martes, 29 de marzo de 2016

MODELOS ANIMALES - de Aixa de la Cruz














De obsesiones, violencia y crueldad se nutre este extraordinario libro de relatos. Todos poseen un denominador común, el acecho de la bestia que escondemos. Esa que a veces se despierta y nos ofusca haciendo desaparecer la línea entre la razón y la locura.

Aixa de la Cruz explora en sus personajes ese tortuoso camino hasta la encrucijada, cuando la pulsión aflora y se libera un ramalazo de crueldad. Una crueldad que quizás busca la liberación (de tabúes personales, de normas sociales y morales) o quizás el descubrimiento de ese lado más oscuro que nos asusta aceptar. Se podría decir que el volumen está compuesto por una serie de cuentos crueles.

Miedos, obsesiones y duplicidades acechan en sus páginas. Allí encontramos a una madre primeriza, "las mujeres embarazadas son miedosas. Temen que sus hijos nazcan albinos, con seis dedos, daltónicos, con síndrome de Down, hemofílicos, anormales...", que alimenta a su bebé con sangre; o a un hombre que recuerda los abusos de su adolescencia.
René Magritte -El doble secreto-

En estos cuentos se reitera una fascinación por la duplicidad y los paralelismos: Entre el pasado mitificado y el presente en ese ajuste de cuentas generacional que es “El cielo de Bilbao”. También entre las dos vidas que presenta en paralelo el relato "Doble"; donde una hija drogadicta regresa al hogar familiar y nos cuenta/confronta a doble columna sus dos vidas, la de ella renovada y la de ella que sigue allí. O el que abre y titula el libro, que explora la morbosa relación entre una autora teatral y la actriz que da vida a sus ideas. Esta narración, por cierto, cuenta con un doble rizo obsesivo, porque a la relación entre la autora y su actriz se superponen los experimentos (crueles y gratuitos) a los que la autora somete a su gato. Su cuaderno de notas nos ofrece la enfermiza ilustración del concepto coevolución: "relaciones simbióticas entre depredador y presa que conllevan cambios evolutivos dependientes."
"En mi cabeza, comenzó a repetirse en bucle la misma descripción de la hazaña: la pelirroja hipnótica es tu actriz. La pelirroja es tu actriz. Enfatizaba el artículo posesivo.
Tu actriz.
Mi actriz.
Hará todo cuanto escriba.
Mía.
No fue hasta su cuarta Budweiser -supongo que el alcohol le hizo perder sutileza- cuando noté algo extraño: se crujió los nudillos. Y no lo hizo de cualquier manera; lo hizo como sólo yo lo hago: forzando las tres falanges de cada dedo en orden ascendente. Reparé entonces en su postura corporal, idéntica la mía: las piernas paralelas y entreabiertas de un modo que siempre enervó a mi madre; la espalda encorvada; el cuello tenso. Levanté mi cerveza con el brazo derecho y al instante hizo ella lo propio con el izquierdo. Llevábamos toda la tarde sentada frente a frente, jugando al juego de los espejos sin que yo me diera cuenta.
Ni hice ningún comentario al respecto, pero en cuando llegué a casa, me senté al ordenador y tecleé una escena para el ensayo de la próxima semana. En el texto, Carla, es decir, Ginebra, se masturba escuchando los gemidos de su vecino de arriba. La imaginé desnuda, los muslos separados, una mano estratégicamente situada sobre el pubis y lo que es más importante: la imaginé imaginándome a mí en esa misma postura. La idea me excitó muchísimo." pág. 12,13
Aixa de la Cruz tiene una voz propia, penetrante y desenfada; con gran poder de sugestión. Me gusta el cenagal tan contemporáneo y neurótico en que chapotean sus personajes. Y sobre todo el ojo clínico, un tanto perverso, que tiene para descubrir las facetas más perturbadoras de sus protagonistas.
"El cielo de Bilbao" es un agudo e irónico ajuste de cuentas generacional.
"El mundo se dividía entre nosotros y los fascistas. El mundo también se dividía entre nosotros y ellas. Nos moríamos de ganas de tener encontronazos con la policía. Con este propósito, desmigábamos piedras gigantes de hachís en lugares públicos y llevábamos insignias de ETA en la cartera. Habíamos descubierto el porno en internet. Habíamos descubierto a Iron Maiden, a Su Ta Gar y a Fermín Muguruza. Nos habíamos enamorado, o eso pensábamos, de alguna compañera de clase que jamás nos dirigió la palabra. A su desdén lo llamamos misterio. Nuestra condición siempre era crítica. Nuestro estado de ánimo: regular, malo o muy malo." pág 80
El mundo de la autora (nacida en Bilbao, en 1988) es totalmente actual, vivo y complejo. En sus temas se cruzan las drogas y la anorexia con ETA y el vampirismo. Igual cita un verso de Juarroz ("en el centro del vacío hay otra fiesta") que desarrolla un spin-off de la historia narrada por Leonard Cohen en Famous blue Raincoat. 
Fernando Botero -Las torturas de Abu Ghraib-

El último relato es escalofriante. Versa sobre la ocupación actual de la autora, que prepara una tesis doctoral sobre la representación de la tortura en la ficción televisiva tras el 11-S: "vea 24, vea Perdidos, vea Battlestar Galactica", leemos en sus páginas. Se titula "Abu Ghraib" y gira alrededor de una cantante de rock duro que descubre que su mayor éxito ha sido utilizado para torturar a detenidos sometidos a incomunicación. Es un relato muy original y denso. Maravillosamente documentado con una nota bibliográfica sobre Norman Mailer y bajo forma epistolar; la de una carta donde la cantante de rock intenta explicar su obsesión (¿por qué esa canción?) y su crimen desde la cárcel.

Finalmente subrayar que me gusta especialmente el carácter íntimo de estos relatos. La voz que logra la autora consigue trasladar esas experiencias con intensidad y viveza. Más acentuadas, quizás, por situarlas en contraste con citas o reflexiones más objetivas. Así ocurre con las notas de los experimentos animales en el primer relato o con las citas sobre el vampirismo en "True Milk". 
"El sino de Polidori es trágico. Vivió a la sombra de Byron y éste se burlaba de él, de sus dotes para la medicina y de sus dotes para la poesía, y daba la casualidad de que éstas eran la únicas dotes de Polidori. Escribió un relato, El vampiro. para vengarse de Byron.". pág 45
También con la esclarecedora cita sobre los indios que orienta el paranoico "Doble".
"Recuerdo que leí sobre una tribu de indios americanos que concebía la dimensión del tiempo supeditada a la del espacio -un caballo que cabalga hacia el poniente es un caballo que cabalga hacia el futuro- y me parece adecuadamente irónico que me haya tocado viajar de espaldas a la dirección del convoy." pág 56
Según la autora, la escritura de Modelos animales, fue concebida entre 2011 y 2014, después de haber pasado largas temporadas en México. En ese país encontró una violencia cotidiana y descarnada; pero seguro que menos literaria que la que aparece en este gran libro.

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