domingo, 2 de octubre de 2011

Cuentos de lo extraño

de Robert Aickman




He aquí una nueva invitación del conde de Siruela, mirífico siempre en la extracción de nuevas gemas de la literatura fantástica.

Este primer contacto con Robert Aickman  ha exigido de mí un cambio de ritmo. Tensión creciente, sospechas y pistas, desenlace inesperado. Nada de esto -habitual en los relatos fantásticos y de terror- nos ofrece Mr. Aickman. Lo suyo es adentrarse en terra ignota, hacernos asomar a un pliegue remoto de la realidad que nos perturbe.

No sé si son cuentos de fantasmas. En algunos sólo se apuntan como un esbozo, en otros aparecen con mayor nitidez como en Che gelida manina donde el nexo son llamadas telefónicas cruzadas o en Nunca vayas a Venecia donde, subyugante, adopta la forma de una misteriosa guía. En otros son los protagonistas mismos quienes terminan asimilándose a fantasmas como si hubiesen cruzado el umbral del espejo.  Así ocurre con la Margaret de En las entrañas del bosque y su experiencia en el Centro de reposo Kurhus habitado por insomnes .  Y a otra Margaret en Los trenes,  donde en ella cobra vida la leyenda de la muchacha saludando a los trenes que pasan por el páramo fantasmagórico.

La lectura ha de ser pausada. Primero se produce la incursión en el terreno:  Las islas griegas en El pontoso vino, el Valle Silencioso en Los trenes, Venecia en Nunca vayas a Venecia o los bosques de coníferas suecos en En las entrañas del bosque. Luego -casi imperceptiblemente- se va produciendo un giro que coloca al protagonista ante el nuevo escenario.
En un escenario donde te puedes encontrar un coronel Adamski diciéndote: "Los sueños nos confunden porque hacen que la vida parezca real" (pág. 329)

En un perspicaz prólogo, Andrés Ibañez  nos muestra el mapa:
"Lo cierto es que el terror no abunda en estos relatos (...) en Aickman lo sobrenatural es a menudo una intuición. (...)
The Encyclopedia of Fantasy refiere que en las historias de nuestro autor los personajes ´no son capaces de entender al fantasma con el que se enfrentan debido a que dicho fantasma...es una manifestación, un retrato psíquico, de su incapacidad para comprender sus propias vidas´.  

 El relato En las entrañas del bosque contiene el arquetipo del bosque y el del sanatorio perdido en las montañas que bien puede ser un monasterio. En el prólogo se nos subraya que en él encontramos "una digresión  sobre las ventajas de no entender del todo, de no saber teoría musical para apreciar de verdad la música, de no reconocer el idioma de un país para poder entenderlo en profundidad y un largo párrafo  que termina con la idea de que perderse (en el bosque) ha de ser, o puede ser, un acto voluntario."

Como leer este libro evocador.

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