Guaridas

viernes, 31 de diciembre de 2010

Avatar


de James Cameron


¿Qué más se puede decir de Avatar si es que se puede decir algo? Ahora que ha pasado el tsunami y los agoreros de turno ya empiezan a cantar que no fue para tanto, quisiera volver a decir que es una gran película y explicarlo basándome en tres aspectos:

Nos descubre un mundo nuevo (nueva naturaleza, lenguaje, nuevos mitos). Siempre será un disfrute convertirnos en aventureros y descubrir esas montañas flotantes o esa naturaleza vivificante y espiritual cuya cima es el árbol de las almas.
Nos relata una lucha épica entre un pueblo atecnológico y un potente conquistador sólo aparentemente más civilizado. Por cierto siguiendo los canones del western: conquista de un territorio virgen ante unos salvajes. Ya el western nos enseñó que los salvajes no lo eran tanto y que poseían una propia filosofía de vida y de interrelación con la naturaleza. Del mismo modo en Avatar -y aunque muchos lo tachen de oportunista ecologismo- yo encuentro que en el relato todos estos aspectos están perfectamente entrelazados: imperialismo agresor, choque entre culturas tanto en el plano espiritual como en el concepto del propio papel en el ecosistema...

Asistimos al cambio, a la evolución de un personaje, cuyas peripecias físicas conllevan tomas de decisiones y cambios morales. Asistir a esta transformación de uno en otro prende en nuestros íntimos deseos de cambio hacia alguien mejor.
Y rodado con maestría y brío que es lo que queda para siempre independientemente del 3D´, que es la guinda de una gran película.

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