lunes, 23 de julio de 2012

Homeland

Creada por  Howard Gordon, Alex Gansa y Gideon Raff




Interesantísima serie que juega la baza de la intriga sustentada en dos tensos hilos: Por un lado un marine -el sargento Brody- es rescatado en Irak después de 8 años de encierro y torturas. Vuelve a su país con el aura de un héroe al que los políticos quieren utilizar. Por otro, una agente de la CIA -que se medica a escondidas de su problema de neurosis- recibe el soplo de que un marine se ha pasado  a Al-Quaeda. Ella inmediatamente sospecha del sargento recién liberado.
Los dos hilos a veces están electrificados y saltan unos chispazos tremendos mientras el espectador no sabe a qué carta quedarse. Nos van soltando indicios de que el sargento ha cambiado y mucho, pero él siempre logra convencernos de que sigue siendo un patriota. Un constante juego del ratón y el gato.

La serie está basada en otra israelí, "Prisioners of War", creada por Gideon Raff. Una apasionada interpretación de Claire Danes y una muy medida de Demian Lewis encumbran los resultados a una intriga superlativa. ¿Será el sargento Brody un traidor o no? El sufrimiento y la tortura (llegamos a ver cómo le obligaron a matar a un compañero a golpes) evidentemente lo han cambiado, ¿pero hasta dónde?. Cada capítulo esconde una nueva vuelta de tuerca en forma de acto o recuerdo que nos hace decantar contra Brody. Mientras que en otras ocasiones apreciamos más la neurosis de la agente que, en su obsesión por delatarlo, comienza a ir por libre, saltándose todas las normas.


Las referencias políticas y sociales sobre cómo EEUU vive su guerra contra el terror se nos muestran sin ambages: la ambigüedad de la verdad, la justicia y la venganza, los resortes psicológicos de las personas sometidas a estrés, los intereses políticos de las guerras y sus héroes.
Las circunstancias y evolución del sargento Brody durante los ocho años de cautiverio se nos van presentando mediante flashbacks. A pesar de ello, un recurso narrativo tan difícil como la ambigüedad se logra mantener hasta prácticamente el octavo capítulo de los doce que tiene esta primera temporada.


El juego político va entrando poco a poco, pero sólo en los dos últimos capítulos es notorio, cuando el mismísimo vicepresidente americano visita al sargento para ficharlo. Mientras tanto la narración toma derroteros de todos los colores: de pura guerra en el rescate y los flashbacks, de espías y tecnología con el propio sargento o cuando quieren detectar a un compañero de Brody, sospechoso y suelto por la ciudad. También está presente el drama familiar sobre la reinserción de un soldado después de tantos años de prisión.

El duelo interpretativo de los protagonistas raya a gran altura y se carga de altísima tensión cuando desde la mitad de la temporada ya interactúan. La tercera pata de esta mesa magníficamente torneada es Mandy Patinkin (Mentes Peligrosas) que, como su jefe en la CIA, mantiene con la agente una relación mentor-paternal.


La cadena Showtime ya anunciado la segunda temporada para octubre de 2012. Por mi parte no dudo que los guionistas mantendrán el nivel pues ya han demostrado su solvencia; pero tiendo a creer que ya no será lo mismo. La originalidad del enfoque, el desarrollo de las relaciones y el desvelamiento de los recuerdos  ya han producido sus efectos. 

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