jueves, 8 de marzo de 2012

El secreto de sus ojos

 de
Juan José Campanella

Película redonda donde las haya que nos ofrece varios registros de forma magistral: Una trama social y criminal compleja con desenlace sorprendente. Una realización  soberbia que alterna pasado y presente con un ritmo envidiable. Suspense, humor y crítica social en dosis precisas. Todo ello aderezado con una interpretaciones maravillosas y su punto de emoción.

La película entreteje tres líneas poderosas: la investigación de un crimen, le rememoración de un hermoso amor que no cuajó y un contexto sociopolítico corrupto y opresivo que nos sitúa en la Argentina de los años 70.

Benjamín Expósito (Darín) acaba de jubilarse después de toda una vida trabajando en el Juzgado. Los recuerdos de una investigación en la que se jugó su carrera y su vida por descubrir a un violador y asesino le perturban. Descubierto el criminal, el poder político echó tierra sobre el asunto y él debió encarar un exilio interior que dejó pendiente un amor... Así que decide escribir una novela en la que ajustar las cuentas al pasado. 

La encuesta que se desarrolló en el pasado para resolver el brutal asesinato, se solapa con la encuesta que al escribir realiza sobre ese mismo pasado. Ambos movimientos se enriquecen mutuamente, forzando una nuevo desenlace. Se convocan en la película la emoción de los recuerdos, la melancolía de lo que pudo ser y quedó inconcluso. Aunque "mi vida siempre fue mirar hacia adelante. Hacia atrás no tengo jurisdicción, me declaro incompetente",  alega la magistrada (Soledad Villamil).

El novelista Eduardo Sachero es el autor de "La pregunta de tus ojos", obra en la que se basa la película. Su estructura es potente. Su evolución milimétrica.

El compañero y amigo de Benjamín Expósito lo interpreta Guillermo Francella, que borda el papel de viejo y cansado, cínico, borrachín y sobretodo amigo inquebrantable de Expósito. Un secundario de lujo que además aporta una vis cómica muy particular y unas reflexiones entre vapores etílicos muy profundas. En una de ellas acaba desvelando las claves para encontrar al criminal: "todos podemos desaparecer, cambiar de nombre, de cara, de domicilio, pero hay algo que no podemos cambiar....¡¡nuestras pasiones!!".

En muchos aspectos es deslumbrante, la puesta en escena, el ya famoso plano secuencia que nos acerca desde el espacio hasta el estadio de fútbol y entre la multitud a nuestros personajes, el maquillaje que nos presenta verosímilmente a los actores envejecidos, etc. 

Como toda gran película contiene detalles maravillosos como el convertir una sensación en una decisión (en medio de la noche, desvelado, Darín escribe "Temo". Posteriormente lo completará como "Teamo"). O apreciar en el asesinato de su amigo borracho que sus fotos han sido tapadas. O las claves futbolísticas que esconden las cartas que el asesino envía a su madre. O las miradas que en las fotos delatan al asesino o revelan el amor del propio Darín. 
Película inconmensurable que no deja de crecer en nuestros corazones hasta estremecernos. Para encontrar la moneda de la emoción hacen falta dos caras muy brillantes como las que aquí se dan: una historia de personajes con densa carnadura interpretados por unos actores en estado de gracia.

Merecídisimo Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa en 2.009.

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