refuerzo de la agente Evangeline Navarro (Kali Reis), antigua compañera y amiga de la que se acabó distanciando. 



Pronto nos daremos cuenta de que la desaparición de los ocho científicos no es más que la punta del iceberg de las siniestras circunstancias en que vive la comunidad de Ennis, sumida en una atmósfera enrarecida y llena de fantasmas. La noche, el frío y la amenaza de algo fantasmal nos traslada una opresiva sensación de claustrofobia. 

Tres conflictos se solapan, el de la noche polar que vuelve locos a todos, el misterio de los científicos que finalmente aparecen muertos, desnudos y retorcidos por el terror en medio del hielo, y el enfrentamiento que los indígenas mantienen con la compañía minera que da trabajo a la mayoría a la vez que envenena su pesca, su agua y su futuro. A esto se suma el descubrimiento en la Estación de la lengua de Annie K., un antiguo asesinato aún sin resolver que obsesiona a la agente Navarro. Pronto descubrirán que estos dos crímenes están relacionados.





El pueblo indio aborigen sufre la desaparición de su cultura y hasta la muerte de muchos de los nativos que achacan a la contaminación del agua por la mina. Por otro lado el objeto de la investigación científica en la Estación es un secreto que la compañía sufragante mantiene a raya. Pero la agente Navarro encontrará un pequeño indicio que relaciona lo ocurrido en la Estación con la muerte a puñaladas de Annie K., una activista que denunciaba la situación de los lugareños asediados por enfermedades y muertes prematuras a causa de la contaminación. 

La serie también nos muestra la historia personal de las dos agentes protagonistas, sus motivaciones y sus traumas, y como éstos acaban afectando a su manera de relacionarse y de buscar respuestas para el caso. Mientras que la jefa Danvers vive sola y es una descreída un tanto cínica que convive con un trauma de su pasado; su ayudante ejerce de contrapeso. Navarro es una figura étnica con otros valores  que ve más allá de la realidad y percibe los fantasmas que pululan por aquellos lares.



Todos estos contrastes enriquecen enormemente la narración. Podemos ver representada la oposición entre luz y oscuridad, pero también entre cultura nativa y civilización materialista e incluso entre naturaleza y contaminación. El territorio extremo ayuda a que establezcamos una conexión telúrica donde pugnan lo místico contra lo pragmático, la explotación ciega de los recursos contra el respeto a la naturaleza. 

Creo que se le puede reprochar no haber aprovechado un poco más las posibilidades terroríficas de la noche polar, un final un tanto prosaico y haberse asomado un poco más al abismo (a pesar de esos tétricos túneles que las detectives encuentran en el permafrost). Ese lado tenebroso asoma en el fantástico personaje que interpreta Fionna Shaw, una anciana mujer que vive sola en medio del hielo y que charla con los muertos. Ella es quien nos dice: "Quizás el mundo es demasiado viejo y aquí en el ártico es donde se le está empezando a ver las costuras". A pesar de ello hay que subrayar que los personajes son más que interesantes, los cadáveres desnudos y aterrados un gran misterio que se expande por el secretismo que rodea la Estación Tsalal y el símbolo repetido de una espiral no deja de sugerirnos una intervención sobrenatural.
Hay momentos en que logra estremecerte.


martes, 7 de enero de 2025

A VUELTAS con EL MUNDO

Caricatura de Trump realizada por el humorista gráfico Tom Jenssen
















No ha llegado el emperador Pollo a sentarse en el trono y ya los poderosos tecnológicos se están alineando a su vera para recoger sus dádivas.
Elon Musk aportó más de 260 millones de dólares a la campaña de Trump durante las elecciones y tiene todas sus bendiciones para reordenar el mundo a su extravagante y avaricioso gusto.

Los milmillonarios de las empresas globales estadounidenses no se han querido quedar atrás y han donado un millón cada uno para los actos de celebración del advenimiento del nuevo mesías. Bezos (Amazon), Zuckerberg (Meta) y Altman (OpenIA) están entre los que han hecho este tipo de donaciones. A ellos se ha unido el consejero delegado de Apple, Tim Cook, con una donación personal también de un millón de dólares, según ha publicado el digital Axios.

La caricaturista del Washington Post, Anne Telnaes ha querido señalar este servilismo de lo más interesado en una viñeta tan sencilla como cáustica. 
Pero ha sido censurada y no se ha llegado a publicar.
Por eso la muestro aquí.


Seguramente los egos hipervitaminados de estos tipos no les permiten considerar que esa acción los sitúa como meros vasallos de un niño tan grande como ignorante y caprichoso. De ahí que el Washington Post, propiedad de Jeff Bezos al igual que Amazon, haya censurado esta viñeta de milmillonarios postrados ante el pedestal del nuevo emperador. No les gusta verse reflejados en este espejo grotesco.

La censura de la viñeta ha provocado la dimisión de la caricaturista y así lo explica en este artículo.



Feliz Año Nuevo. 
Buenas noches y mucha suerte.




Actualización.- A las pocas horas de publicar este post salta la noticia de que Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha tomado la decisión de eliminar su equipo de verificadores de datos y dejar esta tarea en manos de los propios usuarios. Un modelo similar al adoptado por el X de Musk. El alineamiento con Trump se confirma y la desinformación y los bulos tienen barra libre en las libres sociales.

martes, 10 de diciembre de 2024

NADIE TE SALVARÁ - de Brian Duffield




La joven Brynn (Kaitlyn Dever) vive feliz aislada en su casa de campo. Pasa el tiempo construyendo maquetas y escribiendo cartas a su amiga más querida. Pero este deleite de su soledad se rompe el día que recibe la visita de unos extraterrestres. No se sabe muy bien sus intenciones pero demuestran unos poderes tan abrumadores (telequinesia, control de la electricidad, abducción) que alarman a la chica. Sin embargo ella está acostumbrada a vivir sola y a valerse por sí misma por lo que no se dejará mangonear. Resistirá hasta donde pueda. 

La primera hora transcurre entre persecuciones y acorralamientos en las distintas dependencias de la casa, incluidos un par de sustos de los que te hacen botar en el asiento. Parece que el desenlace fatal no se demorará, pero la joven va jugando muy bien sus cartas y se escabulle constantemente, mientras los espectadores casi ni parpadeamos, sumergidos como estamos en esta lucha sin cuartel.



Todo esto hace que parezca una película más del tipo home invasion, pero el director y guionista juega algunas bazas que la sitúan por encima de la media. La más radical y novedosa es que la película entera se desarrolla sin una sola línea de diálogo. La protagonista sólo masculla una frase de dos palabras en una ocasión y el efecto de este mutismo en el espectador es de pura inmersión en la trama.

La cinta no es una obra maestra, pero contar la historia sólo a través de imágenes (y banda sonora) sin que el ritmo decaiga supone una proeza elogiable. En la cinta podemos encontrar trazos de Señales (M. Night Shyamalan), Un lugar tranquilo (de J. Krasinski) y sobre todo -creo que nadie lo ha señalado hasta el momento- del clásico La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956); pero con un tratamiento particular en el que la invasión acaba conectada con la propia vida de la protagonista.



La casa es nuestro sanctasanctórum, de ahí que ser atacados en ella suponga romper nuestro entorno más seguro. Pero los alienígenas no sólo rompen esa burbuja física que se ha creado Brynn en la granja, sino también su burbuja emocional. Ya en su primera visita al pueblo apreciamos que su aislamiento no es voluntario. Por algún motivo la comunidad parece darle la espalda mientras ella vive atormentada por un hecho luctuoso de su pasado, la trágica muerte de Maud, su mejor amiga. De algún modo podríamos interpretar que este aislamiento emocional es el que le ha acabado librando de caer bajo el control alienígena a las primeras de cambio, como ha ocurrido con las gentes de pueblo. Asimismo su tormento será determinante cuando finalmente entre en contacto con los extraterrestres; lo cual provocará un final de esos que tienes que dar un par de vueltas en la cabeza.



El peso de la película recae íntegramente en Kaitlyn Dever, a la que seguimos en cada plano de su sofocante enfrentamiento; ni que decir tiene que esta menuda actriz sale plenamente airosa de su cometido. Para mí no ha sido sorprendente ya que venía de admirar su trabajo en las impactantes series Dopesick y Creedme.

Me detendré un momento en la ausencia de diálogos.
Todos hemos visto en los últimos tiempos unos cuantos poderosos planos secuencia, de esos que nos obligan a no pestañear mientras asistimos al desarrollo de la acción. Desde el clásico La soga del maestro Hichtcock a las más recientes Atenea de Romain Gavras o Hijos de los Hombres de Alfonso Cuarón pasando por El renacido de Alejandro G. de Iñárritu o El secreto de tus ojos de Juan José Campanella. La mejor característica de los planos secuencia -aparte de su dificultad técnica- es que atenazan la atención del espectador. Mientras la cámara no cierra su objetivo el espectador está prisionero de la acción. Así ocurre con esta película aparentemente poco pretenciosa. Mientras la joven transpira, gruñe, se muerde los labios y aguanta la respiración para que no la oigan, el espectador permanece maniatado a ella y a su destino.
Notable.

viernes, 22 de noviembre de 2024

IDÉNTICO al SER HUMANO - de Kobo Abe



Esta novela corta resulta muy paradójica y entretenida. Kobo Abe nos propone un juego de espejos donde se confunden realidad y ficción, locura y cordura. Su lectura pretende seguir una estricta lógica pero nos acabará empujando a un terreno pantanoso lleno de dudas y a un impactante final.

El personaje principal tiene un programa de radio titulado 'Hola Marciano' donde adopta el punto de vista de un supuesto marciano para revelar el absurdo de nuestra existencia. 
"Pregúntese, por favor, si hay alguien que lee los Viajes de Gulliver de Swift como si fueran anécdotas reales. Si acaso lo hubiera, sin duda sería un demente con algo de imaginación. Desde el comienzo Swift creó un personaje ficticio, y de eso no hay ninguna duda. Mi marciano también —estará usted de acuerdo conmigo si ha escuchado siquiera una vez el programa— es un Mr. Gulliver moderno, habitante de una fábula, que, por así decirlo, observa con una óptica distinta el mundo humano para detectar sus aspectos cómicos, no descubiertos en estado normal... Al tratarse de una fábula, ¿por qué no acudir al marciano, ya definitivamente inexistente, en lugar de rebuscar algo más enigmático? 
El hombre se gana así la vida decentemente, pero el lanzamiento de un cohete espacial con destino Marte lo sume en la zozobra. Teme que la realidad sobre la inexistencia de vida en Marte pueda desbaratar su universo de ficción, obligando a cancelar su programa, lo que pondría en peligro su modesto modus vivendi. En esta tesitura mental el hombre recibe la extraña visita de un individuo que se presenta como un marciano auténtico, revestido de una apariencia "idéntica al ser humano". Procede del planeta rojo y su misión secreta es reclutar al guionista como embajador entre ambos mundos. Lo que se desencadena a continuación es un desconcertante diálogo en el que transitamos fácilmente de la lucidez al delirio.


Siguiendo este auténtico diálogo filosófico, tanto el protagonista como los lectores nos preguntamos si el visitante está realmente loco o de verdad es un marciano, por muy inverosímil que esto parezca. Con una prosa punzante y fluida Abe mantiene el interés en todo lo alto, intrigados como estamos por saber hasta dónde podrán llevarnos sus argumentos. Cada vez que el marciano parece desenmascarado, alumbra un nuevo razonamiento cuya lógica parece incontestable. Bajo los auspicios de "la apariencia no siempre es la realidad" o "la duda conduce a la verdad" asistimos perplejos al cuestionamiento de algo que nos parece axiomático, qué es el ser humano.
"Me encuentro en una situación demasiado anormal para convencer a alguien de la veracidad de mi relato. Aunque usted sea un “ser humano”, dudo que reconozca una esencia humana en mí.
     Puesto que el espejo torcido sólo refleja imágenes distorsionadas, toda la lógica se derrumba cuando proyecta una imagen correcta. Desde luego, no habría líneas paralelas si nos saliéramos del espacio euclidiano. Sin embargo, nuestra vida siempre se fundamenta en el marco de leyes empíricas...
     No, dejemos todo esto así. Estas excusas insignificantes terminarán volviéndome más sospechoso y vulnerable. Es inútil proclamarse cuerdo para disipar la sospecha sobre nuestra propia locura. Por el momento, me basta con que usted acepte que el espejo está torcido.
     Imagínese que le llegaran a pedir una evidencia física de que usted es un “ser humano” auténtico, seguro que se molestaría o se reiría sin hacerles caso. Un ser humano lo es porque sí, sin necesidad de demostrarlo, tal como el axioma de las líneas paralelas."
La tensión dramática y los giros narrativos nos arrastran en busca de un desenlace que amenaza con volverse en contra del protagonista. Todo es empezar; porque si cuestionar la humanidad de una persona puede parecer inane, la lógica del debate nos irá arrinconando hasta dejarnos casi sin espacio para refutar. A lo largo del libro la conversación se irá tornando más extraña hasta lograr sumir al protagonista en la duda sobre su propia identidad. 




Formalmente la novela se divide en tres partes con una presentación y un epílogo narrados por el protagonista que rodean a la parte central y principal del libro, donde se desarrolla el diálogo entre los dos personajes. Si recordamos que a Kobe Abe le apasionaba el teatro podemos ver esta parte como un acto listo para representarse.

De todos es conocido que Abe es considerado como el "Kafka japonés" y aquí queda probado. Con un impecable manejo de la alegoría y la sátira trenza un diálogo tan educado como exasperante entre dos seres extraviados que ponen sobre la mesa las obsesiones más habituales del autor; aquellas que lo han emparentado con Kafka o Beckett: el problema de la identidad, el desasosiego de no saber quién soy ni quién es el otro y hasta, en definitiva, el cuestionamiento de la noción de realidad. Obsesiones que también encontraremos en "El rostro ajeno" y "El hombre caja".

El desenlace nos ofrece ecos del final de una novela memorable, El Proceso, de Franz Kafka. En esos últimos capítulos el juego ilusorio planteado por el visitante comienza a envolver al protagonista como una niebla existencial, capaz de provocar un desdoblamiento de la realidad que nos conduce a un enigmático giro que amula al de la cinta de Moebius.

Así, en el párrafo final, el personaje principal se dirige al lector, como ya hizo en la primera parte del libro varias veces, y le suplica que le ayude a entender su propia historia: 
     “Sí, quiero saber: ¿todo esto será la consecuencia de una fábula sometida por la realidad o de la realidad rendida por una fábula? Me gustaría preguntárselo a usted, que está situado fuera de este tribunal. El lugar donde se encuentra, ¿pertenece a la realidad o a la fábula?…”


















👉  Serendipia_____________________________________________________
La lectura de Idéntico al ser humano me ha recordado a un cuento filosófico de Voltaire titulado Micromegas, aparecido en 1752. Este relato es considerado como una de las primeras obras de ciencia-ficción y describe la visita a la Tierra de Micromegas, un ser originario de un planeta de la estrella Sirio. En este relato Voltaire mencionó dos lunas de Marte (Fobos y Deimos), que no fueron descubiertas hasta 125 años después, en 1877, por el astrónomo Asaph Hall. Debido a esta coincidencia (serendipia), uno de los mayores cráteres en Deimos fue bautizado como «Voltaire».
Pues bien, yo creo que todo el mundo hasta visto las películas de las hermanas Wachowski, Matrix, donde las máquinas hacen vivir a los humanos en una realidad virtual y éstos salen al mundo real a través de una llamada, cuando descuelgan el teléfono. Pues bien, fíjense en este párrafo de la novela de Abe, escrita ¡en 1967!, cuando un presunto marciano intenta convencer de su origen a un humano.

"Lo que sacó del bolso para deslizarlo sobre la mesa con la punta del dedo fue un coche de juguete, del tamaño de una caja de fósforos.
—Es un coche de maqueta, común y corriente.
—No, señor, no lo es... Es una obra de arte, Toy Art, realizada por verdaderos artistas del juguete. Su estética consiste en crear lo imposible, lo inexistente en la realidad.
Creo que ésta se titula El miedo de la existencia. Al enterarse de que aquí la tratan como una simple maqueta de juego, seguro se enfermarían, literalmente, de miedo.
—Hubieras traído una maqueta de verdad.
—No se me había ocurrido, desafortunadamente... De paso, mire esto también... aunque sé que no le va a convencer...
Entre los dedos apareció titubeante una foto en blanco y negro. Tenía el tamaño de la palma de la mano, con los bordes desgastados. Parecía un objeto ordinario que me costó trabajo reconocer.
—Esto... es una cabina telefónica...
—Déjeme decirle que no lo es, pese a su apariencia.
Se trata de la misma estación de transposición material, que es el sustento de la civilización marciana. Aquí la copiaron hasta en los detalles del diseño.
—Pero la forma del teléfono también es idéntica.
—Sí, me dejó boquiabierto cuando lo vi por primera vez aquí... Hasta la manera de usarlo es idéntica... Levanta el auricular, marca el número para llamar a la estación deseada y coloca una moneda en la ranura que está en el lado derecho. Empieza a funcionar el sistema antigravitacional y usted llega al destino de inmediato, ¡en un tris!."





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Kōbō Abe (安部 公房 Abe Kōbō), seudónimo de Kimifusa Abe, fue un escritor, dramaturgo, fotógrafo e inventor japonés que nació en Tokio en 1924 u murió en 1993.
Era hijo de un médico y estudió medicina en la Universidad de Tokio. Sin embargo, nunca ejerció la profesión, abandonándola para unirse a un grupo literario que tenía como objetivo aplicar técnicas surrealistas a la ideología marxista. En 1948 publica su primera novela, La señal de tráfico al final de la calle. En 1951 obtiene el prestigioso Premio Akutagawa por La pared: el crimen del señor S. Karma. Con La cuarta edad interglaciar (1959), inicia el camino de la “ficción científica”, que tan fructíferos resultados dará en sus novelas futuras.
Tras una breve militancia en el partido comunista, el unánime reconocimiento de sus novelas La mujer de arena (premio Yomiuri 1962) y El rostro ajeno (1964), lo convierte en uno de los escritores contemporáneos de referencia como afirmaron muy pronto Kenzaburo Oe y Yukio Mishima, entusiastas admiradores de su desconcertante universo. Otras novelas destacadas de su vasta obra narrativa son: El mapa quemado (1967), Amigos (Premio Tanizaki 1967), Idéntico al ser humano (1967), Hombre caja (1973), Encuentros secretos (1977) y El Arca Cerezo (1984).
En la década de 1960, colaboró ​​con el director japonés Hiroshi Teshigahara en las adaptaciones cinematográficas de La trampa, La mujer en las dunas, El rostro ajeno y El mapa en ruinas. En 1973, fundó un estudio de interpretación en Tokio, donde entrenó a intérpretes y dirigió obras. Fue elegido miembro honorario extranjero de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias en 1977.