sábado, 27 de noviembre de 2010

Los Papeles de Casa Velha



de Machado de Assis




No redundaré sobre por qué hoy hay que leer a los clásicos. Diré que este autor representa el santo y seña de las letras brasileñas. Una especie de Pérez Galdós en España por sus temas y su época. En esta pequeña joya, deliciosamente editada por Funambulista podemos saborear todas sus virtudes: concisión, claridad, penetración psicológica.

Arrastrados por el estilo elegante del autor, que aprovecha la ironía y la sugestión, nos vemos inmersos en el micromundo de esta casona y en los vaivenes amorosos de una joven pareja epicentro del resto de relaciones.

El asunto y los personajes son netamente decimonónicos, pero no por eso menos atractivos: el cura-narrador que acude a Casa Velha para documentarse en su trabajo sobre el Emperador, la Señora de la casa, viuda de un ministro; la huérfana protegida de la señora, los amores entre dos jóvenes de distinta clase social y el pasado que se cierne sobre todos ellos determinando su futuro.

Es una novela de amor y también un relato cuasipolicíaco, en el que la verdad aflora poco a poco provocando en los personajes vaivenes de deseo o desesperación. Los diferentes giros con que se despliega ante nosotros la situación entera, están narrados con una concisión y elegancia dignas de un maestro.

viernes, 26 de noviembre de 2010

El olvido que seremos



El olvido que seremos
de Héctor Abad Faciolince

Tiene razón Javier Cercas cuando se refiere a esta obra como "un libro tremendo y necesario, de un coraje y una honestidad arrasadores".
El autor cuenta la vida de su padre, médico y defensor de la igualdad social y los derechos humanos en la Colombia de los años 70 y 80 del siglo pasado. Un doctor en lucha con los poderes instituidos para preservar la salud pública, la libertad de cátedra, la tolerancia...y que mientras tanto velaba por su hijo con un amor incondicional.

Es una biografía, sí pero es más. ¿Es una novela? sí pero es más. ¿Es un texto literario de personajes e ideas? sí pero es más. Sin ser tan abstracto o literario como Magris o Sebald, el libro es un artefacto que habla de la infancia, de la educación, de la violenta sociedad colombiana de esos años, de la emigración sudamericana, del crimen político....El libro está relacionado con obras como "Vieja escuela" de Tobías Wolff o "Soldados de Salamina" de Cercas. Obras que son narración histórica por verídica y a la vez literatura por la potencia narrativa del autor.

Como todo gran libro es a la vez muchos libros:
La infancia recuperada. El relato de esos años de juegos y aprendizaje del autor con la amorosa presencia del padre ocupa dos terceras partes del libro.
El crimen político. Su secuencia tiene la intensidad de un thriller, dónde estaba cada personaje, cómo se enteró, qué lo presagiaba, cómo se gestó.
La tragedia familiar. La muerte de la hermana, Marta Cecilia, tiene todos los ingredientes del drama de un ángel que desaparece.
Años de hierro. Una minoría empeñada en preservar sus privilegios a costa de la mayoría, incluso llegando al asesinato. Una historia con personajes levantada sobre una verdad ya referida por el historiador Tony Judt: la desigualdad social es corrosiva. Corrompe a las sociedades por dentro, dejó escrito.
De algún modo el espíritu del libro está teñido por los clásicos de la literatura en castellano: hay dos poemas que lo sobrevuelan permanentemente: el soneto de Borges, del que sale el título y Las coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, muchas de cuyas estrofas incluso aparecen reproducidas en el libro.

Reflexión sobre la muerte, sobre la infancia y la educación, reflexión del papel de héroe: el padre tiene notas sobre su propio papel y su consciencia de un previsible asesinato: "un sentimiento moral muy elevado corre siempre el riesgo de desbordarse y caer en la exaltación del activismo frenético. (...) Esos reformadores a ultranza, Savonarolas, Brunos, Robespierres, pueden llegar a ser personas que hacen, a su pesar, más mal que bien. Ya Marco Aurelio decía que los cristianos -los locos de la cruz- obraban muy mal al llegar hasta el sacrificio por una simple idea de verdad y de justicia".

El propio autor reseña su libro:"Nunca acepté resignado la muerte de mi hermana, ni nunca podré aceptar con tranquilidad el asesinato de mi padre.(...)Este libro es el intento de dejar un testimonio de ese dolor, un testimonio al mismo tiempo inútil y necesario".

lunes, 22 de noviembre de 2010

Kim

de Ruyard Kipling Borges calificaba a Kipling como el maestro de los cuentos e historias que perseveran en nuestro corazón de forma indeleble. Y es verdad que muchas de ellas y muchos de sus personajes tienen esa cualidad de estar asentados en el inconsciente colectivo, tal y como ocurre con los de Shakespeare, Cervantes o Stevenson.

Pronto descubrimos que Kim es Kimball, un huérfano pordiosero de origen irlandés que se gana la vida perfectamente en las calles de un ciudad en la India. Y en la calle es donde encuentra a un lama tibetano al que acompañará en su búsqueda de un río santo: velará por el sostén del lama como el clásico golfillo de la novela picaresca. Mientras tanto el lama orientará su formación. En esas calles y en esos viajes Kim entrará en contacto con las caravanas que cruzan la India y recopilará valiosa información para el espionaje inglés. En la novela se describe lo que se conoció como El Gran Juego, conflicto político entre el Imperio Ruso y el Imperio Británico sobre tierras de la India.
La descripción de la vida en las caravanas, la dualidad entre aventuras y espiritualidad, los sucesivos cuadros que encuentran en  la peregrinación nos permiten conocer las costumbres, las castas y las religiones de una forma muy vívida. Finalmente la solidaridad masónica ofrecerá a Kim una educación occidental. Para siempre vivirá entre dos mundos.

Kim reune un puñado de cualidades admirables: el relato iniciático de un niño mientras se hace hombre, el de un hombre santo en busca de un río, el de las aventuras coloniales en la India, las peripecias de la novela de espías o el relato tradicional de aventuras en remotos paisajes. Todo ello se adereza en esta novela extraodinaria que te arrastra por un río de vitalidad y hermosura.
Asistimos a través de los ojos de Kim al despliegue de la vida, con sus dudas y desasosiegos; de la aventura, de los hilos que tejen el propio destino.
Emocionante e imprescindible.

Kick-Ass

 de Matthew Vaughn
Gamberra y fresca aproximación al género de los superhéroes, basada en el cómic del mismo título de Miller y Romita y basado en la premisa: ¿porqué una persona normal, sin poderes, no puede aspirar a ser superhéroe?
La secuencia inicial de la película es toda una respuesta contundente. Pero siempre está el típico friki que se dedica con empeño a ello.
La película recoge la línea argumental y los personajes del cómic, aunque en el último tercio se inclina más hacia una típica película de acción.
El cómic por su parte no hace tantas concesiones y persigue muy de cerca los vaivenes del friki kick-ass, de Hit-girl y de Red Mist, sin perder ni un gramo de mala leche,  ni las retorcidas relaciones entre sus personajes: como la verdadera historia de Big Daddy o el soez lenguaje de Hit-girl o el final con un nuevo aspirante a superhéroe subiendo en ascensor a la cima de otro edificio...ahora bien también la película es potente y cañera.
La vida de ese trío que nunca liga, amantes de los cómics y nativos de las redes sociales e internet está plasmada con pulso firme y humor entrañable: los escuetos planos del protagonista con su padre son obras maestras de concisión y mala leche. La historia se abre camino con buen ritmo aprovechando la desfachatez de la idea y del personaje y sin dejar de lado el patetismo de un superhéroe en pijama.
También como película de acción tiene aciertos contundentes y si no echemos un vistazo a secuencias como la de la batalla en el almacén de madera o la del escarmiento a los superhéroes transmitida por internet o la del asalto final a la guarida del lobo por parte de una inocente niña.

viernes, 12 de noviembre de 2010

HIERRO 3 - de Kim Ki-Duk





La ceremonia de la realidad y el sueño.-


Dos seres extraños en un mundo que no es el suyo y del que logran abstraerse a través de un ceremonial que los convierte en sueño. 

Durante una primera mitad absolutamente muda, ella huye del hogar matrimonial y con su nueva pareja asistimos a una ceremonia repetida e hipnótica: detectar una casa vacía, habitarla por una noche (vivir simplemente como la hoja de un árbol), realizar la colada, arreglar algún electrodoméstico.
Una primera impresión nos impacienta, nos susurra al oído la banalidad del visionado hasta que de pronto la pareja protagonista es pillada, detenida y conducida a calabozo. Ella vuelve a su marido, a su mansión, a su cárcel (el marido le recuerda que aunque ella ha faltado él ha seguido mandando dinero a su familia).

Él en la cárcel se depura. Si antes vivía en los intersticios de la sociedad, de forma casi fantasmal (en las casas no hay nadie, las carreteras que transita permanecen vacías) es como si existiese en un plano distinto a los demás. En la celda ensaya la desaparición, el no estar presente.
Ella mientras tanto, intenta mantener el levísimo hilo que los une visitando los lugares que han recorrido juntos.
Es una película abstracta, una película que crea su propio lenguaje durante la primera mitad y luego, en posesión de esos signos, nos adentramos en la segunda parte, por fin dueños del significado y de las sutiles emociones que nos suscita la pareja.

Cuando él sale de la cárcel ya sólo existe por y para ella. Accede a su mansión. Se establece un triángulo amoroso en el que el marido recupera a su mujer; pero una vez que ella ha encontrado algo que le faltaba pero que es invisible e indetectable: la escena con el trío comiendo en la mesa pero con el amante invisible para el marido es a la vez cómica y emocionante.

La última imagen de la película nos ofrece su propio resumen: los dos amantes juntos (se ven los cuatro pies) están encima de la báscula de peso que indica O gramos. No existen en este mundo, son seres inmateriales que sólo viven para su amor.
Una frase cierra definitivamente la película: "En este mundo es muy difícil distinguir la realidad del sueño." Poética.


P.D
. Por si a alguno se le escapa, recordaré que hace algunos años, Kim Ki-duk nos regaló "Primavera, verano, otoño, invierno...y primavera", aún más depurada y dibujada con un sutil trazo donde afloran profundas emociones.

Los ojos de Julia


Los ojos de Julia de Guillén Morales
Esforzada película que sirve para pasar bien el rato y que contiene una terna de sustos de buen calibre, pero que se acaba perdiendo en una serie de complicaciones sin sentido. Abusos en lo de dar vueltas a la tuerca y hurgar obsesivamente tal y como hace más de 30 años hizo el cine italiano en lo que se conoció como giallo: una suerte de terror muy amigo del subrayado, manierista y hueco.

Uno de los fallos es que aparte de Belén Rueda (auténtica estrella de la película) y Lluis Homar, el resto del reparto huele a naftalina, con actuaciones de tercera división. Lo que hace que cuando aparecen ellos todo sea poco creible.

Otro de los fallos es el abuso del golpe de sonido para producir sustos. La película incluye dos o tres sustos muy bien rodados y tiene tensión suficiente para no aburrir; así que tanto abuso de portazos, timbrazos de teléfono, etc acaba por aburrirte o producir risa.

La factura técnica es muy correcta, la dirección tiene pulso, pero jugando con los mismos lugares comunes que "El Orfanato", la distancia entre ambas es enorme.

martes, 9 de noviembre de 2010

Nueve Cuentos


Nueve Cuentos de J.D. Salinger
Encuentras a los personajes en un momento de sus vidas y después de un rato los abandonas.
Los has conocido, te han dejado entrever su alma, su pasado, sus anhelos, a lo mejor conocen a un chico que quizás le guste (justo antes de la guerra con los esquimales) y luego se van a coger el autobus. En el primero (Un día perfecto para el pez plátano) todos esos diálogos y escenas banales e inocuas tienen un final repentino y brutal.

Son escenas en medio de una vida. vienen de un antes que se va intuyendo por la conversación y los dejas continuar su vida: este efecto es muy de Salinger, como que se desinteresa, como que las cosas son así y no tienen remedio.

Los diálogos son muy naturales. Pero por otro lado no es que ocurra mucho, ni muy interesante, pero estás presente en sus vidas. Tú como lector te encuentras en medio de una escena de sus vidas y mediante las conversaciones te cercioras de lo que les ha pasado, de lo que esperan: ésta es su vida real.

En el pez plátano el contraste entre la conversación banal y el disparo definitivo es tan brutal que da sentido a todo el relato.
En Salinger encuentro siempre un halo de extrañamiento, de personas que ven el mundo como algo muy ajeno a ellas y donde se desenvuelven con torpeza. Hay cuatro relatos que son los que más me gustan y contienen unos personajes deliciosamente extraños. Conocerlos será un placer.

La historia sobre Esmé es toda una novelita contada en sentido indirecto y la extrañeza viene dada por el propio carácter de la jovencita. El hombre que ríe es otro de los que más me gusta: la pandilla de los comanches, su monitor con el alma herida, los niños que entreven el mundo adulto con sus problemas. Todo es indirecto y melancólico, como el recuerdo de una canción.

Teddy también es un niño extraño, posee una mente superior y en el relato nos vamos enterando de que le han hecho pruebas sobre sus capacidades. Cree en la reencarnación y además recuerda sus vida pasadas. Son muy interesantes sus opiniones sobre la educación y las emociones del ser humano. El último relato versa sobre un personaje estrafalario y muy atractivo, el presunto pintor Jean Daumier-Smith. En este caso la fuerza no está en los diálogos porque está contado en primera persona, sino en la propia forma de expresarse refinada, decante, un tanto cínica.

No soy muy amigo del realismo, de hecho considero algunos de los nueve cuentos muy flojos; pero tengo que reconocer que Salinger tiene una personalidad muy acusada a la hora de afrontarlos y logra arrastarte hasta esa habitación donde unos personajes dialogan. Al final has de reconocer que estás al tanto de los vaivenes de sus corazones. Y esto no es poco.

lunes, 8 de noviembre de 2010

MICHAEL CLAYTON - de Tony Gilroy






El Conseguidor.- 


Una de mis películas preferidas, con un guión denso y poderoso sustentado por unas grandísimas interpretaciones tanto de Georges Clooney, como de Tom Wilkinson y Tilda Swinton. El primero como miembro de un poderoso bufete de abogados en tareas de fontanero arreglatodo, el segundo como socio que abre los ojos y ve la ciénaga en la que se mueve. La tercera como tiburón financiero sedienta de poder y sangre.
Es un thriller con unas cuantas secuencias de suspense absorvente y entreverado con brío por elementos del drama y la denuncia social.
Tony Gilroy, guionista de las tres "Bourne", escribe y dirige esta obra que muestra de forma adulta, sincera e inteligente los mecanismos de nuestra sociedad capitalista: el poder de las grandes corporaciones, la vulnerabilidad del ciudadano de a pie, el todovale camino del éxito.

Posee un brillantísimo comienzo en el que la cámara nos introduce en el sancta santórum del bufete de abogados mientras la voz en off de uno de sus socios principales nos relata cómo ha abierto los ojos a la realidad:
"No es una recaida más, Michael....estoy cubierto de placenta...he vuelto a nacer...y luego me doy cuenta....No, esto está todo mal...porque miré nuevamente al edificio y tuve un momento de claridad increiblemente sorprendente, me dí cuenta Michael, de que no había salido por la puerta de nuestro poderoso bufete, sino por la puerta de un organismo cuya única función es excretar el veneno, las municiones, el exfoliante necesario para que otros organismos más poderosos destruyan el milagro de la humanidad."

A esta presentación general, le sigue la particular del protagonista primero en un garito de juego y luego en una escapada al campo en busca de aire puro... y mientras Michael Clayton se mira cara a cara con un caballo preguntándose cuándo se empezó a joder todo, explota su coche. Lo quieren muerto.
Al final volveremos a ver esta secuencia del garito y la escapada al campo, pero desde el punto de vista de los criminales y dentro, además, de un contexto más amplio y complejo. El montaje es milimétrico y cada plano enriquece la trama y dota de complejidad a los personajes.

La parte central del metraje desgrana una historia con múltiples facetas: los problemas de M. Clayton con las deudas de juego, los enfrentamientos familiares, la absorción del bufete por otro aún más grande y global...y la pequeña historia de una chica de provincias que sirve de detonante.

Película de poso clásico, densa y absorvente que utiliza los mimbres del thriller para denunciar los males de nuestro tiempo. Sobresaliente.

Los pichiciegos


de R. Fogwill

En las Malvinas se enfrentan argentinos e ingleses. Los argentinos padecen una dictadura militar, unas condiciones de vida lamentables y encima les envían a la guerra.

Los pichiciegos o topos, una vez visto el cariz de la guerra, eligen enterrarse en un margen de la misma e intercambiar con los ingleses información a cambio de alimentos, medicinas y ropa.
¿Esto es traición? Es buscarse la vida. ¿Habla de los argentinos? Si, están cansados de todo y sobretodo de sus mandarines. ¿Habla de la guerra? sí. ¿Para qué las guerras?.
En general la novela describe la forma de vida de los pichiciegos, ya de por sí un poco absurda. Pero además y sobretodo en el tercio final de la novela las situaciones absurdas se multiplican: las ovejas explotando al pisar las minas, los propios argentinos traicionándose entre ellos, la instalación de una radio con sus dos operadores ingleses en la pichicera argentina, las bombas cayendo sobre las filas de soldados que van a rendirse y entregarse, en estas mismas filas de rendidos el camuflaje como soldados de los altaneros oficiales.
Fogwill se planta ante la guerra y le da la vuelta como un calcetín.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Déjame entrar



Déjame entrar


Tengo que referirme a las dos películas, tanto a la original noruega dirigida por Tomas Alfredson y que adaptaba el libro de John Ajvide Lindqvist como a la revisitación que hace Matt Reeves ("Monstruoso"). Son como dos hermanas gemelas, potentes y perturbadoras. La primera tiene el plus de ser la original, pero la segunda no se queda a la zaga y siendo absolutamente respetuosa se nos ofrece igual de apetecible.

Como primer apunte me quedo con el tono. Lo que era un acierto elocuente en la primera, en la segunda se respeta y acentúa. Un tono que refleja muy bien el rostro de la niña protagonista: el cansancio de los decenios siendo un monstruo, pero vivendo un día tras otro en este mundo tan áspero.

El tono es producto de dos elementos: el naturalismo con que se narran hechos fantásticos y la mirada infantil, curiosa y desprovista de prejucios hacia lo extraño que nos hace plantearnos hastá qué punto podremos introyectarlo. El naturalismo es tan absoluto (no se ven vuelos, transformaciones, etc) que deja con limpidez en primer plano la relación entre los dos niños, extraños en un mundo extraño. De hecho la escena más típicamente vampírica resulta un poco fuera de contexto por su propia evidencia: la muerte de la vecina que muere en el hospital quemada por el sol.

La línea narrativa tan determinada, el crescendo dramático tan acusado las convierte en películas de una intensidad morbosa. Destacaré tres escenas: la niña entra en casa del niño sin invitación y todo su cuerpo empieza a sangrar hasta que él verbaliza la invitación a entrar. Aquí se ve hasta dónde está dispuesto a llegar cada uno: el niño a aceptarla tal y como es, ella a mostrarse sin ambages, ofreciéndose. Otro plano tiene que ver con el protector adulto. Agotadas sus prestaciones y mutilado en el hospital aún le ofrece su último néctar sangriento para que inicie con fuerzas su nuevo viaje. Finalmente cuando están, niño y niña, en el escondite subterráneo de juego y el niño se corta un dedo: vemos que el animal que tira de las entrañas de la niña es quien manda.

Juntar ternura y horror, juntar niños con bestias desgarradoras, juntar lo horrible de una maldición con los horrible de una sociedad (el niño es triste e inadaptado, su madre se está separando, un grupo de niños abusa de él en el colegio) nos depara una obra malsana y gozosa.