martes, 27 de marzo de 2018

LONDON SPY - de Tom Rob Smith

Magnífica serie de espías que en sólo 5 episodios bucea inmisericorde en una trama de secretos pero con un enfoque netamente emocional. Tom Rob Smith, escritor del estupendo thriller El niño 44, es el creador de esta serie minuciosa y cautivadora que sigue los entresijos de una conspiración en el MI6 británico; pero cuyo sustento es netamente dramático, con un juego de relaciones personales realmente potente y muy bien trazado.

London Spy arranca con el encuentro casual entre Danny y Alex, que les conducirá a una relación amorosa. Ambos llevan vidas muy dispares, Danny (Ben Whishaw) es un joven disoluto que trabaja en un almacén y vive con intensidad la noche londinense. Alex (Edward Holcroft) es todo un gentleman enigmático y muy brillante. Es un genio científico, que fue a la Universidad a los quince años pero nunca ha dado rienda suelta a sus emociones ni a su sexualidad. De pronto Danny le descubre todo un universo que le rescata de su profunda soledad. Entregado a Danny le descubre que trabaja para el Servicio de Inteligencia Británico, pero cuando su relación está en lo más álgido, Alex desaparece.  Danny no se conforma y con la ayuda de su amigo Scottie, un alto funcionario muy bien relacionado, empieza a investigar su paradero, sin saber exactamente dónde se está metiendo. 




Scottie (Jim Broadbent) es un viejo amigo de Danny a quien rescató de una vida autodestructiva, aconsejándolo con la dedicación de un padre. Él mismo es homosexual y está acostumbrado a la doble vida. En su época, en la Universidad, su orientación sexual estaba penada con cárcel.

La realización es morosa, sin embargo siempre avanza y resulta seductora. La ambigüedad se instala en todos los ámbitos. Numerosos planos recogen meras conversaciones; pero la intriga y la intensidad emocional son de tal calibre que permaneces cautivado. Es imposible abstraerse tanto de lo que se dice como de lo que no se dice. Así avanza la acción, lenta y desconcertante, pero siempre comprometedora. Alex es un genio de los códigos y el big data, la persona clave en un proyecto muy secreto y su relación con Danny, sin saberlo, ha agitado un avispero. 


En el capítulo uno los dos se conocen y entrevemos el carácter reservado de Alex. En el dos se acuestan, viven con intensidad su hermosa aventura y a continuación Alex desaparece. Cuando Danny lo encuentra en su apartamento, está metido en un baúl, asfixiado. En el tres Danny es sospechoso. Todo a su alrededor se lo va tragando. Conoce a la madre de Alex, una enigmática Charlotte Rampling que le dice: "Era muy inteligente, pero incapaz de sentir. Todo, incluidas las personas, eran puzzles para Alex y él quería desentrañarlos."




En el capítulo cuatro nos zambullimos en el pasado de Alex. Más secretos. Aparece un gigoló que ha estado pasando información sobre él. Scottie le advierte a Danny: "El sexo siempre ha sido una herramienta de control y tu relación con Alex era peligrosa para ellos".
"Hay rumores de que el Kremlin garantiza la lealtad de sus ciudadanos más importantes....con el pretexto de celebrar la elección a la cámara baja, al individuo lo invitan a la cena más fastuosa que Moscú pueda ofrecer. En un momento, durante la noche, este preciado individuo se desmaya y se despierta en la suite de un hotel, en una cama, junto a un aterrorizado niño desnudo. Antes de que pueda decir nada el FSB aparece, registra la habitación, le detiene y lo lleva a una sala de interrogatorio en la prisión moscovita de Butirka, donde el individuo jura que no es un pedófilo. ¡Han debido ponerme algo en la bebida! Mis enemigos me han engañado. Él no lo sabe, no puede explicarlo pero es un error y para su sorpresa el oficial del FSB está de acuerdo con que es un error. Pero es un error que queda registrado para siempre. Algo que nadie verá a menos que el individuo cometa un error de índole política, y con eso la opción está clara: privilegio o desgracia, destrucción o supervivencia. El oficial del FSB cree que ha ganado, el individuo cree que está perdido; pero esos sistemas de opresión, tan implacables como se presenten, tan invencibles como parezcan, nunca se mantienen, ni duran, ni sobreviven porque  ¡no viviremos con miedo!"
Este es el juego de la serie. Secretos, mentiras y lealtades.
Por en medio el factor humano, con sus anhelos y contradicciones, que esté magníficamente desarrollado.
El capítulo cuatro es tan intenso que parece el desenlace; pero el quinto dará a todo una vuelta de tuerca más tortuosa y mortificante.  Una última y definitiva mentira a la que se une la irónica traición que su propia obra le hace a Alex. 

A estas alturas ya sabemos que el quid de la cuestión está en las mentiras y que, este es uno de los grandes aciertos de la serie, éstas permanecen arraigadas tanto en el espionaje y la política como en las relaciones personales. La lucha de Danny en ambos campos de batalla será encarnizada. Aunque Alex se batió en los dos y acabó muerto.
"Estás confundido Danny, entre intentar probar cuánto le querías y probar una conspiración. Estás hecho un lío." dice la amiga de Scottie.

Sinuosa, elíptica y compacta, la serie  dirigida por Jakob Verbruggen (The Fall, The Bridge) va rolando entre capítulos netamente de espionaje, a capítulos que persiguen secretos familiares y, más frecuentemente, a hurgar en las emociones de los protagonistas. La galería de personajes es extraordinaria. Su dibujo es complejo y profundo. Cada historia que aflora (la de Alex, un niño inteligentísimo en una familia muy pobre; la de Scottie, la de la madre de Alex, que siendo mucho más brillante que su marido fue ninguneada por el MI6, lo que acabó produciendo una fuga de seguridad) hubiera merecido un capítulo aparte. Tanto Jim Broadbent como Charlotte Rampling, siendo secundarios, fulguran en apariciones cortas pero fascinantes.

El cebo de esta potente intriga es un secreto que más vale no desvelar..... pero que está relacionado con el big data: el nuevo grial de nuestros tiempos. 

Anoche acababa de ver el último capítulo y esta mañana me desayuno en ElPaís.com con Christopher Wylie, el diseñador de una poderosa ciberguerra al servicio de la derecha populista, cuyas revelaciones han puesto en jaque al propio gigante Facebook. En esa entrevista Wylie reflexiona con rotundidad: 
"Los datos son nuestra nueva electricidad. Son una herramienta. Si hay un cuchillo en la mesa, puedes hacer una comida de estrella Michelín o usarlo como arma para un asesinato. Pero es el mismo objeto. Los datos en sí no son un problema, hay un increíble potencial y cosas asombrosas que podemos hacer con ellos"
"London Spy" está basada en una morbosa noticia que saltó a la prensa británica en 2010: en un apartamento relacionado con los servicios secretos del Reino Unido, apareció un hombre muerto, encerrado dentro de una bolsa de gimnasio. La homosexualidad presente en la reciente historia de la Inteligencia británica invitaba al morbo y al escándalo. Rob Smith ha querido ir más allá, dejando el sexo en el fondo del escenario para centrarse en un puzzle de personas, intereses y lealtades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.