tag:blogger.com,1999:blog-55756671182076257022024-03-15T18:14:35.796-07:00Un Hombre en la OscuridadUn Blog de Literatura y CineJavier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.comBlogger1190125tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-33981816867408537472024-03-14T11:46:00.000-07:002024-03-14T11:46:28.947-07:00LA DISCIPLINA DE PENÉLOPE - de Gianrico Carofiglio<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhieJNL52l_FqGKnS7K4Eb4F__5zd0IoXqWdhqm4bm9v5SmmE48c0YK1D5q92H0CXbZTaNMf7nwx-Fz8Q6f1n7_jm48c8ppOZAtO3b73x2wC-jWRYQooDkSthNTRlhgGnZyuZ8WEB5tieuqXSvz_NAVMck_BbmFn5wMlPMp1Vw-guw-kXJsztTyVaBhyVA/s2539/penelope.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2539" data-original-width="1655" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhieJNL52l_FqGKnS7K4Eb4F__5zd0IoXqWdhqm4bm9v5SmmE48c0YK1D5q92H0CXbZTaNMf7nwx-Fz8Q6f1n7_jm48c8ppOZAtO3b73x2wC-jWRYQooDkSthNTRlhgGnZyuZ8WEB5tieuqXSvz_NAVMck_BbmFn5wMlPMp1Vw-guw-kXJsztTyVaBhyVA/w418-h640/penelope.jpg" width="418" /></a></div><br /><div><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Esta novela sirve de presentación para una nueva detective sin licencia, se llama Penélope Spada y fue fiscal en Milán; pero la vida le dio un buen revolcón y ahora simplemente sobrevive en medio del caos. Tras un incidente de los gordos en la fiscalía su vida profesional y personal se fueron al carajo. Sólo hay atisbos en la novela de lo que ocurrió, pero debió de ser algo muy chungo. Tiene pinta de que apostó fuerte y perdió. Ahora no quiere ver a ninguno de sus antiguos compañeros, ni tan siquiera pisar los juzgados. </div></span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><blockquote>"-Le hicieron una marranada, jefa. Una auténtica marranada. Pagó por todos y eso no es justo. Me alegro de haber tenido la ocasión de decírselo.<br />-Pagué porque metí la pata a lo grande unas cuantas veces, Rocco. No hay mucho más que añadir."</blockquote></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Mientras arrastra esta debacle se gana la vida como investigadora en casos de poca monta y mantiene abierto una especie de despacho en la parte de atrás de un café. Hasta allí llega un hombre que quiere saber quién mató a su mujer y que en su momento fue investigado como sospechoso del crimen. La causa se archivó, pero él quedó marcado. Le pide a Penélope que resuelva definitivamente el caso para poder recuperar el honor perdido y también para poder contarle algún día la verdad a su hija y no lo culpe de su desaparición.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSN3oQQdZxYh2zHkSZVxBgIsjK9jExqrfsDC68z_2y7gdaCpV_mkFmagjsLTzzBkIZIxhbNhyphenhyphenUAxqAwTCYauYfXcrC_NonCRtMrbz-ur8SZ61vAHAvckQc3I1w6mQ_1HfOOpRtVQo8S2dh8OfUygqM9Peit2uE9q79IjGFXnWHTb8i3J7fj1WkBrVEo-0/s975/duomocv.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="553" data-original-width="975" height="335" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSN3oQQdZxYh2zHkSZVxBgIsjK9jExqrfsDC68z_2y7gdaCpV_mkFmagjsLTzzBkIZIxhbNhyphenhyphenUAxqAwTCYauYfXcrC_NonCRtMrbz-ur8SZ61vAHAvckQc3I1w6mQ_1HfOOpRtVQo8S2dh8OfUygqM9Peit2uE9q79IjGFXnWHTb8i3J7fj1WkBrVEo-0/w594-h335/duomocv.jpg" width="594" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Penélope cree que la investigación está agotada, pero un periodista amigo suyo, Filippo Rinardi, le dice que sospecha que ahí hay algo más. De modo que ella inicia la indagación a la vieja usanza, desde cero y sin más armas que las de su capacidad de observación y deducción. Así es como consigue una tenue pista que había pasado desapercibida: en la ropa de la mujer asesinada había algunos pelos blancos que pueden llevarla a un perro que a su vez...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La investigación logra reactivar su mente, poner un poco de orden en su vida, entusiasmarse por la caza...y eso le da un respiro. Porque Penélope es una bomba de relojería. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ex-fiscal es un personaje que fascina desde las primeras páginas. Ella misma es la acción y la trama. Desde el primer minuto nos sorprende su espíritu libre y rompedor. La novela se abre con ella despertándose en la cama con un hombre al que desconoce. Otro más. Es una mujer fuerte, inteligente y sumamente independiente, pero ha entrado en una peligrosa espiral de autodestrucción. Su estilo de vida es pura contradicción. Es la más frágil y también la más dura; es hermosa y encantadora, pero está rodeada por una espesa soledad. Únicamente come alimentos orgánicos pero fuma y bebe a raudales. Se mata haciendo ejercicio físico, pero no hay quien le quite su bourbon incluso mezclado con los psicofármacos. Todo lo que hace es como como si buscara anestesiarse de un profundo dolor que impregna cada página. Ella misma tiene muy presente una cita de Macbeth:</div></span><div><span style="font-size: medium;"><blockquote>"Dad palabra al dolor. El dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe."</blockquote></span><div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeyJVdQKkNVedHnv1ZaF_0xinvAqT5CYuGy_78DkjDs3G5sqRVJaVkmhu4JvlHij7JfcEQhIw-JZ8JnZeYAS6T5aOtXJ7gQWEpQJiDdt0bS4LJ07L2wF1k0cnl944lBDeFBZCesa6Q96Sob8RDpXqr_CPNNF1XFB2RPIZVgXunlpUbjK8muDwxuxaKYSQ/s973/spirit-2304469_960_720.jpg_2112619571.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="973" data-original-width="726" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeyJVdQKkNVedHnv1ZaF_0xinvAqT5CYuGy_78DkjDs3G5sqRVJaVkmhu4JvlHij7JfcEQhIw-JZ8JnZeYAS6T5aOtXJ7gQWEpQJiDdt0bS4LJ07L2wF1k0cnl944lBDeFBZCesa6Q96Sob8RDpXqr_CPNNF1XFB2RPIZVgXunlpUbjK8muDwxuxaKYSQ/w478-h640/spirit-2304469_960_720.jpg_2112619571.webp" width="478" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El caso es sencillo pero suficientemente intrigante como para que apreciemos los mecanismos de la investigación, que es una de las fortalezas de Carofiglio, ya que ejerció como Fiscal durante muchos años. Pero se puede decir que el caso nunca sobrepasa en importancia a la presentación de este personaje único y torturado, que está de vuelta de todo porque ya ha conocido el fracaso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">La novela resulta absorbente y directa, sus poco más de doscientas páginas se leen en dos ratos. En ella se combina la dinámica clásica de la novela negra con un logrado retrato de la intensidad emocional de los personajes. Por eso los encontramos tan creíbles y contemporáneos. </div></span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><blockquote>"La psiquiatra decía que, para afrontar mis problemas y, en particular, la rabia descontrolada, tenía que aprender a poner nombre a los sentimientos y las emociones.<br />—Mire, Penélope —me había dicho una vez—, uno de los pasos más importantes para superar el malestar o incluso la enfermedad mental es construirse un vocabulario preciso que describa las propias sensaciones interiores. Si uno dice indistintamente «feliz» y «entusiasta», o bien «triste» e «infeliz»; si afirma «estoy enfadado» cuando, en realidad, está triste, o bien «estoy triste» cuando está muy enfadado, entonces nunca podrá eludir la influencia oculta de esas emociones y de esos sentimientos que no sabe reconocer. Y viceversa, poner nombre a las emociones negativas reduce el poder que tienen sobre nosotros. El psicofármaco más potente es un buen vocabulario."</blockquote></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">De alguna forma Penélope está aprendiendo a vivir de nuevo, con angustia y dolor; por eso es tan interesante. El mundo que todos presuponemos se ha roto para ella y, como quien dice, está aprendiendo a nombrar y percibir todo de nuevo. Esto le ayudará a descubrir ciertos errores cognitivos que son habituales y que le ayudarán a resolver el caso. </div></span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><blockquote> "En una de aquellas ocasiones, mientras hojeaba un ensayo sobre los errores cognitivos, me topé con una especie de acertijo.<br />«Un hombre y su hijo de diez años viajan en coche. En un momento determinado, el padre pierde el control del vehículo y, en el accidente, muere de forma instantánea. El niño resulta herido de gravedad: necesita una complicada operación de urgencia, por lo que el hospital avisa a una eminencia médica. Cuando entra en el quirófano y ve al niño, dice: “No puedo operarlo, es mi hijo”. ¿Cómo es posible?».<br /> Detesto los acertijos."</blockquote></span><br /><br /><span style="font-size: large;">👉<span style="color: #fcff01;">______________________________________________________</span></span><br /><span style="font-size: medium;"><b><span style="color: #04ff00;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRVu8o44RCtR3NoYIwMK_JlwmkQmBRETPb6nx90joWi574qzjYWhsratXVabgtLZ1YZ9RmaxqZ3AqiEKtM-moKwAWNz8UOHFdFMFdG3OZYxB5caus61a-GPDXn9qsX3sNY-SxpRzE4vs5amAMdDA4uTe27fIiUQU4H6ok9ib28cD4ryng-6x5APH6J4jw/s783/carofiglio.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="783" height="307" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRVu8o44RCtR3NoYIwMK_JlwmkQmBRETPb6nx90joWi574qzjYWhsratXVabgtLZ1YZ9RmaxqZ3AqiEKtM-moKwAWNz8UOHFdFMFdG3OZYxB5caus61a-GPDXn9qsX3sNY-SxpRzE4vs5amAMdDA4uTe27fIiUQU4H6ok9ib28cD4ryng-6x5APH6J4jw/s320/carofiglio.jpeg" width="320" /></a></div>Gianrico Carofiglio</span></b> fue magistrado desde 1986 y trabajó como fiscal adjunto en la dirección antimafia del distrito de Bari. Fue elegido senador por el Partido Demócrata en 2008. Su primera novela se remonta al año 2002, <i>Testigo inconsciente</i>. Con esta obra Carofiglio inauguró el thriller jurídico italiano y presentó al abogado Guido Guerrieri, protagonista de una exitosa saga de novelas y de una serie televisiva en Italia. Entre sus numerosos libros destaca <i>El pasado es tierra extranjera</i> (2004) que cuenta con una adaptación cinematográfica en 2008; <i>El silencio de la ola</i> (2011) o <i>El lado vertiginoso de las cosas</i> (2013). Entre sus obras más recientes encontramos <i>Una verdad cambiante</i> (2014) y <i><a href="https://www.elconfidencial.com/cultura/2020-06-28/novela-padres-e-hijos-anagrama-carofiglio_2658036/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">A las tres de la mañana</span></a></i> (2017). En 2021 inauguró una nueva serie protagonizada por la ex-fiscal Penélope Spada que ya cuenta con un segundo volumen titulado <a href="https://www.rtve.es/play/audios/libros-de-arena-en-radio-5/escritor-italiano-gianrico-carofiglio-rencor-duomo-ediciones/6999185/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Rencor</span></a>.</span></div></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-55888006298987268722024-03-12T05:54:00.000-07:002024-03-12T05:54:18.130-07:00DUNE - de Denis Villeneuve<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHttK46pZkCAjWdaiKMDk086ca09iulPRURQivMXXlRtPzC-rxlXDKaAptGfodud26OXFT68R5gMTPVob0KGppLfcb4crhNddvNygbVPTYRL8nV0NQ4226v6fvWzXWFvUUfUGK6ztTQUctuiVKanFQuaxcVZ6umj5QWPIPkhVb-VAIfOv4JRGWP2MYPNk/s1225/dune-2-poster-.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1225" data-original-width="980" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHttK46pZkCAjWdaiKMDk086ca09iulPRURQivMXXlRtPzC-rxlXDKaAptGfodud26OXFT68R5gMTPVob0KGppLfcb4crhNddvNygbVPTYRL8nV0NQ4226v6fvWzXWFvUUfUGK6ztTQUctuiVKanFQuaxcVZ6umj5QWPIPkhVb-VAIfOv4JRGWP2MYPNk/w512-h640/dune-2-poster-.jpeg" width="512" /></a>2024</div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Lo primero que quiero decir es que desde que vi la primera parte de esta Dune me pareció un despilfarro que un tío con las cualidades de Denis Villeveneuve (autor de películas tan poderosas como <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2016/11/la-llegada-de-dennis-villeneuve.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">La llegada</span></a>, <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2015/11/sicario-de-denis-villeneuve.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Sicario</span></a>, <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2012/02/incendies.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Incendies</span></a> o <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2013/10/prisioneros.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Prisioneros</span></a>) esté pasando los mejores años de su vida profesional embarcado en proyectos secundarios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Porque no nos engañemos, tanto <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2017/10/blade-runner-2049-de-denis-villeneuve.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;"> <i>Blade Runner 2049</i></span></a> como <i>Dune</i> son películas muy buenas pero también son cartuchos rellenados que nunca tendrán la luminosidad de la detonación original. Con esto no quiero decir que la <i>Dune</i> de <b><span style="color: #04ff00;">David Lynch</span></b> sea muy superior a esta de Villeneuve; sino tan sólo que el cartucho ya está gastado (recordemos que además existen dos <a href="https://www.filmaffinity.com/es/film785574.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">miniseries</span></a> y varios videojuegos). Aunque también hay que decir que mientras la primera parte era una fría introducción a la historia y los personajes, en esta segunda parte Villeneuve ha planteado una película distinta, más centrada en las dudas y emociones de un supuesto mesías que se resiste a reconocerse como tal. Esto es loable y además está conseguido: Contar cómo Paul Atreides se ve rodeado de profecías (por parte de los fremen del sur y su líder Stilgar) e intereses y manipulaciones (por parte de su propia madre) que le presionan para se reconozca como el Elegido mientras él se resiste hasta que, finalmente, el ataque despiadado de los Harkonnen a los poblados fremen, le empuja a aceptar su destino. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Esta es la esencia de la película y está contada de manera sobresaliente, con unas imágenes y un sonido que logran meterte de lleno en el indeciso corazón del joven Paul Atreides. Lo que ocurre es que esto no es más que una de las caras de ese poliedro multifacético que es la novela original de <b><span style="color: #04ff00;">Frank Herbert</span></b>. De ahí que se eche en falta la complejidad del relato original, ese universo de conspiraciones entre Grandes Casas feudales, la presencia de la intrigante Cofradía Espacial e incluso una más profunda reflexión ecológica, cuestión muy principal para un Herbert que había investigado con sumo interés los ecosistemas desérticos y el impacto de la acción humana en su entorno medioambiental. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5vpvXbUSz_ye6X1CGwFXZ1zZtWWVqgR_jxzHDvZVEG9HkNGVsB0hN0g4GAl9DcjbqK8_c8swmijByxUcxA1lIQJvGoPI_qg9fV7pcimfaMQjXlkgimgVVKqGYSRiu4N3VO7HLpuM75L-MpIzEfWfNMIn_-chBfmWcEeNIB84I9tLM0DnE0_NeECpuJA4/s1500/dune%202.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1019" data-original-width="1500" height="403" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5vpvXbUSz_ye6X1CGwFXZ1zZtWWVqgR_jxzHDvZVEG9HkNGVsB0hN0g4GAl9DcjbqK8_c8swmijByxUcxA1lIQJvGoPI_qg9fV7pcimfaMQjXlkgimgVVKqGYSRiu4N3VO7HLpuM75L-MpIzEfWfNMIn_-chBfmWcEeNIB84I9tLM0DnE0_NeECpuJA4/w594-h403/dune%202.jpg" width="594" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Si tuviésemos que elegir sólo cinco novelas de ciencia ficción para señalar las cumbres del género, Dune sería una de ellas. Una novela densa como pocas donde se representa de nuevo la eterna lucha entre el bien y el mal en uno de los universos más elaborados, complejos e imaginativos que ha alumbrado la literatura fantástica. La acción se desarrolla en la época de un imperio feudal intergaláctico sustentado en un conjunto de Casas Nobles (el <a href="https://dune.fandom.com/es/wiki/Landsraad" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Landsraad</span></a>)</span><span face="arial, sans-serif" style="color: #4d5156;"><span style="background-color: white; font-size: 14px;"> </span></span><span style="font-size: large;">que gobiernan los distintos planetas bajo el mandato de la Casa Imperial Corrino, representada por el Emperador Padishah Shaddam IV. </span></div></span><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En la obra se describen las intrigas y conspiraciones palaciegas de este imperio feudal constituido por un complejo entramado socio-político y religioso habitado por humanos, superhumanos, nuevas especies y estilos de vida desconocidos; impregnado todo ello por un profundo misticismo representado por órdenes religiosas como los Mentats, las reverendas madres Bene Gesserit o la Cofradía Espacial.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5LXeUmy81MqKEm5BuVBxDHzsOtBfiiazCnlKCAyOhfUCN3Qkh_XqYKAvOic6g3oHLm7fz_fQc2UnKRopgtfzVRs5IuYnpeaBMrn_wVymU7l9r_0ktYOnnR0pnNmF_s4AWtBDHAPDmOHbXXwA5CuwUfH3Vz3K1_7R9kh-VJwnAoTHfGwu38ESV37fZlfc/s640/dune4.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="371" data-original-width="640" height="339" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5LXeUmy81MqKEm5BuVBxDHzsOtBfiiazCnlKCAyOhfUCN3Qkh_XqYKAvOic6g3oHLm7fz_fQc2UnKRopgtfzVRs5IuYnpeaBMrn_wVymU7l9r_0ktYOnnR0pnNmF_s4AWtBDHAPDmOHbXXwA5CuwUfH3Vz3K1_7R9kh-VJwnAoTHfGwu38ESV37fZlfc/w583-h339/dune4.png" width="583" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Publicada en 1965, la novela vendió millones de ejemplares y obtuvo los premios Hugo y Nebula. El propio <b><span style="color: #04ff00;">Georges Lucas</span></b> supo beber de este manantial para crear su extraordinaria saga espacial <i>Star Wars</i>: La "fuerza" que define a los Jedi tiene su correlato en la especia "melange", un recurso exclusivo de Arrakis y que es clave para cualquiera que quiera ostentar el poder por su capacidad para desbloquear todo el potencial del ser humano. Sin ir más lejos, los miembros de la Cofradía Espacial -los "Navegantes"- son humanos mutados por el consumo continuo de la especia <i>melange</i>. Su mutación les permite discernir el futuro y el profundo universo e incluso plegar el espacio para posibilitar el viaje a cualquier punto de la Galaxia.</div></span><span><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghtQa8PbM2z1azJicpotPP0UP9YfX0Bhxt2XMC6J_eUE298gvhsTHo4N6HgyfS525YsPlbKri_PbM8Lkn6Xn1b4c_wvv-j-bdCsR7U7H_oG9uqcTKlq-cDdpHuna3QpYakHWkStRnbmocDnF4V4ERgC8ycS9UqcDzPsp_HDhwecP8xsdOpHrzwIfk5h9Y/s720/dune34.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="720" height="372" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghtQa8PbM2z1azJicpotPP0UP9YfX0Bhxt2XMC6J_eUE298gvhsTHo4N6HgyfS525YsPlbKri_PbM8Lkn6Xn1b4c_wvv-j-bdCsR7U7H_oG9uqcTKlq-cDdpHuna3QpYakHWkStRnbmocDnF4V4ERgC8ycS9UqcDzPsp_HDhwecP8xsdOpHrzwIfk5h9Y/w602-h372/dune34.jpg" width="602" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero vayamos al asunto.</div></span><div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Entre todas las tramas y temáticas que incluye la novela, Dune, Parte 2 se centra totalmente en el ascenso de Paul Atreides, un adolescente dotado de extraños poderes abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir. Recordemos que la primera parte nos narraba el traslado de Paul con toda la Casa Atreides hasta Arrakis para gobernarla por orden del Emperador que, una vez allí, los traiciona respaldando a la Casa Harkonnen que los ataca por sorpresa hasta casi extinguirlos. Pero Paul y su madre logran escapar huyendo al desierto donde son acogidos por sus misteriosos habitantes, los fremen. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Toda esta segunda parte trata del aprendizaje de Paul respecto a la cultura y tácticas fremen y de su resistencia a reconocerse como el Elegido. También asistimos al ascenso de su madre, lady Jessica (<b><span style="color: #04ff00;">Rebecca Ferguson</span></b>), al puesto de Reverenda Madre de los fremen, desde donde estimula las creencias y supersticiones que identifican a Paul con el líder mesiánico que están esperando, "Muad'Dib". Incitación que es secundada por Stilgar (<b><span style="color: #04ff00;">Javier Bardem</span></b>) uno de los líderes fremen. En este sentido es muy interesante la oposición de la joven Chani (<b><span style="color: #04ff00;">Zendaya</span></b>), de la que Paul se ha enamorado, puesto que defiende que estas creencias no son más que una impostura que les dirige a un nuevo modelo de opresión. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbn4ASR70KTkmWmCi8fU-iNFh2j6v1KQSWqrLGuwvGBXyjf2gN8DvrvyPRPp0f-ZA-fbCA2WLwHOSaF5OD7lmV52BkAO-1G95XBmP7kiGF5wS9ECLdIlhRyOu1QetcCDyuBtaplheXYJImGZqJn_Fu5BvhqDIdfVTTMrvUmXqpvDggmroi1JNUzhvzGtg/s1200/Dune-Star-.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="628" data-original-width="1200" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbn4ASR70KTkmWmCi8fU-iNFh2j6v1KQSWqrLGuwvGBXyjf2gN8DvrvyPRPp0f-ZA-fbCA2WLwHOSaF5OD7lmV52BkAO-1G95XBmP7kiGF5wS9ECLdIlhRyOu1QetcCDyuBtaplheXYJImGZqJn_Fu5BvhqDIdfVTTMrvUmXqpvDggmroi1JNUzhvzGtg/w610-h318/Dune-Star-.jpg" width="610" /></a></div> </div><div style="text-align: justify;">El despiadado ataque de los Harkonnen a los poblados fremen acabará empujando a Paul a tomar una decisión que marcará su destino y el del universo. Reta al Emperador a venir hasta Arrakis con su corte bajo la amenaza de destruir la única fuente de la especia...y en ese épico enfrentamiento Paul acabará perdiéndose a sí mismo, completando una venganza que le llevará hasta la cúspide del poder. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me gusta especialmente el mundo secreto de las Bene Gesserit, mujeres que han sido entrenadas durante años para controlar su cuerpo y su metabolismo. Por eso lady Jessica es capaz de tomar el Agua de la Vida -el veneno azul procedente de la bilis de un gusano- y sobrevivir al trance ganando una superior consciencia. Las Bene Gesserit pueden decidir quedar embarazadas de un niño o de una niña y de ahí viene la traición de Jessica a su Hermandad, que la encargó concebir una niña; pero por su amor al duque Leto, eligió darle un heredero. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al cometer este crimen lady Jessica albergaba la esperanza de concebir al <b><span style="color: #e69138;">Kwisatz Haderach</span></b>, culminación del larguísimo programa de selección genética que la Hermandad lleva ejecutando desde hace siglos. El resultado final sería un super-ser con conocimientos proféticos que gobernaría el universo bajo la influencia de las Bene Gesserit. El plan original pasaba por casar a la hija del duque Leto Atreides con el sobrino del barón Harkonnen para acabar con las luchas de ambas casas y colocar a un Emperador bajo el influjo de la Hermandad en el Trono del León Dorado. Pero ahora todo ese plan se ha trastocado. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVRrKIJy_NyGL1ACSuyY8vvqYAWX1Hg_cxicRI0rNgcO_AbgyL7WMNkh3r56EK8BHVd_Of1Hbj3Wgd29A31Bmrugs1HWdQH-ddT97kq9qZFn5pzxVwXNppXUh7bwvQ8kjzD0Rl133YT8BVI15DfXX9B0cdz9Cm85_W6bwkMnlzBjG73vZCffYVq9uxG8Q/s1920/p-dune7.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="338" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVRrKIJy_NyGL1ACSuyY8vvqYAWX1Hg_cxicRI0rNgcO_AbgyL7WMNkh3r56EK8BHVd_Of1Hbj3Wgd29A31Bmrugs1HWdQH-ddT97kq9qZFn5pzxVwXNppXUh7bwvQ8kjzD0Rl133YT8BVI15DfXX9B0cdz9Cm85_W6bwkMnlzBjG73vZCffYVq9uxG8Q/w602-h338/p-dune7.jpg" width="602" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si entre la primera parte y la segunda hay un evidente avance en la intensidad y emoción del relato es de esperar que, en una más que previsible tercera parte, Villeneuve consiga mostrar por fin en todo su esplendor este complejo mundo del que sólo nos ha mostrado una pequeña parte.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhglWkQSLcaDKbUm9JtNwAFL1TwCTEiQeE9Es77DN9EZjaPwLnbYQ61YxfiuapNLTlYtYBSA8YfYtnfEs4iDnhlXb3cH93OeYOmSj8miWbM-qOGOteOgwQnTFZLhJiLOosdjbocLWa-yYhjFUaHW6Ql4KJ311Xp23QxJqbQfD-rnXa9chYXQR7OwnOC9Zk/s949/irulan.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="949" data-original-width="940" height="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhglWkQSLcaDKbUm9JtNwAFL1TwCTEiQeE9Es77DN9EZjaPwLnbYQ61YxfiuapNLTlYtYBSA8YfYtnfEs4iDnhlXb3cH93OeYOmSj8miWbM-qOGOteOgwQnTFZLhJiLOosdjbocLWa-yYhjFUaHW6Ql4KJ311Xp23QxJqbQfD-rnXa9chYXQR7OwnOC9Zk/w446-h450/irulan.png" width="446" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo que parece el director tiene la ambición de que estas dos partes de Dune sean un punto de partida para el desarrollo de una nueva franquicia intergaláctica. En sus propias palabras «Dune será una saga al estilo de Star Wars, pero para un público adulto». Esa tercera parte adaptaría el segundo libro de la saga, ´<i>Dune Messiah</i>´ y así lo deja entender el final un tanto abrupto de esta Parte 2 en el que Paul Atreides vence al Emperador Padishah Shaddam IV y decide tomar por esposa a su hija Irulan (<b><span style="color: #04ff00;">Florence Pugh</span></b>) para inmediatamente declarar la guerra al resto de Grandes Casas dado que no reconocen su ascenso al trono imperial.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDGCyQdSwZ_kzS8B1Y-RJCCcrCHdAAqXvIfQpu5WkXc758zhGBLE96yFX3NE0YQRiD77UR-ih13b2M_Qcqx_DpOEQAa0twwnYY51YfGbu3aH0iSoZwYmyp4z6AF3bevBB5hr-nQOfK_bDpCk6F8xebiLTrxrZjboSnkA2pLN4QiLX_EvKqt9MSWpSZGNo/s2000/dune-2-timothee-chalamet-austin-butler.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1125" data-original-width="2000" height="344" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDGCyQdSwZ_kzS8B1Y-RJCCcrCHdAAqXvIfQpu5WkXc758zhGBLE96yFX3NE0YQRiD77UR-ih13b2M_Qcqx_DpOEQAa0twwnYY51YfGbu3aH0iSoZwYmyp4z6AF3bevBB5hr-nQOfK_bDpCk6F8xebiLTrxrZjboSnkA2pLN4QiLX_EvKqt9MSWpSZGNo/w611-h344/dune-2-timothee-chalamet-austin-butler.jpg" width="611" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cabe decir que, paradójicamente, esta tercera parte ¡ya se hizo hace 20 años! Se trata de una miniserie de 3 capítulos (con un joven James McAvoy), <i><a href="https://blogs.diariovasco.com/series-gourmets/2021/10/22/dune-la-leyenda-hijos-de-dune-las-virtudes-de-la-inconsciencia/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Hijos de Dune</span></a></i>, que actualmente se puede ver tanto en HBO Max como en Filmin. Las intrigas palaciegas son muchas y jugosas; pero los efectos especiales cantan por obsoletos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Actualmente también está en producción una serie de televisión que expandiría este universo de Dune, se trata de <i><a href="https://www.fotogramas.es/series-tv-noticias/a41527592/dune-sisterhood-prophecy-serie-fecha-estreno-trailer-imagenes-denis-villeneuve/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Dune: Profecy</span></a> </i>que se centra precisamente en la orden matriarcal de las Bene Gesserit. La serie se ambienta 10.000 años antes de la ascensión de Paul Atreides y pone el foco en las Hermanas Harkonnen mientras luchan contra las fuerzas que amenazan el futuro de la humanidad y establecen la legendaria hermandad conocida como Bene Gesserit. La serie adapta el libro <i>Hermandad Bene Gesserit</i> (2012) escrito por <b><span style="color: #04ff00;">Brian Herbert</span></b>, hijo del creador de Arrakis, y K. J. Anderson.</div></span></div></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-20997375845089892042024-03-07T07:42:00.000-08:002024-03-07T07:42:41.109-08:00CAMINOS del ESPEJO - de Alejandra Pizarnik<div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"></span></div><blockquote><div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEVnKg8rUOCSNi_m-McdLYe3qr44dRw1TsimaD4wtd0sLuPaWjgghMeJK30nA7X7i5DscOnjFjcnWQOQDq-2oxRp_DDIxeUACnvkXcWkzRyGrmA1Ndx2MuPBIBs7nSGlM-0pIyRpr_59h4QqQA1chzf-YGdA65lkkydBfNmnRXnHCaAfh7K6v2S_tVsFk/s2000/bacon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2000" data-original-width="1510" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEVnKg8rUOCSNi_m-McdLYe3qr44dRw1TsimaD4wtd0sLuPaWjgghMeJK30nA7X7i5DscOnjFjcnWQOQDq-2oxRp_DDIxeUACnvkXcWkzRyGrmA1Ndx2MuPBIBs7nSGlM-0pIyRpr_59h4QqQA1chzf-YGdA65lkkydBfNmnRXnHCaAfh7K6v2S_tVsFk/w484-h640/bacon.jpg" width="484" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"<i>Figura escribiendo reflejada en un espejo</i>", Francis Bacon</td></tr></tbody></table><br /><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div></blockquote><p><br /></p><p> </p><blockquote><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"></span></div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><div style="text-align: center;">I</div><br />Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.</span><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: large;">II</span></div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde filoso de la noche. </span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">III</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">IV</div></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">V</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral.</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">VI</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">VII</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">VIII</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">IX</div></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">X</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos, Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.<br /><br /><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">XI</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Al negro sol del silencio las palabras se doraban. </span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">XII</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Pero el silencio es cierto. Por eso escribo, Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">XIII</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Aun si digo <i>sol </i>y<i> luna</i> y <i>estrella</i> me refiero a cosas que me suceden. </span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">¿Y qué deseaba yo?<br />Deseaba un silencio perfecto.<br />Por eso hablo.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">XIV</div></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">La noche tiene la forma de un grito de lobo.</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">XV</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. Peregrina de mí he ido hacia la que duerme en un país al viento.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">XVI</div></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">XVII</div></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue <i>yo</i> pero me refería al alba luminosa.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">XVIII</div></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla lleno de viento. </span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">XIX</span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz. </span></div></blockquote><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><span> </span><br /></span></div><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: Lobster; font-size: medium;">Alejandra Pizarnik</span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: inherit;"><i>La extracción de la piedra de locura </i> (1968) </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: inherit;"> en <i>Poesía Completa</i></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: inherit;">Editorial Lumen 2002</span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-61137584210619865572024-02-29T16:16:00.000-08:002024-03-01T16:04:54.763-08:00LAS MUERTAS - de Jorge G. Ibargüengoitia<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHELoapC1UG7rhA9tiHaALMFspeNOrF5b3IeHUWD-laZr5-TlqpckNYDioPTHoEhRw-FJ3UjZlvX97UUjikN4vzFI7kIkI9fezht0hGDMA1-YE3fmgtwl5OOwzX11E0o1PNKlpZyLGIHe1MgXFuIAbhQaouO27Qwlxxyq-01DXk3ljWCpgmybHNGBrstI/s904/9788437645421.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="904" data-original-width="552" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHELoapC1UG7rhA9tiHaALMFspeNOrF5b3IeHUWD-laZr5-TlqpckNYDioPTHoEhRw-FJ3UjZlvX97UUjikN4vzFI7kIkI9fezht0hGDMA1-YE3fmgtwl5OOwzX11E0o1PNKlpZyLGIHe1MgXFuIAbhQaouO27Qwlxxyq-01DXk3ljWCpgmybHNGBrstI/w390-h640/9788437645421.webp" width="390" /></a></div><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><i>Las muertas</i> fue escrita por el mexicano Jorge Ibargüengoitia en 1977 y tiene una nota inaugural que ya nos avisa del carácter del relato: "<i>Algunos de los acontecimientos que aquí se narran son reales. Todos los personajes son imaginarios</i>". Es decir hechos reales pasados por el tamiz de la creación literaria para llegar a una verdad más visceral y amarga que la contada en los periódicos: los crímenes de "<a href="https://www.muyinteresante.com.mx/sociedad/817.html" target="_blank"><i><span style="color: #e69138;">las Poquianchis</span></i></a>", las hermanas González Valenzuela, proxenetas que llegaron a regentar varios locales durante más de 15 años en México.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ibargüengoitia apreció en la historia el sustrato palpitante de una novela ya que declaró que el caso de estas hermanas representaba "<i>un panorama moral de nuestro tiempo</i>": tanto por la ferocidad y el carácter de sus actos, como por el tamaño de la red ilegal que habían tejido y el grado de connivencia al que había llegado con policías, políticos y militares. </div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Porque la experiencia nos dice que un negocio así no se mantiene tanto tiempo si no es contando con la aquiescencia oficial y también que, en ocasiones, se acaba jodiendo por un detalle nimio, como ocurre aquí con los celos de Serafina Baladro. Así es como comienza el libro, con Serafina y su secuaz, el Valiente Nicolás, disparando ráfagas sobre la panadería regentada por su antiguo amante, Simón Corona, incendiándola después. Esta venganza por un malquerer será el punto de inflexión que determinará el fin del perverso reinado de las hermanas Baladro, trasunto de las hermanas González Valenzuela acusadas en Guanajuato, en 1964, de asesinato y trata de blancas, en medio de un gran revuelo mediático.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaTT-5lAGiOo5u_nn-1OmI2Ovx6zGqivrloh77xlzLr91Grc2-zI4f2m-wun2XnPSL4y9OFMQ3KkK-AIrnXg15vvcY16_aAGmagRg-uSMhyphenhyphenuXorxTuT3v0qruxue_cnZDRcAKGb0sjpVLDibBxnc8TXRT8jK3h2Qvnt6V-SWiIqwdWt0fZcw3clhie5Jg/s425/ibarguengoita-%20las%20muertas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="249" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaTT-5lAGiOo5u_nn-1OmI2Ovx6zGqivrloh77xlzLr91Grc2-zI4f2m-wun2XnPSL4y9OFMQ3KkK-AIrnXg15vvcY16_aAGmagRg-uSMhyphenhyphenuXorxTuT3v0qruxue_cnZDRcAKGb0sjpVLDibBxnc8TXRT8jK3h2Qvnt6V-SWiIqwdWt0fZcw3clhie5Jg/w374-h640/ibarguengoita-%20las%20muertas.jpg" width="374" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La novela nos conducirá por el reguero de detenciones y declaraciones que este ataque provocará, porque Simón reconoce a su atacante y ante la policía empezará a tirar del hilo revelando el imperio de prostitución, crimen y corrupción que las hermanas Baladro han venido tejiendo con el respaldo del capitán Bedoya. El expediente de sus fechorías es de lo más completo: secuestros, sobornos, homicidios, corrupción de menores, trata de mujeres, abortos ilegales e incluso inhumaciones clandestinas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La narración se desarrolla haciendo confluir tres líneas discursivas, la periodística, la jurídica y la literaria. La historia se presenta al lector en forma de recortes, expedientes y declaraciones de los imputados, con testimonios a veces coincidentes y otras contradictorios, a los que se suman algunas acotaciones irónicas del narrador para acabar componiendo un relato complejo y punzante que va más allá de la mera crónica negra. El narrador se muestra impasible ante la sordidez y ceguera moral de los personajes. Parece que simplemente levanta acta; pero es a través de su ironía y de lo grotesco de las situaciones que plantea cuando nos obliga a cuestionarnos sobre las nociones de justicia y culpa. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; text-align: left;"><div style="text-align: justify;">Siendo una historia extremadamente violenta, trufada con la transcripción de las declaraciones en sede judicial, la lectura posee una extraña ligereza; y es que se lee con esa especie de urgencia que supura todo relato de sucesos. La multitud de personajes implicados tienen un notable desarrollo psicológico, lo que sumado a una ambientación asombrosamente conseguida hace que la novela sea fascinante. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También ayuda el estilo que es directo pero elegante. Las situaciones están narradas con un realismo tan crudo que las acerca al absurdo y lo grotesco. Los personajes son muy vívidos y actúan gobernados por las más bajas pasiones. El mal aparece sazonado por la necedad, la ignorancia y una ausencia absoluta de moral que Ibargüengoitia aprovecha para introducir su particular humor negro. Así la reproducción del almidonado lenguaje judicial o las rimbombantes declaraciones de estos criminales de pacotilla los acerca al ridículo y la sátira.</div><div style="text-align: justify;"><div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh21H4GhmmB-3Xnmgg5ad5lIMM7B_-Xvy-dvJr-_4mPJj_BU1pme4SV355qa4tUr0KR3Zpk1B5P2LlWrTruyJ8_x7DAm4EOGJvHVks639f4VdEGYUHuwgaGbeaEp8WWrY6_CQuKvejADcouO8JJw4XmjoVEJW8tdJwCq6Ysg4ZlwQCKQylK74fnp5Ca7DE/s697/Joel%20Kalako%20-%20cihuateteo3.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="697" data-original-width="542" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh21H4GhmmB-3Xnmgg5ad5lIMM7B_-Xvy-dvJr-_4mPJj_BU1pme4SV355qa4tUr0KR3Zpk1B5P2LlWrTruyJ8_x7DAm4EOGJvHVks639f4VdEGYUHuwgaGbeaEp8WWrY6_CQuKvejADcouO8JJw4XmjoVEJW8tdJwCq6Ysg4ZlwQCKQylK74fnp5Ca7DE/w498-h640/Joel%20Kalako%20-%20cihuateteo3.jpg" width="498" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Joel Kalako - <i>Cihuateteto 3<br /><br /></i></td></tr></tbody></table>Los crímenes son terribles, chapuceros y sangrientos; pero el autor logra conjurar el horror retratando tanto a víctimas como a verdugos con un toque de humor y una profunda humanidad. No hay más que ver a estas mujeres trastornadas por la desgracia: Serafina por su amor contrariado, Arcángela por la muerte de su hijo baleado, Blanca por un aborto que la deja catatónica. </div><div><br /></div><div><span style="font-size: large; text-align: left;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; text-align: left;"><div style="text-align: justify;">De hecho y aunque parezca mentira, bajo toda esta violencia late el amor. Los capítulos <i>Un viejo amor</i>, sobre los amores de Simón y Serafina, e <i>Historia de Blanca</i> son de lo más goloso. En ellos se concitan inocencia, pasión exacerbada y ese punto de locura capaz de desarmar una vida entera. La historia de Blanca es de lo más conmovedor. Comprada a los 14 años, tenía una especie de personalidad múltiple que la hacía actuar de distinto modo con cada cliente; callada con unos, furibunda con otros, melosa con algunos. Cambió docenas de veces de nombre para acabar llamándose Blanca cuando era negra y poniéndose cuatro dientes de oro. También la pareja que hacen Simón Corona y Serafina Baladro resulta entrañable. Él es un perdedor y ella una mujer fatal que se ve arrastrada por una patológica obsesión de cuidar a su macho. Logran convivir durante tres temporadas distintas; pero siempre Simón acaba abandonándola para llevar una vida sencilla como panadero que Serafina entiende como una traición.</div></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; text-align: start;"><br /></span><span style="font-size: medium; text-align: start;"></span></div></span><span style="font-size: large; text-align: left;">"De las tres temporadas que viví con Simón la última fue la mejor. Él me hacía menos reclamaciones y yo estaba apasionada. Tan feliz me sentía que hasta me dieron ganas de conocer el mar."</span><span style="font-family: Lora; font-size: medium; text-align: left;"><blockquote>"Cuando llegamos al hotel me quité el vestido y le dije a Simón:<br />-Ahora sí quiero que vengas encima de mí.<br />Y él fue encima de mí y yo sentí que nunca había querido a nadie tanto y que el amor que nos teníamos Simón y yo iba a ser eterno. Por eso le conté la historia de mi vida. Le dije todo, hasta que yo era la que había arreglado con el coronel Zarate que mandara soldados a que lo persiguieran y lo encerraran en el cuartel y lo molestaran cada vez que trataba de abandonarme.<br />No contestó. Se levantó de la cama dándome la espalda y empezó a vestirse."</blockquote></span><span style="font-size: large; text-align: left;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTQnjoRwHbT1E76KXYn7Tu5CQFwen8rCHAc2t8tKZMFPWgPfKwVOka3cpaC0ehutqrFMvlCbFfGzLbUAGgCmulsjEl4bet-AGZ4n0Bn9k9SKk5K_GyPtEtCiggaX4phTsh3D3OPhVcXTyiqASmugilhdBEtKQYBQRTEhMQwuYNw2F0GxCaqfgsHyyREho/s1024/leopoldo%20m%C3%A9ndez.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="791" data-original-width="1024" height="463" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTQnjoRwHbT1E76KXYn7Tu5CQFwen8rCHAc2t8tKZMFPWgPfKwVOka3cpaC0ehutqrFMvlCbFfGzLbUAGgCmulsjEl4bet-AGZ4n0Bn9k9SKk5K_GyPtEtCiggaX4phTsh3D3OPhVcXTyiqASmugilhdBEtKQYBQRTEhMQwuYNw2F0GxCaqfgsHyyREho/w598-h463/leopoldo%20m%C3%A9ndez.jpg" width="598" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Grabado de <a href="https://lobosuelto.com/tag/leopoldo-mendez/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Leopoldo Méndez</span></a></span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Más que la maldad son la miseria y la picaresca las que campan a sus anchas en estas páginas. Todo tiene un aura de <i>fatum </i>que varios personajes asumen. Cuando las Baladro compran a Blanca por trescientos pesos, la Calavera recuerda que tenía "todas las características de un mal presagio". También cuando Arcángela se entera de que su cuñado Teófilo ha disparado a las muchachas que tenían en el rancho para evitar que huyeran, le anticipa a la Calavera el derrumbe del tinglado: "-Se me hace, Calaverita, que ya nos llevó la chingada". También Simón reflexiona sobre la fatalidad de los acontecimientos que se fueron concatenando para llevarle hasta Pajares, donde se vuelve a encontrar con Serafina. Intenta despedirse rápido pero reconoce que "el destino tenía escrita otra historia". </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El libro se lee como los testimonios de tipos acorralados por la miseria y la ruindad; pero también como una crónica periodística de un realismo sórdido que incluye la corrupción policial y judicial; asuntos que a día de hoy mantienen una vigencia perturbadora.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUu7zKMJm1O-eY0K9S24s6AoGdcOVrL_34-n4YJHcVKt_re-EAklqHcHCQKG5gkhN4fs54eVr5nYr856lZTuDv5Zu_4MtuM2jKDI5i0OuvnMMe00O6_styCnPhObKbUWYJ83_CAwuTqKJtQdvkU85mpO0JbbuGb4V3xtsFFFGRcQgx4JLP-NHvqSSmgbs/s960/POCHIANCHIS.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUu7zKMJm1O-eY0K9S24s6AoGdcOVrL_34-n4YJHcVKt_re-EAklqHcHCQKG5gkhN4fs54eVr5nYr856lZTuDv5Zu_4MtuM2jKDI5i0OuvnMMe00O6_styCnPhObKbUWYJ83_CAwuTqKJtQdvkU85mpO0JbbuGb4V3xtsFFFGRcQgx4JLP-NHvqSSmgbs/w566-h376/POCHIANCHIS.jpg" width="566" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Las Poquianchis</td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></div></div><div style="text-align: justify;"><div>La arquitectura de la novela es la de un rompecabezas elaborado a partir del personaje de Simón Corona. Me llama la atención la forma en que se van encadenando las historias de unos y otros. Aparece Humberto (hijo de Arcángela Baladro) en una declaración y a continuación un capítulo desarrolla la historia de este problemático muchacho cuyo arresto llevará a su madre a sobornar al capitán Bedoya y de ahí a mantener una larga y fructífera relación amorosa. Al final del capítulo <i>La</i> <i>Vida Secreta</i> se refiere que murió Blanca y a continuación hay un capítulo con <i>La vida de Blanca</i>. Los protagonistas y sus testimonios se van engarzando en un intento de acotar un relato inabarcable de tragedia y miseria que el narrador arma como un auténtico rompecabezas.</div><div><br /></div><div>Ma atrae sobremanera el modo en que se superponen diversos planos en la narración. Por un lado se concitan distintos ámbitos del lenguaje: las noticias de los periódicos son el alimento y detonante para que Ibargüengoitia escriba su novela; luego el novelista interviene recopilando textos y testimonios donde palpita un lenguaje oral que contrasta con la posterior jerga legaloide con la que el agente judicial lo vuelca en los atestados. Todo ello supone una puesta en escena verbal de primera magnitud. Del mismo modo existe una superposición temporal cuando se alterna la narración actual con la rememoración de los hechos por parte los testigos y la reproducción de las declaraciones judiciales.</div><div><br /></div><div>Leyendo este libro me ha venido a la memoria la reciente y desgarradora novela de <b><span style="color: #04ff00;">Fernanda Melchor,</span></b> <i><a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2019/11/temporada-de-huracanes-de-fernanda.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Temporada de huracanes</span></a></i>. No sólo porque ambas nacieron de las páginas de sucesos; sino porque a través de un poderoso ejercicio de lenguaje el autor logra sumergirnos en un territorio condenado a la miseria, la marginación y la violencia. No en balde Melchor colocó en el frontis de su libro la misma cita que Ibargüengoitia redactó para el suyo: "<i>Algunos acontecimientos que aquí se narran son reales. Todos los personajes son imaginarios</i>."</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgazFu5cQB3J6nGEGIs54eGSuegI9m9uStA14q6nucfVdj3Pa2shGTM51sGROQFthpzDaOZn06ZEcBXill3wge1q-9MPisqeCT2z2wskf0EmLhnsf3nMNHSu04_Snt5PVyqEiI89OQET_OlGQUZ4s-q9OVrfQOUJIu73c4n7N2ooQVzvlBzgowv8-AyXnE/s1000/calavera.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="667" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgazFu5cQB3J6nGEGIs54eGSuegI9m9uStA14q6nucfVdj3Pa2shGTM51sGROQFthpzDaOZn06ZEcBXill3wge1q-9MPisqeCT2z2wskf0EmLhnsf3nMNHSu04_Snt5PVyqEiI89OQET_OlGQUZ4s-q9OVrfQOUJIu73c4n7N2ooQVzvlBzgowv8-AyXnE/w426-h640/calavera.jpg" width="426" /></a></div><br /><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div></div></span></div></span><div><span style="font-size: medium;"><br /><br />👉<span style="color: #fcff01;">________________________________________________________________</span><br /></span><span style="font-size: medium;">El caso de "Las Poquianchis" sacó a la luz el submundo de las madrotas. Las chicas que estaban a su servicio eran «capturadas» con engaños a sus padres, quienes creían que iban a servir en casas de ricos hacendados. Una vez en su poder, las recluían y forzaban para ejercer la prostitución. En 1964 una de las chicas logró escapar y al relatar su experiencia a su madre, ésta decidió denunciarlas. En «La Barca de Oro», su negocio principal, que se encontraba en San Francisco del Rincón (Guanajuato), ocultaban un cementerio clandestino en el que se hallaron los cadáveres de 80 mujeres, 11 hombres y varios fetos. Si alguna muchacha se queda embarazada le hacían abortar sin ningún tipo de garantía sanitaria, lo que en muchas ocasiones les provocaba la muerte. </span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-91944572214650261282024-02-28T09:25:00.000-08:002024-02-28T12:09:23.033-08:00CREENCIA vs RACIONALIDAD<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCn36aQvaFLCXB3qN79uKY5FV6yWCrsNnJO1gNzk15qfcZ2GyZGYtpivPuHDswdWUFvhrt97KqT56h9KCl7XCU1PEZu5NPB6McNCx02jaaWu9tj_evFotleEdz8063_0fhadN_bJjBrXaZgR8kmldG93s69Yax28BqLi53s0eIgLFLUC1vRr2_UY-5PI0/s2480/disonancia%20cognifiva.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1645" data-original-width="2480" height="384" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCn36aQvaFLCXB3qN79uKY5FV6yWCrsNnJO1gNzk15qfcZ2GyZGYtpivPuHDswdWUFvhrt97KqT56h9KCl7XCU1PEZu5NPB6McNCx02jaaWu9tj_evFotleEdz8063_0fhadN_bJjBrXaZgR8kmldG93s69Yax28BqLi53s0eIgLFLUC1vRr2_UY-5PI0/w580-h384/disonancia%20cognifiva.jpg" width="580" /></a></div><br /><br /><br /><span style="font-size: large;">En muchos momentos de nuestra vida actuamos en contra de todo raciocinio y lógica, guiados por poderosos sesgos emocionales.</span><div><span style="font-size: large;"><br /></span><div><span style="font-size: large;">No tenemos más que fijarnos en los fumadores que saben positivamente que FUMAR MATA y además lo leen en la cajetilla cada vez que cogen un pitillo; pero prefieren autoengañarse de mil modos (<i>de algo hay que morir</i>) para seguir fumando sin sentirse incómodos.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ocurre con todo tipo de asuntos con los que las personas sienten una fuerte conexión emocional (una creencia, un líder, una secta, un partido político). Encontrándose ante las pruebas que descubren su falsedad, esos "creyentes" pueden llegar a ignorar o distorsionar cualquier evidencia real que cuestione sus convicciones con tal de mantenerlas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El asunto siempre me ha interesado porque toda mi vida he luchando contra los prejuicios, el fanatismo o la ideologización.</div><div style="text-align: justify;">Lamentablemente estos son asuntos triunfantes hoy en día. </div><div style="text-align: justify;">Hay mucha gente que se aferra a ideas y creencias erróneas o perversas y están dispuestas a ignorar cualquier evidencia para mantenerse coherentes con esa lealtad.</div><div style="text-align: justify;">Es lo que se conoce como <b><span style="color: #e69138;"><u>disonancia cognitiva</u></span></b>, teoría desarrollada en los años 50 por <b><span style="color: #04ff00;">León Festinger</span></b>, uno de los principales psicólogos sociales del siglo XX.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como seres racionales que somos, pensamos que nuestros actos y creencias están basadas en lo racional y por eso necesitamos que haya consonancia cognitiva entre nuestra forma de pensar y de actuar. Pero hay ideas y creencias que adoptamos más allá de la racionalidad y que en muchas ocasiones entran en conflicto cuando acabamos siendo conscientes del engaño. Este conflicto es lo que se conoce como disonancia cognitiva y puede provocarnos diferentes niveles de ansiedad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para resolver el conflicto podemos cambiar o eliminar una creencia, dedicarnos a adquirir nueva información o reducir la importancia de las creencias; pero Leon Festinger junto a <b><span style="color: #04ff00;">James Merril Carlsmith</span></b> demostraron experimentalmente que la gente tiende a autoengañarse con tal de mantener sus creencias, "aceptando la mentira como una verdad"</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg596LpcKThtkrtR6r6ACyoKhleFJf7cAR21KU6UXAOtWnyCG9SNz6w1Q-C2UWmG_stpWYbDLfSvrzvDrl-4P7cBARoCW8JrcmovLsvPfv7FU36WM43r440JiH3fFHqaF8mnxHxaTLjY3Mo0zZuf0rB_pp24MU7LvCS8SiBKX74CeVYeM3RUxI-ulw6Al0/s1046/gente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="733" data-original-width="1046" height="374" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg596LpcKThtkrtR6r6ACyoKhleFJf7cAR21KU6UXAOtWnyCG9SNz6w1Q-C2UWmG_stpWYbDLfSvrzvDrl-4P7cBARoCW8JrcmovLsvPfv7FU36WM43r440JiH3fFHqaF8mnxHxaTLjY3Mo0zZuf0rB_pp24MU7LvCS8SiBKX74CeVYeM3RUxI-ulw6Al0/w535-h374/gente.jpg" width="535" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos nos consideramos más listos y justos que la media y cuando se nos presenta una prueba palpable de que nos hemos equivocado tenemos dos opciones: revisar nuestra visión de nosotros mismos o rechazar eso que nos deja en evidencia. Necesitamos mitigar la disonancia como necesitamos dormir o comer, por eso mismo tendemos a aplacarla incluso aceptando el autoengaño u otra forma más absurda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Festinger estudió a una secta apocalíptica cuya creencia principal era que se acercaba un cataclismo definitivo y que sólo ellos y su líder se salvarían al ser rescatados por unas naves extraterrestres. Cuando llegó la fecha señalada y descubrieron que no había apocalipsis la disonancia fue supina. ¿Su fe era falsa? ¿Habían vivido engañados? La angustia los estaba consumiendo hasta que les llegó una nueva revelación: Dios se había conmovido ante la devoción de este pequeño grupo de fieles y había pospuesto el Juicio Final. Eureka. Su fe había salvado a la Humanidad.</div><div style="text-align: justify;">Increíblemente el fiasco de su creencia los acabó reafirmando en la misma, gracias a que su prejuicio sometió a la racionalidad más allá de la prueba empírica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es lo mismo que vemos y escuchamos a diario en nuestro entorno, la gente sólo busca reafirmarse en sus creencias; porque las redes sociales, la extrema derecha y la desinformación han convertido ya a millones de ciudadanos de todo el mundo en "creyentes" de la ignorancia, la intolerancia o los prejuicios. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-49486393827647454052024-02-25T13:47:00.000-08:002024-02-25T13:47:30.274-08:00BRIGHT MINDS - de Laurent Burtin, Alexandre de Seguins y Denis Alamercery<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibo9uAw9sVyngodPHsAoDXR481jcEd9u7o7nt5vUDR2r1r5VHG0TWmdDs-hpSAlZMoaEOV6L_osLdX8WJSyOB6wuPsZKKkdGqDQ1AVU4wS9YAJSCgUj0lUcJwwRH31HQuQfg9qyedoTdujd4u52gtf_jY8Yv_xRDM4rfdWS6_jEx-pEdhPBsM9nv9L1p8/s1296/astrid.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1296" data-original-width="1080" height="613" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibo9uAw9sVyngodPHsAoDXR481jcEd9u7o7nt5vUDR2r1r5VHG0TWmdDs-hpSAlZMoaEOV6L_osLdX8WJSyOB6wuPsZKKkdGqDQ1AVU4wS9YAJSCgUj0lUcJwwRH31HQuQfg9qyedoTdujd4u52gtf_jY8Yv_xRDM4rfdWS6_jEx-pEdhPBsM9nv9L1p8/w512-h613/astrid.jpg" width="512" /></a></div><br /><p></p><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><br /></div><div><br /></div><div><span style="font-size: medium;">Serie TV</span></div><div><span style="font-size: medium;">Policiaca</span></div><div><span style="font-size: medium;">2019, Francia</span></div><div>4 Temp.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Entre la nadería vocinglera de la televisión generalista, que suelo evitar, me he enganchado en A3Series a este policial verdaderamente disfrutable. Como en muchas obras desde Sherlock y Watson los detectives son una pareja, en este caso mujeres ambas y muy diferentes, tanto, que acaban siendo complementarias. La cabeza visible de esta insólita pareja es la comandante de la policía criminal Raphaëlle Coste (<b><span style="color: #04ff00;">Lola Deweare</span></b>), que encuentra a su inestimable colaboradora en los archivos criminales de la policía. Porque allí es donde trabaja como documentalista Astrid Nielsen (<b><span style="color: #04ff00;">Sara Mortensen</span></b>) una brillante y metódica joven de 30 años con síndrome de Asperger, trastorno que se incluye dentro del espectro autista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tanto ellas mismas como los casos que afrontan son de lo menos convencional. En principio no podríamos encontrar dos personas más dispares ya que Raphaëlle es impulsiva y caótica mientras que Astrid es metódica y ordenada hasta la compulsión. Pero ambas sabrán sacar partido de sus diferencias y combinando sus habilidades resolver casos de lo más extraño.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6dajU27kfjaBD5Hqt4I18mQkFFphKSQSmi0-daYQYwXiC-2CppoJvhGxSkKVK-ukdtPeYIKDtNbwsmcl8161MBhqWpTn-e4eb2sIhMV4uf7xbXnw9Tste-fQoc4jE5vnLuQOKIoKvkmwGyIQmPo55EUwnReou00GGdxj7xOFtBFZDOCFRXOQS6fa0QkI/s832/rompecabeza%20madera.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="832" data-original-width="728" height="371" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6dajU27kfjaBD5Hqt4I18mQkFFphKSQSmi0-daYQYwXiC-2CppoJvhGxSkKVK-ukdtPeYIKDtNbwsmcl8161MBhqWpTn-e4eb2sIhMV4uf7xbXnw9Tste-fQoc4jE5vnLuQOKIoKvkmwGyIQmPo55EUwnReou00GGdxj7xOFtBFZDOCFRXOQS6fa0QkI/w326-h371/rompecabeza%20madera.jpg" width="326" /></a></div>"<i>Me gustan las adivinanzas, me gustan los acertijos</i>", reconoce Astrid que es muy aficionada a los clásicos rompecabezas, tanto metálicos como de madera (es una delicia verla resolverlos), y de ahí extrae uno de los resortes mentales a los que recurre para afrontar los casos: "<i>hay que analizar estas circunstancias desde otro punto de vista</i>", suele repetir, buscando enfoques más creativos y originales. Pero éste no es más que uno de los atractivos de Astrid, auténtica protagonista de esta historia. Su trabajo de archivera de documentación criminal la convierte en una verdadera biblioteca andante con capacidad para relacionar casos y modus operandi que a cualquier otro se le escaparían. Y eso por no hablar de su capacidad analítica en la escena del crimen, en donde es capaz de captar detalles tan nimios (pero significativos) que acaban conduciéndola a una cómica competición con el forense de la brigada. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><div>La serie cautiva por la química evidente entre las dos actrices, la naturalidad de sus interpretaciones y un acertado toque de humor. Pero para mí son determinantes otros dos aspectos: la originalidad de los casos con que se topan y la profundización en el día a día de una persona con Asperguer.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSUXsOvPSEcq7hTetQG9jP3BQqWrlprXmkv_Wp8LbuuKikAgNxjDShN0oz_EhExSa6a4tJMoUERP4V4v0_KNW2Va9Zmz5V4rdpBRitM04A-FD7wN3cZaxK8dcYR9sNQ8lqsYm6qeGGVW-pzNCfWzbtgJqt_KCgrl3fvc7yfGCGclGmQjV6CTmdw0k7dF8/s1600/astrid%20(2).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1151" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSUXsOvPSEcq7hTetQG9jP3BQqWrlprXmkv_Wp8LbuuKikAgNxjDShN0oz_EhExSa6a4tJMoUERP4V4v0_KNW2Va9Zmz5V4rdpBRitM04A-FD7wN3cZaxK8dcYR9sNQ8lqsYm6qeGGVW-pzNCfWzbtgJqt_KCgrl3fvc7yfGCGclGmQjV6CTmdw0k7dF8/w460-h640/astrid%20(2).jpg" width="460" /></a></div><br /><div><div>Como se sabe un orden estricto, rígidos hábitos y mucha previsibilidad son los elementos imprescindibles para que estas personas puedan afrontar el caos de la vida diaria sin entrar en pánico. También han de vencer las enormes dificultades que tienen para las relaciones interpersonales y un alto grado de inflexibilidad en su comportamiento; pero el roce con la extrovertida Raphaëlle hará que Astrid pueda abrirse lo suficiente al mundo como para vivirlo con una nueva plenitud. Emociona ver cómo profundizan en su amistad así como apreciar los detalles que van evidenciando la influencia mutua que se ejercen. También es muy interesante el Taller de Habilidades Sociales al que acude periódicamente Astrid. Son un grupo de autistas que intercambian experiencias y quejas sobre sus relaciones con la gente normal, a los que ellos llaman "neurotípicos".</div><div><br /></div><div>En realidad son las dos las que tienen dificultades para relacionarse con los demás; pero es porque son mujeres cabezotas y empoderadas: "<i>estoy cualificada</i>" le espeta Astrid a cualquiera que se extrañe de su presencia en una investigación. Lo bueno es apreciar cómo se van amaestrando la una a la otra. Astrid le enseña a Raphaëlle a ser menos caótica y Raphaëlle le enseña a Astrid a ser más flexible y aceptar la informalidad. Ni que decir tiene que las interpretaciones de Lola Deweare y Sara Mortensen destilan encanto y crisma por los cuatro costados.</div></div><div><br /></div></span><div><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTB0DIpA1w6_5bK_ov8sArY0qt_V5Af15nDLBsAOlLcG7jm2Y4yK9fiHUeJUn17nSmamGXyIVpgjoJuxnIrAT08uI5WHqZY-bhIoPKjsIytwQwyJiVZWQhB4YBJCMKpcSpPjSqU24UMguskJwqGwKdSCtEvMLyi1qLHO082ZS6eiLeQLeqERWk19sHEk0/s6863/SERIES%20%20-%20%20BRIGHT%20MINDS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4877" data-original-width="6863" height="379" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTB0DIpA1w6_5bK_ov8sArY0qt_V5Af15nDLBsAOlLcG7jm2Y4yK9fiHUeJUn17nSmamGXyIVpgjoJuxnIrAT08uI5WHqZY-bhIoPKjsIytwQwyJiVZWQhB4YBJCMKpcSpPjSqU24UMguskJwqGwKdSCtEvMLyi1qLHO082ZS6eiLeQLeqERWk19sHEk0/w534-h379/SERIES%20%20-%20%20BRIGHT%20MINDS.jpg" width="534" /></a></div><div><br /></div></span><span style="font-size: large;">El otro aspecto gozoso de la serie es la originalidad de sus enigmas criminales, que a menudo se presentan como inexplicables. Por ejemplo, una mujer es hallada muerta en la sala de Paleontología del Museo de Historia Natural. La causa de la muerte es ahogamiento (tiene los pulmones encharcados); pero no hay agua ni fugas por ningún lado. Otro. Un músico aparece muerto en un lugar casi inaccesible, entre los tubos de un órgano. Además no tiene ninguna herida ni golpe visible. El caso se complica cuando un profesor de piano muere en el Auditórium mientras alguien hace sonar un tema con el que está obsesionado, la <i>Tocata y fuga en Re menor</i> de <b><span style="color: #04ff00;">Bach</span></b>. Otro más. Un médico retira 8.000 euros del banco y se dirige a un parking donde introduce el dinero en una papelera y a continuación se baña en gasolina quemándose a lo bonzo. </span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;">Los crímenes siempre están relacionados con singulares motivos culturales como la Inteligencia Artificial, las brujas, los fenómenos paranormales, las teorías de la conspiración e incluso hay un asesinato relacionado con la Kábala (un judío parece haber sido asesinado por un golem). Aunque el ranking de curiosidades culturales es muy amplio y se nos presentan casos relacionados con la masonería y Hermes Trismegisto, la paleontología, y hasta la abducción extraterrestre; pasando por un asesinato relacionado con un maquiavélico juego de ajedrez o con el virtuosismo de Bach (al que Astrid es muy aficionada y cuyas explicaciones a Raphäelle posibilitan un intercambio de mensajes cifrados cuando una de ellas está secuestrada). </span></div><span style="font-size: large;"><div><span face="Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; box-sizing: border-box; font-size: 19.2px; font-weight: 700; text-align: start;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis5SRPHTDLl_JhQNdI_ooeJ2P93zZdyVxV1zIGpPskaOJ4DKTzgRzcwej_VKqhlQsQyPlfUv8Oaw1hRPO4YvZBf47AWh8NrLBeGxygP7W13CDaHm4GimLSKTl0S-Inp2Suw3xC7oXAPbRqb08h44szaP7TnEPllcepNnBuW53tG3qhIITxTYhOmNOQzLY/s824/Bright%20Minds.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="824" data-original-width="600" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis5SRPHTDLl_JhQNdI_ooeJ2P93zZdyVxV1zIGpPskaOJ4DKTzgRzcwej_VKqhlQsQyPlfUv8Oaw1hRPO4YvZBf47AWh8NrLBeGxygP7W13CDaHm4GimLSKTl0S-Inp2Suw3xC7oXAPbRqb08h44szaP7TnEPllcepNnBuW53tG3qhIITxTYhOmNOQzLY/w466-h640/Bright%20Minds.jpg" width="466" /></a></div></div></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Aviso: Lo que resulta cansino son los siete minutos de publicidad que la cadena mete cada veinte minutos. Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-87305604105028610192024-02-24T15:38:00.000-08:002024-02-24T15:38:43.370-08:00LOS SUEÑOS de EINSTEIN - de Alan Lightman<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6Hp7A_sPENEWvA3ysRystWUtsndzpKYLQ3pGkrNPrWKWHpuoch3rE1wWxfNZAM_FJMSNMEuviGOeCXysl-ABPIv852eK4RbIPQfzvHLsQezXBo0Bm4khUn1P2NU_LF2F6erl_TPFpC6P1KGDDMj7gHYQlvvZKf1BuUfVFCysgS42C6Z8eRPV9NpQiSSs/s2360/sue%C3%B1os.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2360" data-original-width="1465" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6Hp7A_sPENEWvA3ysRystWUtsndzpKYLQ3pGkrNPrWKWHpuoch3rE1wWxfNZAM_FJMSNMEuviGOeCXysl-ABPIv852eK4RbIPQfzvHLsQezXBo0Bm4khUn1P2NU_LF2F6erl_TPFpC6P1KGDDMj7gHYQlvvZKf1BuUfVFCysgS42C6Z8eRPV9NpQiSSs/w398-h640/sue%C3%B1os.jpg" width="398" /></a></div><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">¿Quién no ha experimentado alguna vez que el tiempo se para si estás aburrido o vuela cuando estás disfrutando? El tiempo es el fluido inaprensible de nuestras vidas. Una dimensión que nos resulta incógnita y proclive a lo fantástico. En el tiempo, escribe Lightman, hay una infinidad de mundos y con espíritu aventurero nos propone una seductora exploración alrededor de su naturaleza y repercusión en la vida humana.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo comienza en la tranquila ciudad suiza de Berna, en 1905, cuando un invisible reloj de pared señala las seis y diez en una oficina de patentes llena de fajos de expedientes. En la mortecina luz del amanecer un joven oficinista duerme en su silla. Ha estado trabajando toda la noche. “<i>Tiene en la mano veinte páginas arrugadas: la nueva teoría del tiempo que enviará hoy por correo a una revista alemana de física</i>”. Los últimos meses ha estado soñando con el tiempo y el espacio, buceando en ideas sobre su índole que ningún ser humano había imaginado antes. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se trata de un <b><span style="color: #04ff00;">Albert Einstein</span></b> de ficción que sueña mundos en los que el tiempo se comporta de forma moldeable. Sus sueños se han solapado a sus investigaciones. Lo han desgastado y fatigado de tal modo que a veces no sabe si está despierto o dormido. Pero ya ha terminado. Entre las posibles naturalezas del tiempo, una le parece la más convincente y acabará plasmada en sus dos teorías: la de la <a href="https://www.agenciasinc.es/Entrevistas/Diez-preguntas-para-entender-la-teoria-de-la-relatividad-general-de-Einstein" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Relatividad General</span></a>, ligada al campo gravitatorio y a los sistemas de referencia; y la de la <a href="https://escuelapce.com/resumen-de-la-teoria-de-la-relatividad/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Relatividad Especial</span></a>, más relacionada con la física del movimiento en función del espacio-tiempo. Estos trabajos cambiaron por completo la visión del Universo y de muchos fenómenos y conceptos como el tiempo, el espacio y la gravedad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYQXU0A7RO-94hIOnsk-S6bsiFU4Au06Yh42qT-ChHKtgb04WqGM8cG8JCiTT5e_RqvKnp4U-S2aRvlmK5soiM2ryn-1eDhcrw3h3Towt-YwoI76B144gi_fHY3BDjcbYdLQ9hMVCVPfanz66sYJck7dlqyLFIpvM7ylocjNyd_gC6Hy0LL4uurB25QdE/s493/tiempo%20(1).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="479" data-original-width="493" height="554" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYQXU0A7RO-94hIOnsk-S6bsiFU4Au06Yh42qT-ChHKtgb04WqGM8cG8JCiTT5e_RqvKnp4U-S2aRvlmK5soiM2ryn-1eDhcrw3h3Towt-YwoI76B144gi_fHY3BDjcbYdLQ9hMVCVPfanz66sYJck7dlqyLFIpvM7ylocjNyd_gC6Hy0LL4uurB25QdE/w570-h554/tiempo%20(1).jpg" width="570" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #04ff00;">Alan Lightman</span></b>, físico y profesor de Humanidades en el MIT, especula con esos meses previos a que Einstein alcanzara su teoría y rastrea los dispares mundos que podría haber soñado bajo cada «una de las muchas naturalezas posibles del tiempo»: en uno de esos mundos Einstein sueña que el tiempo es un círculo que se pliega sobre sí mismo haciendo que todo vuelva a suceder de nuevo. En otro mundo el tiempo discurre hacia atrás, en otro el tiempo es lento mientras en el de al lado es acelerado. Unos mundos virtuales y desconcertantes que el joven Einstein pudo haber soñado antes de demostrar que el tiempo no es una dimensión absoluta y que, por tanto, no se mide igual en todas las circunstancias, ni es el mismo en cada punto del Universo.</div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El libro consta de treinta relatos breves que nos permiten visitar mundos dispares que el tiempo ha forjado drásticamente. Con un espíritu semejante al del <b><span style="color: #04ff00;">Borges</span></b> más metafísico o al del <b><span style="color: #04ff00;">Italo Calvino </span></b>de las <i><a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2015/05/las-ciudades-invisibles-de-italo-calvino.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Ciudades invisibles</span></a></i>, Lightman se plantea cómo sería cada mundo y cómo afectaría a la gente si el fluir del tiempo tuviera una naturaleza distinta a la que conocemos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXtaPzWxzHp3784Wbv9ri11nFRSSrPf-zdzyzSy9fBfLQZV6oauqjFYCyqwcLwmkUP34JBmW9gfICX6np9pFa3sldf401pml61R35t38CstbbNP0VT1kUTfzcaiCS4U0ZYFFXtFJcIp3XwbvrMfTzgJa6wy1PpZnlOA4gLJodh46ktIanpOab_wEmJJss/s1320/tempus.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="1320" height="354" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXtaPzWxzHp3784Wbv9ri11nFRSSrPf-zdzyzSy9fBfLQZV6oauqjFYCyqwcLwmkUP34JBmW9gfICX6np9pFa3sldf401pml61R35t38CstbbNP0VT1kUTfzcaiCS4U0ZYFFXtFJcIp3XwbvrMfTzgJa6wy1PpZnlOA4gLJodh46ktIanpOab_wEmJJss/w598-h354/tempus.jpg" width="598" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Así Einstein llega a soñar un mundo en el que el tiempo es como un flujo de agua, como un riachuelo. Pero también otro que avanza a saltos como un grillo. Y otro que tiene tres dimensiones por lo que los acontecimientos se producen de tres maneras distintas simultáneamente. También un mundo en el que todos viven eternamente y nadie puede liberarse de su pasado. Y hasta un mundo en el que sólo se vive un día porque el tiempo se acaba al día siguiente. Allí los hombres viven el último minuto del universo sonriendo y siendo corteses, porque «en un mundo de un día, todos somos iguales».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero claro, si el tiempo fuera circular y todo se repitiera exactamente una y otra vez hasta el infinito, ¿no sería una pesadilla?. O imaginemos un mundo donde el tiempo es local y corre a diferente velocidad según en qué ciudad estés, ¿nos atreveríamos a hacer turismo o sería una experiencia demasiado perturbadora?. ¿Sería un mundo ideal aquel en el que el tiempo se congela justo en el momento en el que somos más felices? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvUkJjXWUyUUp2R_LK6WaFhh2qrnGKdju1gWqOUdScqY8q6Cc8F-CyrJTXPXT1qMXgAsIras-AssrtQ99M1asFg2S1T8QsZ6-z5xGtDGXt-RC55VRWsRFxJQxOJ-3VdQtaPMogQjjoJzPWRhyrR__bF24S2t1QDTz8o9SuHYDYw-565WFzm471pMOKW-o/s1200/viajes-tiempo.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="628" data-original-width="1200" height="291" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvUkJjXWUyUUp2R_LK6WaFhh2qrnGKdju1gWqOUdScqY8q6Cc8F-CyrJTXPXT1qMXgAsIras-AssrtQ99M1asFg2S1T8QsZ6-z5xGtDGXt-RC55VRWsRFxJQxOJ-3VdQtaPMogQjjoJzPWRhyrR__bF24S2t1QDTz8o9SuHYDYw-565WFzm471pMOKW-o/w558-h291/viajes-tiempo.jpeg" width="558" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Los sueños de Einstein </i>apareció por primera vez en 1992 y ha venido recibiendo excelentes críticas tanto literarias como científicas desde entonces. Forjado con una pródiga imaginación destila humor, melancolía, lirismo y ciencia; pero también una sutil emoción cuando el autor constata en cada relato la vulnerabilidad del ser humano.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dejo a continuación <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2024/02/flujos-de-tiempo-de-alan-lightman.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">dos ejemplos</span></a>.</div></span>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-47772863672763548012024-02-24T15:31:00.000-08:002024-02-24T15:39:46.830-08:00FLUJOS de TIEMPO - de Alan Lightman<span><div style="font-size: x-large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT3lHaHr6bTwIyobnDPAXYhBV0u9BI3LHLjhZ-p4OPCRos87d0UbU5KQzvfHv0bYxf7HJ59uEXTczS_t2MZ2jMM-ovq1_eazlzb1MmliwYPNtDnrJYAG4W712H5AhCNKNb8Ygsf86IWteXFo2VwJbiK8zG80bDjHAFWb6YfRRW65xPRiMgwrtl1h-N0xs/s850/does-time-exist.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="850" height="302" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT3lHaHr6bTwIyobnDPAXYhBV0u9BI3LHLjhZ-p4OPCRos87d0UbU5KQzvfHv0bYxf7HJ59uEXTczS_t2MZ2jMM-ovq1_eazlzb1MmliwYPNtDnrJYAG4W712H5AhCNKNb8Ygsf86IWteXFo2VwJbiK8zG80bDjHAFWb6YfRRW65xPRiMgwrtl1h-N0xs/w604-h302/does-time-exist.jpg" width="604" /></a></div><br /><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: right;"><i>Serie Narraciones Extraordinarias</i></div><div style="font-size: x-large;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="font-size: x-large;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="font-size: x-large;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div></span><div style="text-align: right;">Estos dos relatos pertenecen al libro <i>Los sueños de Einstein</i>, de Alan Lightman,</div><div style="text-align: right;">donde imagina al genial físico soñando mundos con distintos flujos de tiempo </div><div style="text-align: right;">antes de alumbrar su Teoría de la Relatividad. Puedes leer la reseña <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2024/02/los-suenos-de-einstein-de-alan-lightman.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">aquí</span></a>.</div><div><span><div style="font-size: x-large; text-align: right;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div style="font-size: x-large;"><b><br /></b></div><div><b><span style="font-size: large;">10 de mayo de 1905</span></b></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div></span><div><div style="text-align: justify;"><span><span style="font-size: large;"> </span></span><span style="font-size: large;"> Es la última hora de la tarde y, por un breve instante, el sol anida en un hueco nevado de los Alpes, fuego tocando el hielo. Largos haces oblicuos de luz se deslizan por las montañas, atraviesan un lago sereno, arrojan sombras sobre una ciudad, abajo.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"> En muchos sentidos, es una ciudad de una pieza y forma un todo. Cipreses, alerces y pinos forman una suave frontera al norte y al oeste, y más arriba hay lirios de fuego, gencianas de color púrpura y campánulas alpinas. En las praderas próximas a la ciudad pasta el ganado del que se obtiene mantequilla, queso y chocolate. En una pequeña fábrica de tejidos se elaboran sedas, cintas, prendas de algodón. Suena la campana de una iglesia. Un olor a carne ahumada inunda calles y callejones.</div><div style="text-align: justify;"> Vista desde más cerca, es una ciudad de muchas piezas. Un barrio vive en el siglo XV. Allí, los pisos de las casas de piedra sin labrar están unidos por escaleras y galerías exteriores, en tanto que los techos están abiertos a los vientos. El musgo crece entre las losas de piedra de los balcones. Otra parte de la ciudad es una imagen del siglo XVIII. Las tejas de arcilla roja cubren ordenadamente los techos rectilíneos. La iglesia tiene ventanas ovales, <i>loggias</i> en saledizo, parapetos de granito. Otra parte contiene el presente, con avenidas bordeadas de arcadas, balcones con barandillas de metal, fachadas de arenisca lisa. Cada sector de la ciudad se ajusta a un tiempo diferente.</div><div style="text-align: justify;"> En el final de esta tarde, en estos breves momentos en que el sol anida en un hueco nevado de los Alpes, una persona puede sentarse junto al lago y contemplar la textura del tiempo. Hipotéticamente, el tiempo puede ser liso o áspero, sedoso o espinoso, duro o blando. Pero en este mundo, ocurre que la textura del tiempo es pegajosa. Partes de la ciudad se quedan adheridas a algún momento de la historia y no se pueden desprender. Y también las personas se quedan pegadas a algún momento de sus vidas y no pueden liberarse.</div><div style="text-align: justify;"> Justamente ahora un hombre, en una de las casas situadas al pie de las montañas, conversa con un amigo. Le habla de sus tiempos de estudiante en el liceo. Sus certificados de honores en Matemáticas e Historia cuelgan de las paredes, sus medallas y trofeos deportivos ocupan las estanterías. Aquí, en la mesa, está su foto de capitán del equipo de esgrima, abrazado por otros jóvenes que estudiaron después en la universidad, se convirtieron en ingenieros y banqueros, se casaron. En el armario están sus ropas de cuando tenían veinte años, los petos de esgrima, los pantalones de <i>tweed</i> que ahora le aprietan demasiado en la cintura. El amigo, que hace años trata de presentarle otros amigos, asiente cortésmente, se esfuerza en silencio por respirar en esa diminuta habitación.</div></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCS8sQsfDwffj0tmPuLxVCYxG3lYlLUxQqCSdCKQp5oeohFx6od5k5q_vpnBkLHDGyKiem7YBTej6RoGIw7saQhpTTL512Oncu-VrAhiXJAkgNC9S5J7T_8bX9EDRodbvQWJIhs4E8GkThbpuyJ6IaZcMMa03pEa96zL5iHg50HGDPhs-tqpfuusXD7m4/s1876/hombre-mayor-triste-solo-sentado-me.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1443" data-original-width="1876" height="418" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCS8sQsfDwffj0tmPuLxVCYxG3lYlLUxQqCSdCKQp5oeohFx6od5k5q_vpnBkLHDGyKiem7YBTej6RoGIw7saQhpTTL512Oncu-VrAhiXJAkgNC9S5J7T_8bX9EDRodbvQWJIhs4E8GkThbpuyJ6IaZcMMa03pEa96zL5iHg50HGDPhs-tqpfuusXD7m4/w542-h418/hombre-mayor-triste-solo-sentado-me.jpg" width="542" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;"> En otra casa, un hombre está sentado, solo, ante una mesa preparada para dos. Hace diez años, sentado aquí mismo frente a su padre, no fue capaz de decirle que lo amaba; buscó en los años de la infancia algún momento de acercamiento, recordó las noches en que ese hombre estaba solo, 'en silencio, con su libro, y no fue capaz de decirle que lo amaba, no fue capaz de decirle que lo amaba. Ahora en la mesa hay dos platos, dos vasos, dos tenedores, como aquella última noche. El hombre empieza a comer, no puede, llora incontrolablemente. Nunca le dijo que lo amaba.</div><div style="text-align: justify;"> En otra casa, una mujer mira amorosamente la fotografía de su hijo, joven, sonriente, feliz. Le escribe a una dirección que hace tiempo no existe, imagina las alegres cartas de respuesta. Cuando su hijo llama a la puerta, ella no contesta. Cuando el hijo, con la cara hinchada y los ojos vidriosos, golpea su ventana para pedir dinero, no lo oye. Cuando el hijo, con su andar vacilante, le trae cartas donde dice que desea verla, ella las tira sin abrir. Cuando el hijo pasa la noche delante de la casa, ella se va a la cama temprano. Por la mañana, mira la fotografía, escribe cartas de adoración a una dirección que hace tiempo no existe.</div><div style="text-align: justify;"> Una solterona ve la cara del joven que la amaba en el espejo de su dormitorio, en la pared de la panadería, en la superficie del lago, en el cielo.</div><div style="text-align: justify;"> La tragedia de este mundo es que nadie es feliz, tanto si se ha quedado pegado a un momento de dolor como a un momento de alegría. La tragedia de este mundo es que todos están solos. Porque una vida en el pasado no puede compartirse con el presente. Cada persona que se ha quedado pegada al tiempo está allí clavada, y sola.</div></span></div><span><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: center;">☙☘❧</div><div style="font-size: x-large;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="font-size: x-large;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><br /></span><div><span style="font-size: large;"><br /> <b> 14 de mayo de 1905</b></span></div><div><span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;"> Hay un lugar donde el tiempo está detenido. Las gotas de lluvia cuelgan en el aire, inmóviles. Los péndulos de los relojes quedan suspendidos en algún punto de su recorrido. Los perros alzan el hocico y ladran en silencio. Los peatones están congelados en las calles polvorientas, las piernas levantadas como sostenidas por hilos. El aroma de los dátiles y los mangos, el coriandro y el comino flota en el espacio.</div><div style="text-align: justify;"> Cuando un viajero se acerca desde cualquier dirección, se mueve cada vez más lentamente. Los latidos de su corazón se distancian, la respiración se adormece, la temperatura baja, los pensamientos se apagan, hasta que llega al centro y se detiene. Porque éste es el centro del tiempo. A partir de aquí el tiempo, inmóvil en el centro, se mueve hacia afuera en círculos concéntricos, aumentando suavemente de velocidad a medida que el diámetro es mayor.</div><div style="text-align: justify;"> ¿Quién iría en peregrinación al centro del tiempo? Padres con sus hijos. Enamorados.</div><div style="text-align: justify;"> Por eso en el lugar donde el tiempo se detiene se ven padres que aferran a sus hijos con un abrazo estático que jamás se deshará. La hija hermosa de ojos azules y pelo rubio no dejará de sonreír como sonríe ahora, nunca perderá el suave fulgor rosado de sus mejillas, nunca estará fatigada o arrugada, no olvidará lo que sus padres le han enseñado, no tendrá pensamientos que sus padres no conozcan, no conocerá el mal, nunca dirá a sus padres que no los quiere, no saldrá de su cuarto con vistas al mar, no cesará de abrazar a sus padres como hace ahora.</div><div style="text-align: justify;"> Y en el lugar donde el tiempo se detiene se ven enamorados que se besan entre las sombras de los edificios, en un abrazo estático que nunca se deshará. El amado no retirará sus brazos de donde están ahora, no devolverá la pulsera recordatoria, no se alejará de su amante, no se pondrá en peligro por abnegación, no cesará de demostrar su amor, nunca sentirá celos, no se enamorará de otra persona, nunca perderá la pasión de este momento del tiempo.</div></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8WE35uUOpFAFElHwr3WGXvhfRaChz53mimzdc45PAUgFi9ktGwpaujJs2LUBxw3DhC2RwzNYLkVJssE8R-6jBObE9R7bbfMcSrJl-Eldfc0l0pe3RqWEnpoiJ0Q2vzyehVSKl7MIj0vPEEukLZ5zmjFwFzdZOqEyXcc3XeiDJnbqHhpnZZDLbqZWb6m4/s616/BRONCE%20ESTATUE.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="616" data-original-width="607" height="463" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8WE35uUOpFAFElHwr3WGXvhfRaChz53mimzdc45PAUgFi9ktGwpaujJs2LUBxw3DhC2RwzNYLkVJssE8R-6jBObE9R7bbfMcSrJl-Eldfc0l0pe3RqWEnpoiJ0Q2vzyehVSKl7MIj0vPEEukLZ5zmjFwFzdZOqEyXcc3XeiDJnbqHhpnZZDLbqZWb6m4/w456-h463/BRONCE%20ESTATUE.png" width="456" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;"> No debe olvidarse que sólo la más tenue luz roja ilumina estas estatuas, porque la luz disminuye casi hasta la nada en el centro del tiempo, sus vibraciones se atenúan como ecos en una vasta quebrada, su intensidad se reduce al brillo sutil de las luciérnagas.</div><div style="text-align: justify;"> Sí se mueven los que no están exactamente en el centro, aunque al paso de los glaciares. Pasar el cepillo por el pelo puede llevar un año, y mil años un beso. Mientras se devuelve una sonrisa, transcurren estaciones en el mundo exterior. Mientras se abraza a un niño se construye un puente. Mientras se dice adiós se derrumban y se olvidan las ciudades.</div><div style="text-align: justify;"> Y los que regresan al mundo exterior... Los niños crecen rápidamente, olvidan el abrazo interminable de sus padres, que para ellos sólo ha durado segundos. Se convierten en adultos, viven lejos de sus padres, en sus propias casas, eligen sus costumbres, padecen dolores, envejecen. Maldicen a sus padres por tratar de retenerlos para siempre, maldicen al tiempo por la voz cascada y la piel arrugada. Estos nuevos niños viejos también quieren detener el tiempo, pero en otro momento. Quieren inmovilizar a sus propios hijos en el centro del tiempo.</div><div style="text-align: justify;"> Los amantes que regresan encuentran que sus amigos se han ido mucho tiempo antes. Han transcurrido generaciones. Se mueven en un mundo que no reconocen. Los enamorados que regresan también se abrazan entre las sombras de los edificios, pero ahora sus abrazos parecen vacíos y desolados. Pronto olvidarán esas promesas que duraron siglos, pero para ellos sólo segundos. Sienten celos incluso de extraños, se dicen palabras odiosas, pierden su pasión, se alejan y envejecen solos en un mundo que no conocen.</div><div style="text-align: justify;"> Algunos dicen que es mejor no acercarse al centro del tiempo. La vida es una copa de tristeza, pero es noble vivir la vida y sin tiempo no hay vida. Otros no están de acuerdo. Preferirían una eternidad de plenitud aunque en esa eternidad estuvieran congelados y clavados como una mariposa en su caja.</div></span></div></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-28827431022826877622024-02-10T05:31:00.000-08:002024-02-10T05:31:38.652-08:00LLEVAR en LA PIEL - de Antonia Lassa<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZy2jVI-EWRsq6m6SRaDPTQx0VLvzeLKsQ0eWYTX9g6dPKjUbvzCDBW-KAa_DXo_LarCSdv-S0-zX9iCIsteufFRKpBm7TeW_R0qkpBTtU_aH9qEE2IZgVhyXdLYmwgu9tgojw-td0v5FIeylzUm4mQZ8FBeZGM5KVQ6XsqE3H4TyLU8TUFDIRbpgyhUY/s1000/lassa.jpg" style="font-size: x-large; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="715" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZy2jVI-EWRsq6m6SRaDPTQx0VLvzeLKsQ0eWYTX9g6dPKjUbvzCDBW-KAa_DXo_LarCSdv-S0-zX9iCIsteufFRKpBm7TeW_R0qkpBTtU_aH9qEE2IZgVhyXdLYmwgu9tgojw-td0v5FIeylzUm4mQZ8FBeZGM5KVQ6XsqE3H4TyLU8TUFDIRbpgyhUY/w458-h640/lassa.jpg" width="458" /></a>2023</div><i style="font-size: large;"><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Llevar en la piel</i> es una novela transparente y quirúrgica que nos relata la investigación del asesinato de una anciana millonaria en Biarritz. Dos asuntos son centrales en la trama. Por un lado el contraste de que la mujer pertenezca a la alta sociedad parisina y su cadáver aparezca desnudo en un decadente apartamento alquilado por ella misma. Por otro, las brutales señales de quemaduras que presenta el cadáver. Según parece el asesino ha utilizado un ácido que ha aplicado con sumo cuidado por el rostro y todo el cuerpo, dibujando un espectral itinerario. Que las quemaduras se hayan producido postmorten no hace sino añadir un punto de morbosidad a un crimen ya de por sí "sofisticado", como le describe el comisario al juez encargado del caso.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando empieza el libro parece que el protagonista vaya a ser el comisario Canone, que es quien abre la novela preocupado por los signos de decadencia que presenta su cuerpo; pero tras la detención del sospechoso más obvio, un joven amante que aparece entre los escasos contactos del teléfono de la anciana; el protagonismo salta al abogado detective Albert Larten, una fascinante creación de la autora que nos lo presenta de esta sutil manera. </div></span><span style="font-family: Lora;"><blockquote><span style="font-size: medium;"> "Aquella tarde, en el colegio habían empezado a analizar <i>El tío Goriot</i>, que iba ser la lectura de clase durante todo el trimestre. Y en aquel libro Balzac había imaginado la casa Vauquer: "pensión burguesa para los dos sexos y <i>otros</i>". Y él, un niño como cualquier otro, un niño indistinguible aún de los demás, al leer en su libro aquel curioso rótulo había comprendido, con la formidable intuición de la infancia, dos cosas que iban a ser fundamentales en su vida y que, en el camino de vuelta a casa, le provocaban una emoción que le hacía temblar y, al mismo tiempo, le mantenía en pie, como a Irène Duroudier.</span><br /><span style="font-size: medium;"> La primera le decía que él pertenecería más tarde, cuando creciera lo suficiente y llegar ala hora, a la categoría de los otros. La segunda, que las buenas novelas son siempre de fiar y que él iba a convertirse en un lector devoto, agradecido." </span>pág. 75.</blockquote></span><span style="font-size: large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhltyF8_8jNGRZXlCa704o6pRtOUDQLY0jcsibMF5uMSNEXBAETTAtHNhTBsa95TE35uzfHIu4uCTurPovKnZx5jpQ2WCFBIFbyvn3Ag8oAK0BXyH3bScVLkw4pAw8TIeFK4vshZ5-DjT2IcI_Cy20cPqRWsSdYBcyyJbeDRsIToKkzcrHJZSl073_ayNc/s840/biarritz.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="562" data-original-width="840" height="387" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhltyF8_8jNGRZXlCa704o6pRtOUDQLY0jcsibMF5uMSNEXBAETTAtHNhTBsa95TE35uzfHIu4uCTurPovKnZx5jpQ2WCFBIFbyvn3Ag8oAK0BXyH3bScVLkw4pAw8TIeFK4vshZ5-DjT2IcI_Cy20cPqRWsSdYBcyyJbeDRsIToKkzcrHJZSl073_ayNc/w578-h387/biarritz.jpg" width="578" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Biarritz</span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Albert Larten tiene ese punto de fina inteligencia y excentricidad que tanto se agradece en un buen detective. Su despacho lo tiene en una autocaravana donde dispone de todo lo que necesita para recibir a los clientes y afrontar sus casos.</div></span><span style="font-family: Lora;"><blockquote><span style="font-size: medium;">"El interior era reducido aunque confortable. Dos sillones de cuero, azul Francia, situados frente a frente y en torno a una mesa abatible de haya. En la misma madera clara, armarios de buen acabado y unas baldas donde convivían, perfectamente alineados, tratados de Derecho, novelas y guías de vino." </span>pág 67</blockquote></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Larten es un personaje tan atractivo como poliédrico. Es experto en vinos e incluso mantiene abierto un blog, <i>El detective del vino</i>; pero sobre todo es un tipo alto y dueño de una elegancia innata que siempre enfatiza con un ligero toque femenino con el objeto de poner "al final de cada una de las frases que constituían su identidad, una interrogación (...) una invitación a saltar hacia afuera la tapia del lugar común".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Le gusta ir andando a los lugares porque eso le sirve para ordenar la ideas y "alentar la imaginación". Es muy perspicaz para calar a las personas y también para atrapar esos pequeños detalles capaces de cambiar el rumbo de las cosas; como ese imperceptible rasguño sin cicatrizar que le hará dar un vuelco a la investigación.</div></span><span style="font-family: Lora;"><blockquote><span style="font-size: medium;">"A Larten le gustaban mucho los coches, pero no le habían atraído nunca los de cambio automático. Prefería decidir él mismo cuándo pasar de una velocidad a otra. Con la gente le sucedía lo mismo; tampoco apreciaba las mentalidades automáticas, que iban de un pensamiento a otro, empujadas no por su propia reflexión, sino por la maquinaria, siempre a punto, siempre dispuesta a intervenir, del apriorismo y el prejuicio."</span> Pág. 78</blockquote></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimfGM_K6hUY0m_VF7EC6UqccgOsG8gTfx4kfKp9vg9VRUiEKICTJEx6Oq1k_uTdtxs8vgxPfurlyFDX0maaaxo_B4IBWTliQERWDjOgqT8-mOu17yR2lMsUI1_KRVhRtOXJerT7zPLZIrGaA04rQNWv8pD3URAXeGaZkEfF5VLE_25JxRPo4hipb5aAU8/s1637/larten.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1637" data-original-width="1508" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimfGM_K6hUY0m_VF7EC6UqccgOsG8gTfx4kfKp9vg9VRUiEKICTJEx6Oq1k_uTdtxs8vgxPfurlyFDX0maaaxo_B4IBWTliQERWDjOgqT8-mOu17yR2lMsUI1_KRVhRtOXJerT7zPLZIrGaA04rQNWv8pD3URAXeGaZkEfF5VLE_25JxRPo4hipb5aAU8/w369-h400/larten.jpg" width="369" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span>La trama es diáfana. Un crimen, un sospechoso, un detective y una investigación sometida a diversos giros. Pero son los personajes y el ritmo los que dan a esta novela un sabor especial. </span><span>El estilo de Antonia Lassa es preciso y ágil. Las páginas discurren raudas apoyándose en multitud de diálogos que giran sobre los desnudos hechos. Porque aquí no hay paja. Sólo hechos y la descripción de una investigación quizás demasiado sincopada. No olvidemos que el libro apenas cuenta con doscientas páginas que se leen en dos tardes. Aunque probablemente esta queja venga determinada por no querer abandonar la compañía de alguien tan punzante y seductor como Larten.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">La solidez de la trama se apuntala a través de capítulos con títulos de lo más sugerente: <i>Dibujos en el cuerpo, Los sonidos del mar, Los otros, La tercera mujer, La piel, Hirondelle</i>. La novela tiene una ambientación francesa muy conseguida citando con soltura tanto a Madame Bovary o Balzac como el callejero parisino o esa aristocrática posición que Paris mantiene con el arte.</div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"No es el punto de llegada de las obras de lo que llamamos arte contemporáneo lo que me interesa -dijo Mathilde-; la mayoría de ellas me resultan decepcionantes. Es el punto de partida. La libertad que se toman los artistas de ahora de meterse en cualquier parte, en cualquier ámbito." </span><span style="font-family: Lora;">pág. 117</span></blockquote><span style="font-size: large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7vce5U9YxQejSvV9amUruLtDDqgQ_3HmkYEoArhaKkU6mCn1Ry0HJK-Kw6j_DegkAiQpdNzzygEkf3TnCBzFjqI26vdpvObY4kUao-pStHGc8TbP2x0iZRaYA1DVwdN-b8zwGwbnMIYLjWn73H-GR28kmZBPFIn8CJhaY0NDi52wmuYA6TIPdFyZIHzo/s1000/skin%20deep.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="677" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7vce5U9YxQejSvV9amUruLtDDqgQ_3HmkYEoArhaKkU6mCn1Ry0HJK-Kw6j_DegkAiQpdNzzygEkf3TnCBzFjqI26vdpvObY4kUao-pStHGc8TbP2x0iZRaYA1DVwdN-b8zwGwbnMIYLjWn73H-GR28kmZBPFIn8CJhaY0NDi52wmuYA6TIPdFyZIHzo/w434-h640/skin%20deep.jpg" width="434" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Edición inglesa de la novela</span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se puede decir que es una novela de contrastes. El expansivo abogado detective se encuentra con un cliente joven y recoleto, Émile Gassiat, dueño de una discreción infranqueable y compositor de extrañas melodías que extrae de los sonidos del mar que capta en sus navegaciones nocturnas. También contrasta la elevada posición de las ancianas con la de su joven amante y la del detective que contratan. Una muralla inaccesible que incluso hace peligrar la investigación, ya que el abogado no tiene acceso a ese círculo social por lo que no encuentra pistas, ni hilo del que tirar. Aunque finalmente en la piel del título acabará encontrando la clave "seguramente porque contenía un enigma que descifrar, un código, el jeroglífico que constituían aquellos dibujos sobre la piel de la muerta."</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como hándicaps señalaría una resolución un tanto abrupta y la ausencia de una malignidad más oscura. En cambio están deliciosamente reflejadas las relaciones personales. Sobre todo la que establecen entre sí Larten y Gassiat, cuyas confidencias nos hacen reflexionar sobre temas no habituales en la conversación social como la vejez y el edadismo en relación con el deseo carnal y la forma en que la sociedad trata a las personas cuya sensibilidad les hace vivir fuera de la norma.</div></span>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-46835906928771622742024-01-31T10:31:00.000-08:002024-01-31T10:31:02.244-08:00¡SILBA y ACUDIRÉ! - de M.R. James<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO9QZfiIcl45ILmRKm7gZ2uh-Do2AIzp32sA2zG9ZATqmFtPnEtNa-qDsx_0sQIZM4qisSBlBfNt5_MlNuert8eC7lL8GRrDb0FUVpzRw8or_pkqHLdnPWXbUiYV9s4ed8G9wzUzjwfZA9cggMBsdfDYQUh-teW4E_4Agr7FsB8XR6km8gjbveitCCzjg/s1748/inglaterra-eton-from-the-locks-grabado-por-james-redaway-1860.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1268" data-original-width="1748" height="423" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO9QZfiIcl45ILmRKm7gZ2uh-Do2AIzp32sA2zG9ZATqmFtPnEtNa-qDsx_0sQIZM4qisSBlBfNt5_MlNuert8eC7lL8GRrDb0FUVpzRw8or_pkqHLdnPWXbUiYV9s4ed8G9wzUzjwfZA9cggMBsdfDYQUh-teW4E_4Agr7FsB8XR6km8gjbveitCCzjg/w583-h423/inglaterra-eton-from-the-locks-grabado-por-james-redaway-1860.jpg" width="583" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-size: x-small;"><div style="text-align: right;"><i>Serie Narraciones Extraordinarias</i></div></span><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY2DgIDS67-FC5lVHyOkduR_hBPukRpHlzpLcwtRJVjLEbKZ0zPMOf8ejBuyjcSUgfWB9xeTgpN6W2RoJt5m38tYRuNcK3H8m55rmY9xjOxZPouMojZSgDqs7pthS-PumXW3dGq20XXkHXZj3DyAUDIyamWrVMk1x6Z5YLf1jNVD0i0jAczhUo9stlgM0/s970/746e81ed93fddd3e91b80ae7274e5c02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="970" data-original-width="818" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY2DgIDS67-FC5lVHyOkduR_hBPukRpHlzpLcwtRJVjLEbKZ0zPMOf8ejBuyjcSUgfWB9xeTgpN6W2RoJt5m38tYRuNcK3H8m55rmY9xjOxZPouMojZSgDqs7pthS-PumXW3dGq20XXkHXZj3DyAUDIyamWrVMk1x6Z5YLf1jNVD0i0jAczhUo9stlgM0/w200-h279/746e81ed93fddd3e91b80ae7274e5c02.jpg" width="200" /></a></div><br /><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><br /></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;">upongo que te marcharás pronto, ahora que se han terminado las clases —decía una persona que no interviene en la historia al profesor de Ortografía, poco después de sentarse juntos en una comida que se celebraba en el hospitalario comedor del St. James College.<br />Era el profesor un hombre joven, pulcro y preciso en sus palabras.<br />—Mis amigos han hecho que me aficione al golf este curso —dijo—, y quiero ir a la costa del este, concretamente a Burnstow (apostaría a que lo conoces), a pasar una semana o diez días perfeccionando mi juego. Espero marcharme mañana.<br />—Hombre, Parkins —dijo el que estaba sentado al otro lado—, si vas a Burnstow me gustaría que echaras una mirada a lo que fue el convento de templarios y me dijeras si merece la pena hacer excavaciones allí este verano.<br />Como pueden ustedes suponer, el que acababa de hablar era una persona interesada en la arqueología, pero, puesto que sólo aparece en este preámbulo, no hace falta que enumere sus títulos.<br />—Desde luego —dijo el profesor Parkins—: Descríbeme los alrededores del lugar, haré todo lo posible por darte una idea del estado del terreno cuando vuelva, o te escribo, si me dices dónde vas a pasar estos días.<br />—Gracias, no te molestes. Es que pienso llevar a mi familia hacia esa parte del Long y se me ha ocurrido que, como se han sacado muy pocos planos de los conventos de templarios ingleses, podría aprovechar la ocasión y ocuparme en algo útil los días que no tenga nada que hacer.<br />El profesor dio un respingo al oír que sacar el plano de un convento podía considerarse algo útil. Su vecino prosiguió:<br />—El emplazamiento (dudo que las ruinas sobresalgan del suelo) debe de estar actualmente muy cerca de la costa. Como sabes, el mar ha penetrado enormemente a lo largo de toda esa parte del litoral. A juzgar por el mapa, diría que está a unos tres cuartos de milla del Hotel el Globo, al norte del pueblo. ¿Dónde te vas a hospedar?<br />—Pues en el Hotel del Globo precisamente —dijo Parkins—; tengo ya reservada una habitación allí. Me ha sido imposible conseguir habitación en otro sitio. La mayoría de los hoteles están cerrados en invierno, al parecer, y aun así, me dijeron que la única habitación que tenían disponible es doble, y que no tienen ningún rincón donde guardar la otra cama y demás. De todos modos, necesito una habitación grande porque quiero llevarme algunos libros y trabajar algo; aunque no me hace mucha gracia tener una cama (por no decir las dos) desocupada en lo que va a ser mi despacho, tendré que aguantarme y conformarme por el poco tiempo que voy a estar allí.<br />—¿Dices que te molesta tener una cama de más en tu habitación, Parkins? —dijo un individuo campechano que estaba sentado enfrente—. Oye, si quieres, puedo irme contigo y ocuparla por unos días, así te hago compañía.<br />El profesor se estremeció, pero se sobrepuso, y sonrió con afabilidad.<br />—Naturalmente, Rogers, me gustaría muchísimo. Pero creo que te resultaría aburridísimo. A ti no te gusta el golf, ¿verdad?<br />—¡No, a Dios gracias! —dijo el impertinente señor Rogers.<br />—Bueno, pues te advierto que cuando no esté trabajando, lo más seguro es que esté en el campo de golf, por eso digo que te iba a resultar aburrido.<br />—¡No sé! Conozco a varias personas en ese pueblo, pero, naturalmente, si no quieres que vaya, dímelo, Parkins, no me voy a ofender por eso. La verdad, como siempre nos dices, no ofende.<br />Efectivamente, Parkins era escrupulosamente cortés y sincero a ultranza. No es de extrañar que a veces el señor Rogers, conociéndole como le conocía, se aprovechara de estas dos virtudes. En el pecho de Parkins se entabló una lucha que, durante un momento o dos, le impidió contestar. Transcurrido este intervalo, dijo:<br />—Bueno, si quieres que te diga la verdad, Rogers, estaba pensando si la habitación será lo bastante amplia para estar cómodamente los dos, y también (pero te advierto que no te habría dicho esto de no haberme presionado tú) si tu presencia no representará un obstáculo para mi trabajo.<br />Rogers soltó una sonora carcajada.<br />—¡Muy bien, Parkins! —dijo—. Eso está bien. Prometo no interferir en tu trabajo, no te preocupes por eso. Si no quieres que vaya, no voy, pero creo que sería conveniente que fuera para mantener alejados a los fantasmas —aquí habría podido verse el guiño y el codazo que le dio a su vecino de mesa, a la vez que Parkins se ponía colorado—. Perdóname, Parkins —prosiguió Rogers—, no he debido decir eso. No me acordaba de que te disgusta hablar de estas cuestiones a la ligera.<br />—Bueno —dijo Parkins—, puesto que has sacado esa cuestión a relucir, te diré con franqueza que no me gusta hablar de lo que tú llamas fantasmas. Considero que un hombre de mi posición —prosiguió, elevando un poco la voz— no puede dar la impresión de que cree en todo eso. De sobra sabes, Rogers, o deberías saber, porque nunca he ocultado mi manera de pensar…<br />—No, desde luego —comentó Rogers sotto voce.<br />—… que la más leve sospecha, la más ligera sombra de concesión a la creencia de que tales cosas pueden existir equivaldría a renunciar a todo lo que considero más sagrado. Pero me parece que no he logrado atraer tu atención.<br />—Tu indivisa atención, como dijo el doctor Blimber[9] —interrumpió Rogers, que parecía hacer verdaderos esfuerzos por expresarse con corrección—. Pero te ruego que me perdones, Parkins; te he interrumpido.<br />—No, de ningún modo —dijo Parkins—. No sé quién es ese Blimber, puede que no sea de mi época. Pero no tengo nada más que añadir. Estoy seguro de que comprendes lo que quiero decir.<br />—Sí, sí —se apresuró a decir Rogers—, desde luego. Seguiremos hablando de esto en Burnstow o donde sea.<br />Si reproduzco el diálogo que antecede es con la intención de mostrar la impresión que me dio a mí de que Parkins tenía el carácter de una vieja: era quisquilloso en sus cosas y carecía por completo del sentido del humor; pero era valiente y sincero en sus convicciones, y digno del mayor respeto. Tanto si el lector ha sacado esta misma conclusión como si no, el carácter de Parkins era éste.</span><div><span style="font-size: large;"><br /></span><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTyWkHhgi_pd2ZX0QieojkEV-KBQbSxKsOgo6bCUAvicEuLjc7qsBIePINQ31d7dpRqDvPKuFi5xLWSToWgqTIkpRGYBoTHfZQmJpy3vqj_Ir2i2YcG1oyGdeIor__9aoz1nLmzH4geZLweDMHQ4S3IPnfjHE6Yv429GeiiJYeim9DH766PBNO8ZNXkDs/s750/CANTERBURY.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="422" data-original-width="750" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTyWkHhgi_pd2ZX0QieojkEV-KBQbSxKsOgo6bCUAvicEuLjc7qsBIePINQ31d7dpRqDvPKuFi5xLWSToWgqTIkpRGYBoTHfZQmJpy3vqj_Ir2i2YcG1oyGdeIor__9aoz1nLmzH4geZLweDMHQ4S3IPnfjHE6Yv429GeiiJYeim9DH766PBNO8ZNXkDs/w640-h360/CANTERBURY.png" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br />Al día siguiente, Parkins, como era su deseo, había dejado muy lejos el College y llegaba a Burnstow. Le dieron la bienvenida en el Hotel el Globo, se instaló en la habitación doble, de la que ya hemos hablado, y aún tuvo tiempo, antes de irse a dormir, de arreglar su material de trabajo en perfecto orden sobre la amplia mesa que había en la parte de la habitación que formaba mirador, flanqueada en sus tres lados por tres ventanas que daban al mar; es decir, la ventana del centro estaba orientada directamente al mar, y las de la derecha e izquierda dominaban la costa en dirección Norte y Sur respectivamente. Hacia el Sur se veía el pueblo de Burnstow. Hacia el Norte no se veían casas, sino la playa únicamente, y los bajos acantilados que la cercaban. Justo enfrente había un espacio, no muy grande, cubierto de hierba, donde había anclas viejas, cabrestantes y demás; más allá estaba el ancho camino, y después, la orilla del mar. Fuera cual fuese la distancia que hubo al principio del Hotel el Globo al mar, actualmente no había más de sesenta yardas.<br />Los demás huéspedes del hotel, como es natural, eran también aficionados al golf, y entre ellos había algunos elementos dignos de especial atención. El personaje más llamativo era, quizá, un ancien militaire, secretario de un club londinense, el cual poseía una voz increíblemente poderosa y unas opiniones marcadamente protestantes. Y encontró el momento de manifestar lo uno y lo otro con ocasión de unos oficios que celebró el vicario, persona respetable, aunque con cierta tendencia a hacer pintorescas las ceremonias religiosas, cosa contra la que luchaba el militar denodadamente por considerar que se alejaba de la dignidad de la tradición anglicana.<br />El profesor Parkins, una de cuyas cualidades era el valor, pasó la mayor parte del día siguiente a su llegada en lo que él llamaba mejorar su juego, en compañía del coronel Wilson; por la tarde —y aunque no sé si es debido precisamente a sus esfuerzos por mejorar— el humor del coronel se fue volviendo tan agrio que incluso Parkins tembló ante la idea de regresar al hotel en su compañía. Tras una furtiva mirada a aquel mostacho hirsuto y aquel semblante congestionado, decidió que lo más prudente era dejar que el té y el tabaco hicieran su efecto sobre el coronel, antes del inevitable encuentro en la cena.<br />«Esta tarde regresaré dando un paseo por la playa —se dijo—; sí, así podré ver las ruinas de las que me habló Sidney: todavía queda luz. No sé exactamente por dónde caen, desde luego, pero difícil será que no tropiece con ellas».</span></div><div><span style="font-size: large;"><br />Debo decir que así sucedió, en el sentido más literal de la palabra, porque al tomar el camino que va del campo de golf a la playa de grava, metió el pie entre unas raíces de aulaga y una enorme piedra, y fue a dar en el suelo. Al levantarse y mirar en torno suyo, vio que se hallaba en un terreno algo accidentado, con pequeñas depresiones y montículos. Al detenerse a examinar esos montículos, descubrió que eran simples bloques formados de piedra y mortero, totalmente cubiertos de hierba. Visto lo cual, dedujo acertadamente que debía ser éste el emplazamiento del convento que había prometido inspeccionar. La pala del excavador veía compensados sus esfuerzos; sin duda quedaban bastantes cimientos, no demasiado profundos, que arrojarían mucha luz a la hora de confeccionar el plano general. Recordó vagamente que los templarios, a quienes habían pertenecido este lugar, solían construir sus iglesias redondas, y le pareció que la serie de montículos de su alrededor estaban distribuidos en forma circular. Poca gente es capaz de resistir la tentación de excavar un poco en plan de aficionado cuando visita una provincia alejada de la suya propia, aunque sólo sea por la satisfacción de ver el éxito que habría tenido de haberse dedicado a ello en serio. Nuestro profesor, sin embargo, si bien sintió ese deseo, lo que de veras quería era cumplir con el señor Sidney. Así que contó, con todo cuidado, los pasos que tenía el diámetro del recinto, y anotó las dimensiones en su cuaderno de notas. Luego pasó a inspeccionar una prominencia oblonga situada al Este respecto del centro del círculo, detalle que le hizo pensar que podría tratarse de la base de una plataforma o altar. En uno de los extremos, en el que daba al Norte, faltaba la hierba, que algún niño u otra criatura <i>ferae naturae</i> debía de haber arrancado. No estará de más, pensó, quitar un poco de tierra y ver si aparecen restos de albañilería; así que sacó la navaja y empezó a rascar. Y entonces hizo otro pequeño descubrimiento: al rascar, una porción de barro seco se hundió hacia adentro, dejando al descubierto una pequeña cavidad. Encendió dos cerillas, una tras otra, para ver el agujero, pero el viento se las apagó. Golpeando y rascando con la navaja pudo averiguar, sin embargo, que se trataba de un agujero artificial y estaba hecho de albañilería. Tenía forma rectangular, y las paredes laterales, así como la superior y la inferior, si no estaban revocadas de yeso, al menos eran lisas y regulares. Naturalmente, estaba vacío… ¡No! Al sacar la navaja, sonó un ruido metálico en el fondo. Como es natural, cogió el objeto y, al sacarlo a la luz del día, que se estaba desvaneciendo rápidamente pudo comprobar que era algo artificial también: en sus manos tenía un tubo de unas cuatro pulgadas de largo, y evidentemente databa de muchísimos años.</span></div><div><span style="font-size: large;">Parkins se cercioró de que no había nada más en este extraño receptáculo; pero se había hecho demasiado tarde y demasiado oscuro para pensar en seguir investigando. El hallazgo encontrado era tan inesperadamente interesante, que decidió sacrificar a la arqueología un poco más de tiempo, al día siguiente, antes de que anocheciera. Estaba seguro de que el objeto que se había guardado en el bolsillo tenía cierto valor.<br /><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijaIK2Z3H3psjixo-S_TnpyK4AAIyqfPvMCtJrQea1VFjT8RmqQR6an53nsZ4KVoKHeAY5RHje8J41ljmy9YeCDq-veAKb7QSiwqIi1vK00_ePdBCWlXd__LLnu-luUXFszfv8bobqE4aqjwhbNEuUkUKW-PsO3dX7O0Q7jNOq8vDZ8hZhpSQ4q059JXI/s853/ABERDEEN.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="853" height="435" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijaIK2Z3H3psjixo-S_TnpyK4AAIyqfPvMCtJrQea1VFjT8RmqQR6an53nsZ4KVoKHeAY5RHje8J41ljmy9YeCDq-veAKb7QSiwqIi1vK00_ePdBCWlXd__LLnu-luUXFszfv8bobqE4aqjwhbNEuUkUKW-PsO3dX7O0Q7jNOq8vDZ8hZhpSQ4q059JXI/w580-h435/ABERDEEN.jpg" width="580" /></a></div><br /></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span><span style="font-size: large;">Lúgubre y solemne era el paisaje cuando echó una última mirada, antes de regresar. Una desmayada claridad amarillenta permitía ver aún el campo de golf, en el que se divisaban algunas figuras que se encaminaban hacia el edificio del club, así como la achaparrada torre circular, las luces del pueblo de Aldsey, la pálida franja arenosa, intersectada de trecho en trecho por los muros de contención de ennegrecida madera y escasa altura, y el mar oscuro y rumoroso. El crudo viento soplaba del Norte, pero luego lo notó a su espalda, cuando iba de camino al Hotel el Globo. Aligeró el paso al cruzar por la crujiente grava, y llegó a la arena, desde donde el paseo, pese a los bajos muros de contención que tenía que ir saltando de cuando en cuando, se hizo agradable y tranquilo. Al mirar hacia atrás una última vez para calcular la distancia que había recorrido desde las ruinas del convento de templarios, vio venir a alguien más en su misma dirección: era una figura más bien confusa, la cual parecía hacer grandes esfuerzos por alcanzarle, aunque avanzaba muy poco, si es que avanzaba en realidad.</span><br /><span style="font-size: large;">Quiero decir que parecía que corría, a juzgar por sus movimientos, pero la distancia que la separaba de Parkins era siempre la misma. Al menos eso fue lo que le pareció a él, y convencido como estaba de que no le conocía, consideró que no tenía sentido esperar a que le alcanzara. Con todo, empezaba a pensar que no habría sido mala idea ir acompañado por esta playa solitaria, de haber podido uno elegir compañía. De niño había leído casos de encuentros por parajes como éste, en los que ni aún ahora podía pensar serenamente. No obstante, no logró apartarlos de su imaginación hasta que llegó a la posada; había uno, sobre todo, que suele impresionar a la mayoría de las personas en determinada etapa de su niñez: «Entonces soñé que Christian, al echar a andar, vio que un demonio repugnante cruzaba el campo y se dirigía a su encuentro», «¿Qué haría yo ahora —pensó— si al volverme atrás divisara una figura negra recortándose contra el cielo amarillo, y descubriera que tenía alas y cuernos? Me pregunto si me quedaría donde estoy o echaría a correr. Afortunadamente, el señor que viene allá detrás no es nada de eso, y además parece que está igual de lejos que antes. A este paso no cenará al mismo tiempo que yo. ¡Válgame Dios!, pero si sólo falta un cuarto de hora. ¡Tendré que darme prisa!»</span><br /><span style="font-size: large;">Efectivamente, Parkins tuvo el tiempo justo para cambiarse. Cuando se reunió con el coronel en el comedor, la paz —o cuanto de ella logró recobrar este buen señor— reinaba de nuevo en el pecho del militar. Permaneció en su ánimo también durante la partida de bridge que se organizó después de la cena, ya que Parkins era un jugador más que regular. Así que, al retirarse, allá hacia las doce, iba con la sensación de haber pasado una velada muy amena y que, aun cuando se quedara un par de semanas o tres, la vida en El Globo resultaría relativamente agradable, si transcurría siempre así. «Sobre todo —pensó—, si sigo mejorando mi juego.»</span><br /><span style="font-size: large;">En el pasillo se encontró con el criado del hotel, quien se detuvo para decirle:</span><br /><span style="font-size: large;">—Perdone el señor, al cepillar su chaqueta, hace un momento, se le ha caído algo del bolsillo. Lo he puesto encima de la cómoda de su habitación; es un trozo de tubo o algo parecido. Muchas gracias, señor. Encima de la cómoda lo tiene, sí, señor. Buenas noches, señor.</span><br /><span style="font-size: large;">El discurso le recordó a Parkins el pequeño descubrimiento que había hecho esa tarde. Lo cogió con gran curiosidad y se acercó a examinarlo junto a la luz de las velas. Era de bronce, según veía ahora, y tenía la misma forma de los modernos silbatos para perros; de hecho, no era, efectivamente, ni más ni menos que un silbato. Se lo llevó a la boca, pero estaba completamente obstruido por un pegote de arena fina o de tierra; no consiguió soltarla con unos golpes y tuvo que quitarla con la navaja. Como era muy pulcro, recogió la tierra con un trozo de papel y la tiró por la ventana. Al asomarse, vio que hacía una noche clara y estrellada, y se entretuvo un instante contemplando el mar. Reparó en un paseante retrasado que se había detenido junto a la orilla, enfrente mismo del hotel. Cerró la ventana, extrañado de lo tarde que se retiraba la gente de Burnstow, y cogió el silbato y volvió a examinarlo a la luz. Vaya, pero si tenía signos grabados, ¡y no sólo signos, sino letras también! Lo frotó ligeramente y apareció, perfectamente legible, lo que tenía escrito; aunque el profesor tuvo que confesarse a sí mismo, tras un serio esfuerzo por descifrarlo, que su significado le resultaba tan oscuro como las palabras que se le aparecieron al rey Baltasar en el muro. Había una inscripción en la parte de arriba del silbato, y otra en la de abajo. La primera era así:</span><br /><br /><span style="font-size: large;">F L A F U R B I S F L E</span><br /><br /><i><span>[Furbis, Flabis, Flebis (Robarás, soplarás, sufrirás)]</span></i><br /><br /><br /><span style="font-size: large;">y la otra:</span><br /><br /><br /><span style="font-size: large;">QUI ES ISTE QUI VENT ESVÁNSTICA</span><br /><br /><i><span>[Quién es éste que viene]</span></i><br /><br /><br /><span style="font-size: large;">«Debería saber lo que significa —pensó—, pero tengo el latín demasiado oxidado. Pensándolo bien, me parece que ni siquiera sé cómo se dice silbato. La frase larga parece bastante fácil. Significa: “¿Quién es éste que viene?”. Bueno, la mejor manera de averiguarlo es silbarle.»</span><br /><span style="font-size: large;">Silbó a manera de prueba y se detuvo de repente, sobresaltado y complacido a la vez, por la nota que había sacado. Daba la sensación de una lejanía infinita y, a pesar de su suavidad, comprendió que debía de haberse oído en varias millas de distancia. Fue un sonido, además, que parecía poseer (como poseen también muchos olores) el don de suscitar imágenes en el cerebro. Por un momento vio con absoluta claridad la escena de un paraje inmenso en la oscuridad de la noche, barrido por un viento frío, en cuyo centro aparecía una figura solitaria; no pudo distinguir lo que hacía. Tal vez habría conseguido ver algo más, de no haberle disipado la visión una repentina ráfaga de viento que azotó los cristales de las ventanas; el hecho fue tan inesperado que le hizo levantar la vista, a tiempo de ver la blancura fugaz de un ala de gaviota batir junto a los cristales.</span><br /><span style="font-size: large;">El sonido del silbato le había dejado fascinado de tal modo que probó otra vez, pero con más firmeza. La nota sonó ligeramente más fuerte, si es que lo fue en realidad, que la vez anterior, pero además le defraudó: no le suscitó visión alguna, como casi había esperado. «Pero ¿qué es esto? ¡Dios mío!, ¡con qué fuerza se ha levantado el viento en pocos minutos! ¡Qué ráfaga más tremenda! ¡Ah!, me lo temía…, me ha apagado las velas. Me va a revolver toda la habitación.»</span><br /></span><span style="font-size: large;">Lo primero era cerrar la ventana. Un segundo después se encontraba Parkins luchando por cerrarla, y tan tremenda era la fuerza del viento, que parecía como si luchara con un individuo corpulento que pretendiera entrar. De pronto disminuyó, y la ventana dio un golpe, y se cerró el pestillo por sí solo. Ahora, lo principal era encender nuevamente las velas y comprobar si había causado algún desaguisado. No, no se veía ningún estropicio, ni había roto ningún cristal de la ventana. Pero el ruido había despertado por lo menos a otro miembro de la casa: se oía andar al coronel de un lado para otro en calcetines, en la habitación de arriba, soltando gruñidos.<br />Aunque este viento se había levantado súbitamente, no amainó de repente: siguió soplando, gimiendo, arremetiendo contra el edificio; de cuando en cuando dejaba oír lamentos tan lastimeros, como decía Parkins con su usual objetividad, que muy bien pudo llenar de temores a las personas demasiado imaginativas, y aun las que carecían por completo de imaginación, pensó un cuarto de hora después, se habrían sentido más a gusto sin él.<br />Parkins no sabía seguro si era el viento o la excitación del golf, o sus investigaciones en el convento de templarios lo que le tenía despierto. De todos modos, estuvo con los ojos abiertos lo bastante como para creer (como me ha sucedido a mí muchas veces en situaciones parecidas) que sufría toda clase de trastornos fatales: se dedicó a contar los latidos de su corazón, convencido de que se le iba a parar de un momento a otro, y a concebir las más graves sospechas en torno a sus pulmones, a su cerebro, a su hígado, etc…, sospechas que se disiparían, estaba seguro, con la llegada del nuevo día. Encontraba cierto consuelo en saber que había alguien más en la misma situación. Alguien que ocupaba una habitación vecina, sin duda (no era fácil decir de qué lado en medio de la oscuridad), porque se movía y hacía crujir la cama también.</span></div><div><span><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></div><div><span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTbfM-GcPHNlzgwaqFjC3S1vGyjVbdBvtUUBQlXwoQseztdssb-OL3YmW9YceGpHS65Ze22I_XDzSwB-RHfBTXozP0NRvRfqj_x180JolxcdXQ1BBszXKI4uEOPsLoEOsUjqZBzZ2pLPQtWAQAMHvYVZ0eim36KlFZcnUmU5ZS8zydX62-RNIwBRvliD8/s1500/Golden-Fleece-Inn-Featured.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1500" height="391" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTbfM-GcPHNlzgwaqFjC3S1vGyjVbdBvtUUBQlXwoQseztdssb-OL3YmW9YceGpHS65Ze22I_XDzSwB-RHfBTXozP0NRvRfqj_x180JolxcdXQ1BBszXKI4uEOPsLoEOsUjqZBzZ2pLPQtWAQAMHvYVZ0eim36KlFZcnUmU5ZS8zydX62-RNIwBRvliD8/w588-h391/Golden-Fleece-Inn-Featured.jpg" width="588" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div><div><span><span style="font-size: large;">Luego Parkins cerró los ojos y trató de dormir. Entonces su sobreexcitación adoptó una nueva forma: comenzaron a representársele escenas en la imaginación. Experto crede, las escenas acuden a uno cuando mantiene los ojos cerrados intentando dormir, y a veces son tan desagradables que se ve obligado a abrir los ojos para disiparlas.</span><br /><span style="font-size: large;">Sin embargo, la experiencia de Parkins a este respecto fue tremendamente desalentadora. La escena representada se repetía con insistencia. Al abrir los ojos, como es natural, desaparecía, pero cuando los cerraba volvía nuevamente a desarrollarse igual que antes, ni más deprisa ni más despacio. Y era la siguiente:</span><br /><span style="font-size: large;">Una gran extensión de playa, una franja arenosa bordeada de grava y cruzada por una serie de negros muros de contención dispuestos perpendicularmente con respecto al agua…</span><br /><span style="font-size: large;">La escena era muy parecida, de hecho, a la del paseo de esa misma tarde, pero como no encontraba en ella detalle particular, no le era posible identificarla. Reinaba una luz tenebrosa, y daba la impresión a la vez de tormenta, de noche de finales de invierno, y de fría llovizna. Al principio no se veía a nadie en este paisaje desolado. Luego, a lo lejos, apareció algo; un momento después ese algo se concretó en la figura de un hombre corriendo, saltando, brincando por encima de los muros de contención y volviéndose de cuando en cuando hacia atrás para mirar con inquietud. Cuando más se acercaba, más parecía que estaba, no ya inquieto, sino terriblemente asustado, aun cuando no se le distinguía la cara. Estaba, además, casi a punto de caer sin fuerzas. Seguía corriendo; cada obstáculo que se le cruzaba parecía salvarlo con más dificultad que el anterior. «¿Podrá saltar el siguiente?», pensó Parkins. «Parece más alto que los otros». Sí, medio trepando, medio arrojándose después desde arriba, subió y cayó como un fardo al otro lado (más cercano del espectador). Allí, junto al muro de contención, como si le fuese imposible levantarse otra vez, se quedó, a cuatro patas, mirando con un gesto de angustiosa ansiedad.</span><br /><span style="font-size: large;">Hasta aquí no se veía causa alguna que provocara el miedo del que corría, pero luego empezó a divisarse a lo lejos, en la playa, el corretear de un bultito fosforescente que se movía con gran agilidad y de manera irregular. A medida que se hacía más grande, se iba perfilando como una figura borrosa, vestida de flotantes ropajes. Tenía algo su manera de moverse que le quitaba a Parkins todo deseo de verla de cerca. Se detenía, alzaba los brazos, se inclinaba sobre la arena, corría después por la playa completamente encorvada, hasta llegar al borde del agua; luego, se enderezaba y reemprendía su persecución a pasmosa velocidad. Por fin, llegó el momento en que el perseguidor empezó a merodear de derecha a izquierda unas cuantas yardas más allá del muro de contención donde yacía oculto el hombre. Tras dos o tres vueltas infructuosas, se detuvo, se enderezó con los brazos en alto, y luego se arrojó hacia la parte delantera del muro de contención.</span><br /><span style="font-size: large;">Al llegar a este punto, Parkins fracasaba siempre en su decisión de mantener los ojos cerrados. Lleno de dudas sobre si sería su cerebro fatigado por el exceso de trabajo, o el humo excesivo y cosas así, lo que le impedía llegar a contemplar la visión, el caso es que al final se resignó a encender la palmatoria, abrir el libro y pasar la noche despierto, cosa que prefería mil veces a verse atormentado por aquel persistente paisaje que, según le parecía a él, sólo podía deberse a una morbosa reflexión del paseo y los pensamientos de ese mismo día.</span><br /><span style="font-size: large;">Al rascar la cerilla y encenderla de pronto, debió asustar a las criaturas de la noche —ratas o lo que fuera—, porque las oyó echar a correr ruidosamente del lado de su cama. «¡Vaya por Dios! ¡Se me ha apagado la cerilla! ¡Qué contrariedad!» Pero la segunda no se apagó, así que encendió la vela y abrió el libro y se concentró en él hasta que, al cabo de muy poco tiempo, cayó vencido por un sueño sano y reparador. Y así fue como, por primera vez en su ordenada y prudente vida, olvidó apagar la vela, y cuando le llamaron a las ocho de la mañana, aún vacilaba una llamita en el hueco de la palmatoria, y sobre la mesita de noche se habían formado lamentables grumos de cera derramada.</span></span></div><div><span><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div><div><span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlqAS486W5qqNGzrEQ_GgoMTA7kgPkvRvCZ7VIPdMX8wfX5qPVWDNIFPBiB2YipjqHyk3b7SwW0H1CD8paLMWuONLuG-sXM-0bV8aohUbERfAFZky6Kjdkd5NgzdQTj8yynMyAU_-CPYGjxFddGvujptzzdYqkBvsscKwOS6fIAKwLB_D6duqtcqvBfAE/s1370/playa.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="779" data-original-width="1370" height="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlqAS486W5qqNGzrEQ_GgoMTA7kgPkvRvCZ7VIPdMX8wfX5qPVWDNIFPBiB2YipjqHyk3b7SwW0H1CD8paLMWuONLuG-sXM-0bV8aohUbERfAFZky6Kjdkd5NgzdQTj8yynMyAU_-CPYGjxFddGvujptzzdYqkBvsscKwOS6fIAKwLB_D6duqtcqvBfAE/w570-h324/playa.jpg" width="570" /></a></div><span style="font-size: large;"><br />Después de desayunar, se encontraba en su habitación terminando de preparar sus cosas de golf —la fortuna le había asignado nuevamente al coronel de compañero—, cuando la camarera llamó otra vez.</span><br /><span style="font-size: large;">—Por favor —dijo—, ¿sería tan amable de decirme si necesita más mantas en su cama, señor?</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Ah, muchas gracias! —dijo Parkins—. Sí, tráigame una. Parece que el tiempo ha enfriado bastante.</span><br /><span style="font-size: large;">Un momento después, la camarera estaba de vuelta con la manta.</span><br /><span style="font-size: large;">—¿En qué cama la pongo, señor? —preguntó.</span><br /><span style="font-size: large;">—¿Cómo? Pues en ésta…, en la que dormí anoche —dijo él señalándola.</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Ah, sí! Perdone el señor, pero es que nos pareció que se había acostado en las dos; al menos, hemos tenido que hacer las dos esta mañana.</span><br /><span style="font-size: large;">—¿De veras? ¡Pero eso es absurdo! —exclamó Parkins—. Si ni siquiera he tocado esa otra, si no fue para dejar algunas cosas encima. ¿Dice usted que parecía como si alguien hubiese dormido en ella?</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Sí, señor! —dijo la criada—. Mire, estaba toda deshecha, con las sábanas revueltas como si alguien hubiera pasado una mala noche, y usted perdone.</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Válgame Dios! —dijo Parkins—. Bueno. A lo mejor la he desordenado más de lo que creía al deshacer las maletas. Siento mucho haberlas obligado a trabajar doble, se lo aseguro. A propósito, dentro de poco llegará un amigo mío, un señor de Cambridge, que la ocupará por una noche o dos. Supongo que no habrá ningún inconveniente, ¿verdad?</span><br /><span style="font-size: large;">—Claro que no, señor. Muchas gracias. No pase cuidado, que no lo habrá —dijo la camarera, y se fue corriendo a contárselo a sus compañeras para reírse un rato.</span><br /><span style="font-size: large;">Parkins salió con la firme determinación de mejorar su juego.</span><br /><span style="font-size: large;">Me alegro de poder decir que lo logró hasta tal punto que el coronel, que al principio parecía sentirse algo descontento ante la perspectiva de jugar por segundo día consecutivo en su compañía, se fue volviendo muy comunicativo a medida que avanzaba la mañana, y su voz resonaba por el campo, como hubiera dicho también uno de nuestros poetas de segunda fila, «como la campana mayor de la torre de un monasterio».</span><br /><span style="font-size: large;">—Qué ventarrón tuvimos anoche —dijo—. En mi tierra dirían que alguien estuvo silbando para llamarlo.</span><br /><span style="font-size: large;">—¿De verdad? —exclamó Parkins—. ¿Existen aún supersticiones de ese tipo en su tierra?</span><br /><span style="font-size: large;">—Nada de supersticiones —dijo el coronel—. Esa creencia la tienen en Dinamarca y en Noruega, y también en la costa de Yorkshire, y yo considero que, por lo general, hay siempre un fondo de verdad en lo que son y han sido durante generaciones las creencias de un pueblo. Le toca a usted —algo así fue lo que añadió.</span><br /><span style="font-size: large;">El lector aficionado al golf puede imaginar las digresiones que considere más apropiadas, e intercalarlas en los momentos más adecuados.</span><br /><span style="font-size: large;">Cuando reanudaron la conversación, Parkins dijo con cierta vacilación:</span><br /><span style="font-size: large;">—A propósito de lo que me decía usted hace un momento, coronel, debo manifestarle que mis convicciones a ese respecto son bastante firmes. De hecho, soy un escéptico convencido en lo que se refiere a eso que llaman lo «sobrenatural».</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Cómo! —exclamó el coronel—, ¿pretende decir que no cree en los presagios o en las apariciones o en cosas de esta naturaleza?</span><br /><span style="font-size: large;">—En nada de todo eso —replicó Parkins con firmeza.</span><br /><span style="font-size: large;">—Bueno —dijo el coronel—, pero entonces me parece a mí que, en ese sentido, es usted algo así como un saduceo.</span><br /><span style="font-size: large;">Parkins estuvo a punto de contestarle que, en su opinión, los saduceos fueron las personas más razonables del Antiguo Testamento, pero como no sabía si se les citaba mucho o nada en dicha obra, prefirió reírse ante esta acusación.</span><br /><span style="font-size: large;">—Puede que lo sea —dijo—, pero… ¡A ver, muchacho, dame mi palo!… Perdone un momento, coronel —hubo una corta pausa—. Mire, sobre eso de llamar al viento silbando, permítame que le diga mi teoría. Las leyes que rigen los vientos no son perfectamente conocidas en realidad…, y menos por los pescadores y demás. Vamos a suponer que, en determinada circunstancias, se ve repetidamente a un hombre o a una mujer de costumbres extravagantes, o a un extranjero, junto a la orilla, a una hora desusada, y se le oye silbar. Poco después, se levanta un fortísimo viento; cualquier entendido que sepa observar el cielo o que tenga un barómetro, habría podido predecirlo. Pero las gentes sencillas de un pueblecito pesquero no poseen barómetros y sólo saben cuatro cosas del tiempo. ¿Qué más natural que considerar al personaje extravagante que yo he supuesto como causante del viento, o que él o ella se aferre ávidamente a la fama de poder hacer tal cosa? Bueno, y ahora tomemos el caso del viento de anoche: resulta que yo mismo estuve silbando. Toqué un silbato por dos veces, y el viento pareció levantarse exactamente como si respondiera a mi llamada. Si alguien me hubiese visto…</span><br /><span style="font-size: large;">Su interlocutor comenzaba a impacientarse con este discurso, pues me temo que Parkins había adoptado un tono de conferenciante; pero al oír la frase final, el coronel se detuvo.</span><br /><span style="font-size: large;">—¿Silbando dice que estuvo? —exclamó—. ¿Y qué clase de silbato gasta usted? Tire primero.</span><br /><span style="font-size: large;">Hubo una pausa.</span><br /><span style="font-size: large;">—Me estaba preguntando usted por el silbato, coronel. Es muy curioso. Lo llevo aquí…, no, ahora recuerdo que lo he dejado en mi habitación. La verdad es que me lo encontré ayer.</span><br /><span style="font-size: large;">Y entonces Parkins le contó cómo llegó a descubrir el silbato, y al oírlo el coronel, soltó un gruñido y dijo que él, en su lugar, tendría mucho cuidado en utilizar un objeto que había pertenecido a una cuadrilla de papistas, de quienes no se podía saber con seguridad de qué fueron capaces. De este tema, pasó a las exageraciones del vicario, el cual había notificado el domingo anterior que el viernes sería la festividad de Santo Tomás Apóstol, y que habría un servicio a las once en la iglesia. Éste y otros detalles por el estilo constituían, a juicio del coronel, un serio fundamento para pensar que el vicario era un papista disfrazado, si es que no era jesuita, y Parkins, que no era capaz de seguir al coronel en este tema, no se mostró en desacuerdo con él. De hecho, pasaron la mañana tan a gusto juntos que ninguno de los dos habló de separarse después de comer.</span><br /><span style="font-size: large;">Por la tarde siguieron jugando bien, o al menos lo bastante bien como para olvidarse de todo, hasta que empezó a oscurecer. Hasta ese momento no se acordó Parkins de su propósito de inspeccionar un poco más el convento; pero tampoco tenía mucha importancia, pensó. Lo mismo daba un día que otro, así que regresaría en compañía del coronel.</span></span></div><div><span><span style="font-size: large;"><br />Al dar la vuelta a la esquina de la casa, el coronel estuvo a punto de ser derribado por un muchacho que venía a toda velocidad; chocó, pero luego, en vez de reanudar su carrera, se quedó agarrado a él sin aliento. Las primeras palabras que acudieron a la boca del militar fueron de mal humor y reconvención, pero inmediatamente se dio cuenta de que el muchacho casi no podía hablar de lo asustado que estaba. Al principio le fue imposible contestar a las preguntas que le hicieron. Cuando recobró el aliento empezó a llorar, agarrado todavía a las piernas del coronel. Finalmente lograron soltarle, pero siguió lloriqueando.</span><br /><span style="font-size: large;">—¿Qué diablos te ocurre? ¿Qué te ha pasado? ¿Qué has visto? —dijeron los dos hombres.</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Ay, lo he visto hacerme señas desde la ventana —gimió el chiquillo—, y me ha asustado!</span><br /><span style="font-size: large;">—¿Qué ventana? —preguntó el furioso coronel—. Vamos, serénate, muchacho.</span><br /><span style="font-size: large;">—La ventana del hotel —dijo el niño.</span><br /><span style="font-size: large;">Parkins se mostró entonces partidario de mandar al niño a su casa, pero el coronel se negó; quería saber exactamente qué había pasado, dijo; era extremadamente peligroso darle un susto de esa naturaleza a un chiquillo, y si lograba averiguar quién era el que andaba gastando esas bromas, le iba a dar su merecido. Y tras una serie de preguntas consiguió poner en claro lo siguiente: el niño había estado jugando en el césped a la entrada de El Globo con otros niños; luego, éstos se habían marchado a sus casas a merendar, e iba él a marcharse también, cuando se le ocurrió mirar hacia la ventana que tenía delante y vio entonces cómo le hacía señas. Aquello parecía una especie de figura vestida de blanco…, pero no pudo verle la cara, le hacía señas, y tenía un aspecto muy raro…, no parecía una persona normal. ¿Había luz en la habitación? No, no se le ocurrió fijarse en eso, aunque creía que no. ¿Qué ventana era? ¿Era en el ático o en el segundo? Era en el segundo…, la del mirador, esa que tenía dos ventanas más pequeñas a los lados.</span><br /><span style="font-size: large;">—Muy bien, muchacho —dijo el coronel, tras unas cuantas preguntas más—. Ahora vete corriendo a tu casa. Seguramente es alguien que ha querido darte un susto. Otra vez, como inglés valiente que eres, le das una pedrada…, bueno no, una pedrada no, vas y se lo dices al camarero, o al señor Simpson, y eso sí, le dices que te lo he dicho yo.</span><br /><span style="font-size: large;">El semblante del niño reflejó las dudas que abrigaba acerca de la atención que se dignaría a prestarle el señor Simpson a sus quejas, pero el coronel no pareció darse cuenta, y prosiguió:</span><br /><span style="font-size: large;">—Aquí tienes una moneda de seis peniques, digo no, un chelín, y ahora vete a tu casa y no pienses más en eso.</span><br /><span style="font-size: large;">El niño echó a correr, tras haberle dado las gracias lleno de zozobra, y el coronel y Parkins dieron media vuelta y se dirigieron a la parte delantera del hotel con el fin de hacer un reconocimiento de la fachada. Sólo había una ventana que respondía a la descripción que les acababan de dar.</span></span></div><div><span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhomp6F8CnYDNQujABEIeHNboWK5t48bgmgjUlowxPfth3Y0BELvBDBBymlVBBwxsMna1c8G5b5efllVaHncLxywI7CSpurCpLAgIbCyeZVnB4-bpTlysIRY01JQ9OQzRtOlGJ-5hUhneIrC7JBYKFVQWuJRAL4aoJYkV8q8i6jAy-YT4E32Q21Hgg7Cj0/s318/fantasma.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="262" data-original-width="318" height="371" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhomp6F8CnYDNQujABEIeHNboWK5t48bgmgjUlowxPfth3Y0BELvBDBBymlVBBwxsMna1c8G5b5efllVaHncLxywI7CSpurCpLAgIbCyeZVnB4-bpTlysIRY01JQ9OQzRtOlGJ-5hUhneIrC7JBYKFVQWuJRAL4aoJYkV8q8i6jAy-YT4E32Q21Hgg7Cj0/w449-h371/fantasma.jpg" width="449" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /></span><span style="font-size: large;">—Bueno, esto es muy extraño —dijo Parkins—; evidentemente, es a mi ventana a la que se refería. ¿Quiere subir un momento conmigo, coronel Wilson? Vamos a ver quién se ha tomado la libertad de entrar en mi habitación.</span><br /><span style="font-size: large;">No tardaron en llegar al pasillo, y Parkins hizo ademán de abrir la puerta. Luego se detuvo y se registró los bolsillos.</span><br /><span style="font-size: large;">—Esto es más serio de lo que creía —observó—. Ahora recuerdo que al salir esta mañana dejé cerrado con llave, y la llave la tengo aquí —dijo, mostrándola en alto—. Así que —prosiguió—, si la servidumbre tiene la costumbre de entrar en las habitaciones de los clientes en ausencia de éstos, sólo me cabe decir que…, bueno, que no me parece correcto, ni mucho menos.</span><br /><span style="font-size: large;">Y sintiéndose un tanto encogido de ánimo, puso toda su atención en abrir la puerta —que, efectivamente, estaba cerrada con llave— y en encender las velas.</span><br /><span style="font-size: large;">—Pues no —dijo—, parece que está todo en su sitio.</span><br /><span style="font-size: large;">—Todo menos su cama —observó el coronel.</span><br /><span style="font-size: large;">—Perdone, pero esa no es la mía —dijo Parkins—. Esa no la utilizo. Pero parece como si alguien hubiera querido gastarme una broma deshaciéndola.</span><br /><span style="font-size: large;">Efectivamente, las sábanas y las mantas estaban revueltas y retorcidas en la más completa confusión. Parkins reflexionó.</span><br /><span style="font-size: large;">—Ya sé lo que ha debido pasar —dijo finalmente—: La desordené yo anoche al abrir mis maletas, y no la han vuelto a hacer desde entonces. Seguramente entraron a arreglarla, y el niño ha visto a las camareras por la ventana. Luego las han debido llamar y han cerrado con llave al marcharse. Sí, seguro que ha sido eso.</span><br /><span style="font-size: large;">—Bueno, llame al timbre y pregúnteles —dijo el coronel, y esta sugerencia le pareció muy práctica a Parkins.</span><br /><span style="font-size: large;">Se presentó la camarera y, resumiendo, declaró que ella había hecho la cama por la mañana estando el señor en la habitación, y desde entonces no ha vuelto a entrar. El señor Simpson guardaba las llaves, él era quien podía decirle al señor si había estado alguien.</span><br /><span style="font-size: large;">Era un misterio. Tras una inspección, comprobaron que no faltaba nada de valor, y Parkins reconoció que todos los objetos que tenía sobre la mesa estaban en su sitio, por lo que podía asegurar que nadie los había tocado. Además, ni el señor ni la señora Simpson habían dado el duplicado de la llave a nadie en todo el día. Por otra parte, Parkins, pese a su sagacidad, no logró descubrir en la conducta del patrón, de la patrona ni de la criada, gesto alguno que delatara el menor indicio de culpabilidad. Más bien se inclinaba a creer que el niño había engañado al coronel.</span><br /><span style="font-size: large;">Este último estuvo desusadamente silencioso y pensativo durante la cena y el resto de la noche. Cuando se despidió de Parkins para irse a dormir, murmuró de mal humor:</span><br /><span style="font-size: large;">—Si me necesita esta noche, ya sabe dónde me tiene.</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Ah, sí!, muchas gracias, coronel, pero no creo que tenga que molestarle. A propósito —añadió—, ¿le he enseñado el silbato del que le hablé? Me parece que no. Mire, éste es.</span><br /><span style="font-size: large;">El coronel se acercó a examinarlo a la luz de la vela.</span><br /><span style="font-size: large;">—¿Ha leído la inscripción? —preguntó Parkins cuando lo tuvo de nuevo en sus manos.</span><br /><span style="font-size: large;">—No, con esta luz no puedo. ¿Qué piensa hacer con él?</span><br /><span style="font-size: large;">—No sé, cuando regrese a Cambridge se lo enseñaré a algún arqueólogo de allí para ver qué piensa, y si considera que tiene valor, lo donaré a un museo.</span><br /><span style="font-size: large;">—¡Muu…! —exclamó el coronel—. Bueno, puede que tenga razón. Pero le aseguro que si fuera mío lo tiraría inmediatamente al mar. Y sé que no sirve de nada discutir; supongo que usted es de los que no creen sino lo que ven. Bien, espero que tenga buenas noches.</span><br /><span style="font-size: large;">Dio media vuelta, dejando a Parkins con la palabra en la boca, y poco después cada uno estaba en su habitación.</span><br /><span style="font-size: large;">Por alguna desdichada razón, las ventanas de la habitación del profesor no tenían ni cortinas ni persianas. La noche anterior no le había dado importancia, pero esta noche era muy probable que la luna, que estaba saliendo, diera más adelante de lleno en su cama y le despertara. Al darse cuenta de este detalle, se sintió enormemente contrariado, pero con ingenio digno de envidia consiguió, valiéndose del riel de la cortina, unos cuantos imperdibles, un bastón de golf y un paraguas, armar una pantalla, la cual, si lograba sostenerse, protegería su cama de la luz de la luna. Poco después de leer un buen trozo de cierta obra de envergadura, suficiente para provocar serios deseos de dormir, echó una mirada soñolienta en torno a la habitación, apagó la vela y dejó caer la cabeza sobre la almohada.</span><br /><span style="font-size: large;">Llevaría durmiendo una hora más o menos, cuando un estrépito repentino le despertó sobresaltado. Inmediatamente comprendió lo que había ocurrido: se había venido abajo la pantalla que tan cuidadosamente había montado, y una luna fría y brillante le daba plenamente en el rostro. Era una verdadera contrariedad. ¿Se sentía capaz de levantarse a reconstruir la pantalla, o podría seguir durmiendo sin tenerse que levantar?</span><br /><span style="font-size: large;">Durante unos minutos permaneció echado, reflexionando sobre qué partido tomar; luego se volvió bruscamente y, con los ojos completamente abiertos, prestó atención conteniendo la respiración. Estaba seguro de haber percibido un movimiento en la cama vacía del otro lado de la habitación. Mañana mandaría quitarla de ahí, porque había ratas o algo parecido que se movía en ella. Ahora estaba todo tranquilo. ¡No! Otra vez empezaba la agitación. Se oían crujidos y sacudidas, pero, evidentemente, eran más fuertes de lo que podía producir cualquier rata.</span><br /><span style="font-size: large;">Me imagino la perplejidad y el horror que debió experimentar el profesor, porque hace unos treinta años tuve yo un sueño en el que pasaba lo mismo; pero tal vez le resulte difícil al lector imaginar lo espantoso que debió ser descubrir una figura sentada en la cama que él había creído vacía. Abandonó la suya de un salto y echó a correr hacia la ventana, donde tenía su única arma: el palo de golf con el que había confeccionado la pantalla. Pero entonces comprendió que era lo peor que se le había podido ocurrir, porque el personaje de la cama vacía, con un movimiento suave y repentino, se incorporó y se puso en guardia con los brazos extendidos entre las dos camas, delante de la puerta. Parkins se le quedó mirando con aterrada perplejidad. De algún modo, la idea de cruzar por donde estaba la figura y huir por la puerta le pareció irrealizable. No habría sido capaz de rozarla —no sabía por qué—; así que, si pretendía acercársele, estaba dispuesto a arrojarse por la ventana. Durante un momento permaneció en una zona de oscuridad, por lo que Parkins no pudo verle la cara. Luego, empezó a avanzar, inclinándose hacia adelante, por lo que enseguida comprendió Parkins, con horror y alivio a la vez, que estaba ciega, ya que tanteaba el camino extendiendo al azar sus brazos entrapajados. Al dar un paso, descubrió de súbito la cama que Parkins había ocupado, y se lanzó sobre las almohadas con una furia tal que Parkins sintió el más intenso escalofrío de su vida. En escasos segundos comprobó que la cama estaba vacía; entonces se dirigió hacia la ventana, por lo que entró en la zona iluminada, revelando así qué clase de criatura era.</span></span></div><div><span><span style="font-size: large;">A Parkins le disgusta enormemente que le pregunten sobre este particular; sin embargo, una vez me refirió esta escena estando yo presente, y comentó que lo que recuerda sobre todo es su horrible, su intensamente horrible rostro de trapo arrugado. No pudo o no quiso contar la expresión que reflejaba el rostro ese; lo cierto es que el miedo que sintió estuvo a punto de hacerle perder la razón.</span><br /><span style="font-size: large;">Pero no tuvo tiempo de observarlo con detalle. Increíblemente veloz, la figura se deslizó hasta el centro de la habitación y, al tantear el aire con los brazos, un pico de sus ropas rozó el rostro de Parkins. No pudo —pese a lo peligroso que sabía que era hacer ruido—, no pudo reprimir un grito de repugnancia, lo que dio instantáneamente una pista a su perseguidor. Saltó sobre Parkins, y éste retrocedió, gritando con todas sus fuerzas, hasta sacar la espalda por la ventana, y entonces el rostro de trapo se abalanzó sobre el suyo. En este instante supremo, como habrán adivinado ya, le llegó la salvación: el coronel irrumpió bruscamente en la habitación a tiempo de ver la horrible escena en la ventana. Al acercarse adonde ellos estaban, sólo quedaba una figura, la de Parkins, que yacía sin conocimiento en el suelo de la habitación; junto a él había un montón informe de sábanas arrugadas.</span></span></div><div><span><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div><div><span><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRWKHQs2B4BSw_ycSfpMQvYmaI1ep3sLPMkmbzkqDHjdWMWfl2LnkUg34HPgqtqw0S3_VxBPyJwe12AoBctM4vhObXfUAj1vJ6XMmo36BdyJMmpu1H_tavuxzXT1io3uTAfmUSLDNPOmLTm4f6R3aU3s9_9e2JsU-gsxUpITZTRhs-nDVBYn72OXAQMYo/s1024/silba_y_acudire.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="572" data-original-width="1024" height="333" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRWKHQs2B4BSw_ycSfpMQvYmaI1ep3sLPMkmbzkqDHjdWMWfl2LnkUg34HPgqtqw0S3_VxBPyJwe12AoBctM4vhObXfUAj1vJ6XMmo36BdyJMmpu1H_tavuxzXT1io3uTAfmUSLDNPOmLTm4f6R3aU3s9_9e2JsU-gsxUpITZTRhs-nDVBYn72OXAQMYo/w596-h333/silba_y_acudire.jpg" width="596" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><em style="background-color: #f3f3f3; border: 0px; box-sizing: border-box; color: rgba(0, 0, 0, 0.95); font-family: "Open Sans", sans-serif; font-feature-settings: inherit; font-kerning: inherit; font-optical-sizing: inherit; font-stretch: inherit; font-variant-alternates: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; font-variant-position: inherit; font-variation-settings: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">¡Silba y acudiré!</em><span color="rgba(0, 0, 0, 0.95)" face=""Open Sans", sans-serif" style="background-color: #f3f3f3;">, ilustración de James McBryde</span></span></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: large;"><br />El coronel Wilson no preguntó nada, pero no dejó entrar a nadie en la habitación, y trasladó a Parkins nuevamente a su cama; luego se envolvió en una manta y se echó a descansar él también en la otra. Rogers llegó a primera hora de la mañana siguiente, y fue acogido con más entusiasmo de lo que habría sido de haber llegado el día anterior; seguidamente, estuvieron deliberando durante largo rato en la habitación del profesor. Al final, salió el coronel del hotel llevando un pequeño objeto entre los dedos índice y pulgar, y lo arrojó en el mar todo lo lejos que le permitió su brazo.</span><br /><span style="font-size: large;">Más tarde se vio ascender el humo de una hoguera que habían encendido en la parte de atrás del edificio.</span><br /><span style="font-size: large;">Debo confesar que no recuerdo qué clase de historia contaron a la servidumbre y a los clientes. El profesor se salvó milagrosamente de la sospecha de haber sufrido un delirium tremens, y el hotel de la fama de escandaloso.</span><br /><span style="font-size: large;">No es difícil presumir qué le habría ocurrido a Parkins de no haber intervenido a tiempo el coronel. O se habría caído desde la ventana o habría perdido el juicio. Pero lo que no está en claro es si la criatura que acudió a la llamada del silbato habría hecho algo más que asustar. Parece que no se trataba de un ser material, aparte de las sábanas retorcidas que daban forma a su cuerpo. El coronel, que recordaba un suceso parecido ocurrido en la India, estaba convencido de que si Parkins se hubiera enfrentado con ese ser, habría comprobado que no tenía más poder que el de asustar. En definitiva, dijo, el incidente no hacía sino corroborar la opinión que él tenía de la Iglesia de Roma.</span><br /><span style="font-size: large;">Y no hay nada más que añadir, en realidad; pero, como pueden imaginar, las opiniones del profesor sobre determinadas cuestiones no son ya todo lo firmes que solían ser. Sus nervios, también están destrozados: aún se estremece al ver un sobrepelliz colgando de una puerta, y la visión de un espantapájaros en el campo, algunos atardeceres de finales de invierno, le ha costado más de una noche de insomnio.</span></span><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><b><span style="color: #fcff01;">👉______________________________________________________________________________</span></b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPqcsdF1aLjY6rHNERR-GWBMdsDtSk7H1RMR7CWENnsozULf-3dt04D3GJiAEcfStxgIvVZfpgwsiX8OgERIv5Iz369HtM2bBsveXwagwYBDEWtDet0xsr1sImnyVOvOjFhyphenhyphenRM8SZhYjWd2cJocKaLjfSZYuos9JegLPwK9kFbEM7u5oI63mFKmYOTfbI/s476/CorazonesPerdidos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="476" data-original-width="297" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPqcsdF1aLjY6rHNERR-GWBMdsDtSk7H1RMR7CWENnsozULf-3dt04D3GJiAEcfStxgIvVZfpgwsiX8OgERIv5Iz369HtM2bBsveXwagwYBDEWtDet0xsr1sImnyVOvOjFhyphenhyphenRM8SZhYjWd2cJocKaLjfSZYuos9JegLPwK9kFbEM7u5oI63mFKmYOTfbI/s320/CorazonesPerdidos.jpg" width="200" /></a></div><span style="font-size: medium;"><b><span style="color: #04ff00;">MONTAGUE RHODES JAMES</span></b> </span><span style="font-size: medium;">(Goodnestone, 1862 - Eton, 1936) estudió en Eton y King’s College, Cambridge, instituciones en las que luego ejercería como rector. Tuvo un vida plenamente dedicada al mundo académico aportando estudios en los ámbitos de la paleografía, arqueología, filología, estudios bíblicos y medievales; pero es recordado por las historias de fantasmas que escribió como simple entretenimiento. Su afición era tal que instauró la tradición de leer sus cuentos ante amigos y estudiantes cada Navidad. </span></div><div><span style="font-size: medium;">En toda su existencia escribió un total de 31 relatos que publicó en cuatro volúmenes entre 1904 y 1925. Aquí en España la editorial Valdemar los publicó reunidos en un solo volumen, <a href="https://laantiguabiblos.blogspot.com/2021/10/corazones-perdidos-cuentos-completos-de.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Corazones perdidos. Cuentos completos de fantasmas</span></a>, uno de los volúmenes señeros de mi biblioteca personal.</span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">En «¡<i>Silba y acudiré!</i>» encontramos prácticamente todas sus señas de identidad. </span></div><div><span style="font-size: medium;">Un narrador que no es el protagonista sino alguien que conoce la historia de oídas y la refiere a una audiencia a la que suele interpelar, rompiendo la cuarta pared. El marco general de los acontecimientos efectivamente es muy cotidiano y familiar, se abre con la usual charla sobre vacaciones e incluye un ligero toque humorístico (con los caracteres de Parkins y luego del coronel) que hace que la introducción gradual del fantasma sea más efectiva y sorprendente. De hecho es el lector, y no el protagonista, el que empieza a percibir los primeros retazos del horror. Primero es una simple figura que sigue a Parkins tras recoger el silbato, luego escucha los crujidos de la cama en la habitación de al lado y por la mañana la criada le hace ver que la segunda cama de su habitación está sorprendentemente revuelta. A pesar de todo él se va a jugar al golf y a la vuelta se encuentra con un jovencito que huye despavorido tras haber visto a un extraño ser en la ventana del hotel. Sólo faltaría el toque erudito que en este relato es muy leve. El crescendo (para el lector) es palpitante, pero para el protagonista todo surge de golpe, en el enfrentamiento final. El propio M. R. James era muy consciente de lo que necesita un buen cuento: "<i>Dos ingredientes de la máxima importancia para guisar un buen cuento de fantasmas son, a mi juicio, la atmósfera y un crescendo hábilmente logrado</i>". </span><span style="font-size: large;">También es muy característico el tipo de fantasma que imaginó, lejos ya de los espectros en castillos y ruinas del romanticismo. En palabras de Lovecraft: "</span><i style="font-size: large;">El espectro habitual de M.R. James es delgado, enano y peludo: una abominación perezosa e informal de la noche, a medio camino entre la bestia y el hombre... este espectro tiene una constitución de lo más excéntrica: es un rollo de franela con ojos de araña, o una entidad invisible modelada con las ropas de una cama cuyo rostro lo forma una sábana arrugada</i><span style="font-size: large;">".</span></div></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-87037423974396726852024-01-28T00:45:00.000-08:002024-01-28T00:45:21.387-08:00ANATOMÍA DE UNA CAÍDA - de Justine Triet<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzHtxbfoDFHTgfUhqu547DFyW1bAPzZ51uyq3pPm6IksaQC6V-ZGCqiXXfFk7KUvRUlYCAePqLFvqlq3sbWlSMaHbAgGBlj9pN3Eph1qppYE40PcggWx2LtuyOPrz6hk453n5siQEQ7NoajDUYlEuEcwV4UyO6g67AW-rnasdHaL9z2hTyl1s2CLVHmHY/s4331/poster-anatomia-de-una-caida.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4331" data-original-width="2952" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzHtxbfoDFHTgfUhqu547DFyW1bAPzZ51uyq3pPm6IksaQC6V-ZGCqiXXfFk7KUvRUlYCAePqLFvqlq3sbWlSMaHbAgGBlj9pN3Eph1qppYE40PcggWx2LtuyOPrz6hk453n5siQEQ7NoajDUYlEuEcwV4UyO6g67AW-rnasdHaL9z2hTyl1s2CLVHmHY/w436-h640/poster-anatomia-de-una-caida.jpg" width="436" /></a>Francia,2023</div><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">En los últimos dos meses he visto tres películas francesas sobre juicios a cual mejor, pero ésta es la más floja. Las otras dos son <a href="https://www.diariodesevilla.es/cine/una-intima-conviccion-critica_0_1385861526.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Una íntima convicción</span></a> (Antoine Raimbault, 2018) que supera a ésta en intriga y pasión por el procedimiento judicial; y <a href="https://elpais.com/cultura/2022-09-09/el-acusado-gran-pelicula-francesa-que-ilustra-o-refuta-la-necesidad-de-la-ley-del-solo-si-es-si.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">El acusado</span></a> (<i>Les choses humaines</i>, Yvan Attal, 2021), una formidable película donde el debate traspasa lo judicial hasta convertirse en una reflexión social profunda y nada maniquea sobre el consentimiento y todas sus aristas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Anatomía de una caída</i> gira en torno a un matrimonio que ha regresado desde Londres al pueblo de la infancia del marido, en Los Alpes franceses. Él ya no quiere seguir dando clases sino convertirse en escritor. Pero es un deseo largamente frustrado: abandonó una novela a medias y nunca acaba de atacar de lleno su presunta vocación. Mientras tanto su mujer ya ha publicado un puñado de libros. La película comienza en el salón de su casa de montaña, con la mujer atendiendo a una periodista que ha venido a entrevistarla. De pronto, en medio de la conversación, suena una música ensordecedora que proviene del ático, donde el marido se encuentra realizando arreglos. La tensión es evidente, la mujer le reconoce a su entrevistadora que ha sido mala idea citarla allí y la periodista acaba yéndose. En el plano siguiente el hijo, que quedó prácticamente ciego por un accidente del que se culpa el marido -no fue a recogerlo a tiempo al colegio-, regresa a la casa después de pasear al perro y allí, delante del porche, se encuentra el cadáver de su padre con una gran brecha en la cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEXYBfm1X4W3ior1iX1_FuJNFwRVCf-22GZwkCcQFWJkkb0Z3uwJ5sGecNx3SufMR0MhUIPonM1zsB0TlREYpTDLYHu4CcL-2kRPEvTjpeMvlRdKlUo90E-hlprzBcIYcPoW-FmrtDU1BmHJtH_ld_PD7WJ6qjMjfg9uXUmDFVV-KY7eY2-vqVZ5arH0U/s1200/anatomia-de-una-caida-p.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEXYBfm1X4W3ior1iX1_FuJNFwRVCf-22GZwkCcQFWJkkb0Z3uwJ5sGecNx3SufMR0MhUIPonM1zsB0TlREYpTDLYHu4CcL-2kRPEvTjpeMvlRdKlUo90E-hlprzBcIYcPoW-FmrtDU1BmHJtH_ld_PD7WJ6qjMjfg9uXUmDFVV-KY7eY2-vqVZ5arH0U/w640-h360/anatomia-de-una-caida-p.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Durante el resto del metraje se intentará dilucidar en un juicio si fue un accidente, un suicidio o una asesinato por parte de la esposa. Esta última hipótesis cobra certeza cuando los investigadores descubren un pen drive donde el marido tenía grabada la acalorada discusión que tuvo el matrimonio justo el día anterior a su muerte. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Anatomía de una caída</i> aborda las relaciones de pareja y tangencialmente cuestiones de género y sentimientos de culpabilidad. </span><span style="font-size: large;">La película tiene una duración que se alarga hasta las dos horas y media, pero hay que decir que tiene buen ritmo y nunca decae el interés. También que la realización nunca se eleva por encima de la media, es meramente funcional, sin planos o movimientos de cámara que nos digan algo especial. Todo gira alrededor de la mujer pero no hay malicia, ni suspense más allá de si la declararán culpable o no.</span><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Aunque esta tensión es suficiente para ver con gusto la película, no está ahí el centro neurálgico de la historia. Las intervenciones en el juicio y todo lo que tiene que revivir la esposa tienen que ver con ofrecernos una visión de los problemas de pareja. Ahí está el meollo; pero creo que presentándose como un thriller judicial no da la talla. La narración está carente de intriga o giros más allá de último y definitivo que aporta un recuerdo del hijo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Le4ZTUnRdC-529kSkuZ28moVn4wgi_NEuFg2_fasfRE17fsdyvrGaH0Lk74dI7ysZkQtWla6ixMUjHbA0oCvTQHl9L8o1Tn4d_19x_bCbsLM_dyAfD16OfMcfbyHEsjmFjIVgkIXrTeaFUPvnMTx0m4JbB2n9kn9EdAjr4ojF0VrVtxBNvCatE45W1M/s714/ANATOMIA-DE-UNA-CAIDA-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em;"><img border="0" data-original-height="456" data-original-width="714" height="409" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Le4ZTUnRdC-529kSkuZ28moVn4wgi_NEuFg2_fasfRE17fsdyvrGaH0Lk74dI7ysZkQtWla6ixMUjHbA0oCvTQHl9L8o1Tn4d_19x_bCbsLM_dyAfD16OfMcfbyHEsjmFjIVgkIXrTeaFUPvnMTx0m4JbB2n9kn9EdAjr4ojF0VrVtxBNvCatE45W1M/w640-h409/ANATOMIA-DE-UNA-CAIDA-1.jpg" width="640" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El juicio ocupa una gran parte del metraje y eso no ayuda porque el desarrollo procesal se muestra torpe y atropellado. Durante toda la película me causan extrañeza las acusaciones del fiscal, ya que en su totalidad no son más que meras suposiciones. Hay que tener en cuenta que nunca se ve cómo ocurrió la muerte y las pruebas son mínimas, apenas 3 gotas de sangre y una brecha en la cabeza del marido. Por eso los argumentos del fiscal, airado y condenatorio, no ofrecen más que endebles conjeturas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También me extraña la declaración del psiquiatra del marido que se enzarza en una discusión con la mujer, en pleno juicio, sobre la profundidad de la depresión del marido, excediendo los límites de la interpretación y la confidencialidad. Asimismo el trato del juez instructor hacia el hijo me parece fuera de lugar, un tanto despótico y como prejuzgando. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4vFWswPh6Uqxfe6a4K2K8zxaqw-18qA4bOcmcOZ0AEENBRFEy6ih1OBJeuGQEv1roOaehl5qAgipzRDZmc6d0-qj2mDyhYyWk4DMKyfbhnezV2ucpFncBm2ZP-SypwT6UhVdn6t-KHAaNGeRePwfYzQsXkOhyphenhyphenPb9NSnDcMRv_aXR3v9-xJXDF2gIK8tc/s1000/anat.%20caida.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="563" data-original-width="1000" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4vFWswPh6Uqxfe6a4K2K8zxaqw-18qA4bOcmcOZ0AEENBRFEy6ih1OBJeuGQEv1roOaehl5qAgipzRDZmc6d0-qj2mDyhYyWk4DMKyfbhnezV2ucpFncBm2ZP-SypwT6UhVdn6t-KHAaNGeRePwfYzQsXkOhyphenhyphenPb9NSnDcMRv_aXR3v9-xJXDF2gIK8tc/w640-h360/anat.%20caida.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tampoco está muy conseguido el convertir el relato en una espiral de metaficción, dado que marido y mujer son escritores y su narrativa es autorreferencial. La entrevistadora le pregunta al inicio sobre el nexo entre realidad y ficción ya que hay mucho de biográfico en sus novelas. También descubrimos que el marido suele grabar conversaciones y discusiones con su esposa como base de su proceso narrativo. Incluso durante el juicio el fiscal lee un párrafo de un libro de la esposa donde un personaje reflexiona sobre los problemas que hay que tener en cuenta a la hora de planificar un asesinato. Creo que este aspecto no está nada definido y podemos zanjarlo como lo hace la abogada defensora, con un “No juzgamos libros, juzgamos hechos”. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me quedo, en cambio, con la escena de la bronca del matrimonio, que en el juicio sólo se oye, pero que la directora nos la reproduce en pantalla con los dos implicados. Todo un acierto porque ahí está el corazón de esta película. La bronca es monumental. Tras años de felicidad, frustraciones y desengaños (lo que es la vida en pareja) el marido abre la caja de Pandora de los reproches: quién se ha sacrificado más, quién lleva la batuta, quien se sale siempre con la suya, quién da más, quién recibe menos, dónde está el tiempo para mí... esa enojosa retahíla que acaba incendiando cualquier relación. La actitud de los contrincantes, los asuntos que se tocan, la gradación en el enfado...todo cuadra y se convierte en una coreografía en busca la explosión. Yo creo que esta escena -maravillosamente escrita y magníficamente interpretada- resume y eleva definitivamente la película. Lo cual está en sintonía con el objetivo de la directora, que la escribió junto a su marido, Arthur Harari, durante la pandemia: "Quería poner el foco en una pareja, donde todo es una negociación". </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cabría interpretar entonces la caída del título, no como algo físico y mortal sino como referida al fracaso de una pareja. Si aceptamos que éste es el asunto principal no es extraño que su desarrollo criminal-judicial esté un tanto fuera de foco.</div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsTVIR1p98lxyDx4skWriDso7hc4AODh7FgGN2zxtSgnI_K5ejBJ-lNRuBHGlByM6_jljaUHFVY_q2fZDo6Qis0v0XYIm-SbCjrirUqtrRtMiTrL0QHpZ6KCZFU36bEuFjOh6Fm7iFHp72Qj9YX2iItktLKW75wRYLe1Cb6TUA5pe3jvT43C3BXvWb5Xc/s1200/caida,%20pareja.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="880" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsTVIR1p98lxyDx4skWriDso7hc4AODh7FgGN2zxtSgnI_K5ejBJ-lNRuBHGlByM6_jljaUHFVY_q2fZDo6Qis0v0XYIm-SbCjrirUqtrRtMiTrL0QHpZ6KCZFU36bEuFjOh6Fm7iFHp72Qj9YX2iItktLKW75wRYLe1Cb6TUA5pe3jvT43C3BXvWb5Xc/w470-h640/caida,%20pareja.jpg" width="470" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">No quiero terminar sin subrayar la portentosa actuación de <b><span style="color: #04ff00;">Sandra Hüller</span></b>, muy medida y llena de sutileza. En cada escena logra el punto exacto de intensidad y emoción, tanto cuando se trata de una declaración judicial, como en las broncas matrimoniales o en las confidencias con su hijo. Parece el despegue definitivo de la carrera de esta actriz alemana que en la presente temporada nos ofrece un doblete extraordinario, ya que también interpreta a la esposa de un comandante de Auschwitz en la sobrecogedora <a href="https://hipertextual.com/2024/01/la-zona-de-interes-critica" target="_blank"><span style="color: #e69138;">La zona de interés</span></a>, de Jonathan Glazer.</div></span>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-15546932706049402162024-01-21T08:06:00.001-08:002024-01-22T07:29:03.814-08:00LA TORRE del HOMENAJE - de Jennifer Egan<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeAu9aI83ktzlr2ks2kXC0bzPx6769wCb3gP3k1oODaf5CLIGKe0lh38u8UdWQgyM3X3bwHw_HUIswlv_JRt5Dfkvo7LSzLbV2quRNbAYR9iYFWrvhEvZ1TtwSOEEmlgtT9_ltXGTFRDzyvzuHffluUURNWvtpURnCxkFMr2FxIFPtAG3T0VB32d01c6U/s2622/egan,%20torre.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2622" data-original-width="1720" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeAu9aI83ktzlr2ks2kXC0bzPx6769wCb3gP3k1oODaf5CLIGKe0lh38u8UdWQgyM3X3bwHw_HUIswlv_JRt5Dfkvo7LSzLbV2quRNbAYR9iYFWrvhEvZ1TtwSOEEmlgtT9_ltXGTFRDzyvzuHffluUURNWvtpURnCxkFMr2FxIFPtAG3T0VB32d01c6U/w420-h640/egan,%20torre.jpg" width="420" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;">Esto va de búsqueda de redención y de cómo encontrar nuestro lugar en el mundo, pero envuelto en una ficción realmente entretenida. Por momentos la aventura tiene ribetes góticos, dado que una parte importante de la novela se desarrolla en un misterioso castillo; pero la autora fía la potencia del libro a unos personajes con una buena ración de traumas y una estructura narrativa en la que se acumulan las historias, los puntos de vista y los transvases entre realidad y ficción de una forma muy gozosa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La novela tiene una estructura doble. En la historia principal Danny nos cuenta su llegada a un castillo en un lugar perdido de Polonia. Su primo Howard le ha llamado para que se incorpore a un difuso proyecto de convertir el castillo en una especie de hotel /retiro espiritual donde la gente se reconcilie consigo misma. A los pocos capítulos Danny nos confiesa que prácticamente ha tenido que huir de Nueva York por un problema con la justicia y que, de niños, consideraba a su primo un bicho raro y le hizo una jugarreta, abandonarlo en una gruta en la que permaneció tres días. En esta situación Danny nos arrastra hacia su propia neurastenia, provocada por encontrarse en un lugar sin wi-fi -cosa que le agobia- y con la mosca detrás de la oreja por si su primo todavía busca vengarse.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero en el capítulo 6 se nos revela que la historia de Danny se la está inventando Ray desde su celda en la cárcel, ya que asiste allí a un taller de escritura creativa. La aventuras de Danny le están ayudando a liberar presión mental y a establecer una extraña relación con su profesora.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLIFJ_82gFzoIbW_7-pKmEcWGr3v99UuJkB0wL-poC91dfIwneIBrodkTw7vHeUUBEVwKC8scDDICFTnshC4spioj-u5MWyUoEDnVEMgPN6ShKWVEpfRzWPKJhXFLTgYd5QuXmydCPW7bRdVnFyGDCH-_DBAPff-nH-0t8RJZVkl5PO4SzXJCp_vSnnHg/s1024/torre.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="860" data-original-width="1024" height="538" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLIFJ_82gFzoIbW_7-pKmEcWGr3v99UuJkB0wL-poC91dfIwneIBrodkTw7vHeUUBEVwKC8scDDICFTnshC4spioj-u5MWyUoEDnVEMgPN6ShKWVEpfRzWPKJhXFLTgYd5QuXmydCPW7bRdVnFyGDCH-_DBAPff-nH-0t8RJZVkl5PO4SzXJCp_vSnnHg/w640-h538/torre.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estas dos líneas narrativas se van entrelazando de tal modo que por momentos nos asalta la duda de lo que es real o imaginario. Agudizado todo ello por el paralelismo que se da entre situaciones y personajes. Danny es un trasunto neurótico de Ray y ambos están marcados por una mujer. Para Danny no existen nadie más que Martha, ella es su ancla en la realidad, el tesoro que guarda en su particular torre del homenaje. Mientras que el sostén de Ray es Holly, su profesora. Este juego de reflejos y vasos comunicantes entre las dos líneas tiene su punto culminante en una secuencia mágica que comienza en un túnel del castillo y desemboca asombrosamente en la celda donde está Ray.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La novela es sumamente entretenida y extrañamente fascinante; pero me parece que la autora ha reunido sus brillantes materiales sin haber elegido del todo un objetivo final. Egan demuestra una vigorosa inventiva y sabe seducir tanto por lo que cuenta como por cómo lo cuenta. S</span>u mezcla de neogótico con metaliteratura y neuras del siglo XXI es muy estimulante... <span style="font-size: large;">pero algunos capítulos resultan insustanciales, como la caída de Danny desde una ventana que lleva a Howard a despertarlo cada dos horas para que no caiga en un "sueño absorbente"; mientras que otros</span> caminos más cautivadores que nos descubre la autora, acaban perdidos en un limbo como pompas de jabón. Por ejemplo la historia de la anciana condesa, última de su linaje, enrocada en la torre del castillo en defensa de los derechos de su estirpe que lo habita desde el siglo XII. Primero tiene un perturbador encuentro con Danny mientras éste la ve como una joven lozana, y posteriormente logra tender una celada a Howard y todo su séquito encerrándolos en las mazmorras subterráneas... pero su historia no va a ningún lado, sólo acompaña.</div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Lo mismo ocurre con uno de los capítulos más inquietantes del libro, el de Danny huyendo neurótico del castillo para llegar al pueblo y descubrir que no puede salir de él. Verlo recorrer las calles que de modo indefectible lo devuelven a la plaza, mientras sus aldeanos lo observan enmudecidos, me provoca un grato escalofrío que me lleva hasta <b><span style="color: #04ff00;">Kafka</span></b>.</div></span><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"></span></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><span style="text-align: left;">"Howard se volvió hacia Danny. ¿Qué, empiezas a pillar la idea?</span><br style="text-align: left;" /><span style="text-align: left;">Danny: ¿Qué idea?</span><br style="text-align: left;" /><span style="text-align: left;">Sobre este sitio.</span><br style="text-align: left;" /><span style="text-align: left;">Pues... supongo que empiezo a asimilarlo, sí.</span><br style="text-align: left;" /><span style="text-align: left;">Howard: No me refiero a nada material, a los edificios, las habitaciones y todo eso, sino a la sensación. A toda la... historia que emana del subsuelo."</span></span></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0kiMlrUe6jKXiA6mOMghqd8dVuvFV73FsSO20uaruV0iTGr2X81z1yHlCORRSJA1olBBLOrtpAR2bH6VrvMjXcSfwcJKQo1YQWuh_0TVoHZ9LCaR2h7k3pZG5jcIJuqvb9yBl9_CfkuT471Kq-p6eymQNkBMpmmKv8RK3UOmQFOR8PyDfynVkchdCKg4/s507/mazmorra.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="507" data-original-width="338" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0kiMlrUe6jKXiA6mOMghqd8dVuvFV73FsSO20uaruV0iTGr2X81z1yHlCORRSJA1olBBLOrtpAR2bH6VrvMjXcSfwcJKQo1YQWuh_0TVoHZ9LCaR2h7k3pZG5jcIJuqvb9yBl9_CfkuT471Kq-p6eymQNkBMpmmKv8RK3UOmQFOR8PyDfynVkchdCKg4/w426-h640/mazmorra.jpg" width="426" /></a></div><span style="font-size: x-large; text-align: left;"></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><span style="font-size: large;"><span><span><div style="font-size: medium; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span><span>Tras alternar a los dos narradores, la historia paralela de Danny y Ray busca su culminación con un narrador nuevo, Holly. Ella es quien toma la voz en la última parte, una vez que Ray ha huido de la cárcel (tanto física como mental). Y esto es coherente puesto que Holly es un personaje tanto de la historia de Danny como de la de Ray. Ella también busca su propia redención. De niña imaginó una vida para sí a la que ni siquiera se acercó por causa de las drogas y de un matrimonio frustrante. Como se ve cada uno de l</span></span><span>os personajes debe afrontar sus propios traumas y cautiverios psicológicos.</span></span></div><div style="font-size: medium; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span>La novela, publicada en 2006, ya registra el estilo característico de Egan que ha afilado en sus novelas posteriores: gusta de utilizar estructuras narrativas poco convencionales para componer novelas polifónicas y fragmentadas en las que se acumulan </span></span><span>puntos de vista e historias dentro de historias que viajan en el espacio y el tiempo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span>Durante la primera mitad del libro la impresión es de ligereza, como de juego. Es a partir de que Ray es apuñalado en la cárcel y Holly lo visita en el hospital, cuando la trampilla cede bajo nuestros pies y todo empieza a cobrar profundidad. Ray le confiesa que mató a un amigo y por eso está preso. Holly deja entrever que su vida tampoco ha sido un camino de rosas. Traspasamos la cortina del juego y poco a poco penetramos en el drama que se escondían tras las historias. </span></div><div><span><br /></span></div><div style="font-size: medium;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJYmuIZsrgzXXG_H-JPtyeU_Ib86NlXw0GhAIJP3jAhHrilCvyGSL-bD_Usd7F3pYvHgUrgsiUUSogI2EOa02n1Kx38WfCe3K1hN6KxUoxyZJEMrv1H3qXoiF4SECqEQK3O1bI1lo4XcmAqNc1lwc_759dqYs3wk7MqcJyxCT3SHE7Q7170vHZ-bHJKsw/s677/36398646573_fd89c40ae0b0_b.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="677" data-original-width="639" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJYmuIZsrgzXXG_H-JPtyeU_Ib86NlXw0GhAIJP3jAhHrilCvyGSL-bD_Usd7F3pYvHgUrgsiUUSogI2EOa02n1Kx38WfCe3K1hN6KxUoxyZJEMrv1H3qXoiF4SECqEQK3O1bI1lo4XcmAqNc1lwc_759dqYs3wk7MqcJyxCT3SHE7Q7170vHZ-bHJKsw/w604-h640/36398646573_fd89c40ae0b0_b.jpg" width="604" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></span></div></span></span></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Para mí, curiosamente, el personaje ficticio de Danny acaba siendo el personaje principal. Aquí tenemos a un tipo complejo y neurótico cuya personalidad permea toda la novela. Danny percibe su vida como una marejada permanente. Es una especie de hipster, adicto a la conexión wi-fi y a los teléfonos, hasta el punto de evitar los lugares carentes de wi-fi. De hecho aparece en el castillo portando su propia antena parabólica.</div></span><span style="font-size: large;"><span><span><blockquote style="font-size: medium; text-align: left;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Danny no tenía ni idea de qué esperaba. Lo único que sabía era que vivía poco más o menos que en un estado de expectación constante, pendiente de algo que iba a suceder cualquier día, en cualquier momento, y que lo cambiaría todo, que pondría el mundo patas arriba y colocaría la vida de Danny bajo un nuevo prisma, convertida en una historia de éxito absoluto, pues cada paso y cada viraje, cada traspié y cada cagada lo habrían conducido hasta allí.</span></blockquote></span></span></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Su vida se rige por dos palabras clave: <i>Altus</i> y <i>Anaconda</i>. La primera tiene que ver con dominar la situación, "<i>estar en el ajo</i>". Para él disponer de información, saber lo que se cuece entre el personal otorga poder.</div></span><span style="font-size: large;"><span><span><blockquote style="font-size: medium; text-align: left;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"conceptos como «perspectiva», «visión», «conocimiento» o «sabiduría» eran o demasiado profundos o demasiado superficiales. Así pues, Danny y sus amigos se habían inventado un nombre: <i>Altus</i>. El verdadero <i>altus</i> operaba en dos sentidos: veías pero al mismo tiempo te veían, conocías y te conocían. Era un reconocimiento de doble sentido."</span></blockquote></span></span></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">La segunda palabra define la angustia que se te cuela por los intersticios cuando no controlas la situación, cuando tu necesidad de comunicación se encuentra con el vacío, cuando dejas de sentirte parte del mundo y sientes la amenaza de ser invisible: "así era como entraba la anaconda".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><span><span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh2bJ1ZPbkJ_C-ac5GVug1hmmrhe1l2SI9684XJxQV46oPoW1Dx8nZaY__MZvEF1xMJNpIWzdlbyR1XXt5Kn45UNY80AplLsB8sLB5feEz5fAfAPe9C46fJqxJiulF-Hm_GMWNYykVhL1ojnkoOLm49M-aaECltExJEPZdRSMMdtnEppWYEPHdSQhcjWs/s464/sombras.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="464" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh2bJ1ZPbkJ_C-ac5GVug1hmmrhe1l2SI9684XJxQV46oPoW1Dx8nZaY__MZvEF1xMJNpIWzdlbyR1XXt5Kn45UNY80AplLsB8sLB5feEz5fAfAPe9C46fJqxJiulF-Hm_GMWNYykVhL1ojnkoOLm49M-aaECltExJEPZdRSMMdtnEppWYEPHdSQhcjWs/s16000/sombras.jpg" /></a></div><div><br /></div></span></span></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Ese ansia tan contemporánea de hiperconexión y "<i>estar en la conversación</i>" que domina a Danny le acaba provocando un sentimiento paradójico ya que en ningún lugar se siente plenamente en casa: "<i>Estar en un sitio pero no por completo: eso era lo que hacía que Danny se sintiera en casa</i>". Aunque esta hiperconexión, tan actual y virtual, nos es más que una entelequia para Howard.</div></span></div><div><span style="text-align: left;"><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">«Howard se le acercó y, en voz baja, como si estuviera confesándole un secreto, dijo: No hay nunca nadie, Danny. Estás solo. Esa es la verdad».<br />«¿Se puede saber qué te dan las máquinas? Sombras, voces incorpóreas. Palabras escritas y fotos si estás conectado a Internet. Nada más, Danny. Crees que estás rodeado de personas, pero en realidad te las inventas».</span></blockquote></span></div><div><span style="font-size: large;">Finalmente, yo creo que hay un asunto que recorre el subsuelo de esta novela. Una loa a la imaginación. Se puede decir que la novela se origina en un hecho que resulta trascendental tanto para Danny como para Ray, cuando Holly les abre la "puerta" de la mente. </span></div><div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Así pues, cuando Danny divisó finalmente una luz en el sótano del castillo y se dio cuenta de que era una puerta cerrada bordeada por un halo luminoso, cuando notó que algo le estallaba en el pecho y se acercó a la puerta, la empujó y de pronto se encontró ante una escalera curva con una lámpara encendida, sé perfectamente cómo se sintió. No porque yo sea Danny, ni porque él sea yo, ni por ninguna de esas mierdas: esto son solo cosas que alguien me contó. Lo sé porque cuando Holly mencionó lo de que tenemos una puerta en la cabeza, me sucedió algo. La puerta no era real, no existía, solo era «lenguaje figurado». No era más que una palabra, vamos. Un sonido. «Puerta.» Pero yo la abrí y la atravesé."</span></blockquote></div><div><span style="font-size: large;">Esa puerta le permitió a Danny llegar hasta el castillo y a Ray concebir toda la historia en la que, por cierto, el primo Howard aparece como un adalid de la imaginación. </span></div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Howard: ¡La imaginación! A mí me salvó la vida. Yo era un niño gordo, adoptado, sin demasiados amigos. Pero me las apañé. Dentro de la cabeza tenía una vida que no guardaba ninguna relación con la vida que llevaba. ¿Y qué me dices de la gente de la época medieval? Se pasaban la vida entera en un pueblucho de mala muerte, sus hijos pillaban un catarro y se morían, y para cuando cumplían los treinta no les quedaban más que tres dientes sanos. La gente tenía que hacer algo para distraerse un poco; si no, sucumbían a la miseria y al aburrimiento. Por eso Jesús los acompañaba durante la cena. Había brujas y duendes escondidos en los rincones. La gente miraba al cielo y veía ángeles. Y mi idea…, mi, mi… plan, mi…<br />Mick: Misión. Lo dijo sin dejar de restregar el suelo por un solo instante.<br />Mi misión consiste en recuperar parte de todo eso, que quienes vengan se conviertan en turistas de su propia imaginación. Y, por favor, no digas «como en Disneylandia», porque se trata justamente de lo contrario.<br />Danny: No lo iba a decir.<br />Howard: La gente está aburrida. ¡Está muerta! Ve a un centro comercial y fíjate en sus caras. Yo lo hice durante años: los fines de semana iba a los centros comerciales y me dedicaba a estudiar a la gente, en busca de una respuesta. ¿Qué les falta? ¿Qué necesitan? ¿Cuál es el siguiente paso? Y de repente lo supe: la imaginación. Hemos perdido la capacidad de inventar cosas. Hemos dejado esa tarea en manos de la industria del ocio; lo único que hacemos es esperar sentados, babeando."</span></blockquote><div><span style="font-size: large;">Pues eso. </span></div><div><span style="font-size: large;">Yo también quiero ver ángeles. </span></div></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-1531121117384867912024-01-21T08:06:00.000-08:002024-01-23T11:09:34.681-08:00JENNIFER EGAN, Novelista<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7WtOoXZpEsfyc090XHd02g9HyOnVWWSRLpTGfoOxWaew6Rm_zfNs7R-IK1bXEDnCTGkHPYmzAl-tPSfHcyd9plPraerPnaT960fnwz5OSX-mfRsXFCAkGpBRtwYLGjf4m_WRRIesU0eA5kHcbTQs3-HZ8jd0EWQHvGHmIXDn2Zlri4uc4GByswcU1MWw/s2048/J.%20EGAN.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="427" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7WtOoXZpEsfyc090XHd02g9HyOnVWWSRLpTGfoOxWaew6Rm_zfNs7R-IK1bXEDnCTGkHPYmzAl-tPSfHcyd9plPraerPnaT960fnwz5OSX-mfRsXFCAkGpBRtwYLGjf4m_WRRIesU0eA5kHcbTQs3-HZ8jd0EWQHvGHmIXDn2Zlri4uc4GByswcU1MWw/w640-h427/J.%20EGAN.jpg" width="640" /></a></div><br /><p><br /></p><p> <span style="font-size: large;"><b><span style="color: #04ff00;">Jennifer Egan</span></b> (1962) nació en Chicago y creció en San Francisco. Es una de las escritoras más reconocidas de la literatura estadounidense actual. Ha publicado una recopilación de cuentos y seis novelas, entre las que destacan <i><a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2024/01/la-torre-del-homenaje-de-jennifer-egan.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">La Torre del Homenaje</span></a></i> (The Keep), <i>Manhattan Beach, El tiempo es un canalla</i> y <i>La casa de caramelo</i>. Sus relatos y artículos aparecen en medios como The New Yorker, Harper's Magazine o Granta.</span></p><p><span style="font-size: large;">Egan estudió literatura inglesa en la Universidad de Pensilvania. Mientras era estudiante, fue novia de Steve Jobs en la época en que estaba diseñando la mítica computadora Macintosh. Tras graduarse, pasó dos años en el St John's College, Cambridge, donde se doctoró. Se asentó en Nueva York en 1987, donde compatibilizó sus intentos de convertirse en escritora con distintos trabajos, como camarera y empleada de un servicio de catering.<br /><br />Publicó su primera novela, <i>Invisible Circus</i>, en 1995, pero su primer gran éxito le llegó con su cuarta novela "<i>El tiempo es un canalla</i>" (A visit from the Goon Squad). El libro ganó el Premio Pulitzer en 2011 y fue señalado por la revista Time como uno de los mejores de la década. </span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK_QALfzRng1H62DEkWxoWzA6cCk0KZ1_E7D_6_RyRGvKjelRuVltTWELDMCjgz6hLosZ-9sUpiEol6tCtLROCld5QM67yZYckgWsMzw04xwbyeDLigWbag3YIAS7yo0bt_Dbnoq5NcOSkXCyXc14bYZDcECebjmRd70USJLEOmGn7UnfmfRda6UBpAXs/s1801/tiempo%20canalla.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1801" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK_QALfzRng1H62DEkWxoWzA6cCk0KZ1_E7D_6_RyRGvKjelRuVltTWELDMCjgz6hLosZ-9sUpiEol6tCtLROCld5QM67yZYckgWsMzw04xwbyeDLigWbag3YIAS7yo0bt_Dbnoq5NcOSkXCyXc14bYZDcECebjmRd70USJLEOmGn7UnfmfRda6UBpAXs/w266-h400/tiempo%20canalla.jpg" width="266" /></a></div><span style="font-size: large;"><i><u>El Tiempo es un canalla</u></i>.- </span><div><span style="font-size: large;">Se trata de </span><span style="font-size: large;">una novela postmoderna centrada en el declive de la industria de la música estadounidense desde los años sesenta hasta hoy. Todo un </span><span style="font-size: large;">retrato tragicómico y nostálgico </span><span style="font-size: large;">compuesto por trece historias interconectadas que giran alrededor de la vida de Bennie Salazar, antiguo rockero punk envejecido, transformado ahora en ejecutivo discográfico y Sasha, su apasionada y problemática asistente. </span><span style="font-size: large;">Con la música palpitando en cada página, Egan muestra los efectos del tiempo y la tecnología en las personas, así como las transformaciones que provocan en nuestras vidas. </span><span style="font-size: large;">Una historia generacional que aborda desde la contracultura de San Francisco en los años sesenta hasta el hastío de los noventa y la incertidumbre posterior al 11S.</span><p></p><p><span style="font-size: large;">La novela es </span><span style="font-size: large;">polifónica y fragmentaria y presenta una variopinta red de personajes a través de los cuales traza un lúcido retrato de la era digital. Las técnicas narrativas de Egan siempre resultan novedosas y en este caso fue muy comentado el capítulo que se presenta formateado como una presentación de Powerpoint. También resulta inquietante el relato final, que reúne a </span><span style="font-size: large;">algunos de los protagonistas de los capítulos precedentes y nos presenta un futuro alarmante e hipertecnificado donde los bebés son los principales clientes de las discográficas.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQcX-xvl2Po-TFNogeBrOu5SWUERCEZZ7y8Wht_UrpZMjt0xMe-T-lhnAQO9UxPG4hVsvgrlpYpKYNwASnTfHYXKs7rxTWJbMls6IEk_Yqd6BluFXwVsw9IZGp3YDX0nqb9FBMAZVJuf4ol9RMMtLl3fTTwsd50VT9vf3_iDTu6Y7Bp_-7zYN9YjDQlUU/s3211/casa%20caramelo.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3211" data-original-width="2000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQcX-xvl2Po-TFNogeBrOu5SWUERCEZZ7y8Wht_UrpZMjt0xMe-T-lhnAQO9UxPG4hVsvgrlpYpKYNwASnTfHYXKs7rxTWJbMls6IEk_Yqd6BluFXwVsw9IZGp3YDX0nqb9FBMAZVJuf4ol9RMMtLl3fTTwsd50VT9vf3_iDTu6Y7Bp_-7zYN9YjDQlUU/w249-h400/casa%20caramelo.jpg" width="249" /></a></div><span style="font-size: large;">En 2022 apareció una especie de secuela, <i><u>La Casa de Caramelo</u></i> (Candy House) donde Egan rescata algunos de los personajes de <i>El tiempo es un canalla</i>, pero sobre todo permanece fiel a ese peculiar estilo suyo, poliédrico y fragmentario, mientras retoma su exploración desencantada del mundo digital y de redes sociales.<br />Con una asombrosa variedad de recursos narrativos, Egan nos cuenta la historia de diversos personajes que buscan una conexión real en un mundo cada vez más digitalizado e hiperconectado.<br /><br />Nueva York, 2010, Bix Bouton es un empresario en horas bajas que da con la tecla para reactivar su carrera al patentar una aplicación capaz de acceder a todos nuestros recuerdos, compartirlos, cederlos y externalizar nuestra memoria. La trama se desarrolla desde los años sesenta hasta 2035 y según <a href="https://elpais.com/babelia/2023-10-04/la-casa-de-caramelo-una-tela-de-arana-tejida-en-torno-a-una-aplicacion-para-compartir-recuerdos.html"><span style="color: #e69138;">Carlos Zanón</span></a> "Egan tiene el acierto de que esa excusa argumental sea solo la puerta de entrada y de salida al laberinto. Sin aviso, pero tampoco bruscamente, dejamos a Bix y pasamos a entrar por el centenar de otras puertas que nos llevan a trozos de historias de personajes muchos de ellos enlazados entre sí. Como si la novela albergara un montón de cuentos realistas —amén de algunos con los que corre severos riesgos formales—, la narrativa de la norteamericana no nos deja de la mano, interesándonos peripecias y criaturas —con independencia de su sexo, edad, situación—, creando una red de araña de seres escritos que parecen estar vivos, casi levantándose del papel."</span><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3wwSz0MH5981AZKHX7ndfYnjDBB27EPJXC-O-4zvb2fh0yo2cmdIHLhALncqYbbTAapGTjQEUaHp-5dChD1BK7RQtmmN6HcRP6HaNHC7BGfJ7kFnmYB8pKVWFQ6iCjP7yEAAB9cxJ0bEDaQiogwRA8cc7mxYAvINzbyxwh6l8zXzyGeKoxW5HfN9VBHE/s1000/manhattan%20beach.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="663" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3wwSz0MH5981AZKHX7ndfYnjDBB27EPJXC-O-4zvb2fh0yo2cmdIHLhALncqYbbTAapGTjQEUaHp-5dChD1BK7RQtmmN6HcRP6HaNHC7BGfJ7kFnmYB8pKVWFQ6iCjP7yEAAB9cxJ0bEDaQiogwRA8cc7mxYAvINzbyxwh6l8zXzyGeKoxW5HfN9VBHE/w265-h400/manhattan%20beach.jpg" width="265" /></a></div><span style="font-size: large;"><u><i>Manhattan Beach</i> </u>(2017) se publicó entre medias de las dos novelas comentadas y en ella la autora varió el registro, entregando una novela histórica convencional que sigue la vida de una familia en Brooklyn durante y después de la Depresión. Ambientada durante la Segunda Guerra Mundial sigue a la intrépida Anna Kerrigan, una de las primeras buceadoras del ejército, mientras explora la desaparición de su padre, un ex hombre de bolsa del hampa, en cuya indagación acabará enredada con un gángster carismático. <br />Con un fondo de intriga y un gran ritmo la autora nos sorprende con una historia en la que, de la mano de Dexter y Anna, visitamos desde los clubs nocturnos de Manhattan hasta los antros del Bronx pasando por las mansiones de Long Island; todo un universo plagado de criminales, marineros, banqueros aristocráticos y sindicalistas.<br />Según sus propias declaraciones la escritura de este libro le proporcionó un enorme placer relacionado con la profunda labor de investigación que tuvo que realizar para reconstruir la intrahistoria de Nueva York. Esa tarea incluyó la lectura de clásicos como <a href="https://laantiguabiblos.blogspot.com/2016/01/llamalo-sueno-henry-roth.html"><i><span style="color: #e69138;">Llámalo sueño</span></i></a>, de <b><span style="color: #04ff00;">Henry Roth</span></b> y <a href="https://www.revistadelibros.com/bajos-fondos-una-mitologia-de-nueva-york-de-luc-sante/"><i><span style="color: #e69138;">Bajos fondos</span></i></a>, de <b><span style="color: #04ff00;">Luc Sante</span></b>; además de libros técnicos como manuales de navegación de los años 40.</span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-7030238530564995872024-01-14T11:31:00.000-08:002024-01-14T11:31:29.435-08:00EL CIELO en LA CABEZA - De Antonio Altarriba y Sergio García<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisUccjErkeNrXfgoRWEJfbyNiUROGqkZaip_4dhhuNVs8vMxDuciPBHJZcmlHmfFWC1uw8Ij3Ln21si5gPy8U-GIM7gJFYpmTeACRMNwoPq0VpIbjdnPqbgyH9rridWPMRNzJjx5V7ScdLosV3-K-F6fDEOHvciaPBOZM-Mo1NkIzNiGA1MWD9LrL3u_Q/s1200/El%20cielo%20en%20la%20cabeza.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="940" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisUccjErkeNrXfgoRWEJfbyNiUROGqkZaip_4dhhuNVs8vMxDuciPBHJZcmlHmfFWC1uw8Ij3Ln21si5gPy8U-GIM7gJFYpmTeACRMNwoPq0VpIbjdnPqbgyH9rridWPMRNzJjx5V7ScdLosV3-K-F6fDEOHvciaPBOZM-Mo1NkIzNiGA1MWD9LrL3u_Q/w502-h640/El%20cielo%20en%20la%20cabeza.jpg" width="502" /></a></div></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">En una época en que la xenofobia extiende sus negras alas por Europa y América de la mano de una rampante ultraderecha, el autor Antonio Altarriba pretende poner rostro a esas figuras que muchas veces aparecen borrosas y hacinadas en las pateras que surcan el Mediterráneo camino de Europa.</span></div><div style="text-align: justify;"><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">“Tenía que hablar sobre esa explotación sistemática y esclavizada de los nuevos minerales preciosos de nuestra época electrónica y de la permanencia, ya prácticamente endémica, de la guerra. Una situación de guerra latente que favorece la explotación ilegal de niños en ese tipo de minas y la financiación de las guerrillas por parte de algunas grandes corporaciones internacionales que se benefician luego de las exportaciones ilegales”.</span></blockquote></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><i>El cielo en la cabeza</i> es una expresión muy conocida en Francia que queda perfectamente reflejada en la magnífica portada de esta novela gráfica: La cabeza de perfil del niño protagonista mira a la lejana Europa mientras una constelación de estrellas ocupa el lugar del cabello en su cabeza. Un protagonista que, tras comprobar que no tiene futuro en África, iniciará su particular odisea hacia Europa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La escena inicial ya es tremenda. República Democrática del Congo, primer cuarto del siglo XXI. Nivek, de doce años, sobrevive en una mina ilegal de coltán bajo el yugo de una milicia despiadada cuando, de pronto, queda atrapado en sus exiguos túneles. Finalmente es salvado por otro niño, pero no hay motivo de alegría. Sus vidas valen menos que el tiempo que han perdido en la extracción del mineral, por lo que unos guardias pretenden matar al amigo que lo ayudó. En el enfrentamiento, Nivek mata a uno de ellos y esto le habría supuesto la muerte si el líder de la milicia no hubiera valorado su acción como la de un meritorio recluta. De modo que Nivek se alista para salvar su vida y se convierte en <i>kadogo,</i> un niño soldado que, debidamente drogado, se convertirá en una máquina de matar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgIBU3N3ci09XjQzvmCp84qiHuZVXPDzFYWu5YuM61wI-h-5NgLs3w4_9FnXcRe-P23CKUUKuMUBCttdmbJJPl_alZdMtZrnUmLewM7Wp-D0ZYI-PYLQHrmaDM3WXH447HnyFqvX3vv4E9m7K5mxH1BFcFeZitONaJPwtnVyzH5Oap7_HkD0zMvbZKREI/s1920/p%C3%A1gina%20de%20El%20cielo%20en%20la%20cabeza.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1486" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgIBU3N3ci09XjQzvmCp84qiHuZVXPDzFYWu5YuM61wI-h-5NgLs3w4_9FnXcRe-P23CKUUKuMUBCttdmbJJPl_alZdMtZrnUmLewM7Wp-D0ZYI-PYLQHrmaDM3WXH447HnyFqvX3vv4E9m7K5mxH1BFcFeZitONaJPwtnVyzH5Oap7_HkD0zMvbZKREI/w496-h640/p%C3%A1gina%20de%20El%20cielo%20en%20la%20cabeza.jpg" width="496" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así es el comienzo de esta historia tan terrible como conmovedora. Como soldado la situación de Nivek apenas mejora, simplemente puede comer hasta saciarse; por lo que no tarda en darse cuenta de que no es más que un peón desechable en un juego que no controla. De este modo el adolescente decide iniciar un arriesgado periplo que le conducirá, a través de siete etapas y otros tantos encuentros, hasta la Europa mítica e inexpugnable de sus sueños, de la que apenas sabe que está en el Norte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para Nivek cruzar primero la selva, luego el desierto hasta la costa de Libia y llegar al mortífero Mediterráneo, supondrá todo un viaje iniciático que le hará atravesar diversos infiernos (robo, engaño, esclavitud), pero también llegar a lo más profundo de sí mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La historia no es nada complaciente. La realidad que describe es aterradora pero no por eso menos verídica. La historia de Nivek ilustra la realidad de esos migrantes que llaman a las puertas de una Europa muchas veces sorda. Sin embargo la obra resulta de una belleza impresionante, lo cual no hace sino resaltar la terrible paradoja de esta África actual, donde la belleza convive con el horror y los momentos de gracia con los de absoluta barbarie. Esta misma paradoja expresa el cómic, de aspecto colorido y vital a la vez que muchas de sus escenas nos revuelven el estómago y la conciencia moral.</div></span><div><span style="font-size: large;"><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyklmPahRG9wwZdgN9jafTq1aIedj0cszvLYlwmlUsA8fIraM6dtoiQvn49CGTAKiBZYxGwklswgBTVKCAngu5ByafIbGgsLzujbZXkO44ca-5MrT0a3Fs2DaHn6bWw5ho_f3kgKgMv-rNtN53grOnXYaPXk8fxxVVy322Zcv9bH8eQ3pigCG12XviZcA/s1134/El-cielo-en-la-cabeza-.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="735" data-original-width="1134" height="414" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyklmPahRG9wwZdgN9jafTq1aIedj0cszvLYlwmlUsA8fIraM6dtoiQvn49CGTAKiBZYxGwklswgBTVKCAngu5ByafIbGgsLzujbZXkO44ca-5MrT0a3Fs2DaHn6bWw5ho_f3kgKgMv-rNtN53grOnXYaPXk8fxxVVy322Zcv9bH8eQ3pigCG12XviZcA/w640-h414/El-cielo-en-la-cabeza-.jpeg" width="640" /></a></div><br /><div><br /></div><div><br /></div></span><br /><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span><i>El cielo en la cabeza</i> es un puñetazo en el estómago del complaciente Occidente. Su historia es capaz de provocar desazón y angustia a base de poner rostro y veracidad a esos seres anónimos que muchas veces mueren llamando a sus puertas. </span><span>La parábola que ha elaborado Altarriba habla de la codicia y de la relación abusiva de Occidente para con África.</span><span> </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span>En sus páginas contrasta la brutalidad con el realismo mágico. </span><span>El propio autor asegura que la historia “tiene mucha crueldad, mucha violencia, pero también hay otros registros como el amor, la amistad, la magia… y unos paisajes africanos bellísimos por los que transcurre la historia". </span></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El tono de la narración es muy africano, traspasado de animismo y hechicería. Tras la barbarie inicial del niño soldado la obra se adentra en dos relatos más oníricos, quizás ejemplos y tradiciones de donde extraer el aprendizaje: la chica que debe escoger marido entre los cazadores de la tribu y el curandero que debe sanar a un rey moribundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7-TFvZJIr3bgngi5i1N1spg3cTpZqvNXP1iYdInesOEETzTy29xKgaxKz9TOgneZEUWprzYtrWYBF4DvdGRecsLzhSH-yq_KeRYoFpub1AwkOkradYviZwsp34LaeuXH84oA2OKIPR1d1ww4eYBO7xBMqhJNK-1rX4ZMUv2pT1BhESBRM-PRetMi6Iis/s535/SG-El-cielo-en-la-cabeza.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="415" data-original-width="535" height="496" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7-TFvZJIr3bgngi5i1N1spg3cTpZqvNXP1iYdInesOEETzTy29xKgaxKz9TOgneZEUWprzYtrWYBF4DvdGRecsLzhSH-yq_KeRYoFpub1AwkOkradYviZwsp34LaeuXH84oA2OKIPR1d1ww4eYBO7xBMqhJNK-1rX4ZMUv2pT1BhESBRM-PRetMi6Iis/w640-h496/SG-El-cielo-en-la-cabeza.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo lo que le sucede a Nivek es un corolario de situaciones que Altarriba ha documentado con el asesoramiento de expertos que conocen el terreno: como Idoia Moreno de la <a href="https://jambocongoblog.wordpress.com/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">ONG Jambo Congo</span></a>* o el doctor <b><span style="color: #04ff00;">Denis Mukwege</span></b>, Premio Nobel de la Paz en 2018, al que está dedicada esta novela gráfica.</div></span><span><div style="text-align: justify;"><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">“nuestro cómic se basa en los testimonios de esos chicos, que ha recopilado esta ONG. También nos han facilitado todos los datos sobre esos ritos de iniciación de los niños soldado o sobre los cientos de monarquías que sobreviven en África y que, aunque no tienen un reconocimiento administrativo oficial, si que siguen ejerciendo una gran influencia”.</span></blockquote></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">La dedicatoria de Mukwege -autor del libro "<i>La fuerza de las mujeres</i>"- viene determinada por su defensa de las otras grandes víctimas de esta situación en el Congo, las mujeres; ya que se sigue usando la violación, la tortura y el asesinato de las mujeres como arma de guerra en el Congo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por su parte el ilustrador <b><span style="color: #04ff00;">Sergio García</span></b> saca un enorme partido de ese tono animista del relato que le ayuda a experimentar con los elementos visuales mientras refuerza las ideas de magia y viaje. Lo que nos ofrece es un abigarrado mundo de ritos y peligros. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYF4mQOo-9xzt2Iqk5JSTG3kBw6ax79Mw-6k5qXDagoXJNc-v3rYqDkDjH08M4Fy-ffWJsYtuUi-rpSHSJFcmf1XlS7bvug2mHk8N-v6wC92Ujnu_lxDQK9-GDkLwy4u0mx0WJeZf8vezlWlwxYAVZEdXdo-GmVFrnzgHMsYHV37gbfUPfqboXbk8ZscQ/s1290/SG-Le-ciel-dans-la-tete-pag071-DenoelZN.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1290" data-original-width="1000" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYF4mQOo-9xzt2Iqk5JSTG3kBw6ax79Mw-6k5qXDagoXJNc-v3rYqDkDjH08M4Fy-ffWJsYtuUi-rpSHSJFcmf1XlS7bvug2mHk8N-v6wC92Ujnu_lxDQK9-GDkLwy4u0mx0WJeZf8vezlWlwxYAVZEdXdo-GmVFrnzgHMsYHV37gbfUPfqboXbk8ZscQ/w496-h640/SG-Le-ciel-dans-la-tete-pag071-DenoelZN.jpg" width="496" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace pocas semanas la crítica especializada francesa incluyó este álbum entre los 15 mejores títulos de 2023. Merecidamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div><br /></div><div><span style="font-size: medium;">👉</span><b><span style="color: #fcff01;">___________________________________________________________________________</span></b></div><div><span style="font-size: medium;">* <span style="text-align: justify;">Antonio Altarriba (Zaragoza, 1952), Premio Nacional de Cómic, comenta que la historia “surgió de un encuentro casual, en unos premios, con Idoia Moreno de Jambo Congo, una ONG que tiene instalaciones en el Congo. Con solo oírla hablar tres minutos sobre la situación de los niños allí supe que tenía que contar esta historia, porque me quedé totalmente impresionado”. </span></span></div><div><span style="font-size: medium;"><span style="text-align: justify;">La </span></span><a href="https://jambocongoblog.wordpress.com/" style="font-size: large;" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Asociación Jambo Congo</span></a><span style="font-size: medium;"><span style="text-align: justify;"> acaba de abrir un pequeño centro de salud en Kakutya, en el interior de la selva congoleña, que ofrecerá asistencia sanitaria a más de 120.000 habitantes que no cuentan con ningún médico. Además asisten los partos de mujeres embarazadas y buscan la reinserción de los niños soldado que, con 12 o 14 años se han acostumbrado a matar, que se toman la violencia como un juego infantil y que son muy difíciles de recuperar. Pero esta ONG lo intenta con sesiones de terapia, talleres de albañilería, etc.</span></span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-44640967590824484162024-01-03T12:19:00.000-08:002024-01-03T15:25:33.367-08:00EL MISTERIO DE SOÑAR - de Víctor Hugo<div style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYrM7sc6QpHKvocSApaiaxjfRo1hTxaoinAZ1kJ7T6eoweatWkVnCMEQCCfUPU_6FUh2CRhbzE_fB4EuoAOFCSgEepH5nAoJMcilVuDEEehD6M2ks9KqBKLpiDwqLfGMRPuN6Byt7_WHF9E3kq46lU_Icyt9r5P5ZKJq7WBeLDwBkJgRs5zzUwkuzlcXY/s1024/Remedios_varo_1_renacer-592x1024.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="592" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYrM7sc6QpHKvocSApaiaxjfRo1hTxaoinAZ1kJ7T6eoweatWkVnCMEQCCfUPU_6FUh2CRhbzE_fB4EuoAOFCSgEepH5nAoJMcilVuDEEehD6M2ks9KqBKLpiDwqLfGMRPuN6Byt7_WHF9E3kq46lU_Icyt9r5P5ZKJq7WBeLDwBkJgRs5zzUwkuzlcXY/w370-h640/Remedios_varo_1_renacer-592x1024.jpg" width="370" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Remedios Varo, "Renacer" </td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><blockquote>La ensoñación, que es al pensamiento lo que la nebulosa a la estrella, bordea el sueño y se refiere a él como a su frontera. Una atmósfera habitada por transparencias vivas: allí está el comienzo de lo desconocido. Pero más allá se abre lo Posible, inmenso. Otros seres, otros hechos, están allí. Nada sobrenatural, sólo la continuación oculta de la naturaleza infinita... El dormir está en contacto con lo Posible, que también llamamos lo improbable. El mundo de la noche es un mundo. La noche, como noche, es un universo... Las obscuras cosas del mundo desconocido se vuelven vecinas del hombre, sea por verdadera comunicación o por una ampliación visionaria de las distancias del abismo... y el que duerme, sin ver del todo, no del todo inconsciente, vislumbra extrañas animalidades, raras vegetaciones, palideces terribles o radiantes, fantasmas, máscaras, figuras, hidras, confusiones, claros de Luna sin Luna, obscuras destrucciones de milagros, crecimientos y desapariciones dentro de una lóbrega profundidad, formas que flotan en la sombra, todo el misterio al que denominamos Soñar, y que no es otra cosa que el acercamiento de una realidad invisible. El sueño es el acuario de la Noche.<br /><br /><br /><br /><br />Víctor Hugo<br /><i>Les Travailleurs de la mer</i></blockquote></span><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><i></i></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;">Esta hermosa cita encabeza el capítulo 7 de </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;">"<i><a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2024/01/la-rueda-celeste-de-ursula-k-le-guin.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">La rueda celeste</span></a></i>" de <b><span style="color: #04ff00;">Úrsula K. Le Guin</span></b> </span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;">y constituye una poética glosa de esta novela.</span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-1282390245512907712024-01-03T12:18:00.000-08:002024-01-03T12:18:01.154-08:00LA RUEDA CELESTE - de Ursula K. Le Guin<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgucZ1Z2XdSNVgZHHOPjhImsjIca9KNKy8uok47mxTh9oRDjdoEx0-Gi9cyKF4bOcXL7_4uAwo2axScVAodEDKUPyHSdNA7ljVdYgfHq4g7caviBkD48GsqbgQoHjW9MwYC8Dyx9GrgsEdZXoLgwA68ruCQ2yggGqMhNP4F8uML6m7Q8zTC9Xwz2yqKDJM/s398/ursula-k-le-guin-la-rueda-celeste.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="398" data-original-width="250" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgucZ1Z2XdSNVgZHHOPjhImsjIca9KNKy8uok47mxTh9oRDjdoEx0-Gi9cyKF4bOcXL7_4uAwo2axScVAodEDKUPyHSdNA7ljVdYgfHq4g7caviBkD48GsqbgQoHjW9MwYC8Dyx9GrgsEdZXoLgwA68ruCQ2yggGqMhNP4F8uML6m7Q8zTC9Xwz2yqKDJM/w402-h640/ursula-k-le-guin-la-rueda-celeste.jpg" width="402" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Esta novela pasa por ser la mejor de Philip K. Dick... de entre las que no escribió él mismo. Se centra en ese punto tan dickiano y nebuloso donde el protagonista traspasa la realidad aparente para verla desde atrás y trastocarla. También se erige como una revisión crítica del concepto de utopía y como una reflexión sobre el síndrome de Dios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>La rueda celeste</i> fue escrita por Ursula K. Le Guin entre dos de sus obras maestras, <a href="https://www.ub.edu/lletradedona/la-mano-izquierda-de-la-oscuridad_le-guin-ursula-k" target="_blank"><i><span style="color: #e69138;">La mano izquierda de la oscuridad</span></i></a> y <a href="https://www.cronicasliterarias.es/?p=2821" target="_blank"><i><span style="color: #e69138;">Los desposeídos</span></i></a>; pero tiene poco que ver con sus temas habituales, más de tipo antropológico. La diferencia con Dick está en la relación con el poder. Los protagonistas de Dick son seres agobiados por un sistema político angustiante y dictatorial; mientras que aquí Le Guin plantea algo más ontológico. ¿podemos cambiar drásticamente la realidad? ¿Qué papel jugamos en ella? La lectura es filosófica y hasta metafísica, pero no por ello es menos intrigante, puesto que el protagonista es perseguido por sus habilidades mientras tiene que navegar entre realidades alternativas cada vez más aberrantes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">George Orr es un hombre vulgar y corriente en una Portland futura y sobrepoblada. Inopinadamente esconde un extraño poder: sus sueños alteran la realidad. Lo que Orr sueña es lo que se encuentra al despertar, una nueva realidad plena y coherente en la que sólo él recuerda tanto la anterior línea temporal como la presente. </div></span><div><span><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Para George no se trata de un poder, sino de una condena que le provoca un sentimiento de culpa; así que se pasa el día trapicheando para conseguir drogas que le impidan soñar. Descubierto finalmente por el distópico Estado es enviado a Terapia Voluntaria con el doctor Haber. La incredulidad inicial de éste pronto se transformará en un afán de control. Una vez comprobado que los sueños son "efectivos" para cambiar la realidad, cree disponer de la herramienta definitiva para librar al mundo de todos sus males. </span></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhje52vNdWi8xmTDemVFkFpcOWbizkJKpg8Qfa0pCQOadtyd36OjiCuRyJHRiFmG15iodIvaItXkd6zvesu57GgpDtuHIUvT3Vzph9bG0sivtDE4HVnOY8zZ_qBTzqETgt2i_orwdgJZS5OVhva_1cUcCIchCU-olKfhSQp5kZMBNOoWYqsOnMBtDGuc_I/s1065/atom-rpg.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="658" data-original-width="1065" height="396" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhje52vNdWi8xmTDemVFkFpcOWbizkJKpg8Qfa0pCQOadtyd36OjiCuRyJHRiFmG15iodIvaItXkd6zvesu57GgpDtuHIUvT3Vzph9bG0sivtDE4HVnOY8zZ_qBTzqETgt2i_orwdgJZS5OVhva_1cUcCIchCU-olKfhSQp5kZMBNOoWYqsOnMBtDGuc_I/w640-h396/atom-rpg.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="text-align: left;"><br /></span></div></span><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Haber es un utopista que ansía un mundo sin guerra, contaminación ni racismo, de modo que comienza a hipnotizar a George y a incitarle a soñar un mundo mejor... con resultados siempre imprevistos y perturbadores. Por ejemplo para resolver la hiperpoblación y la escasez de alimentos, George sueña con una sociedad aún más distópica que practica la eugenesia o para poner fin a la persistente guerra, sueña con una invasión alienígena.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los “sueños efectivos” de Orr revisan la historia, reescriben la realidad, reasignan las conciencias; pero se muestran incapaces de llevar a cabo la ingente tarea que Haber les asigna, lo cual amenaza su cordura:</div></span><div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">—Me estoy volviendo loco —dijo Orr—. Usted debe notarlo; es un psiquiatra. ¿No ve que me estoy desmoronando? ¡Extraños del espacio exterior que atacan la Tierra! ¿Si me pide que vuelva a soñar, qué va a conseguir? Tal vez un mundo totalmente insano, el producto de una mente insana. Monstruos, fantasmas, brujas, dragones, transformaciones… todo el material que llevamos en nosotros, todos los horrores de la infancia, los temores nocturnos, las pesadillas. ¿Cómo podrá impedir que todo eso se libere? ¡Yo no puedo detenerlo, no lo puedo controlar!.<br />—¡No se preocupe por el control! Usted se está esforzando por llegar a la libertad —dijo Haber, exaltado—. ¡Libertad! Su inconsciente no es un pozo de horror y depravación. Esa es una noción victoriana, y muy destructiva. Destruyó las mejores mentes del siglo XIX, y perturbó a la psicología en la primera mitad del siglo XX. ¡No tenga miedo de su inconsciente! No es un negro pozo de pesadillas. ¡Nada de eso! Es el manantial de la salud, la imaginación, la creatividad. Lo que consideramos «perverso» es el producto de la civilización, de sus restricciones y represiones, que deforman la expresión espontánea y libre de la personalidad. El objetivo de la psicoterapia es justamente ése, eliminar esos temores y pesadillas infundados, traer lo inconsciente a la luz de la conciencia racional, examinarlo objetivamente y descubrir que no hay nada que temer.</span></blockquote></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Se establece entonces un combate entre la resistencia de George a seguir creando realidades cada vez más perversas y los intentos de Haber por alumbrar realidades cada vez más asépticas. Orr intentará zafarse del abuso del psiquiatra con la ayuda de una abogada mestiza, Heather Lelache, de la que acabará enamorándose y cuyo amor le servirá de ancla en el continuo temporal. </div></span></div><div><br /></div><div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM2AzIe-H0cDh9ysfpyar1eI3kOTWO0odKGc1oIJSAvdY5nn9BvXUWRGpRKgOBFT_uZB1sq7aWhedT6E6Vg0m3RIa9GzrGc2OyjgAenygRyCu0br9HKBftIrL423aewEQyi3woZLSzo1YnpeTdb7YvGOrzlkPlW3xMekKH_YzqvibFwFWWOeE7j0XwQ10/s987/20200426apocalipsispablotemesg-946022.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="555" data-original-width="987" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM2AzIe-H0cDh9ysfpyar1eI3kOTWO0odKGc1oIJSAvdY5nn9BvXUWRGpRKgOBFT_uZB1sq7aWhedT6E6Vg0m3RIa9GzrGc2OyjgAenygRyCu0br9HKBftIrL423aewEQyi3woZLSzo1YnpeTdb7YvGOrzlkPlW3xMekKH_YzqvibFwFWWOeE7j0XwQ10/w640-h360/20200426apocalipsispablotemesg-946022.jpg" width="640" /></a></div><br /><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La novela es muy entretenida de leer y aporta elementos más que interesantes en sus poco más de doscientas páginas. En primer lugar, Le Guin fue capaz de anticipar hace cincuenta años un mundo que nos es descorazonadamente cercano; afectado por la superpoblación y la destrucción ambiental, agitado por el racismo y una guerra en Oriente Medio; y donde la soledad se ha enquistado en las personas hasta ser generalizadas las terapias de salud mental.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La parte central resulta muy ingeniosa ya que se dedica a explorar una serie de realidades alternativas que tozudamente se las ingenian para salir mal. Una especie de ineludible corruptibilidad que afecta a toda acción humana. </div></span><div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">La crisis, la plaga carcinómica que había reducido la población humana en cinco mil millones en cinco años, y otros mil millones en los diez años siguientes, había sacudido hasta sus raíces a las civilizaciones del mundo, y sin embargo, al final las había dejado intactas. No había cambiado nada radicalmente; sólo cuantitativamente.<br />El aire estaba aún profunda e irremediablemente contaminado; la contaminación precedió a la Crisis en décadas; en realidad, fue su causa directa. No perjudicaba mucho a nadie en la actualidad, salvo a los recién nacidos. La Plaga, en su variedad leucemoide, parecía elegir selectiva, pensativamente, a uno de cada cuatro niños que nacían, y lo mataba en sus seis primeros meses de vida. Los que sobrevivían eran prácticamente inmunes al cáncer. Pero había otros males.<br />Ninguna fábrica despedía humo, junto al río. No había coches que contaminaran el aire con sus gases; los pocos que había eran de vapor o a batería.<br />Tampoco había aves canoras.<br />Los efectos de la Plaga eran visibles en todo; era endémica, y sin embargo no había impedido el estallido de la guerra. En realidad, las luchas en el Cercano Oriente eran más feroces que lo que habían sido en el mundo más poblado. Los Estados Unidos estaban muy comprometidos con la parte israelí-egipcia en armas, municiones, aviones y «consejeros militares». China tenia una participación igual en el lado iranio-iraqués, aunque aún no había enviado soldados chinos, sino solamente tibetanos, norcoreanos, vietnamitas y mongoles. </span></blockquote><div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Está claro que Le Guin no suscribe la fantasía de un poder omnímodo y personal que sirva para imponer un tipo de sociedad; ni aunque se trate de un tipo tan benévolo como el doctor Haber, a quien los derroteros de la realidad se le escapan siempre como agua entre las manos. </div><div style="text-align: justify;">De algún modo, Haber y Orr personifican la lucha entre la Acción y el Equilibrio.</div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">¿No es ese el verdadero objetivo del hombre en la Tierra, hacer cosas, cambiar cosas, dirigir cosas, hacer un mundo mejor?<br />—¡No!<br />—¿Cuál es el objetivo, entonces?<br />—No sé. Las cosas no tienen objetivos, como si el Universo fuera una máquina, en la que cada parte cumple una función útil. ¿Cuál es la función de una galaxia? No sé si nuestra vida tiene un objetivo y no veo que eso importe. Lo que sí importa es que somos una parte. Como una hebra en una tela o una hoja de pasto en el campo. Lo es, y nosotros somos. Lo que nosotros hacemos es como un viento que sopla contra el pasto.</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuYl6s21pll2kkreFOgor9lRLjji1X7Mv13Oc0_C180hanjrZypNsa-aYr1a2hTsZT0KU3_NNmr1VDwZuHpGjah4_TbN6YlLw1oAJQXjokNiaHROMGkOo3G1CD2RHwVp3jC1LCfZiTWZzkCBKnWz81Q5uU_JJGbPXaxjaC0RIuDYDW9GyqIZpxEaXWkNo/s459/ZHn29_106529325.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="459" height="334" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuYl6s21pll2kkreFOgor9lRLjji1X7Mv13Oc0_C180hanjrZypNsa-aYr1a2hTsZT0KU3_NNmr1VDwZuHpGjah4_TbN6YlLw1oAJQXjokNiaHROMGkOo3G1CD2RHwVp3jC1LCfZiTWZzkCBKnWz81Q5uU_JJGbPXaxjaC0RIuDYDW9GyqIZpxEaXWkNo/w640-h334/ZHn29_106529325.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así llegamos a una de las reflexiones más profundas que afronta el relato, la naturaleza de la propia realidad y nuestro papel en su flujo general. Orr lo empieza a ver cuando piensa en que puede haber otras personas que estén soñando otros mundos.</div></span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><blockquote style="text-align: justify;">—¿Alguna vez ha pensado usted, doctor Haber —dijo en tono bastante calmo pero un poco vacilante— que… que puede haber otras personas que sueñan como yo? ¿Que la realidad cambia, se reemplaza, se renueva todo tiempo a nuestro alrededor, sólo que nosotros no lo sabemos? Sólo el que sueña lo sabe, y aquellos que conocen su sueño. Si eso es cierto, creo que tenemos la suerte de no saberlo. El asunto es muy conflictivo.</blockquote></span><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Le Guin reconoció que el taoísmo le proporcionó una manera de contemplar la vida durante su adolescencia y esta novela parece explicitar ese ideal taoísta de la "no acción", tal y como aparece en la cita que abre el capítulo 3.</span></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><i></i></div><blockquote><div style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Al que el cielo ayuda se le llama hijo del Cielo. Los que se aplican a aprender quieren aprender lo que no se puede aprender. Los que se empeñan en hacer cosas, pretenden hacer lo que no es factible. Los que se ponen a inquirir o distinguir quieren inquirir o distinguir lo que no es posible inquirir o distinguir. Lo más alto y perfecto es detenerse allí donde ya no es posible saber más. Al que no se conduce así, la rueda del Cielo le desbaratará.</span></i></div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><div><i><br /></i></div><div style="text-align: right;"><i>Chuang-tzu, XXIII</i></div></div></span></blockquote></span><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgssl6OWsJ0PwHoEhGkJU2Ga4onzDHFLqHcc2n8lY_sytM2fpDC2wf7_mKBQfWl10NysPmZ_dnlEMpuL3iqn7AOdZP1ymTzDJD2xCUjOBRp4AHK_jYQpubGJOFU9Y7QXSwzG91cHCH3ibSUCYeYIfSlABTbGciS_5uRI8l0P9LeU3BdYrIReKFiTQVkpxs/s3027/portada_la-rueda-celeste_ursula-k-le-guin_201611251924.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3027" data-original-width="2000" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgssl6OWsJ0PwHoEhGkJU2Ga4onzDHFLqHcc2n8lY_sytM2fpDC2wf7_mKBQfWl10NysPmZ_dnlEMpuL3iqn7AOdZP1ymTzDJD2xCUjOBRp4AHK_jYQpubGJOFU9Y7QXSwzG91cHCH3ibSUCYeYIfSlABTbGciS_5uRI8l0P9LeU3BdYrIReKFiTQVkpxs/w422-h640/portada_la-rueda-celeste_ursula-k-le-guin_201611251924.jpg" width="422" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con la ayuda de los benévolos alienígenas, Orr acabará comprendiendo mejor su poder, al que ellos denominan <i>iahklu</i>, una fuente de perturbación del yo que cesará cuando encuentre su sitio en el Universo. </div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Orr apretó los dientes y enfrentó el Caos y la Noche Antigua. Pero ellos estaban allí. Tampoco estaba él hablando en el centro con una tortuga de más de dos metros. Permaneció sentado en el cómodo diván mirando el brumoso cono gris azulado de St. Helen por la ventana. Y lentamente, como un ladrón nocturno, llegó a él una sensación de bienestar, la certeza de que las cosas estaban bien, que él estaba en el centro de todas las cosas. El yo es el Universo. No se le permitiría sentirse aislado, desamparado. Volvía a estar donde debía. Tuvo la perfecta certeza de cuál era su lugar y el lugar de todo lo demás. Esta sensación no le llegaba como algo celestial o místico, sino simplemente normal. Era el modo en que generalmente se había sentido, salvo en tiempos de crisis, de angustia; era el modo de su niñez y de todas las horas mejores y más profundas de la adolescencia y la madurez; era su natural modo de ser.</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Detenerse para no perturbar el Ser. Aceptar el Mundo tal como es, no como podría ser. En definitiva, toda la peripecia de George Orr se revelará como el proceso a través del cual acaba aceptando la mutabilidad de la existencia; mientras que el doctor Haber se quedó colgado en el "sueño malo".</div></span></div></div></div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Hay un pájaro en un poema de <b><span style="color: #04ff00;">T. S. Eliot</span></b> que dice que la humanidad no puede soportar demasiada realidad; pero el pájaro está equivocado. Un hombre puede soportar todo el peso del Universo por ochenta años. Es la irrealidad lo que no puede soportar.</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #fcff01;">👉____________________________________________________</span></b></div></span><span style="font-size: medium;">El hecho de haber leído recientemente la historia de Fritz Haber, en <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2023/12/un-verdor-terrible-de-benjamin-labatut.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">El verdor terrible, de Benjamín Labatut</span></a>, me lleva a pensar si Le Guin ha querido representar en el Haber de su novela las paradojas de la ciencia, capaz de la maravilla y del terror.</span><div><span style="font-size: medium;">Recordemos que Fritz Haber fue un químico alemán de origen judío que ganó el Premio Nobel en 1918 por inventar el proceso Haber-Bosch para extraer el nitrógeno del aire y conseguir los fertilizantes que salvaron al mundo de una hambruna inapelable. Pero también fue el culpable de inventar la guerra química que aplicó en las trincheras de Ypres, durante la Primera Guerra Mundial. Más tarde, los nazis modificarían el gas de su invención, el pesticida Zyklon A, para usarlo en los campos de exterminio de judíos entre los que se encontraban los parientes de Haber. </span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-23408208137982106572023-12-31T18:05:00.000-08:002024-01-01T09:00:13.141-08:00EL FUEGO PURIFICADOR<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyMCC1CHBBKgP9nxdEE7T7NoRkIe97vxGhtunEd5v3j0AEQQu1lAlWcKYUJ9qFWEWuBeiKSXJJbkKrxYBhx1YruMtvagGt5SACGnLd75gNoFXeJevH2Qg_tst5-1LlWiGQiyeUDxvtB6yvnpHJxHHGgUtC5qoMwTastBX9_8sFsKgrKLuxUK92vSfc3Kc/s3508/criminales%20de%20guerra.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3508" data-original-width="2480" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyMCC1CHBBKgP9nxdEE7T7NoRkIe97vxGhtunEd5v3j0AEQQu1lAlWcKYUJ9qFWEWuBeiKSXJJbkKrxYBhx1YruMtvagGt5SACGnLd75gNoFXeJevH2Qg_tst5-1LlWiGQiyeUDxvtB6yvnpHJxHHGgUtC5qoMwTastBX9_8sFsKgrKLuxUK92vSfc3Kc/w452-h640/criminales%20de%20guerra.jpg" width="452" /></a></span></div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Hay culturas que, en esta última noche del año, queman muebles y carteles o mensajes donde incluyen todo lo viejo y malo del año que acaba para que desaparezca en el pasado y no entre en el Año Nuevo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En mi opinión tanto Putin como Netanyahu son dos criminales de guerra cuya efigie merece ese fuego purificador. </div><div style="text-align: justify;">Que nadie se llame a engaño. </div><div style="text-align: justify;">Putin no defiende a Rusia ni Netanyahu a Israel. </div><div style="text-align: justify;">Sólo se defienden a sí mismos y su ansia de poder. </div><div style="text-align: justify;">Utilizan a Rusia y a Israel para imponer a todos los demás su visión del mundo y de su patria, como cualquier Hitler.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Saben que sus objetivos son irrealizables porque es imposible borrar a todo un pueblo del mapa. Netanyahu debería saberlo porque Hitler trabajó muy duro y con muchos medios para erradicar a los judíos de la tierra y no pudo conseguirlo. Tampoco él logrará hacer desaparecer el pueblo palestino con sus constantes masacres. Para combatir a los asesinos de Hamás se ha convertido también en asesino ignorando el derecho humanitario e internacional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Putin y Netanyahu saben hace tiempo que han perdido la guerra, a pesar de ser unos tipos simples y brutos; pero prefieren huir hacia adelante dejando un reguero de cadáveres. Son fanáticos de una idea simple y rotunda que intenta esconder su mendacidad, <i>la tierra del otro me pertenece.</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El conflicto territorial es básicamente un conflicto entre derecho y derecho por lo que se puede dirimir y debatir hasta llegar a un acuerdo. Pero tanto Putin como Netanyahu son dos fanáticos y como bien dice el novelista y ensayista israelí <b><span style="color: #04ff00;">Amoz Oz</span></b> en su obra "<i><a href="http://www.pensamientocritico.org/primera-epoca/kepbil1203.htm" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Contra el fanatismo</span></a></i>": "<i>la semilla del fanatismo siempre brota al adoptar una actitud de superioridad moral que impide llegar a un acuerdo</i>".</div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Peor todavía. Putin pretende anexionarse un territorio perteneciente a un país plenamente independiente y reconocido; mientras que Netanyahu pretende borrar del mapa a los palestinos para anexionarse su territorio en contra de sus derechos históricos y los acuerdos de la ONU sobre los dos estados. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTbwJ_7fwPDII-AYMQ_9WfESSuvnvkfhOh5GGq7JK8sSlbdgUryw3QVDMj6JiN2GSWWz0OisPPjVGZdpesyqMMZP7I6_uu-HduYEhm_3eesuKNPfrngMA6PTiPLoEfgfSdYXYVXWuyHpWkHZiYjoMDEutUp17hxNpVQ3MNOIalQM01mFtrgf42J8NEGDw/s1310/Oriente-Pr%C3%B3ximo-Israel-Palestina-Historia-Geopol%C3%ADtica-Conflictos-Historia-Divisi%C3%B3n-entre-Israel-y-Palestina-1310x738.jpg..jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="738" data-original-width="1310" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTbwJ_7fwPDII-AYMQ_9WfESSuvnvkfhOh5GGq7JK8sSlbdgUryw3QVDMj6JiN2GSWWz0OisPPjVGZdpesyqMMZP7I6_uu-HduYEhm_3eesuKNPfrngMA6PTiPLoEfgfSdYXYVXWuyHpWkHZiYjoMDEutUp17hxNpVQ3MNOIalQM01mFtrgf42J8NEGDw/w640-h360/Oriente-Pr%C3%B3ximo-Israel-Palestina-Historia-Geopol%C3%ADtica-Conflictos-Historia-Divisi%C3%B3n-entre-Israel-y-Palestina-1310x738.jpg..jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para estos dos criminales no valen los argumentos ni el derecho. Prefieren regar esos territorios con sangre para salirse con la suya. También con respecto a esta cerrazón nos ilustra Amos Oz con unos versos del poeta israelí <b><span style="color: #04ff00;">Yehuda Amijai</span></b>: «<i>Donde imponemos nuestra razón no pueden crecer flores</i>»</div></span>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-35434932139616410662023-12-30T10:29:00.000-08:002023-12-31T10:19:05.979-08:00REFLECTION - de Andrian Gurghis<div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg9QvJQSsff4_j8tTXbLy_iW9SD284LwdpU7rc75Yj2_MEg8kCKq1iGTIFic9cXVegttUvotOT46exh8hMaPaaCYHT8VTb_PJxgi7JQtJafv11-96jrAP5VLv-rc9tRiWp1yvjbd1E9BnEafglUHkO5JATl8SYob3qq-M6ZXhasku-YUhsPQ0CRMXva04/s1436/reflexi%C3%B3n.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="737" data-original-width="1436" height="328" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg9QvJQSsff4_j8tTXbLy_iW9SD284LwdpU7rc75Yj2_MEg8kCKq1iGTIFic9cXVegttUvotOT46exh8hMaPaaCYHT8VTb_PJxgi7JQtJafv11-96jrAP5VLv-rc9tRiWp1yvjbd1E9BnEafglUHkO5JATl8SYob3qq-M6ZXhasku-YUhsPQ0CRMXva04/w640-h328/reflexi%C3%B3n.png" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><i><br /></i></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: x-small;"><i>Serie Cortometrajes</i></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;">Un joven llega a un lago retirado y se disponer a pescar. </span></div><div><span style="font-size: large;">Primero vemos su reflejo en el agua. Luego él observa que algo aflora desde el fondo. Se dispone a cogerlo. Se trata de un clásico espejo ovalado. </span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;">El joven se observa en él y luego regresa a la pesca....pero su reflejo se ha quedado fijo en el espejo y empieza a ejercer una maléfica influencia sobre él....</span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><iframe frameborder="0" height="270" src="https://youtube.com/embed/jsqn8bjR3Zk" width="480"></iframe></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><span style="font-size: large;">Una historia clásica, con mínimos elementos pero muy bien concebida y rodada. La soledad y el bosque logran imprimir un toque de inquietud. Más cuando el joven deambula perdido por un bosque de espejos. <br /><br /></span><div><span style="font-size: large;">El giro final es perfectamente abierto y nos invita a imaginar qué será de cada uno de los dos jóvenes, el que queda atrapado en el espejo y su malvado doble que huye hacia una nueva vida. <br /><br />Los espejos nos recuerdan a Jekyll y Hide y por supuesto han dado mucho juego en los relatos de fantasía y terror al abrir puertas a otras dimensiones. A <b><span style="color: #04ff00;">Borges</span></b> le aterraba su constante acechanza y el cineasta <b><span style="color: #04ff00;">Alex de la Iglesia</span></b> consiguió, gracias a un espejo, un capítulo memorable en la estupenda T1 </span><span style="font-size: large;">de la serie </span><a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2021/04/30-monedas-creada-por-alex-de-laiglesia.html" style="font-size: large;" target="_blank"><span style="color: #e69138;">30 monedas</span></a><span style="font-size: large;"><span style="color: #e69138;">.</span> </span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-73912281443493706602023-12-22T12:02:00.000-08:002023-12-30T12:25:58.287-08:00UN VERDOR TERRIBLE - de Benjamín Labatut<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhksbqbX45cSCNrnjc8Obu2nb10oBgF86Ui_urDc3SpXi1Qa1HAN2AJF3-2kRWhJhWPRWqtRdkupRm_locwyVXOS9Uar6X8WQNcWwyNGGFwJ5MyAMdxHl4tYsctZ5xOYOyjwEDAZmiF83rpt1_wK7aI8N09jUPC7MjdQxUXfQwKZZH-mj4IHM0E7swrXYE/s1500/verdor,%20labatut.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="939" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhksbqbX45cSCNrnjc8Obu2nb10oBgF86Ui_urDc3SpXi1Qa1HAN2AJF3-2kRWhJhWPRWqtRdkupRm_locwyVXOS9Uar6X8WQNcWwyNGGFwJ5MyAMdxHl4tYsctZ5xOYOyjwEDAZmiF83rpt1_wK7aI8N09jUPC7MjdQxUXfQwKZZH-mj4IHM0E7swrXYE/w400-h640/verdor,%20labatut.jpg" width="400" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Podría aplicársele a este libro la misma cita -de H. Christian von Baeyer en "<i>Controlando el átomo</i>"- con que se abre el estupendo <i>Una breve historia de casi todo</i>, de <b><span style="color: #04ff00;">Bill Bryson</span></b>. En ella un físico se propone "<i>registrar los hechos de su vida para que Dios se informe</i>". A lo que le responde un colega "¿<i>Tú crees que Dios no conoce los hechos</i>?" y el físico, Leo Szilard, responde: "<i>Sí. Él conoce los hechos, pero no conoce esta versión de los hechos</i>"... elaborada con drama y ciencia, podríamos añadir en este caso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><div><br /></div></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Labatut es un malabarista de la narración que ha escrito un libro tan inclasificable como seductor. Más que un demiurgo se ha convertido en una perspicaz araña que tras bucear en los abrevaderos de la historia de la ciencia ha tejido una telaraña brillantísima donde se engarzan las vidas de un puñado de científicos y sus descubrimientos de una forma embriagadora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Dos circunstancias definen los relatos de este libro. Una, la capacidad del autor para vincular hechos históricos y científicos aparentemente inconexos. Las conexiones que logra -en <i>El azul de Prusia</i> aparecen van Gogh, Frankenstein, Hitler, Napoleón, Rasputín o Alan Touring- logran electrocutarnos. Y otra, su penetrante vis dramática para narrar la atormentada experiencia de unos científicos en trance de sufrir una epifanía que los dejará aislados en un mundo hiperbóreo. </div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho3cJwn8EngKJ2TmY3yaGxhPlW-T9mfV-XnRt3gRxS1pkTNyht5cmiOe3webaf3b4-NkqCf-d6w9hplJXyDQWakr0DA-5ObO1-TQOFe7A-zUjQ5L7T7MiP6Vm9RRFk8W-eMY4aemgt35gyQRRyNJgG2hHcEoVTvE3itDCQLr5qY4qvnZl76GF-jfgftlI/s660/Karl-Schwarzschild.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="513" data-original-width="660" height="498" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho3cJwn8EngKJ2TmY3yaGxhPlW-T9mfV-XnRt3gRxS1pkTNyht5cmiOe3webaf3b4-NkqCf-d6w9hplJXyDQWakr0DA-5ObO1-TQOFe7A-zUjQ5L7T7MiP6Vm9RRFk8W-eMY4aemgt35gyQRRyNJgG2hHcEoVTvE3itDCQLr5qY4qvnZl76GF-jfgftlI/w640-h498/Karl-Schwarzschild.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;">Karl Schwarzschild, 1873-1916</span></span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La mayor parte de los relatos persiguen iluminar el momento en que un científico accede a un conocimiento casi revelado. Así ocurre en <i>La singularidad de Schwarzschild</i> donde asistimos al "último chispazo de un genio, Karl Schwarzschild, astrónomo, físico, matemático, y teniente del ejército alemán" que, desde el barro de las trincheras y comandando una unidad de artillería en el frente ruso en 1915, fue capaz de elevarse hasta el mundo de las ideas y remitir por carta al mismísimo Einstein la primera solución exacta a las ecuaciones de la teoría de la relatividad general. Sus razonamientos le llevarían hasta una idea que él mismo empezó rechazando, la de los agujeros negros. El patetismo de verlo postrado por las heridas mientras su mirada echaba chispas al intercambiar ideas con el joven matemático Courant estremece.</div><div style="text-align: justify;"></div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"En su diario de vida, Courant describió cómo los ojos del teniente Schwarzschild, nublados por el campo de batalla, se encendieron de golpe apenas él le contó las ideas que Hibert estaba desarrollando. Conversaron toda la noche. Cerca del amanecer, Schwarzschild le habló de la ruptura que creía haber descubierto. <br />Según Karl, lo peor de la masa concentrada a ese nivel no era la forma en que alteraba el espacio, ni los extraños efectos que tenía sobre el tiempo: el verdadero horror -le dijo- es que la singularidad era un punto ciego, fundamentalmente incognoscible. Como la luz no podía salir de allí, no podríamos nunca verla con los ojos del cuerpo. Pero tampoco podríamos entenderla con la mente, ya que las matemáticas de la relatividad general perdían su validez en la singularidad. La física simplemente dejaba de tener sentido."</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Por su parte las historias de los físicos <b><span style="color: #04ff00;">Werner Heisenberg</span></b> -autor del principio de indeterminación- y <b><span style="color: #04ff00;">Erwin Schrödinger</span></b> nos acercan hasta ese momento de suprema inspiración donde el conocimiento se les presenta casi como un arrebato místico. Heisenberg lo tuvo mientras vivía retirado en la isla de Heligoland dando largos paseos hasta descubrir las matrices que regulan el interior de los átomos. Labatut logra unir en una modélica escena al físico y a su descubrimiento, el principio de indeterminación: en uno de sus paseos por el monte el físico se pierde en la niebla con el peligro de un precipicio acechando. Entonces piensa, sé donde estoy pero no lo veo. Mientras que Schrödinger, también retirado en un sanatorio suizo, pero viviendo un romance dado que era un mujeriego, consigue acceder a la revelación de una ecuación única que “su mente había arrancado de la nada”. </div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Cuando lograba dormir, Heisenberg soñaba con derviches que giraban en el centro de su habitación. Hafez los perseguía a cuatro patas, borracho y desnudo, ladrándoles como un perro. les tiraba su turbante, su vaso de vino y después la jarra vacía para tratar de sacarlos de sus órbitas. Al no poder romper su trance, los iba meando uno a uno, dejando un patrón de manchas amarillas en la tela de sus túnicas, patrón en el cual Heisenberg creía reconocer el secreto de sus matrices. Werner estiraba las manos para atraparlo, pero las manchas se convertían en una larga hilera de números que danzaba a su alrededor, envolviendo su cuello en un círculo más y más estrecho, hasta que apenas era capaz de respirar. Esas pesadillas eran un descenso bienvenido a sus sueños eróticos, que solo se volvían más intensos a medida que iba perdiendo fuerza y lo hacían manchar sus sábanas como un adolescente. (...)<br />En medio de la noche, su mente agotada por la fiebre establecía extrañas conexiones que le permitían alcanzar resultados de forma directa, sin pasos intermedios. Durante el delirio del insomnio, sentía su cerebro escindido en dos; cada hemisferio trabajaba por su cuenta, sin la necesidad de comunicarse con el otro. Sus matrices violaban todas las reglas del álgebra común. Obedecían a la lógica de los sueños, donde una cosa puede ser muchas: era capaz de sumar dos cantidades y obtener una respuesta diferente dependiendo el orden en que lo hiciera; tras más dos eran cinco, pero dos más tres podían sumar diez. Demasiado exhausto para cuestionar sus resultados, siguió trabajando hasta llegar a la última matriz."</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Todos los científicos que nos presenta Labatut son personajes apasionados y apasionantes, con una mente tan incandescente que casi los convierte en visionarios; y el autor logra que nos apasionen con un estilo ágil y diáfano. No se trata de relatos divulgativos, aunque sí están presentes los conceptos generales de sus trabajos. Pero lo que interesa es el drama, la vivencia íntima de estos seres de inteligencia tan pura y osada que hace que leamos el libro con voracidad.</div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiovU2MtEfShUzx-CE006uqxyOZGGcvAwh9TRKVprdw1ipZm8TEYwRZNchrYDYN_suim5y5YQOXQOqO4m2HC5tBCGlE_GrdvIofeL_vym9b1BQV9yniet_a-MZZEsJFytFVb9Ia5UDhprZFsZydvyW3TZT2iLcwTI5kPJMDy1BTzjRSSYLOvtNap8bprIg/s2506/thiedks.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1136" data-original-width="2506" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiovU2MtEfShUzx-CE006uqxyOZGGcvAwh9TRKVprdw1ipZm8TEYwRZNchrYDYN_suim5y5YQOXQOqO4m2HC5tBCGlE_GrdvIofeL_vym9b1BQV9yniet_a-MZZEsJFytFVb9Ia5UDhprZFsZydvyW3TZT2iLcwTI5kPJMDy1BTzjRSSYLOvtNap8bprIg/w640-h290/thiedks.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Alexander Grothendieck en diversos momentos de su vida</span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entre ellos hay uno que se nos quedará grabado en la memoria, el matemático <b><span style="color: #04ff00;">Alexander Grothendieck</span></b>, quien tras explorar los mundos abstractos de las matemáticas se sintió tan aterrorizado por el poder de la ciencia que abjuró de la misma, cayendo en una especie de delirio místico que le llevó a convertirse en un ermitaño. Antes pidió a sus alumnos que abandonasen el estudio de las matemáticas para siempre, avisándoles de que no sería los políticos los destructores del planeta sino científicos como ellos que “<i>caminaban como sonámbulos hacia el Apocalipsis</i>”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entre 1958 y 1973, Grothendieck reinó en el mundo de las matemáticas como un príncipe ilustrado. Aunque resolvió los mayores enigmas matemáticos de su época lo que le interesaba de verdad era "<i>alcanzar una comprensión absoluta de los fundamentos</i>" de las matemáticas. Lo suyo fue la generalización. Cualquier dilema se volvía sencillo si uno lo miraba desde la distancia suficiente. No le interesaban los números, las curvas, las rectas ni ningún otro objeto matemático en particular: "lo único que le importaba era la relación entre ellos".</div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Su obsesión fue el espacio y una de sus mayores genialidades fue expandir la noción del punto. Ante la mirada de Grothendieck, el humilde punto dejó de ser una posición sin dimensiones para bullir con complejas estructuras internas. Donde otros veían algo sin profundidad, tamaño, anchura ni largura, Alexander vio un universo entero. Desde Euclides no se había propuesto algo tan audaz."</span></blockquote><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Grothendieck era muy radical tanto en su trabajo como en su vida. También muy ascético. Rechazaba todo lo que no fuese estrictamente necesario así como todo lo que oliera a falta de sinceridad. Admiraba a los budistas HuaYen por la atención que prestaban a las relaciones entre las cosas más que a las cosas mismas, en la creencia de que cualquier noción de identidad e individualidad que tengamos emerge de esas relaciones.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A sus colegas les molestaba el giro hacia la abstracción pura que exigían sus matemáticas. Pero él buscaba la comprensión total, "<i>la raíz secreta capaz de unir innumerables teorías sin ninguna relación aparente</i>". Incluso sus colaboradores más cercanos consideraron que había ido demasiado lejos y que por eso su mente se había precipitado al abismo.</div></span><span style="font-size: large;"><div style="font-size: medium;"><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiikB6eRTTRCP02zxVlow8vEPe8LGvCBaK-QeugpeRB5ZpO1dnj59BUvez8QfCyK3M12Wkl8T86Wo1eZxefSHVlNnJB58K7iOzB-F8YL5m95EdCXEDob9PX82QFN8cAQzJww5jJ-_rrrauftwkZG1Th9n-cK9o_ov2p81UOUG6bYNEte2fsiQEV9cF8SgI/s763/Dibujo20151021-Shinichi-mochizuki-mathematician-llustration-by-Paddy-Mills-for-nature-com.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="763" data-original-width="630" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiikB6eRTTRCP02zxVlow8vEPe8LGvCBaK-QeugpeRB5ZpO1dnj59BUvez8QfCyK3M12Wkl8T86Wo1eZxefSHVlNnJB58K7iOzB-F8YL5m95EdCXEDob9PX82QFN8cAQzJww5jJ-_rrrauftwkZG1Th9n-cK9o_ov2p81UOUG6bYNEte2fsiQEV9cF8SgI/w528-h640/Dibujo20151021-Shinichi-mochizuki-mathematician-llustration-by-Paddy-Mills-for-nature-com.jpg" width="528" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Shinichi Mochizuki dibujado por Paddy Mills</span></td></tr></tbody></table></div></div></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el relato "El corazón del corazón" se nos cuentan dos historias y un encuentro, cuyos protagonistas son Shinichi Mochizuki y Alexander Grothendieck. El primero fue capaz en 2012 de probar una de las conjeturas más importantes de la teoría de números, conocida como <i>a + b = c</i> , prueba que ha día de hoy nadie ha sido capaz de comprender.</div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"La conjetura <i>a + b = c</i> toca los fundamentos de las matemáticas. Postula una profunda e inesperada relación entre las propiedades aditivas y multiplicativas de los números. De ser cierta, se convertiría en una herramienta poderosísima, capaz de resolver de manera casi automática una inmensa variedad de enigmas. Pero, la ambición de Mochizuki había sido aún mayor, no se limitó a probar la conjetura, sino que creó una nueva geometría que obligaba a pensar en los números de una forma radicalmente diferente. Según Yuichiro Yamashita, uno de los pocos que dice haber comprendido el alcance real de la teoría Inter-Universal, Mochizuki ha creado un universo completo del cual él es, por el momento, el único habitante."</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Mochizuki visitó a un moribundo Grothendieck en el Hospital de Saint-Girons en noviembre de 2014. Pasó muchas horas escuchándole durante sus últimos cinco días. Cuando regreso a Japón renunció a su puesto en la Universidad de Kioto y cerró el blog en el que comunicaba sus avances matemáticos, no sin antes escribir que "<i>incluso en las matemáticas ciertas cosas debían permanecer ocultas para siempre, por el bien de todos nosotros</i>". Todo el mundo pensó que había sucumbido a la maldición de Grothendieck.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgtyTtpSglBfPujIaypmb7BH0-WEMtITrqsagmeRK9zyNxM4voSgB1AF56-DKtyiKDcY4UnCDsB1pJMRepHp_MZnNe-sIgTTLygHcRgt33JnAgM1qTI9qDkLF_EudHSVf92gjTbyCJaM-UbTyFDLQcumnQ7RLjZPpfqwZ62jtkZsI7iKzxdHMIMTPvrPA/s1200/noche%20estrellada.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="650" data-original-width="1200" height="346" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgtyTtpSglBfPujIaypmb7BH0-WEMtITrqsagmeRK9zyNxM4voSgB1AF56-DKtyiKDcY4UnCDsB1pJMRepHp_MZnNe-sIgTTLygHcRgt33JnAgM1qTI9qDkLF_EudHSVf92gjTbyCJaM-UbTyFDLQcumnQ7RLjZPpfqwZ62jtkZsI7iKzxdHMIMTPvrPA/w640-h346/noche%20estrellada.jpeg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Aparte de esos momentos gloriosos de suprema abstracción, encuentro fascinantes los encuentros entre dos científicos. Así ocurre con los matemáticos Mochizuki y Grothendieck y también con Heinsenberg y Schrodinger, en la Universidad de Munich, donde el primero llegó a ser abucheado. Pero si he de resaltar un relato me quedaría con <i>Azul de Prusia</i>, una portentosa sucesión de acontecimientos históricos, aparentemente sin relación, que acaban hermanados perturbadoramente. </div><div style="text-align: justify;"><i><br /></i></div><div style="text-align: justify;"><i>Azul de Prusia </i>es el nombre del <span style="text-align: start;">primer pigmento sintético moderno, creado en el siglo XVIII por el alquimista Conrad Dippel, cuando buscaba el Elixir de la Vida. Sus crueles experimentos con animales vivos sirvieron de inspiración para la historia del doctor Frankenstein. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: start;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbqWqws3uM7me7obSSsBUr1GINjmdclmN4Yn8GsA96s2Gsdyof9g-PgaX560YQuEa-1Hehts6RNGflzOP6c4XHmSyCubQzBqmo6PinYmktuUdG9K5K97M9MhPIvY89XN12QFxVlLjjbPMf5gH9NwcJLgEvefyu4e98ozdRQmCZdlFNGZe19pN9hYxth-s/s275/aul%20de%20prusia.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbqWqws3uM7me7obSSsBUr1GINjmdclmN4Yn8GsA96s2Gsdyof9g-PgaX560YQuEa-1Hehts6RNGflzOP6c4XHmSyCubQzBqmo6PinYmktuUdG9K5K97M9MhPIvY89XN12QFxVlLjjbPMf5gH9NwcJLgEvefyu4e98ozdRQmCZdlFNGZe19pN9hYxth-s/w371-h266/aul%20de%20prusia.jpeg" width="371" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: start;">Labatut sigue la sinuosa crónica de este pigmento y sus derivados (como el cianuro) conectando a Frankenstein con el van Gogh de <i>Una noche de estrellada</i> o los suicidios de la plana mayor del partido nazi, pasando por el envenenamiento de Napoleón, </span>la adicción a las drogas de Hermann Göering o el primer ataque con gas de la Historia que arrasó a las tropas francesas atrincheras cerca de Ypres, en Bélgica, en 1915. Este ataque fue pensado y ejecutado por el genial químico <a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/fritz-haber-cientifico-que-fue-salvador-y-verdugo_19029" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Fritz Haber</span></a>, judío y creador del pesticida Zyklon que en manos de los nazis acabó sirviendo para el exterminio masivo de judíos, entre los que estaban sus propios parientes. En Haber conviven la maravilla y el horror. Es cierto que fue el padre de la guerra química; pero también le debe la Humanidad un descubrimiento fundamental, ser el primero en extraer nitrógeno directamente del aire, lo que salvó a millones de personas haciéndole acreedor del Premio Nobel de Química en 1918.</div></span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><blockquote>"Con ello (el nitrógeno), solucionó, del día a la mañana, la escasez de fertilizantes que a principios del siglo XX amenazaba con desencadenar una hambruna global como no se había visto nunca antes. De no haber sido por Haber, cientos de millones de personas que hasta entonces dependían de sustancias naturales como el guano y el salitre para abonar sus cultivos podrían haber muerto por falta de alimentos. "</blockquote></span><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span>Esta es la técnica que sigue Labatut, </span><span>documentar hechos científicos e históricos contrastados para llegar a la persona que los descubrió y dar cuenta de su peripecia más íntima con las herramientas de la ficción. Porque </span><span>¿realmente alucinó Schrödinger con la diosa Kali manifestada como un escarabajo en el pubis de la lolita tuberculosa que ansiaba? O ¿Hasta dónde es real la intimidad que se cuenta de estos personajes históricos? El propio Benjamín Labatut nos da las claves en <a href="https://www.latercera.com/culto/2020/10/27/benjamin-labatut-autor-de-un-verdor-terrible-el-sufrimiento-es-una-cuestion-de-sensibilidad-y-conciencia/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">esta entrevista</span></a>:</span></span></div><div><div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Yo siempre parto de la realidad. Escribo en base a la investigación, así que mis primeros borradores son 100% no-ficción. Luego voy introduciendo ficción, poco a poco, según la historia que quiero contar, para tratar de alcanzar una verdad más profunda que la que muestran los hechos desnudos. En ese sentido, creo que mis libros son más fieles a la realidad que los que son pura ficción, o pura no-ficción, porque así es la realidad cotidiana que habitamos: una mezcla confusa e indistinguible de ambas."</span></blockquote></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">En esa misma entrevista identifica la obsesión que une estos relatos:</div></span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><blockquote>"-Todos los relatos están conectados por una obsesión singular que recorre el libro completo: aquellas ideas, experiencias, métodos y fórmulas que no podemos comprender, por más que lo intentemos. Me interesa todo aquello que excede el modelo actual del mundo, o que lo amplía hasta volverlo inimaginable: las dos versiones enfrentadas de la mecánica cuántica, la singularidad al interior de los agujeros negros, la abstracción matemática llevada al paroxismo, y el horror que pulsa al fondo del alma humana, y que desplegó sus alas, como nunca antes, durante las guerras mundiales, gracias al avance de la ciencia moderna. "</blockquote></span><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;">👉<b><span style="color: #fcff01;">________________________________________</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">*</span><span style="font-size: medium;"> </span></b><span style="font-size: medium;"><i>Un verdor terrible</i> fue elegida como una de las cinco mejores novelas del año por el New York Times, y fue finalista del premio Booker en 2021.</span></div><span style="font-size: medium;">Benjamín Labatut nació en 1980 en Róterdam, Países Bajos. Se crio en distintas ciudades del mundo, pasando por Buenos Aires y Lima, entre otras. A los 14 años se instaló en Santiago de Chile donde estudió periodismo.</span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">** </span></b><span style="font-size: medium;"> Después de disfrutar mucho con este libro no me queda más remedio que continuar con el más reciente publicado por Labatut, </span><i style="font-size: large;"><a href="https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/maniac/9788433911001/NH_723" target="_blank">MANIAC</a></i><span style="font-size: medium;">, en el que según la editorial "explora los límites de la razón trazando el camino que va desde los fundamentos de las matemáticas hasta los delirios de la inteligencia artificial. Guiado por la enigmática figura de John von Neumann, un moderno Prometeo que hizo más que nadie por crear el mundo que habitamos y adelantar el futuro que se avecina, en este libro Benjamín Labatut se sumerge en las tormentas de fuego de las bombas atómicas, en las mortíferas estrategias de la Guerra Fría y en el nacimiento del universo digital."</span></div></div></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-16543021632898213572023-12-13T09:56:00.000-08:002023-12-14T03:52:59.290-08:00GOYA. Saturnalia - de Manuel Gutiérrez y Manuel Romero<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUgvjtRNzh0KY7FEhsJICPffgUDG8Jjjd_wHSoAlaq2VtrZN3rqBrrl7oKtQrAUCh8nZy4AoFQSPKzYQR0boWpTEZfSRyIq5jcpj5kjOV3Elf3KXnuJxEXYXlOrNcckiL6an3VuoDttJslwBbZqGadJRlZheZM7IgqsRwu1NRVS0X2aAJTFoIlGDurO4A/s1275/goya%20cover.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1275" data-original-width="900" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUgvjtRNzh0KY7FEhsJICPffgUDG8Jjjd_wHSoAlaq2VtrZN3rqBrrl7oKtQrAUCh8nZy4AoFQSPKzYQR0boWpTEZfSRyIq5jcpj5kjOV3Elf3KXnuJxEXYXlOrNcckiL6an3VuoDttJslwBbZqGadJRlZheZM7IgqsRwu1NRVS0X2aAJTFoIlGDurO4A/w452-h640/goya%20cover.jpeg" width="452" /></a></div><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><i>Goya. Saturnalia </i>es un viaje a las oscuridades del proceso creativo del maestro. Sus viñetas nos permiten espiar al artista en el solitario acto de la creación y acechar sus luchas tanto contra los demonios interiores como exteriores. </div><div style="text-align: justify;"><div><br /></div></div><div style="text-align: justify;">Goya (1746-1828) fue un adelantado a su tiempo y desde el siglo XVIII nos entregó obras innovadoras y poderosas que se adelantaron a movimientos artísticos de los siglos XIX y XX como el romanticismo, el surrealismo, el impresionismo o el expresionismo. Incluso la soltura del trazo lo aproxima a la abstracción. Su influencia es enorme y nos sigue fascinando incluso hoy en día. Son muchos los que le consideran el Padre del Arte Contemporáneo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hombre inquieto y de gran temperamento vivió entregado a la pintura en la que volcó su portentosa imaginación y una visión de la sociedad tremendamente pesimista. Su obra supone un constante afán de exploración pictórica que la convierte en todo un catálogo de innovaciones temáticas y estilísticas. Incluso, hablando de cómics, series tan radicales como <i>Los Disparates</i> o las <i>Pinturas Negras</i> objeto de este álbum, podrían considerarse cómics <i>avant le lettre</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Goya. Saturnalia</i> se centra en las "<i>Pinturas Negras</i>" y en el ocaso de la vida del pintor. Recordemos que en 1819 Goya, ya con 73 años y una sordera que le agrió el carácter, se traslada a la Quinta del Sordo, en las afueras de Madrid, para huir del bullicio de la ciudad y de los posibles problemas que su condición de liberal le podría acarrear en la corte absolutista de Fernando VII. Aunque también se apunta como razón el encubrir su convivencia <span style="text-align: left;">con Leocadia Zorrilla de Weiss (esposa de Isidoro Weiss), madre de Rosario Weiss, de quienes se decía que eran amante e hija del pintor, aunque constasen como ama de llaves y protegida. </span>Allí viviría hasta 1923, cuando se exilió a Burdeos donde moriría cinco años después.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPf3tP_Y5-k25varokQP50v_HL53asTmkp4OdSGNpevPPSPRawSRlTB7sL27j17_wKPewEsZKoCKoE-Ef0NryR4lfGfU2DYQZ7l1TE7wcW15N1XJjF00wxC42EBp94GWOt2wGyZRyjlHJg7lapNN-8Ka3O_6qyCzucBxq07zaMNNqUf6aR6Uovrx89WF8/s2560/1.-Asmodea-Goya-PORTADA-scaled.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1185" data-original-width="2560" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPf3tP_Y5-k25varokQP50v_HL53asTmkp4OdSGNpevPPSPRawSRlTB7sL27j17_wKPewEsZKoCKoE-Ef0NryR4lfGfU2DYQZ7l1TE7wcW15N1XJjF00wxC42EBp94GWOt2wGyZRyjlHJg7lapNN-8Ka3O_6qyCzucBxq07zaMNNqUf6aR6Uovrx89WF8/w640-h296/1.-Asmodea-Goya-PORTADA-scaled.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">En la Quinta Goya pintó directamente sobre las paredes 14 obras que supusieron una quiebra total de lo que se venía haciendo en la Historia del Arte. La libertad creativa y un depurado espíritu alegórico son los elementos cruciales de estas obras, entre las que se encuentran <i>El aquelarre</i> (o El Gran Cabrón), S<i>aturno devorando a un hijo, Duelo a garrotazos</i> o <i>Asmodeo</i>. Vivía allí retirado y ensimismado; por lo que es evidente que las pintó para sí mismo, en absoluta libertad. De ahí que volcase en ellas su sentimientos más íntimos, mostrando una visión pesimista y fantasmagórica de España. Allí podemos ver las viejas lacras que asolaban España: la Inquisición, la superstición o la miseria del pueblo. Se suele relacionar a las <i>Pinturas Negras</i> con las estampas de <i>Los Disparates,</i> ya que comparten un mismo carácter, ser muy enigmáticas e intensamente personales.</div></span><div><span style="font-size: large;"><span style="background-color: white; text-align: start;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El relato urdido por M. Gutiérrez y M. Romero no es una simple ilustración de la vida de Goya; sino algo más complejo y ambicioso que rinde tributo al maestro tanto en la forma como en el fondo. Ya desde la Introducción los autores avisan de que el relato tiene la forma de una fuga en cinco movimientos. La fuga es una composición musical en la que tres o más voces hacen entradas sucesivas en imitación, estableciéndose entre ellas una especie de "persecución" con la hacen que avanzar al tema. Del mismo modo los autores han atacado el tema de Goya y sus pinturas contrastando diversas "voces" o enfoques para profundizar en los mecanismos creativos que alumbraron estas obras geniales.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqDYpvZilMT5j9DyTCoB6SZl8rYcsNh7RttMxXCh83xNuck7d0VEIFVTu17frlKGp25ravtHB3R2QRbxgO5IKIXZBfOBODwgALTRdb6DBhLeM5FtYQlop4hTb9UhLAq7b9Kydeb-2BIIlkPsDkqRhJ-iU2O4WKvyfXiRoLByWsmTPAgCZ84x1CES2qySs/s770/goya-sat.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="770" data-original-width="763" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqDYpvZilMT5j9DyTCoB6SZl8rYcsNh7RttMxXCh83xNuck7d0VEIFVTu17frlKGp25ravtHB3R2QRbxgO5IKIXZBfOBODwgALTRdb6DBhLeM5FtYQlop4hTb9UhLAq7b9Kydeb-2BIIlkPsDkqRhJ-iU2O4WKvyfXiRoLByWsmTPAgCZ84x1CES2qySs/w634-h640/goya-sat.png" width="634" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El primer movimiento describe la llegada de Goya a la “prisión” de la Quinta del Sordo, el segundo nos revela los monstruos internos que le atormentan mientras que el tercero muestra su estado de ánimo ante la situación política de España. Esa discusión entre voces que es propia de la fuga musical aparece plenamente en el cuarto movimiento (o capítulo) que en una audaz propuesta nos muestra a Goya ante una epifanía sobre el significado y trascendencia de su arte. En una secuencia alucinada Goya vive la Saturnalia final, un reinicio emocional que le lleva a aceptar que el arte es un sacrificio y que este sacrificio hace posible la corriente de la Historia. Su arte alimentará al arte futuro del mismo modo que el suyo se ha nutrido del pasado. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El concepto de fuga se ha hecho patente en la reiteración de ciertos elementos que buscan esa "repetición" propia de la fuga; pero donde este concepto cobra toda su plenitud es en este cuarto capítulo ya que las líneas melódicas presentadas en los movimientos anteriores (la vida de Goya, sus obras y su proceso de creación) se unen para integrarse en la Historia del Arte y apuntar lo que Goya significará en el futuro. En este sentido asistimos a un diálogo, insólito pero coherente, de Goya con <b><a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2014/01/francis-bacon-accidentes-y-sensaciones.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Bacon</span></a></b>, <b><span style="color: #04ff00;">Morente</span></b>, Beethoven, <b><span style="color: #04ff00;">Picasso</span></b>, <b><span style="color: #04ff00;">Rothko</span></b> o Lorca. Este cuarto movimiento empieza con una cita de Alan Moore, y el quinto con una de <b><span style="color: #04ff00;">William Blake</span></b> sobre las puertas de la percepción. Este último movimiento nos muestra la salida de Goya de la Quinta del Sordo, una liberación que también se expresa en la diagramación de la página, al mostrar seis viñetas por página.</div> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6XYw7Ti0QBR-rqWQhEmGX9Bm1XuW3ZzLuUWEYSs3tT_zREJiK-0FIAwhhucNe0q38mfSV1rFwSeG0Mx0ZFmRvM53hygY_VzZEDomJraVid6OlgcpfFK9mck7KWAzuYMBbp7cdnKz6-xcw9D9GQ5_uLAoBjuF4WBlf6rjPCCLar3Tg8HzFfbg-cW35SBU/s1024/goya.saturnalia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="757" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6XYw7Ti0QBR-rqWQhEmGX9Bm1XuW3ZzLuUWEYSs3tT_zREJiK-0FIAwhhucNe0q38mfSV1rFwSeG0Mx0ZFmRvM53hygY_VzZEDomJraVid6OlgcpfFK9mck7KWAzuYMBbp7cdnKz6-xcw9D9GQ5_uLAoBjuF4WBlf6rjPCCLar3Tg8HzFfbg-cW35SBU/w474-h640/goya.saturnalia.jpg" width="474" /></a></div><div style="text-align: justify;">La composición gráfica del álbum es cosa seria y merece resaltarse. El propio guionista lo confesó en una <a href="https://www.rtve.es/noticias/20220608/goya-saturnalia-genialidad-locura-ultimos-dias-del-pintor/2367084.shtml" target="_blank">entrevista en RTVE</a>:</div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">“Esta estructuración forma parte de una de las metáforas del cómic que funciona de la siguiente manera: donde la retícula es más rígida, esta actúa a modo de “jaula” que encierra la trama, al propio Goya más alienado. Así, de manera inversamente proporcional, cuando Goya es más creativo, la estructura se rompe creando composiciones más libres. Toda la diagramación de páginas y viñetas está pautada en el guion y forma parte de la estructuración narrativa del libro”.</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">En la misma entrevista explicó el por qué del subtítulo Saturnalia y del momento elegido en la vida de Goya.</div></span></div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">“’<i>Saturnalia</i>’ viene de las <i>saturnales</i>, una festividad romana que, durante unos siete días de diciembre, sus ciudadanos y esclavos eran libres. De todo y para todo. Comenzaba con un sacrificio y acababa con el nacimiento del Sol el 25 de diciembre. Funcionaba como un reinicio estacional y emocional para toda la sociedad.<br />Esto me ha servido de metáfora para exponer el punto exacto que imagino para un Goya anciano, cansado de la vida en la Corte, que había vivido una gran guerra y dos crisis que, si bien no le mataron, le dejaron secuelas gravísimas en su estado físico y mental; entre ellas la sordera total en la primera de ellas. Un Goya que se aleja de todo para explotar artísticamente, casi en soledad, al hacer las Pinturas Negras. Óleos en paredes sin ninguna intención de venta, visibilidad o perduración. En definitiva, obras hechas para él”.</span></blockquote><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJgB42S4GJqk3wHyYAZ1LTIl0D2lQquqcmdOGJdeMFfo1xW6Vi62hogVePEKaUp-c3MgdxQRqF8oBXzipjTFEUV_oIeqgjACFySdQEZskDJyjMC5QifioibPAZ11WO5At5JvcZWvZvLWFE2ri37OAuiU6G4IKSKK907RVKgrO_i0R7yRvn1ORXWyrSH_c/s1219/goya-negras.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1219" data-original-width="900" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJgB42S4GJqk3wHyYAZ1LTIl0D2lQquqcmdOGJdeMFfo1xW6Vi62hogVePEKaUp-c3MgdxQRqF8oBXzipjTFEUV_oIeqgjACFySdQEZskDJyjMC5QifioibPAZ11WO5At5JvcZWvZvLWFE2ri37OAuiU6G4IKSKK907RVKgrO_i0R7yRvn1ORXWyrSH_c/w472-h640/goya-negras.jpeg" width="472" /></a></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Desde el primer momento me llama la atención la calidad artística de las páginas con ese tono ocre que lo inunda todo (el color del ocaso); pero también la violencia y el apasionamiento de esas miradas de Goya buscando la resolución pictórica de sus pesadillas. Manuel Romero ha lograr capturar el espíritu del pintor aragonés sin caer en una burda imitación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: medium;">En la<u><span style="color: #e69138;"> <a href="https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2023/12/las-pinturas-negras-de-goya.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">siguiente entrada</span></a> </span></u>he preparado un resumen sobre las <i>Pinturas Negras</i>.</span><div style="font-size: x-large;"><br /></div><span><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: x-large; text-align: justify;">👉<b><span style="color: #fcff01;">__________________________________________</span></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">*Manuel Gutiérrez, guionista del cómic, <a href="https://www.zendalibros.com/goya-saturnalia-origen-y-procesos/" target="_blank">escribió en Zendalibros.com</a> un artículo donde explica algunas claves del proceso creativo del álbum. <i>Un making off</i> más que interesante.</span></div></span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-27686051626793755582023-12-13T09:53:00.000-08:002023-12-13T09:53:31.372-08:00LAS PINTURAS NEGRAS de GOYA<div style="text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0qLXJ_DUoq4q9FSdDhfV0e52bRF8fdxmSDnBYm6uFszfjpcWXEN9yJjYBtaCJVWG9qWSzAoF1Z2ZXHQ9KemGL8kcs6C725mnwhoAsGDwUZ4Fgbxc9jGHAHzraPJsMCr4mCdEUT5I_8nzEevxvqm4xqgrPL0HRioWrUg92coNsj2YxDfKXFHdjfDae8-E/s1280/detalle%20de%20la%20romer%C3%ADa%20de%20San%20Isidro.jpeg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="857" data-original-width="1280" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0qLXJ_DUoq4q9FSdDhfV0e52bRF8fdxmSDnBYm6uFszfjpcWXEN9yJjYBtaCJVWG9qWSzAoF1Z2ZXHQ9KemGL8kcs6C725mnwhoAsGDwUZ4Fgbxc9jGHAHzraPJsMCr4mCdEUT5I_8nzEevxvqm4xqgrPL0HRioWrUg92coNsj2YxDfKXFHdjfDae8-E/w640-h428/detalle%20de%20la%20romer%C3%ADa%20de%20San%20Isidro.jpeg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Goya, "<i>La Romería de San Isidro</i>" (detalle)</td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> En 1819 Goya se traslada a la Quinta del Sordo, en las afueras de Madrid. Tiene 73 años, está cansado, amargado y sordo. Ha perdido el favor del rey y teme que su actitud liberal le perjudique aún más ante la violencia represiva del absolutismo. Sus amigos políticos ya se han ido de España y él acabará haciéndolo en 1823, cuando se traslada a Burdeos donde morirá cinco años después.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> </span></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> A su alrededor España lleva años sumida en una disputa muy profunda que enfrenta a los defensores de la Constitución de 1812 y a la monarquía absolutista de Fernando VII. Al <i>Sexenio Absolutista</i> (1814-1820) le sigue el <i>pronunciamiento de Riego</i> que favorece un <i>Trienio Liberal</i> (1820-23) que concluirá al ser ocupada España por el ejército francés de los Cien Mil Hijos de San Luis. Esto facilita que Fernando VII abola la Constitución y reinstaure la monarquía absolutista.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> El genial pintor no sólo se había quedado sordo, sino que también venía sufriendo distintas crisis que iban acompañadas de estados febriles, delirios y vómitos. En 1820 Goya dedica al doctor Arrieta una pintura en la que se retrata atendido por el médico. Esto hace suponer que al principio de su estancia en la Quinta, el pintor estuvo enfermo. En esa obra llaman la atención una serie de figuras fantasmagóricas que aparecen en segundo plano. De todos modos la enfermedad por sí misma no explicaría el origen de las Pinturas Negras ya que Goya venía trabajando en <i><a href="https://www.realacademiabellasartessanfernando.com/goya/goya-en-la-calcografia-nacional/disparates/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Los Disparates</span></a></i>, todo un preludio de las mismas, desde 1815. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Hoy sabemos que la sordera y algunas de las crisis que tuvo a lo largo de su vida, fueron debidas a una intoxicación por plomo, elemento muy presente en el color blanco albayalde que utilizaba profusamente. Esto ocurrió porque a Goya le gustaba preparar sus propios colores, majando los minerales en el mismo estudio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz5SXANkkJ-dEjZeJhfU5kK-tUXEfq5DHR40ZrM17mucPs3kdLJJ-M5BRz_-YzmzHSxovluw5ucyP6IUuHQ9Zy-Csa_sXnNMfwbVJyPbAU9yGcod8krAk12yM100NZIwAfZYO0kXyS0gU3Owilz7SFOBRh58TdX3sywRVt-RLUDxdT8y6cDdlStgceoKk/s600/goya%20y%20su%20m%C3%A9dico.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="406" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz5SXANkkJ-dEjZeJhfU5kK-tUXEfq5DHR40ZrM17mucPs3kdLJJ-M5BRz_-YzmzHSxovluw5ucyP6IUuHQ9Zy-Csa_sXnNMfwbVJyPbAU9yGcod8krAk12yM100NZIwAfZYO0kXyS0gU3Owilz7SFOBRh58TdX3sywRVt-RLUDxdT8y6cDdlStgceoKk/w434-h640/goya%20y%20su%20m%C3%A9dico.jpg" width="434" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"> En este contexto personal y sociopolítico es cuando Goya se retira a la Quinta del Sordo, comprada por 60.000 reales en las afueras de Madrid, cuyo nombre se debía a la sordera que asimismo sufrió el anterior propietario. Allí, encerrado con sus recuerdos y tormentos, lleva a cabo 14 pinturas murales que se ejecutaron al óleo directamente sobre las paredes secas de dos salas, el comedor en la planta baja y el gabinete en el primer piso. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Son pinturas de temática amarga en las que predomina el color negro y un tono netamente alegórico. En los murales aparecen personajes esperpénticos y monstruosos que conectan con la mentalidad popular de la época enfrentada al desarrollo de la razón impulsado por la Ilustración francesa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> Las Pinturas se conservaron en la vivienda hasta que el barón Fréderic Émile d’Erlanger, propietario desde 1873, decidió despegarlas del muro y trasladarlas a lienzo en 1875. Aunque el traslado lo ejecutó el restaurador del Museo del Prado, Salvador Martínez-Cubells, la técnica utilizada -el <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Strappo" target="_blank"><span style="color: #e69138;">strappo</span></a></i>- fue muy dañina para los originales que perdieron gran cantidad de capa pictórica en el proceso. Esto obligó a someter a los lienzos a un abundante</span><span style="font-size: large;"> tratamiento de retoque y restauración. </span><span style="font-size: large;">Las Pinturas Negras fueron expuestas con escaso reconocimiento en la Exposición Universal de París de 1878 antes de ser legadas definitivamente por el barón al Museo del Prado en 1881. </span><span style="font-size: large;">Las catorce obras que conforman la colección fueron expuestas en conjunto y por primera vez en el Prado, en 1898.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSc40SjDbXc81ZEj1torarvOn0GVjuoCjIdy7Tq9LYQl6vwFOn8d38T-EEs3J7S9Whppk6af6emFDwuROndIlysb7EhO1snuV1kuYH5s8s6AkySwqHCVMi7ZKiEFt0f2gTYHjvGZ-69D7M9-afeGaJjWwYlltSTtjNbyWroOw6RdWLQTQiw2vpnNHtzJc/s899/praddo,pinturas%20negras.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="899" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSc40SjDbXc81ZEj1torarvOn0GVjuoCjIdy7Tq9LYQl6vwFOn8d38T-EEs3J7S9Whppk6af6emFDwuROndIlysb7EhO1snuV1kuYH5s8s6AkySwqHCVMi7ZKiEFt0f2gTYHjvGZ-69D7M9-afeGaJjWwYlltSTtjNbyWroOw6RdWLQTQiw2vpnNHtzJc/w640-h426/praddo,pinturas%20negras.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Los estudios radiográficos de las pinturas han permitido conocer que debajo de éstas había otras de muy diferente estilo como se puede apreciar en los paisajes del <i>Duelo a garrotazos</i>, que Goya parcialmente reutilizó. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div> Aunque no hay un consenso pleno sobre la disposición original de las pinturas en la Quinta, ésta se ha podido determinar gracias a la información suministrada por diferentes documentos, entre ellos el inventario realizado por Antonio de Brugada a la muerte de Goya (1828) y las fotografías de Laurent, hacia 1864.</div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2G4wVhrY3nne8YNFVDbm9oZsvsHpwWS6hP_ZnHRp1mpbdTc6mk4TzvYyW8RbGRGMEpLBrfnHEWHQxbcr3tBbRo0pFOQaaBGrfpFJZGy3Ik_5BnsE_Vy3LCbLefaIP2hRQWPotQ-6_YLSJgXbxSsU6yLoLd3pnnLhl1RRmpWCXUGrMFucrPm65MWzDG2s/s658/Pinturas-Quintasordo.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="658" height="584" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2G4wVhrY3nne8YNFVDbm9oZsvsHpwWS6hP_ZnHRp1mpbdTc6mk4TzvYyW8RbGRGMEpLBrfnHEWHQxbcr3tBbRo0pFOQaaBGrfpFJZGy3Ik_5BnsE_Vy3LCbLefaIP2hRQWPotQ-6_YLSJgXbxSsU6yLoLd3pnnLhl1RRmpWCXUGrMFucrPm65MWzDG2s/w640-h584/Pinturas-Quintasordo.png" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #e69138;"> Las Pinturas Negras </span></b>estremecen y fascinan de forma inmediata. Durante sus dos siglos de vida han sido objeto de estudio y debate. Hay quienes dudan de la autoría de Goya, mientras otros echan en falta un mural número quince. Pero yo creo que ahora mismo lo que cuenta es su legado, la posibilidad de bucear en esas oscuras simas llenas de seres deformes donde se aúna lo monstruoso y lo humano. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Las pinturas son inconfundibles porque al verlas nos golpea su terrible patetismo y esa lúcida representación de lo grotesco. El ambiente lúgubre y expresionista impacta en nuestra sensibilidad y nos sorprenden sus figuras alegóricas sobre la decrepitud de la vejez, la superstición o la presencia de la muerte. En todo caso muestran un profundo pesimismo sobre la condición humana y se revelan como una auténtica catarsis. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Técnicamente son muy radicales. Goya consigue crear un ambiente siniestro gracias a un cromatismo muy oscuro y limitado, donde predominan los negros, marrones y ocres; típicos del expresionismo pictórico. También por el acusado uso de luces y sombras. Goya enseñó a todos los pintores posteriores la libertad de ejecución a base de pinceladas sueltas y empastadas que aportan a estas obras una enorme fuerza expresiva. Además, en ellas, prescinde del contexto que permita conectar las escenas con sus fuentes mitológicas o históricas: lo que le interesa destacar es la acción y las emociones de los personajes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> No se sabe si fue una declaración de intenciones, pero la primera obra que se veía nada más entrar en el casa era <i><b><span style="color: #e69138;">Una Manola: Leocadia Zorrilla</span></b></i>; el retrato de quien se considera que fue su amante. Nos llama la atención el modo en que está unida la belleza de una mujer y la presencia de la muerte, en el túmulo de al lado.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4czvrbF4TRljjkPx25QjboxOfcqkSS8hFpwjM2p4LnWFM2xAn9i6qdWdGaddW1Gtw3850IgmbRinzktvjsA3_vDPw3Lhx7WAnarWenpCKBGbj49-KFDyv1r5Qye1t7aZvIM7lVXH5ErcCUx_v758aLhYLKAFaK9Ql8352XKg4UA5XcBNFEo-53vxX9m4/s908/La_Leocadia_(Goya).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="908" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4czvrbF4TRljjkPx25QjboxOfcqkSS8hFpwjM2p4LnWFM2xAn9i6qdWdGaddW1Gtw3850IgmbRinzktvjsA3_vDPw3Lhx7WAnarWenpCKBGbj49-KFDyv1r5Qye1t7aZvIM7lVXH5ErcCUx_v758aLhYLKAFaK9Ql8352XKg4UA5XcBNFEo-53vxX9m4/w564-h640/La_Leocadia_(Goya).jpg" width="564" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i> <b><span style="color: #e69138;">Saturno devorando a su hijo</span></b></i> también te recibía en la primera planta. Un mito reinterpretado muy personalmente y con un claro contenido político. Saturno aludiría al Estado que devora al pueblo representado en el hijo del dios. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aunque también se ha visto como una reflexión sobre la vejez y la destrucción de la sexualidad en la figura de la muchacha. La obra es un magnífico precedente del expresionismo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf-pR96AbTDvI8V3QtBvggz42bsvm0Ofhp6u6T6wGMiYUewMsvbac9ULYYPrM81oe7oDQPnQC4Z6MM1EwYpImNQqOgOs0iuGdRcRUT5KrkCYkCjWSP8CG9hNcw6PBcQ57-eBAM22MGr4Hj_HEGvKb8wr0gFrNUno5ptR7BNJ6vZTcL_V2GpvNspRn7iow/s2153/saturno.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2153" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf-pR96AbTDvI8V3QtBvggz42bsvm0Ofhp6u6T6wGMiYUewMsvbac9ULYYPrM81oe7oDQPnQC4Z6MM1EwYpImNQqOgOs0iuGdRcRUT5KrkCYkCjWSP8CG9hNcw6PBcQ57-eBAM22MGr4Hj_HEGvKb8wr0gFrNUno5ptR7BNJ6vZTcL_V2GpvNspRn7iow/w356-h640/saturno.jpg" width="356" /></a></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Goya reinterpreta las referencias mitológicas y bíblicas con las claves de su tiempo. Así ocurre con <i>Saturno devorando a su hijo, Atropos</i> y <i>Judith y Holofernes</i>. En este último se representa la escena bíblica en la que Judith corta la cabeza del caudillo asirio Holofernes. Goya se aleja de la iconografía tradicional del suceso ya que de Holofernes sólo se ve un fragmento de cabeza y no hay telas que delaten la tienda de campaña. En cambio la luz se centra en el rostro y el brazo armado de Judith; señalando la emoción de la violencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recordemos que muchos artistas han usado la referencia bíblica de Holofernes para aludir a la muerte del tirano. En este sentido Goya podría haber simbolizado la muerte de la tiranía de Fernando VII durante el Trienio Liberal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aunque también hay quien ha querido ver un paralelismo entre este cuadro y el de la Manola: ambos retratan a una hermosa mujer unida a la muerte. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsLXGhm3lvKzTQRMZiyvneBVQ49xn6FKQpRPDZSG-QmbX_X2vEm9j4YC0Wpw9_vnQsE6AADKlnxSZ9ubmkB6OwRZrAOzpyY2BnCUVBRvQztY1NsoR7mpgcaT0E_09Oe5e-by6s1KvRtAF-tLb_YbscNmqcPQqB_Y1P-0hglu4e2bT8zCXbBfDiE5Y9Ix8/s605/judith%20y%20holofernes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="605" data-original-width="375" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsLXGhm3lvKzTQRMZiyvneBVQ49xn6FKQpRPDZSG-QmbX_X2vEm9j4YC0Wpw9_vnQsE6AADKlnxSZ9ubmkB6OwRZrAOzpyY2BnCUVBRvQztY1NsoR7mpgcaT0E_09Oe5e-by6s1KvRtAF-tLb_YbscNmqcPQqB_Y1P-0hglu4e2bT8zCXbBfDiE5Y9Ix8/w397-h640/judith%20y%20holofernes.jpg" width="397" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Las Pinturas Negras manifiestan una visión fatalista de la España de principios del XIX, sumida todavía en un oscurantismo religioso e irracional. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Goya actuó como un visionario que se adelantó a su tiempo, como <b><span style="color: #04ff00;">Fuseli</span></b> o <b><a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-57622607" target="_blank"><span style="color: #e69138;">William Blake</span></a></b>, planteando soluciones expresivas propias del romanticismo, del impresionismo y del expresionismo; pero también exponiendo con la libertad de un genio los males de su época. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVRdwJmYHubHu5_CdmRRbVHLwHGx-AnV-XVwgsYZ23SfMyJImTKhjvIuivsMkJNNsWE3UYNmmxjSmT1tt9IEP6dKhSvOcjfdnYLSG-bVkIYTM2qtQG3_pDmqmsS8nvrhIEXYqnEc3NiTjKl2__64svzxLv1vk_bDX_fM-GKqGW8UYgDFyDhrwQ5VkgHPA/s3051/El_Aquelarre.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="966" data-original-width="3051" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVRdwJmYHubHu5_CdmRRbVHLwHGx-AnV-XVwgsYZ23SfMyJImTKhjvIuivsMkJNNsWE3UYNmmxjSmT1tt9IEP6dKhSvOcjfdnYLSG-bVkIYTM2qtQG3_pDmqmsS8nvrhIEXYqnEc3NiTjKl2__64svzxLv1vk_bDX_fM-GKqGW8UYgDFyDhrwQ5VkgHPA/w640-h202/El_Aquelarre.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En <b><i><span style="color: #e69138;">El Aquelarre</span></i></b> o <i>El Gran Cabrón, </i>Goya refleja un conjunto abigarrado de rostros deformados por un dramatismo expresionista: ojos, bocas y frentes se distorsionan por el temor ante la poderosa presencia de un macho cabrío que representaría lo irracional. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Llama la atención la figura femenina que hay a la derecha, reflexiva y separada de la muchedumbre; podría corresponderse con la presencia aislada de “la razón” ante “la sinrazón”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay un pequeño grupo de Pinturas que comparten este tipo de composición, una abigarrada multitud compuesta por seres grotescos cuyos rostros son una horrible mueca de terror o embriaguez, así <i>La Romería de San Isidro</i>, <i>El Santo Oficio</i> o este <i>Aquelarre</i>. Estos grupos numerosos son tratados por Goya como una unidad orgánica que mira, grita o se asusta a la vez, como si fuese una sola bestia multifacetada. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEPIbuZZwexIjoUpl_J4RRtt5BscFU8gya2fB5qpnwcuN0NEx8jgsNWPSoK1HH5BBxkLluxJ43CKPG9UBJQkTOb-q7g6yApVnc2_7bTA5Z6y9Jej1s9SDqP5sUZeIdkZpJzhp9ARv-0IUtPGqa908BQ4nvVAp65UNV7ESuLHN03KSYZuuudgBOqxXaYro/s800/romer%C3%ADa%20de%20san%20isidro.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: x-small;"><img border="0" data-original-height="246" data-original-width="800" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEPIbuZZwexIjoUpl_J4RRtt5BscFU8gya2fB5qpnwcuN0NEx8jgsNWPSoK1HH5BBxkLluxJ43CKPG9UBJQkTOb-q7g6yApVnc2_7bTA5Z6y9Jej1s9SDqP5sUZeIdkZpJzhp9ARv-0IUtPGqa908BQ4nvVAp65UNV7ESuLHN03KSYZuuudgBOqxXaYro/w640-h196/romer%C3%ADa%20de%20san%20isidro.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Goya, "<i>La Romería de San Isidro</i>"</span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div><b><i><span style="color: #e69138;"><br /></span></i></b></div><div><b><i><span style="color: #e69138;">La romería de San Isidro</span></i></b> es como una imagen en negativo de un acontecimiento luminoso y festivo. Un grupo de romeros de toda condición social avanza hacia nosotros en una noche que parece la de difuntos. En la escena destaca en primer plano un grupo de hombres que cantan ebrios con gestos exagerados o de sorpresa.</div><div><br /></div><div>En todas estas pinturas el artista nos muestra aspectos de un lenguaje pictórico que ha evolucionado considerablemente. No solo huye de cualquier pauta académica sino que dota a su pincelada de una manifiesta libertad. Las miradas espantadas o la distorsión de rostros, gestos y actitudes se han pintado con brochazos enérgicos, visibles a primera vista por los acusados contrastes entre blancos, ocres y negros. Los fondos planos también ayudan a que destaquen todavía más las figuras. </div><div><br /></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpgD3qbV7MEyHe_vzIf7TeymPwkIoO649djYsLCECSI9n2xE43wQYaZ3MRUXIJu4NA6rDV2WBhv1YDIEl0wRbenrOQ82D6UVT8yLisYYsr_kwB_ijDFDbAdD787ejrQaBJAm58iwtT7V0aHQFueQob5F-To-Dygo46oGBkO1DIF5SJ5HqfhrOoVyG7jj8/s1897/El%20Santo%20Oficio-.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1897" height="304" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpgD3qbV7MEyHe_vzIf7TeymPwkIoO649djYsLCECSI9n2xE43wQYaZ3MRUXIJu4NA6rDV2WBhv1YDIEl0wRbenrOQ82D6UVT8yLisYYsr_kwB_ijDFDbAdD787ejrQaBJAm58iwtT7V0aHQFueQob5F-To-Dygo46oGBkO1DIF5SJ5HqfhrOoVyG7jj8/w640-h304/El%20Santo%20Oficio-.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Goya, "<i>El Santo Oficio</i>"</span></td></tr></tbody></table><br /><div><br /></div><div><br /></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><i><span style="color: #e69138;"><br /></span></i></b></div><div style="text-align: justify;"><b><i><span style="color: #e69138;">El perro semi-hundido</span></i></b> es la más moderna de las Pintura Negras. Su tratamiento es tan radical que parece una obra del siglo XX. El reciente descubrimiento de un negativo fotográfico de Laurent nos lleva a pensar que el perro mira a dos pájaros que revolotean más arriba, aunque la imagen no parece del todo concluyente. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De todos modos, mire a los pájaros, al futuro o a la salvación, la imagen se ha convertido en icónica y en un verdadero emblema del arte y la cultura contemporáneos ya que ha sido comentada en diversas novelas, poemas y cuadros durante todo el siglo XX. El artista <b><a href="https://www.antoniosaura.org/sp/home" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Antonio Saura</span></a></b> la dedicó un profundo ensayo y realizó a lo largo de toda su vida una serie de obras que tienen como punto de partida este cuadro con la cabeza del perro asomando detrás del montículo: "Desde niño me he sentido fascinado por esta imagen extremosa que, por extraños vericuetos, ha permanecido siempre asociada al recuerdo del patito feo del cuento infantil y a su manifestación de asombro al surgir del redil y contemplar la vastedad del mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVAoK-zeK_8inwDZjKIcNSe1s2hWvUYrLZVs_jAh_WJq8smvtghrzE-rWJpqQ6YJyKzml-KUgF5g4K_k_IXJc_Kz9Vtv_Rl8Sz3D8grz1JcHCHo6lzU5OBNWOAQwaldraa3liY2IvZLKEJRNlNGGZCtv88Gc_8o1aP765KcPTzPDZzclMQZMQbRI7WRGI/s1358/goya_dog.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1358" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVAoK-zeK_8inwDZjKIcNSe1s2hWvUYrLZVs_jAh_WJq8smvtghrzE-rWJpqQ6YJyKzml-KUgF5g4K_k_IXJc_Kz9Vtv_Rl8Sz3D8grz1JcHCHo6lzU5OBNWOAQwaldraa3liY2IvZLKEJRNlNGGZCtv88Gc_8o1aP765KcPTzPDZzclMQZMQbRI7WRGI/w378-h640/goya_dog.jpg" width="378" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; text-align: left;"><div style="text-align: justify;">El blog <a href="https://mundoartehistoria.blogspot.com/2014/12/ensayo-saura-y-el-perro-de-goya-begona.html" target="_blank"><span style="color: #e69138;">MundoArteHistoria</span></a> nos revela esta contemporaneidad de Goya:</div></span><blockquote style="font-size: medium; text-align: left;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Desde <b><span style="color: #04ff00;">Munch</span></b>, con <i>El grito</i>, convertido en un icono social y plástico universal, hasta “<i>los ojos [que] empezaron a desear y a sufrir y las bocas a gritar y a morder</i>” de <b><span style="color: #04ff00;">Antonio Saura</span></b>, la modernidad artística parece haber seguido la estela de <b><span style="color: #04ff00;">Goya</span></b>, parece haberlo convertido en el referente más elocuente, a través de pinceladas expresionistas, los empastes y trazos más furibundos de la abstracción, o las aceradas imágenes de esa suerte de nueva figuración que alentó la llamada Escuela de Londres y el nuevo expresionismo alemán. Se trata de una forma de entender y de expresar la realidad más profunda, que arrancó con Goya y que ha generado las magníficas y, a veces aterradoras imágenes del mundo moderno."</span></blockquote></div><div style="text-align: justify;">La más evidente característica del cuadro es su escuetísima composición formal. Una desmesurada y vertical zona dorada acentúa el contraste con el talud horizontal de color marrón como la tierra. El tercer y último elemento se sitúa en la misma línea que divide ambos espacios inertes, allí surge esa cabeza mínima y oscura que parece sobrecogida. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una vez más Goya consigue que nos centremos en las emociones del protagonista, porque no sabemos si mira, se esconde, se hunde o padece una angustiosa inseguridad. El "gesto humano" del perro y la resonante simpleza del cuadro lo convierten en una imagen paradigmática. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;">☙☘❧</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay quienes han dado coherencia a las pinturas de la planta baja al hacer notar que recrean el mundo de la noche, cercano a lo infernal. Así se puede apreciar en <i>Saturno, el Gran Cabrón</i> o <i>La Romería de San Isidro</i>. Pero la variedad temática es grande y yo preferiría reunir ahora un pequeño grupo de obras que comparten la representación de escenas costumbristas con personajes individuales: <i>Hombres leyendo, Dos mujeres y un hombre, Un viejo y un fraile</i> y <i>Dos viejos comiendo</i>. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En estas pinturas ha desaparecido cualquier amable pintoresquismo para convertirse en un amargo comentario sobre la condición humana. Seres lujuriosos, rasgos bestiales, cabezas que parecen calaveras junto a un alto grado de abstracción formal sobre un fondo siempre negro, nos permiten asomarnos al universo sombrío que rodeaba a Goya. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaxPCc62gFN_bOw6y1kCzxw-Vpz1r0p_NyMicHl3ILQz8zK11Ng99S0mkHraJ00UtVSal1k6bMi6aO1tZg7qj3HQnGANNM-wce_uJjtHyxK-HhjyL4fvfmmdLcp6iW97d_xLcE6cp9wYbwN-3c59c-0TY73TzoWB31mfWceVMNyH62ZR8oHYq-XaO6EXk/s790/Dos-mujeres-y-un-hombre.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="790" data-original-width="400" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaxPCc62gFN_bOw6y1kCzxw-Vpz1r0p_NyMicHl3ILQz8zK11Ng99S0mkHraJ00UtVSal1k6bMi6aO1tZg7qj3HQnGANNM-wce_uJjtHyxK-HhjyL4fvfmmdLcp6iW97d_xLcE6cp9wYbwN-3c59c-0TY73TzoWB31mfWceVMNyH62ZR8oHYq-XaO6EXk/w324-h640/Dos-mujeres-y-un-hombre.jpg" width="324" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Goya, "Dos mujeres y un hombre"</span></td></tr></tbody></table><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqSA3bEWIQ6TUuxRH0SZT98jrA3Xh4OqRcq0NgQd5iGVQ4JZiURkkAvpAqYjrZsRUoLZ-labQchyphenhyphenbH7NwdGZ_NYJbsTwImqIBsmvY20Qz3mCnl1OsIvVX8aD_pcOfh445psDENHbfktf53v6N5a2fixeoTt2hMmUQZuEmz66UQ0z2j4XisuCTtk4JdGrI/s900/109.-Viejos-comiendo-sopa.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="520" data-original-width="900" height="370" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqSA3bEWIQ6TUuxRH0SZT98jrA3Xh4OqRcq0NgQd5iGVQ4JZiURkkAvpAqYjrZsRUoLZ-labQchyphenhyphenbH7NwdGZ_NYJbsTwImqIBsmvY20Qz3mCnl1OsIvVX8aD_pcOfh445psDENHbfktf53v6N5a2fixeoTt2hMmUQZuEmz66UQ0z2j4XisuCTtk4JdGrI/w640-h370/109.-Viejos-comiendo-sopa.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Goya, "Dos viejos comiendo sopa"</span></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqSA3bEWIQ6TUuxRH0SZT98jrA3Xh4OqRcq0NgQd5iGVQ4JZiURkkAvpAqYjrZsRUoLZ-labQchyphenhyphenbH7NwdGZ_NYJbsTwImqIBsmvY20Qz3mCnl1OsIvVX8aD_pcOfh445psDENHbfktf53v6N5a2fixeoTt2hMmUQZuEmz66UQ0z2j4XisuCTtk4JdGrI/s900/109.-Viejos-comiendo-sopa.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><br /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyhfq3LTgSiT1Sh2vYODQEQ_74oaj1B0-YUWy0onKQKKYC-BP6s6k3-acLn3u3SHD6qQK36nPBLk9UjlADfX44ireHS30XyaifLrxRXnhyphenhyphenBhI_uqitFBSAhVGZQIJ5rHHT8l4UrHY52AGCM1DXmLPpUUiYrT1pgwddchvUhuRKjJDJctiO-3_FmBMyZ74/s1793/dos%20viejos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1793" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyhfq3LTgSiT1Sh2vYODQEQ_74oaj1B0-YUWy0onKQKKYC-BP6s6k3-acLn3u3SHD6qQK36nPBLk9UjlADfX44ireHS30XyaifLrxRXnhyphenhyphenBhI_uqitFBSAhVGZQIJ5rHHT8l4UrHY52AGCM1DXmLPpUUiYrT1pgwddchvUhuRKjJDJctiO-3_FmBMyZ74/w286-h640/dos%20viejos.jpg" width="286" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Goya, "Dos viejos"</td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPlaDNliQuUKWzOAC-NZ1ibw8XRYzb_eDtZF9L2Gdh8KpggtMg3AhLZr5K6d0glW1XHRaAxZiqlii_6j74Qoom5QsbDOMi1DxgdjW9cvZAsBxQNHBoM0zviaTv5oWjBr0S_9OnfGCcz6PwcIm7qb46-N_sKMtIYRxPCzE2Bx2UjqO64IgBzHhaDVpOrlE/s1567/800px-Hombres_leyendo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1567" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPlaDNliQuUKWzOAC-NZ1ibw8XRYzb_eDtZF9L2Gdh8KpggtMg3AhLZr5K6d0glW1XHRaAxZiqlii_6j74Qoom5QsbDOMi1DxgdjW9cvZAsBxQNHBoM0zviaTv5oWjBr0S_9OnfGCcz6PwcIm7qb46-N_sKMtIYRxPCzE2Bx2UjqO64IgBzHhaDVpOrlE/w326-h640/800px-Hombres_leyendo.jpg" width="326" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Goya, "Hombres leyendo"</span></td></tr></tbody></table><div><span style="font-size: large;"><span style="background-color: #f8f9fa; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 12.376px;"><br /></span></span></div><div><span style="font-size: large;"><span style="background-color: #f8f9fa; color: #202122; font-family: sans-serif; font-size: 12.376px;"><br /></span></span></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">En el cuadro "<b><i><span style="color: #e69138;">Hombres leyendo</span></i></b>" se interpreta que leen un panfleto político, tal y como se solía hacer en las múltiples tertulias políticas clandestinas que se produjeron en los agitados años del Trienio Liberal.</div></span><span style="font-size: large;"><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEises2xmCDzc5DTp3gznsloV9RZFMLcE9M71hkyfOuHa9lsu_QMAHTOweCT2veDqqd2e9Ht6PcLY8m-MtFjpQ_z38i1SvVgc01-vIVBJOS0np6aoWwTysq6HtZgHB4nE4VJiL9T9Qo_6NiY33Ai7G2g73lPNroJFxrmWkEjqdXO6PjO3QgeEaevudvUK_E/s1500/01-duelo-a-garrotazos-goya_.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="702" data-original-width="1500" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEises2xmCDzc5DTp3gznsloV9RZFMLcE9M71hkyfOuHa9lsu_QMAHTOweCT2veDqqd2e9Ht6PcLY8m-MtFjpQ_z38i1SvVgc01-vIVBJOS0np6aoWwTysq6HtZgHB4nE4VJiL9T9Qo_6NiY33Ai7G2g73lPNroJFxrmWkEjqdXO6PjO3QgeEaevudvUK_E/w640-h300/01-duelo-a-garrotazos-goya_.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><i><span style="color: #e69138;">Duelo a garrotazos</span></i></b> presenta una lucha cruel y ciega que sólo acabará con la muerte de uno de los contendientes. El contraste de ese odio mortal con el luminoso paisaje del fondo es tremendo. Sin duda se trata de uno de los más bellos paisajes pintados por Goya merced al tratamiento de la luz y a esa atmósfera tan liviana donde la tragedia parece no tener cabida. Se trata de otras de las imágenes icónicas de Goya repetida e interpretada en muchas ocasiones como el persistente enfrentamiento civil entre españoles. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcploDQdTnfb5UXxpyHSM963iWhRBmn18ijBeZNUWR1Jk3Wo5NXkvDv4jJ_pxvOCyeJtc-9p9BpgE6FH8IDOLqdmoBx1df6yJS9afW9Ki0BE9Vp7bBlUSKhWfZA4GI0leA_4ue9Mh1HKzXBH7OuX1ULqwPe9ZnjmgWJwCm6hbiZjWi__Yq9hxHOullE2Q/s3051/Atropos_o_Las_Parcas.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1467" data-original-width="3051" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcploDQdTnfb5UXxpyHSM963iWhRBmn18ijBeZNUWR1Jk3Wo5NXkvDv4jJ_pxvOCyeJtc-9p9BpgE6FH8IDOLqdmoBx1df6yJS9afW9Ki0BE9Vp7bBlUSKhWfZA4GI0leA_4ue9Mh1HKzXBH7OuX1ULqwPe9ZnjmgWJwCm6hbiZjWi__Yq9hxHOullE2Q/w640-h308/Atropos_o_Las_Parcas.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Goya, "Las parcas"</span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En <b><i><span style="color: #e69138;">Átropos</span></i></b> o <b><i><span style="color: #e69138;">Las Parcas</span></i></b>, Goya altera la narración clásica de Hesíodo que le sirve de fuente. Explica Hesíodo en la Teogonía el nacimiento de las hijas de la Noche, Cloto, Láquesis y Átropos, que conceden a los mortales la posesión del bien y del mal, persiguen sus delitos y los delitos de los dioses. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El artista incluye un cuarto personaje, un hombre inerme, conducido por las diosas en un paisaje que recuerda a algunos de los realizados en <i>Los Caprichos</i>. Este fantástico, a la vez que realista, paisaje nocturno, plateado, contrasta con la luminosidad de <b><i><span style="color: #e69138;">Asmodea</span></i></b>, una obra ante la que han fracasado todos los intentos de interpretación. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWbax73Y6ZkbuT0R8oQ5yAw0edLAbMNBBujVq5nsuFV_IR-w9OnC48UkHEVg3Edi2tdyf1iSDhZWefiQvkgGKw5sQix1vhp2U4jPbW6le97XJsj7Ze-huOu6wApHGgxxmkX5NaxSuGCy7nOB0_5wZ2Xcnu-iruRUDHCmndkmqhFlhibR4O4Sq3nSWeM0I/s800/asmodea.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="372" data-original-width="800" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWbax73Y6ZkbuT0R8oQ5yAw0edLAbMNBBujVq5nsuFV_IR-w9OnC48UkHEVg3Edi2tdyf1iSDhZWefiQvkgGKw5sQix1vhp2U4jPbW6le97XJsj7Ze-huOu6wApHGgxxmkX5NaxSuGCy7nOB0_5wZ2Xcnu-iruRUDHCmndkmqhFlhibR4O4Sq3nSWeM0I/w640-h298/asmodea.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: center;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: center;"><br /></span></div></span></div><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: left;"><span style="text-align: center;"> ☙☘❧</span></div></span></div></blockquote><p> </p><div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Después de dos siglos las Pinturas Negras no se han agotado y siguen componiendo uno de los corpus pictóricos más sugestivos e inquietantes de la Historia del Arte. Suponen una de las visiones más tenebrosas del ser humano que aquí se asimila a lo grotesco: "<i>Cabe hablar de metamorfosis y deformaciones, comicidad radical, pero también de tragedia y sátira</i>”, como apunta <b><span style="color: #04ff00;">Valeriano Bozal</span></b> en su magistral tratado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Son muchas las interpretaciones que se han dado al conjunto. Unas se centran en la ancianidad del pintor para apreciar su preocupación por el paso del tiempo y la muerte. Otras en ese espíritu inquieto que interpreta en clave mitológica y bíblica la sociedad atrasada y las supersticiones de su tiempo. Pero de lo que no cabe duda es que representan el grito desesperado de un alma atormentada en la recta final de su vida. </div></span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-78295850606144377002023-12-05T16:32:00.000-08:002023-12-10T06:41:09.718-08:00UN AMOR - de Sara Mesa <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnhzBl7VA8qHkhJ3Od2SafJ24U-XlcWgr1hTvWSH6E-sfdykEB-K9PldO-JcW0-AawJM1V_K_QMexq5sKQR38lGflNcf4uymMHrjloHlgcowY96gkUerM7CYEfIDgir-eF-s3O__KzHJ-p85kXzp9vxaKoJ2NZbWF_haiZ9EeROHrXcv0JZIr-QubAdtg/s869/un%20amor,%20mesa.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="869" data-original-width="552" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnhzBl7VA8qHkhJ3Od2SafJ24U-XlcWgr1hTvWSH6E-sfdykEB-K9PldO-JcW0-AawJM1V_K_QMexq5sKQR38lGflNcf4uymMHrjloHlgcowY96gkUerM7CYEfIDgir-eF-s3O__KzHJ-p85kXzp9vxaKoJ2NZbWF_haiZ9EeROHrXcv0JZIr-QubAdtg/w406-h640/un%20amor,%20mesa.jpg" width="406" /></a></div><br /><br /><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Esta novela es de las que yo llamo de "coto cerrado". Muy pocos personajes en un entorno bastante "vacío", donde se cuecen en su propio jugo. Esto nos permitirá profundizar en las motivaciones de la protagonista y sus relaciones y reacciones con el entorno.</span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Natalia es una joven que quiere reorientar su vida. Ha salido de un trabajo aburrido y un ambiente tóxico en la ciudad y busca reiniciarse en una aldeúcha perdida con un nombre ya de por sí metafórico, La Escapa. Pero allí está fuera de lugar. No encaja con sus vecinos... ni tampoco consigo misma. El viaje hacia un nuevo yo no le va a resultar fácil; pero sus fracasos cotidianos y vitales le van a servir para aquilatar la pasta de la que está hecha. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nat trabaja de traductora y tiene una obsesión con "<i>los nombres exactos</i>" de las cosas, como si esto le permitiera acotarlas y controlarlas. Pero esto no le ayudará a definir los límites de su propia experiencia que, encima, escapará a su control cuando se lance a un amor retorcido, extraño y casi desesperado con uno de sus vecinos.</div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Cada palabra se convierte en enemiga y traducir es lo más parecido a batirse en duelo con una versión previa, y mejor, de su texto. Avanza con tanta lentitud que se desespera. ¿Es el calor, la soledad, la falta de confianza, el miedo? ¿O es simplemente -y debería admitirlo- su ineptitud, su torpeza?"</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">El lugar donde ha aterrizado es bastante abstracto, como fuera del tiempo. Parece un espacio mental. Todo le es extraño y no logra establecer ningún tipo de lazo con nada. Además sus convecinos son ásperos, desconcertantes, como su tosco y mezquino casero que le lleva a tener un sueño recurrente en el que ella está atada a la cama mientras un hombre penetra en la casa abiertamente y profana su intimidad. Nat es joven y culta en un entorno zafio y hostil... pero ella se propone domesticarlo. Como al perro que le ha regalado su casero. Aunque los indicios le revelan que en ambos asuntos está fracasando. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj99L_hWsnjCiF7qdtg5-jZseElug5qWuq5TQq_8YkRQU2ODhBUz7Cve3Hb4uE697H6HlToog9DSed1vTOWKq1xXa9SFP5RmCfJlYe7hxsX8xUW6btZa2vrn8a3Xz14e_FpZMew4F1crdxdiVRJ2vVaG61jyUw5HfuoLNqBt6l8pg3yVzHP2GZWAzQhsEU/s1092/un%20amor,%20coixet.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="813" data-original-width="1092" height="476" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj99L_hWsnjCiF7qdtg5-jZseElug5qWuq5TQq_8YkRQU2ODhBUz7Cve3Hb4uE697H6HlToog9DSed1vTOWKq1xXa9SFP5RmCfJlYe7hxsX8xUW6btZa2vrn8a3Xz14e_FpZMew4F1crdxdiVRJ2vVaG61jyUw5HfuoLNqBt6l8pg3yVzHP2GZWAzQhsEU/w640-h476/un%20amor,%20coixet.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Nat cada día está más perdida. Observa alrededor buscando una referencia o una guía, pero nada le infunde confianza. El microcosmos que aparece ante ella le resulta desolador y muy primario. Llega a sentir que todos los animalillos del campo la asedian, mosquitos, salamanquesas, arañas...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La escritura es nerviosa. Con trazos rápidos. Como una mirada que recorre nerviosa un panorama sin asideros. El entorno es mínimo pero palpitante. En su mismo centro late una pulsión descontrolada y desconcertante. Apenas tres personajes más redondean el conjunto de la novela. Píter, El Inglés, un cuarentón melenudo que suele intentar ayudarla pero lo primero que hace es hacerla desconfiar del casero y luego, subrepticiamente, va minando su confianza en sí misma. Lo que hoy en día se conoce como micromachismo. También hay un matrimonio que viene a su segunda residencia para pasar los fines de semana. Acogerán a Nat con aparente normalidad, pero arrastran los resabios de la ciudad y en el fondo late una incomprensión mutua.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Finalmente está Andreas, conocido como el Alemán; un tipo hosco como un jabalí desconfiado que vive retirado de todo y de todos, dedicado a cultivar su huerta. Ese territorio cuenta con su propio superego, el monte El Glauco. Una presencia regia en el paisaje, oprimente y confusa: "<i>No se puede escapar del monte</i>" le llega a decir Píter. Siempre te vigila, siempre está ahí. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg13ZCgRbHyWzhMqT1tqxoSvmGQfK54Vlkc-eQ9UGuGasM1CzclwvAQJooxwIBdXQTCs5OlEfOUZnPMxD5Ch2Jnx_pZX9TW3qi1E_ldmYLdliVfg66s-DBvVGwbOfd8TCkZteIWDm2bkvmuEvcsxj8E1_MeqsnLvH1XhNCkSN3MCcvMBqAXRDqMzjMHdw/s800/el-cuento-de-la-montana.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="431" data-original-width="800" height="344" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg13ZCgRbHyWzhMqT1tqxoSvmGQfK54Vlkc-eQ9UGuGasM1CzclwvAQJooxwIBdXQTCs5OlEfOUZnPMxD5Ch2Jnx_pZX9TW3qi1E_ldmYLdliVfg66s-DBvVGwbOfd8TCkZteIWDm2bkvmuEvcsxj8E1_MeqsnLvH1XhNCkSN3MCcvMBqAXRDqMzjMHdw/w640-h344/el-cuento-de-la-montana.jpg" width="640" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div><span style="font-size: large;"><div><br /></div><div style="text-align: justify;">La historia de Nat toma un nuevo e insólito derrotero cuando acepta una extraña relación con el huraño Andreas: "<i>Puedo arreglarte el tejado a cambio de que me dejes entrar en ti un rato</i>", le propone un día.</div><div>Oh.</div><div style="text-align: justify;">A la negativa inicial le sigue una aceptación en la que ambos, como animalillos heridos, se refugian con furia y resignación. Esta es la parte magra de la novela y en ella bullen sentimientos encontrados que van desde un deseo femenino oscuro y casi irracional hasta una sensación de culpa reflejo de un abuso que sufrió de niña. Su relación pasa por todas las fases habituales; primero sexo furioso y placentero, pero luego esa relación febril se institucionaliza: "<i>se acabó la urgencia, ahora cenan primero y luego se acuestan</i>". Nat descubre que ha dado muchas cosas por sentadas con Andreas. Al comienzo ella decidía pero pronto pasa a depender de él. Poco a poco se va abriendo un abismo entre ellos. </div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"En realidad, suena grotesco, torpe, inculto, tal como le parecía al principio, cuando lo miraba de lejos y solo era un pedazo del paisaje, nada más. El alemán, un hombre cualquiera, como cualquier otro. y ella, piensa, se había empeñado en traducirlo, en llevarlo a su terreno. Qué absurda pretensión, se dice. Si no fuese ridículo, sería hasta divertido."</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">La novela lleva a cabo una investigación profunda y turbadora de la psique femenina y las revelaciones a las que llega son perturbadoramente contradictorias.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Además, en este punto, yo me pregunto si La Escapa representa al mundo y ese grupito de personas a la sociedad. Es innegable que la obra se sumerge en una psicología femenina en construcción; pero también que delata un microcosmos con muchas aristas. "<i>Un mundo lejano, incomprensible y doloroso</i>" llega a reflexionar Nat. Un mundo de reglas, deseos y pulsiones que amenaza con convertirla en un chivo expiatorio. </div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Está en sus manos, se repite Nat, o el uno en las manos del otro, con la posibilidad de vender y comprar el perdón, la defensa y el restablecimiento del honor. Él ostenta el poder de la víctima y quizá gracias a que ese privilegio es el único capaz de interceder por ella. Pero, para lograrlo, Nat deberá expiar su culpa, entregar algo a cambio. Se regodea unos instantes en la idea, ¿por qué no? ¿No fue así como empezó su historia con Andreas, intercambiando bienes? Es evidente que el vecino la desea."<br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVPDbySqmk_CpqdXG-TobbDvT7QO0SQ4MOt8Rc3a3z9hs67etDRAEYCOUI8A9oqKJJz1hmwpeijRPZkZJtSGgsx_5fV-1Gw7PCG3kWJCCIx_Zzq9sEX8qvVZNbgHfdQHNo31L4M2eeCo5U6FwPihWXsSjCVe2F3kauHMClUfsGUFXGYWmKcfaquS4n2Eg/s1200/un%20amor.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a></div></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVPDbySqmk_CpqdXG-TobbDvT7QO0SQ4MOt8Rc3a3z9hs67etDRAEYCOUI8A9oqKJJz1hmwpeijRPZkZJtSGgsx_5fV-1Gw7PCG3kWJCCIx_Zzq9sEX8qvVZNbgHfdQHNo31L4M2eeCo5U6FwPihWXsSjCVe2F3kauHMClUfsGUFXGYWmKcfaquS4n2Eg/s1200/un%20amor.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="903" data-original-width="1200" height="482" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVPDbySqmk_CpqdXG-TobbDvT7QO0SQ4MOt8Rc3a3z9hs67etDRAEYCOUI8A9oqKJJz1hmwpeijRPZkZJtSGgsx_5fV-1Gw7PCG3kWJCCIx_Zzq9sEX8qvVZNbgHfdQHNo31L4M2eeCo5U6FwPihWXsSjCVe2F3kauHMClUfsGUFXGYWmKcfaquS4n2Eg/w640-h482/un%20amor.jpg" width="640" /></a></div><span><br /><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div style="font-size: x-large;"><br /></div><div><span style="font-size: medium;">Y ahora toca ir a ver <a href="https://tribuna.ucm.es/news/un-amor-de-isabel-coixet" target="_blank"><span style="color: #e69138;">la película de Isabel Coixet </span></a>basada en esta historia.</span></div><div><span style="font-size: medium;">Las dos imágenes que aparecen con la actriz <b><span style="color: #04ff00;">Laia Costa </span></b>pertenecen a la película.</span></div></span></div><p></p>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-23077983714319516302023-12-04T08:24:00.000-08:002023-12-04T08:24:47.734-08:00LA VIDA DE LOS DEMÁS - Mohammad Rasoulof<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix2V7sCrw7_GhWE6mn_IAxSxqc0hi0o1YJ9lxDt0Xt1qeEhDrqPcKIxL5iKkcTEc3ipipNd-DO9anSMdbKp4sj2XZocoeFFC-60ycbqB5-CE67FVA2LCQfhouzocFZbfsVqMKkmWVtfvW5YpyItKBfdxVBy3u_2HnXhfJ3YijxhhDAu_tTBhPLj3eNrWc/s800/La_vida_de_los_demas.jpg" style="font-size: x-large; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="560" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix2V7sCrw7_GhWE6mn_IAxSxqc0hi0o1YJ9lxDt0Xt1qeEhDrqPcKIxL5iKkcTEc3ipipNd-DO9anSMdbKp4sj2XZocoeFFC-60ycbqB5-CE67FVA2LCQfhouzocFZbfsVqMKkmWVtfvW5YpyItKBfdxVBy3u_2HnXhfJ3YijxhhDAu_tTBhPLj3eNrWc/w448-h640/La_vida_de_los_demas.jpg" width="448" /></a><span style="font-size: medium;">Irán, 2020</span></div><br /><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>El mal no existe</i> (There Is No Evil), es el título original de una película decidida a demostrar que lo creamos nosotros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">La cinta está compuesta por cuatro historias que son variaciones sobre un mismo tema: el protagonista es obligado a ejercer de verdugo mientras está haciendo el servicio militar, que es obligatorio en Irán. A través de este tema común se nos muestra un Irán actual y cotidiano donde hasta en los pequeños detalles aflora el clima de represión, falta de libertad y control social que deshumaniza todo lo que toca. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pesar de constar de cuatro episodios independientes, la película no adolece de la desconexión narrativa que suele afectar a este tipo de cintas. El hilo argumental que las une es suficientemente poderoso para mantenernos centrados en el camino que comparten, cómo afrontan la orden de matar y qué consecuencias tiene para ellos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay una imagen que resume para mí toda la película y transcurre en el segundo episodio. Los pobres soldados que han sido designados para llevar a cabo las ejecuciones sumarias esperan su turno hacinados en una habitación con literas. Al que le toca esa noche está vomitando y no logra dormir. Cuando llega la hora le conducen hasta la celda del reo y los guardias le indican que debe esposarse a él, para llevarlo hasta la sala donde está preparada la horca. </div><div style="text-align: justify;">Ese plano, con el verdugo y el reo unidos por las esposas camino del cadalso, resulta definitorio del asunto de la película. Los dos, realmente, son prisioneros de un sistema cruel y dictatorial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm53ISMjm5_kGcu4DVwD3qUoOjLaRSoAoV1-sHYeLxbSdROTf1usjx8D46sbSEZ24FdR-cImpmKae34nosscSXiS0eVs6sD1Y_mN6uBIVdPVejNtQegvrtRDzvn_AUYdj8ERk47wQHqzqr5CAbiQMkW7WzjjxlR9arFuDJnPeD3JvY8V96xY6jo3ZTB_U/s1704/la-vida-de-los-demas.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="981" data-original-width="1704" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm53ISMjm5_kGcu4DVwD3qUoOjLaRSoAoV1-sHYeLxbSdROTf1usjx8D46sbSEZ24FdR-cImpmKae34nosscSXiS0eVs6sD1Y_mN6uBIVdPVejNtQegvrtRDzvn_AUYdj8ERk47wQHqzqr5CAbiQMkW7WzjjxlR9arFuDJnPeD3JvY8V96xY6jo3ZTB_U/w640-h368/la-vida-de-los-demas.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="font-size: x-large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Cada episodio tiene una alcance y una narrativa diferente, pero hay que decir que están magníficamente planteados y rodados. El primero es un modelo de planteamiento narrativo que culmina en un desenlace atroz; mientras que el segundo, después de un debate meridianamente claro entre los personajes apunta a thriller; huir de la cárcel y de la ignominia. El tercero es menos directo que los dos primeros, pero más dramático y sutil. Mientras que en el cuarto se abre el foco del conflicto perdiendo el mensaje contundencia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El primero exhibe una capacidad de impacto tan brutal que nos hará recordarlo durante días. Plantea la paradoja de la <i>banalidad del mal</i> acuñada por <b><span style="color: #04ff00;">Hannah Arendt</span></b> exponiendo con toda su crudeza el debate moral de fondo: ¿es posible matar a otras personas y llevar un vida normal con familia e hijos? Sin duda es el que más fuerza atesora, quizás por tener su origen en una experiencia propia del director y guionista:</div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">“El año pasado, vi a uno de mis interrogadores saliendo del banco mientras cruzaba una calle de Teherán. De repente, experimenté una sensación indescriptible. Sin que se diera cuenta, lo seguí durante un rato. Después de diez años, había envejecido un poco. Quería tomar una foto de él con mi móvil, quería correr hacia él, revelarme contra él y, enojado gritarle todas mis preguntas. Pero cuando lo miré de cerca y observé sus gestos con mis propios ojos, no pude ver un monstruo malvado”, explica el director. Y añade: “Impulsado por experiencias tan personales, quise contar historias que preguntaran: como ciudadanos responsables, ¿tenemos otra opción para hacer cumplir las órdenes inhumanas de los déspotas?”.</span></blockquote><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">En el segundo episodio la prisión moral de quienes matan legitimados por la ley y el estado se convierte en una prisión física de la que el condenado a verdugo ansía huir. La conversación entre ellos revela la trampa urdida por el estado.</div></span><div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">-Alguien ha cometido un delito y lo han condenado a muerte. Quitarle la vida no es decisión tuya. A ver si lo entiendes de una vez.<br />-¿Por qué tengo que ejecutarlo yo?<br />-Sigue sin poder entenderlo.<br />...<br />-Y ¿por qué te has alistado en el ejército entonces?<br />-Tendrías que haberte ido del país.<br />-A dónde quieres que vaya sin pasaporte. ¿Qué puedes hacer sin pasar por la mili? No tienes derecho a pedir el pasaporte si no te han dado el certificado. ¿Puedes sacarte el carnet de conducir sin haber hecho el servicio? ¿Apuntarte a la bolsa de trabajo? ¿Sacarte una simple licencia de comercio? ¿Contratar un seguro de familia?.</span></blockquote></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdlRVTCWiwU-1CzATlspeiLbsAtpzvGGY5bldPtrzYPQMZ4cmeiXLfzS4tlQBDJTdp3dWXtsuXPIxuHGARLA2JZjHFj7UQ4Yu_KWAkV2eqWdL9xPIQkffpbzIKcj5Ro4g6YGJhJ433p9Tzjtg3F6k3Z1cHTVPIG52xzAEt3Ft3VaQVJM_CYMHBj47IzRQ/s1170/there%20is%20no%20evil.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="1170" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdlRVTCWiwU-1CzATlspeiLbsAtpzvGGY5bldPtrzYPQMZ4cmeiXLfzS4tlQBDJTdp3dWXtsuXPIxuHGARLA2JZjHFj7UQ4Yu_KWAkV2eqWdL9xPIQkffpbzIKcj5Ro4g6YGJhJ433p9Tzjtg3F6k3Z1cHTVPIG52xzAEt3Ft3VaQVJM_CYMHBj47IzRQ/w640-h426/there%20is%20no%20evil.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El tercero es el que tiene un desarrollo más dramático. Es la caída del caballo de un joven dispuesto a matar con tal de seguir su vida, pero las vueltas que da la vida y su novia le enseñarán que no se trata de un peaje cualquiera. Este episodio es el que más me gusta. Es el más reflexivo y sutil, aunque tenga un sesgo melodramático. El soldado no es consciente (o no quiere serlo) de las consecuencias de sus actos hasta que las circunstancias lo sitúan frente a ellas. </span></div><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">㆒Sirim este sitio es maravilloso, ¿por qué decidiste renunciar a todo, a tu vida, a tu carrera profesional, para volver aquí? <br /></span><span style="font-family: Lora; font-size: large;">㆒</span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Alguna vez alguien te ha obligado a hacer algo que no deberías hacer?<br /></span><span style="font-family: Lora; font-size: large;">㆒</span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Sí, en el servicio militar. Desde lavar los platos a lavar los baños hasta marchar y hacer guardias a cualquier hora. Allí todo es forzado. Todo.<br />㆒Y por qué lo haces?<br />㆒Si no lo hago el servicio militar será más largo. No puedes hacer nada hasta acabarlo. No puedes trabajar, ganar dinero o salir del país. Después de todo es obligatorio por ley.<br />㆒¿Quién decide lo que es ley?<br />㆒No sé qué decir. Alguien con más poder que nosotros.<br />㆒Si alguna de estas leyes son forzosas ¿Por qué no puedes negarte?<br />Podría negarme si quisiera. Son 2 años; lo aguantaré como pueda y dejaré de estar en deuda. Incluso si quisiera no tendría el poder.<br />-Tu poder está en decir NO.<br />-Si decidimos decir no destrozarán nuestras vidas.</span></blockquote><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La película ciertamente es amarga. En un sistema represivo elegir claudicar o disentir siempre tiene un coste que se acaba pagando. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></div><span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7IZwE11OqV4glW36rMBcvRzd-MJXmK3xFB3NbuYn5uMZQ-4fM9TRR02WA2l3vWi7wfBfUCPzysb-wgjsak0pmTVM84WLXKc6ksn68yzBPk71HYL_8h6fcj7A2sZrVvS7yfJaK8YBVUOzYfpjgCs4adfCL0z15MP3Ee0fajRR_FTTyJINNAecFmc9-0Pk/s889/La_vida_de_los_demaas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="889" data-original-width="599" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7IZwE11OqV4glW36rMBcvRzd-MJXmK3xFB3NbuYn5uMZQ-4fM9TRR02WA2l3vWi7wfBfUCPzysb-wgjsak0pmTVM84WLXKc6ksn68yzBPk71HYL_8h6fcj7A2sZrVvS7yfJaK8YBVUOzYfpjgCs4adfCL0z15MP3Ee0fajRR_FTTyJINNAecFmc9-0Pk/w432-h640/La_vida_de_los_demaas.jpg" width="432" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">A pesar de los 150 minutos de metraje la película se sigue con interés debido al ingenio del guionista y director, así como a una narración muy sólida y fluida en la que no abundan los tiempos muertos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hacer cine en el Irán de los ayatolás es una heroicidad y más cuando el director tenía prohibido hacer películas y estaba pendiente de entrar en la cárcel. Burló la prohibición pidiendo permisos para rodar cortos en distintos sitios y con distintos nombres, lo que le llevó a componer este cuadro compuesto de partes. A pesar de estas precarias condiciones la película luce espléndida. La puesta en escena está muy cuidada e incluso cuenta con una magnífica fotografía, debida a <b><span style="color: #04ff00;">Ashkan Ashkani</span></b>.</div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><div><br /></div><div>Me interesa mucho la conjunción que se da entre crítica social al sistema y crítica al individuo. Ante el poder injusto ¿te pliegas, te escondes, te revelas o convives? ¿Puedes mirar para otro lado mientras "<i>retiras el taburete</i>" a algún reo?</div></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_3JIDiK2occ2YXw1kSvdfHnCGOsakDISuZvkit0xzi0EDlnQ_yyDK7_Me38-ywYAH0DXQ6O0i42So12aYjAbfug91wkIcMgPriphN_qcfdqQVeOToRlaCjM2z5ecHfOGzhpF8_s0LmdvxnpfwEW9HuCeRkF66WNoNaruESEnOoOsV2ZdTCvW2pEuW1r0/s1485/la%20vida%20de%20los%20dem%C3%A1s.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1485" height="430" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_3JIDiK2occ2YXw1kSvdfHnCGOsakDISuZvkit0xzi0EDlnQ_yyDK7_Me38-ywYAH0DXQ6O0i42So12aYjAbfug91wkIcMgPriphN_qcfdqQVeOToRlaCjM2z5ecHfOGzhpF8_s0LmdvxnpfwEW9HuCeRkF66WNoNaruESEnOoOsV2ZdTCvW2pEuW1r0/w640-h430/la%20vida%20de%20los%20dem%C3%A1s.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El cineasta iraní <b><span style="color: #04ff00;">Mohammad Rasoulof </span></b> fue arrestado por primera vez en 2010 —al mismo tiempo que <a href="https://masdearte.com/fuera-de-menu/los-osos-no-existen-jafar-panahi/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">Jafar Panahi</span></a>— acusado de rodar sin permiso y, tras ser hallado culpable de “<i>diseminar propaganda contra el Estado</i>” a través de sus películas. Fue condenado a seis años de cárcel y la prohibición de hacer cine durante dos décadas. La pena fue posteriormente reducida a un solo año de prisión, y actualmente sigue pendiente de hacerse efectiva. En 2019, la Justicia iraní volvió a declararlo culpable de cargos similares y lo sentenció a un año más entre rejas, y lo mismo sucedió otra vez en 2020.</div><div style="text-align: justify;">En el momento de presentar su película en 2020, Rasoulof tenía pendientes de ejecución dos sentencias de prisión y prohibida la salida del país.</div></span>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-63502001230802502582023-11-28T08:48:00.000-08:002023-11-30T03:53:25.662-08:00EL PESCADOR - de John Langan<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHWk9m_f2g1YSFPR3L6Tj7-L1FNWdEC2OAAMoYrdz38ENES4QgiV_Dw-q97qy_04cr7meW38NnJ8358p6AHnVEKNZyAa313NZIia7al0yLmtFgHdzXwBjBMi-uLDYPikF6hFhOldv_s5QUmcLTg32Jaym5ICTRyJ9Rp3A8ytUUSjbvn0UE29__MrEK5vk/s1000/el%20pescador.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="667" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHWk9m_f2g1YSFPR3L6Tj7-L1FNWdEC2OAAMoYrdz38ENES4QgiV_Dw-q97qy_04cr7meW38NnJ8358p6AHnVEKNZyAa313NZIia7al0yLmtFgHdzXwBjBMi-uLDYPikF6hFhOldv_s5QUmcLTg32Jaym5ICTRyJ9Rp3A8ytUUSjbvn0UE29__MrEK5vk/w426-h640/el%20pescador.jpg" width="426" /></a></div><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Esta historia de pescadores de montaña chorrea un agua oscura y mefítica por los cuatro costados. Muertos que se ponen en pie con la textura de los peces, casas que esconden océanos de pesadilla en sus entrañas, magia negra y un Leviatán colosal capaz de distorsionar tiempo y espacio. La historia gira alrededor de pactos malignos en busca de redención, leyendas que perviven desde tiempos remotos y una figura misteriosa y temible conocida como <i>El Pescador</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Abe y Dan son dos amigos que están pasando el duelo de haber perdido a sus esposas, el primero por cáncer y el segundo en un accidente automovilístico. La tragedia les ha convertido en pescadores aficionados en busca del lugar más recóndito donde perderse y pescar. Pero cuando llegan al "arroyo del Holandés", en las lejanas montañas Catskill, se topan con la leyenda de <i>El Pescador</i>, una figura legendaria que proviene de la época de los antiguos colonos procedentes de Hungría y Alemania. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde su mismo comienzo la novela nos remite a Moby Dick: <i>"No me llaméis Abraham: llamadme Abe"</i>. Con ese espíritu el autor nos lanza a la aventura ౼no de la caza del monstruo blanco౼ sino de un ominoso mundo escondido en las entrañas de las montañas Catskill donde habitan monstruos marinos y océanos tenebrosos que nos recuerdan a las pesadillas de Lovecraft. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los dos compañeros acuden a aquellos parajes empujados por la desesperación ౼Abe jura que a diario escucha la voz de su difunta esposa౼ y agarrados al atisbo de un endemoniado consuelo, la posibilidad de recuperar a sus esposas muertas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy5CA39zCknwb1i3Ssk3Y13SwEbqcr9IAO2TT-Z6Q9OAhPd-hA4Q4GooifgwaeY2CUpzDVObIsVCSmda_n9-n9-g6M42gmTYZk7V3z7YbgqBDKtI9kGhzYav_N01Pw6cMX0iI9yZ5uzsyIBMoBgtw1L81Lx0wcmwuquRUD8UOrLoKEaN99KnP7fJWUWj4/s1274/Traugott%20Schiess,%20Paisaje%20de%20monta%C3%B1a.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="922" data-original-width="1274" height="464" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy5CA39zCknwb1i3Ssk3Y13SwEbqcr9IAO2TT-Z6Q9OAhPd-hA4Q4GooifgwaeY2CUpzDVObIsVCSmda_n9-n9-g6M42gmTYZk7V3z7YbgqBDKtI9kGhzYav_N01Pw6cMX0iI9yZ5uzsyIBMoBgtw1L81Lx0wcmwuquRUD8UOrLoKEaN99KnP7fJWUWj4/w640-h464/Traugott%20Schiess,%20Paisaje%20de%20monta%C3%B1a.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Traugott Schiess, <i>Paisaje de montaña</i></span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La novela se articula en tres partes.</div><div style="text-align: justify;"><b>La primera</b> se centra en la tragedia que asalta a Abe y Dan y cómo su duelo los empuja a lugares cada vez más remotos donde pescar. Ocupa el primer cuarto de la novela y resulta un poco lenta al estar centrada en el drama emocional de estos dos hombres; pero finalmente se aprecia como necesaria para entender su posterior resolución ciega. </div><div style="text-align: justify;"><b>La segunda</b> constituye la almendra de la narración y tiene la forma de un cuento de terror incrustado dentro de la novela: La leyenda de <i>El Pescador</i> es referida a los dos protagonistas por el dueño del último restaurante que encuentran por aquellos aquellos lares. Una leyenda que acompañó a los antiguos colonos desde Hamburgo, a donde llegó un joven también desesperado por la pérdida injusta de su esposa. Decidido a traspasar cualquier frontera con tal de recuperarla encontró la clave en un libro esotérico que le proporcionó un experto en alquimia: <i>Las palabras secretas de Osiris</i>.</div></span><div><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">A finales del siglo quince, los húngaros libraron una guerra con los turcos para expulsarlos del país. El joven y su familia quedaron retenidos dentro de las fronteras. Su esposa era turca, la hija de un mercader que había seguido al ejército otomano hasta Buda. El joven pensó que, si no llamaban la atención de nadie, los dejarían en paz a él y a su familia. Estaba equivocado. Khunrath desconocía las circunstancias exactas, solo sabía que la mujer y los hijos de este hombre fueron pasados a cuchillo por los soldados húngaros. Los húsares apuñalaron asimismo al joven, pero él sobrevivió. Después de enterrar a los suyos, huyó al oeste, a Viena. De Viena pasó al norte, primero a Praga, luego siguió Elba arriba atravesando Dresde, Magdeburgo y Wittenberg, hasta alcanzar Hamburgo. En cada ciudad que iba jalonando en su ruta, y en algunas otras que dejaba atrás, no dejaba de buscar a hombres como Khunrath.</span><span><span style="font-family: Lora; font-size: medium;"><br />—Magos —dice Italo.<br />—Eruditos —corrige Rainer— con intereses comunes.<br />—¿Por qué se hacía llamar el Pescador? —pregunta Jacob.<br />—Sí, ¿por qué? —intervienen Angelo y Andrea al unísono.<br />Rainer arruga el entrecejo. No le gusta adelantar acontecimientos. Al cabo, dice:<br />—Porque el hombre quiere pescar uno de los Grandes Poderes.<br />—¿Qué Gran Poder? —tercia Italo—. ¿Te refieres a un demonio?<br />—No —aclara Rainer—. Es algo más. Los antiguos egipcios lo definían como una gran serpiente con cabeza de pedernal, una hija de las tinieblas y el caos. —Al percatarse de las miradas que le sueltan los demás, Rainer suspira y añade—: Es lo que en la Biblia se conoce como el Leviatán.</span></span></blockquote></div><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Este relato oral será la inspiración definitiva que buscaban Abe y Dan para lanzarse de cabeza, en la tercera parte, a un viaje más allá de los límites de la realidad. Allí vivirán en sus propias carnes la obsesión de ese nuevo capitán Ahab que, en las entrañas de las montañas Castskill, se enfrenta eternamente a un gigantesco monstruo marino en un océano negro y devastador. Ver adentrarse a los dos viudos en un territorio donde presente y pasado colisionan resulta de lo más siniestro.</span></div><span><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><span style="font-size: large; text-align: left;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjckFaeQCTH8qLO9Qeat_IniHwTgqV426J-TZn4OeAJgYu2ihgDb2JlTHipdUqmnrDogc32o0CKW9BVLR1xdwor83kogH1HHpV4TatxvuqJjlpn9ORiFOpTlepm745H9ip0p-DbW6WSS2Tp2wWqLPNQ0Qx_P176ULmSslQ1XT_bpoaj1S0dRCUIqR_-S_U/s840/El%20estrecho%20de%20Puget%20en%20el%20Pac%C3%ADfico%20,%20Albert%20Bierstadt,%201870.%20(2).jpeg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="575" data-original-width="840" height="438" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjckFaeQCTH8qLO9Qeat_IniHwTgqV426J-TZn4OeAJgYu2ihgDb2JlTHipdUqmnrDogc32o0CKW9BVLR1xdwor83kogH1HHpV4TatxvuqJjlpn9ORiFOpTlepm745H9ip0p-DbW6WSS2Tp2wWqLPNQ0Qx_P176ULmSslQ1XT_bpoaj1S0dRCUIqR_-S_U/w640-h438/El%20estrecho%20de%20Puget%20en%20el%20Pac%C3%ADfico%20,%20Albert%20Bierstadt,%201870.%20(2).jpeg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>El estrecho de Puget en el Pacífico</i> (detalle), Albert Bierstadt, 1870.</span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></span></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A través de una antigua mansión nuestros dos protagonistas accederán a un mundo de pesadilla impulsados por una obsesión alimentada por la culpa, recuperar a sus mujeres. ¿No estarías dispuesto a cualquier cosa para conseguirlo? El relato de <i>El Pescador</i> es el clavo ardiendo al que ambos se agarran y que ejerce de catalizador. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; text-align: left;"><div style="text-align: justify;">Efectivamente después de morir su mujer, Abe se levantó un día pensando "<i>necesito ir a pescar</i>"... Y eso le salvó del alcohol y la depresión. Ese pensamiento le ayudó a perfilar su destino e incluso le hizo pensar en una especie de predestinación; como si su mujer, desde el más allá, le hubiese empujado a la pesca. </div></span><blockquote style="font-size: medium; text-align: left;"><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">"Con cada año que pasaba, no dejaba de pensar si no sería que Marie no había abandonado este mundo, sino que más bien se había adentrado más en él. Al estar rodeada de tierra, acaso había penetrado en ella, en el suelo, en el agua, hasta haber acabado formando parte de estos elementos. Tal vez había encontrado la manera de llevarme otra vez a su lado."</span></blockquote></div><div style="text-align: justify;">También Dan logró rescatar de su memoria la referencia al arroyo de El Holandés que descubrió en el diario de pesca de su abuelo. Allí había una nota que decía, "<i>Vi a Eva</i>", su mujer muerta ocho años atrás... Remontar el arroyo corriente arriba hasta traspasar las fronteras de la realidad se convierte entonces para ambos en una imperiosa necesidad. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;">El autor consigue una novela de poderosa evocación a través de dos métodos. Por un lado inocula al relato la vieja sangre de lo legendario colocando en su mismo centro una leyenda cuyos ecos vienen rebotando desde siglos remotos. A Dan y Abe se lo cuenta Howard, el tabernero, que había conocido la historia por el reverendo Mapple, al que le habían llegado noticias entrecortadas que logró aclarar con la confesión de la anciana Lottie Schmidt. Ella es quien le refiere la llegada, a La Estación de tramperos y comerciantes en que vivía, de un misterioso hombre de negro en un tílbury cuyas ruedas lucían "unos símbolos a modo de jeroglíficos".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbgGcIEVH4TFKCaw_uW5fes6Eu7GiUMVPoRAEpM80k398l7HQgrzdnNLKoVUuE6ooq__YmJlmCHVmw-kdEDp39CxGtgxb-47qEuarl3kiZgPZ_amPrwsRNxKTqhBvmylXuaHHK1423uCpV5ZPxt2q7f5siSMINLrvofoaGEoVTdgXS4OX2kdzEGX_1Ahg/s600/O-Pescador_Post-.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="600" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbgGcIEVH4TFKCaw_uW5fes6Eu7GiUMVPoRAEpM80k398l7HQgrzdnNLKoVUuE6ooq__YmJlmCHVmw-kdEDp39CxGtgxb-47qEuarl3kiZgPZ_amPrwsRNxKTqhBvmylXuaHHK1423uCpV5ZPxt2q7f5siSMINLrvofoaGEoVTdgXS4OX2kdzEGX_1Ahg/w640-h640/O-Pescador_Post-.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por otro lado el relato se ancla en una realidad muy física. Las montañas, los riachuelos y los bosques despliegan una poderosa presencia, lo que no evita que en lo más profundo de ellos se desdibuje la frontera entre realidad y pesadilla. Langan ha logrado crear una ambientación ominosa contando con la naturaleza como fuerza malévola.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El libro cuenta con un buen puñado de escenas terroríficas. Por ejemplo la primera vez que quedan los dos amigos y el narrador tiene un sueño en el que "pesca" a su mujer, en un río muy profundo. Es una escena onírica realmente espeluznante. O el asalto de Hellen, regresada de entre los muertos, a la joven Lottie. O la entrada de los tres colonos en la mansión Dort cuando sospechan que se ha convertido en otra cosa: el camino de acceso se defiende de los intrusos con árboles fantasmagóricos y muros de agua negra que los hace sentirse como en un túnel amenazante o "como Moisés atravesando al Mar Rojo", tal como dice uno de ellos. Por supuesto la visión de El Pescador batallando implacablemente contra el Leviatán para forzar el tiempo y el espacio resulta sobrecogedora. Por cierto, lo mismo que la última imagen con la que el narrador cierra el libro.</div></span><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9M4D386W7t3ZmE93EU03drYkp5V0fnIs7Tt9PW-ECJsw0_9bhNApngcOH_dLJhZZZcI7qmZUsgp3VyVBTq_bwEWvs_eSLtum2Lt7nROhEM0cDciDePgvMmfVuyG0zJ-gacEZeUhhIhlsQh4u0icLTdxnHqCzJPZIjW1HBD6jGvON0dE8A8J6CFkKcA0k/s729/leviatan-.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="729" height="352" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9M4D386W7t3ZmE93EU03drYkp5V0fnIs7Tt9PW-ECJsw0_9bhNApngcOH_dLJhZZZcI7qmZUsgp3VyVBTq_bwEWvs_eSLtum2Lt7nROhEM0cDciDePgvMmfVuyG0zJ-gacEZeUhhIhlsQh4u0icLTdxnHqCzJPZIjW1HBD6jGvON0dE8A8J6CFkKcA0k/w640-h352/leviatan-.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La narración está impregnada de una sensación de peligro inminente. Desde un determinado momento los pescadores se encuentran en un territorio donde el mal campa a sus anchas. El estilo del narrador denota constantemente que todavía le aterroriza rememorar los hechos que vivió; a veces se adelanta y luego se arrepiente, generando expectativas sobre la maldad que se avecina. Es habitual que se dirija al lector: "<i>Os podríais estar preguntando por qué miraba tanto esa pintura si no entendía nada, y haríais bien</i>". </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Finalmente señalar que la obra tiene un gran poso emocional. A Dan y Abe les guía el dolor. La tragedia sufrida les empuja a creer que hay algo más en esta vida y el oscuro océano del Leviatán está acechando debajo de todo. Dan incluso se plantea que la realidad no es más que una máscara que nos interroga sobre lo que esconde detrás. </div></span><blockquote><span style="font-family: Lora; font-size: medium;">Últimamente tengo unos pensamientos de lo más extraños. Te lo juro. Cuando miro las cosas, cuando miro a las personas, me digo para mis adentros: «Nada de esto es real. Todo no es más que una máscara». Como esas máscaras de papel maché que hicimos para una de las obras de teatro del colegio cuando era niño. ¿Qué obra era? Debió de ser Alicia en el país de las maravillas, pero no me acuerdo. Ojalá pudiera acordarme de esa obra. Ojalá pudiera. Todo es una máscara, Abe, y la pregunta del millón es: «¿Qué hay debajo de la máscara?». Si pudiera romperla, si pudiera cerrar el puño y hacerle un agujero —Dan soltó un puñetazo en la mesa, haciendo tembletear los platos—, ¿qué me encontraría? ¿Solo carne? ¿O hallaría algo más? <br />(...) <br /> Tal vez quien sea, o lo que sea, que esté dirigiendo la obra no es tan bueno. Puede que sea un malvado, o un loco, o que esté aburrido, o que no ponga ningún interés en el asunto. Acaso todos seamos un completo error, un error absoluto, y si miráramos lo que hay detrás de la máscara, aquello que veríamos nos destruiría. ¿Te has sentido así alguna vez?</span></blockquote><div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><b><span style="font-size: medium;">👉<span style="color: #fcff01;">________________________________________________________________</span></span></b></div><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><b><span style="color: #04ff00;">John Langan</span></b> es autor de dos novelas, <i>The Fisherman</i> y <i>House of Windows</i>, y de tres colecciones de cuentos, <i>Sefira and Other Betrayals</i>, <i>The Wide</i>, <i>Carnivorous Sky and Other Monstrous Geographies</i>, y <i>Mr. Gaunt and Other Uneasy Encounters</i>.</span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKXSP_oHax4hfQGyK1FmXaUsWwI5JsClRf8I6VW-Wck0Vtqus7e9vrgaoeNiAofFcaAks6Pqr7vQauo8X_3Qop0E1G-UnCbbih1MvFmDMXgX9GMjpzA2UwQQKQzB8YGroVEcs9yd7viOWqInTpRgQva21MM_oA1SESNRFoinjqr15ruik_hK8XktUtWhs/s800/Fi4Q-W1WAAEx2-2.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="534" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKXSP_oHax4hfQGyK1FmXaUsWwI5JsClRf8I6VW-Wck0Vtqus7e9vrgaoeNiAofFcaAks6Pqr7vQauo8X_3Qop0E1G-UnCbbih1MvFmDMXgX9GMjpzA2UwQQKQzB8YGroVEcs9yd7viOWqInTpRgQva21MM_oA1SESNRFoinjqr15ruik_hK8XktUtWhs/w268-h400/Fi4Q-W1WAAEx2-2.jpg" width="268" /></a></div></div><div><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Con <i>El Pescador</i> (The Fisherman) ganó los premios Bram Stoker (en 2016) y This Is Horror. Con <b><span style="color: #04ff00;">Paul Tremblay</span></b>, Langan coeditó Creatures: Thirty Years of Monsters. También es uno de los fundadores de los Premios Shirley Jackson, para los cuales se desempeñó como jurado durante sus primeros tres años. Actualmente, hace reseñas de terror y fantasía oscura para la <a href="https://locusmag.com/" target="_blank"><span style="color: #e69138;">revista Locus</span></a>. En 2020, Word Horde Press publicó su cuarta colección, <i>Children of the Fang and Other Genealogies</i>.<br />John Langan vive en Hudson Valley en Nueva York con su esposa, su hijo menor y muchos animales. Tiene un cinturón negro de primer grado en el arte marcial coreano de Tang Soo Do.</span></div><div><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Las inquietas editrices de <a href="https://twitter.com/bibliocarfax/status/1598237410365771778" target="_blank">La Biblioteca de Carfax</a> prometen más J</span><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">ohn Langan para 2024, su antología de relatos «<i>Corpsemouth and other autobiographies</i>» </span></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5575667118207625702.post-7491904644360793032023-11-22T16:45:00.000-08:002023-11-23T05:11:58.429-08:00ARTISTAS POR UN ALTO EL FUEGO<span style="font-size: large;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhXBCbmVXDtRbw8I8CytxOlI_v15M2NR7Gc_aDVSpRYkxmsVoFVqfQvwGoiY9DJAQjd7h4eOlIkj3U6vhnNPx8wUGTxZczp1_MA61k1-UwtY3yOMxeChx6Pg3ZRLw3v1utePaZZvgTXOlEppUrRYf2-tnSVVcee5nMdEt07IRYkcgZM1fZzmKlBAfKhiw/s1899/artist%20ceasefire.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="348" data-original-width="1899" height="118" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhXBCbmVXDtRbw8I8CytxOlI_v15M2NR7Gc_aDVSpRYkxmsVoFVqfQvwGoiY9DJAQjd7h4eOlIkj3U6vhnNPx8wUGTxZczp1_MA61k1-UwtY3yOMxeChx6Pg3ZRLw3v1utePaZZvgTXOlEppUrRYf2-tnSVVcee5nMdEt07IRYkcgZM1fZzmKlBAfKhiw/w604-h118/artist%20ceasefire.png" width="604" /></a></div><br /><br /><br /></span><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><span style="font-size: large;">Hace pocos días una enorme lista de centenares de artistas internacionales<u><span style="color: #e69138;"> <a href="https://www.artists4ceasefire.org/" target="_blank">han firmado una carta</a></span></u> en la que piden al presidente Biden un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás. Entre l@s firmantes están Susan Sarandon, Jennifer Lopez, Ben Affleck, Joaquin Phoenix, Gigi Hadid, America Ferrera, Alfonso Cuarón, Jessica Chastain, Alyssa Milano, Kirsten Dunst, Rosario Dawson, Tom Hardy, Kristen Stewart, Sandra Oh, Milla Jovovich, Lupita Nyong’o, Annie Lennox, Channing Tatum, Mark Ruffalo. Roney Mara, Florence Pough, Ewan McGregor, Dua Lipa, Bradley Cooper, Mahershala Ali, Michael Shannon, Omar Sy, Oscar Isaac, Peter Gabriel y Nelie Furtado entre otros muchos.<br /><br />Lamentablemente pedir humanidad y que se honre la vida y no la muerte o la venganza </span><span style="color: #e69138; font-size: large;">está siendo castigado</span><span style="font-size: large;">. Por firmar esta carta, </span><b><span style="color: #04ff00; font-size: large;">Susan Sarandon</span></b><span style="font-size: large;"> ha sido expulsada de su agencia de representación y Melissa Barrera ya no protagonizará la próxima entrega de "</span><i><span style="font-size: large;">Scream</span></i><span style="font-size: x-large;">".</span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span><span style="font-size: large;"><a href="https://elpais.com/cultura/2023-11-22/susan-sarandon-despedida-de-su-agencia-de-representacion-por-posicionarse-a-favor-de-palestina.html"><span style="color: #e69138;"></span></a><span style="color: #e69138;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://elpais.com/cultura/2023-11-22/susan-sarandon-despedida-de-su-agencia-de-representacion-por-posicionarse-a-favor-de-palestina.html"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfaWuHZZgH6aUvRZgHdWAefFOxi31F3FlJB7WVmUh7vbYceagvff2mzJzJ-ZidRDB-6J2jssSTZ1BooutluRHkFVG1QWWLv85PgSkJNqC7FbqxypaqHHRFPHwbGCqbjF63pzH2r8pxzuTqRDJG83_aBNKG8OxUgkeaJcwsW-7nsUBir5CUTbjj6WbptHw/s613/stop-war-s.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="613" data-original-width="386" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfaWuHZZgH6aUvRZgHdWAefFOxi31F3FlJB7WVmUh7vbYceagvff2mzJzJ-ZidRDB-6J2jssSTZ1BooutluRHkFVG1QWWLv85PgSkJNqC7FbqxypaqHHRFPHwbGCqbjF63pzH2r8pxzuTqRDJG83_aBNKG8OxUgkeaJcwsW-7nsUBir5CUTbjj6WbptHw/w253-h400/stop-war-s.jpg" width="253" /></a></div></span>La ceguera ante los horrores de la guerra y la sed de sangre recorre el mundo y yo quiero reproducir y apoyar esta carta que no sólo ha de dirigirse al presidente de EEUU sino a líderes de todo el mundo que por activa o por pasiva están apoyando este auténtico GENOCIDIO.</span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span><span style="font-size: large;"></span></div><div><span style="font-size: large;">El ataque del grupo terrorista Hamás el pasado día 7 de Octubre fue despiadado y brutal, el gobierno de Israel con su respuesta sangrienta y desproporcionada (ya han muerto <a href="https://www.rtve.es/noticias/20231122/guerra-israel-palestina-ultima-hora-directo/2461538.shtml" target="_blank"><span style="color: #e69138;">más de 14.000 palestinos</span></a>, incluyendo a más de 5.000 niños) se ha rebajado a su miserable altura.</span></div><div><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">❧☙</span></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;"> Estimado presidente Biden,</span><br /><br /><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Nos reunimos como artistas y defensores, pero sobre todo como seres humanos que presenciamos la devastadora pérdida de vidas y los horrores que se desarrollan en Israel y Palestina.</span><br /><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Pedimos que, como Presidente de los Estados Unidos, usted y el Congreso de los Estados Unidos pidan una reducción inmediata de las tensiones y un alto el fuego en Gaza e Israel antes de que se pierda otra vida. Más de 5.000 personas han sido asesinadas en la última semana y media, una cifra que cualquier persona con conciencia sabe que es catastrófica. Creemos que toda vida es sagrada, sin importar la fe o el origen étnico, y condenamos el asesinato de civiles palestinos e israelíes.</span><br /><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Instamos a su administración, al Congreso y a todos los líderes mundiales a honrar todas las vidas en Tierra Santa y pedir y facilitar un alto el fuego sin demora: el fin del bombardeo de Gaza y la liberación segura de los rehenes. La mitad de los dos millones de residentes de Gaza son niños, y más de dos tercios son refugiados y sus descendientes se ven obligados a huir de sus hogares. Se debe permitir que la ayuda humanitaria llegue hasta ellos.</span><br /><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Creemos que Estados Unidos puede desempeñar un papel diplomático vital para poner fin al sufrimiento y estamos sumando nuestras voces a las del Congreso de los Estados Unidos, UNICEF, Médicos sin Fronteras, el Comité Internacional de la Cruz Roja y muchos otros. <b><span style="color: #bf9000;">Salvar vidas es un imperativo moral</span></b>. Para hacer eco de UNICEF, “deben prevalecer la compasión y el derecho internacional”.</span><br /><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;">En el momento de escribir este artículo, se han lanzado más de 6.000 bombas sobre Gaza en los últimos 12 días, lo que ha provocado la muerte de un niño cada 15 minutos.</span><br /><br /><br /></p></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Lora; font-size: large;">"Los niños y las familias de Gaza prácticamente se han quedado sin alimentos, agua, electricidad, medicinas y acceso seguro a los hospitales, tras días de ataques aéreos y cortes en todas las rutas de suministro. La única central eléctrica de Gaza se quedó sin combustible el miércoles por la tarde, cortando el suministro eléctrico. , agua y tratamiento de aguas residuales. La mayoría de los residentes ya no pueden obtener agua potable de los proveedores de servicios o agua doméstica a través de tuberías... La situación humanitaria ha alcanzado niveles letales y, sin embargo, todos los informes apuntan a nuevos ataques. La compasión (y el derecho internacional) deben ser prevalecer." – <b><span style="color: #04ff00;">James Elder</span></b>, portavoz de UNICEF</span></p></div></blockquote><div><p><br /><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Más allá de nuestro dolor y luto por todas las personas allí y sus seres queridos en todo el mundo, nos motiva una voluntad inquebrantable de defender nuestra humanidad común. Defendemos la libertad, la justicia, la dignidad y la paz para todas las personas, y un profundo deseo de detener más derramamiento de sangre.</span><br /><br /><span style="font-family: Lora; font-size: large;">Nos negamos a contarles a las generaciones futuras la historia de nuestro silencio, de que nos quedamos al margen y no hicimos nada. Como dijo a Noticias ONU el Jefe de Ayuda de Emergencia, <b><span style="color: #04ff00;">Martin Griffiths</span></b>, “<i>la historia está observando</i>”.</span></p></div>Javier Mínguezhttp://www.blogger.com/profile/07628708831196729991noreply@blogger.com0